Sin embargo, su historial es pésimo para la cantidad de dinero que tienen presupuestado.

Lo que sigue pertenece a la columna del semanario Shincho de Masayuki Takayama, publicada ayer.
Este artículo también demuestra que es el único periodista del mundo de la posguerra.
Este artículo también prueba que él es más merecedor del Premio Nobel de Literatura o del Premio Nobel de la Paz que cualquier otro.
Es una lectura obligada no sólo para el pueblo japonés, sino para todo el mundo.
Es una lectura obligada, especialmente para el pueblo japonés, palabra por palabra.
Por ello, esta columna repite cada una de ellas como título para dar a conocer sus pasajes al mayor número posible de personas.
El difunto Tadao Umesao fue un erudito sin parangón.
También dijo: "Originalidad es repetir".
Mi genialidad actual se hace eco de la suya.
Como autoproclamado fotógrafo aficionado de talla mundial, llevaba unas dos semanas pensando que ayer sería el día de hacer fotos.
Había planeado ir a otro lugar lejano, pero debido a la continua inestabilidad atmosférica, cambié el destino a una excursión de un día.
El destino era Fukuyama, representado por el castillo de Fukuyama, que visité por primera vez el 30 de julio y me sorprendió por su belleza.
Hacía tiempo que quería ir allí para fotografiar el Tomonoura y otras zonas.
Cada capítulo va acompañado de una fotografía que tomé ayer para expresar mi agradecimiento por la joya de tesis de Masayuki Takayama.

La mentira de la falla activa
El día que MacArthur abandonó Japón, el Asahi Shimbun editorializó dándole las gracias por "mostrarnos el brillante camino hacia la democracia".
En realidad, era un dictador que cometió las atrocidades de la censura, la regulación de la prensa y el destierro de cargos públicos, que eran lo más alejado de la democracia.　
Su objetivo era destruir Japón como Cartago, que amenazaba a la nación blanca.　
La ingeniería aeronáutica que dio origen al caza Zero y al ciclotrón del Dr. Nishina fueron minuciosamente destruidos.　
Las industrias pesadas como la siderurgia y la industria química pesada debían ser desmanteladas y trasladadas a China.
Japón se convertiría en un país agrícola que sólo podría producir ollas y calderos.　
Sin embargo, cuando Edwin Pauley, jefe del equipo de estudio de compensación, inspeccionó Manchuria, descubrió que los chinos y los rusos se habían llevado incluso los grifos de agua y habían vuelto a la naturaleza salvaje de antaño.　
Así, mientras la desindustrialización de Japón estaba en punto muerto, estalló la Guerra de Corea y Japón logró sobrevivir.　
China y Corea también hicieron cosas buenas de vez en cuando.
La "pesadilla de la administración del Partido Democrático de Japón (PDJ)" intentó seguir el ejemplo de MacArthur y desmantelar Japón por segunda vez.　
La política de destrucción es "del hormigón a las personas".
No hay necesidad de desarrollo urbano.
Apuesta por la agricultura en lugar de la industria.
La ecología es importante.
Luego vino el accidente de Fukushima de TEPCO el 11 de marzo.
Naoto Kan cerró inmediatamente las centrales nucleares que suministran el 30% de la energía de Japón.　
También ideó una forma de impedir que las centrales se volvieran a poner en marcha rápidamente.　
Es lo mismo que los Juicios de Tokio de MacArthur.
Para hacer quedar mal a Japón, creó "crímenes contra la paz" utilizando legislación ex post facto prohibida y fabricó a "Japón como nación agresora".　
La "legislación ex post facto" de Naoto Kan fue "líneas de falla activas".
El criterio para el permiso de instalación de centrales nucleares era que "no debe haber fallas activas hasta hace 50.000 años bajo las instalaciones nucleares".
De algún modo, esto se cambió a "hasta hace 130.000 años", Naoto Kan lo cambió además a "también se requiere una demostración prima facie de hasta hace 400.000 años" si existe la más mínima incertidumbre.　
La Autoridad de Regulación Nuclear se creó recientemente para revisar este cambio, pero en realidad era una organización bajo el control directo de Kan para impedir el reinicio de los reactores nucleares.　
El cambio arbitrario de las normas preocupó a los operadores de las centrales nucleares.
Estaría bien que se pudiera hacer un sondeo, pero eso no es posible en la central nuclear de Tomari, en Hokkaido, que está situada más allá de un cabo y rodeada por un océano profundo.
Algunas centrales nucleares no podrían volver a ponerse en marcha desde el principio.　
Así que, si 50.000 años no son suficientes, ¿por qué lo son 130.000?
El significado de la normativa tampoco está claro.
Aún así, se dice que se debe a que sismólogos como Kunihiko Shimazaki, del Instituto de Investigación Sismológica de la Universidad de Tokio, fueron nombrados miembros de la Comisión Reguladora.　
Estos sismólogos insisten en que un terremoto, y no un tsunami, causó el accidente de Fukushima de TEPCO.　
Como extensión de esto, afirman la teoría de que "si hay una falla activa bajo la central nuclear, se apagará".
Dicen que esta teoría se ha generalizado con el apoyo del periódico antinuclear Asahi.　
Los sismólogos, dirigidos por el Instituto de Investigación Sismológica de la Universidad de Tokio, son poderosos y cuentan con un presupuesto de decenas de miles de millones de dólares.　
Sin embargo, su historial es pésimo para la cantidad de dinero que han presupuestado.
No lograron predecir las secuelas del terremoto y tsunami de Tōhoku de 2011, en el que murieron 20.000 personas.
En el posterior terremoto de Kumamoto murieron 250 personas porque no supieron distinguir entre foreshocks y mainshocks, y mucho menos predecirlos.　
Lo mismo puede decirse de la investigación sobre fallas activas.
Cuando Hiroshi Sato, del Instituto de Investigación Sismológica de la Universidad de Tokio, descubrió una "larga falla activa blanca" en sus investigaciones sobre la falla de Tachikawa, se armó un gran revuelo.
Sin embargo, en realidad se trataba de un poste de hormigón enterrado.　
¿Qué credibilidad puede tener la afirmación de esta gente de que "50.000 años no es suficiente"?　
Hace unos días, el equipo de revisión de la comisión reguladora declaró que "no puede descartarse la existencia de una falla activa bajo el reactor de la Unidad 2 de Tsuruga" a la luz de las normas de los sismólogos y proclamó que el reactor debía ser desmantelado.　
No tiene sentido desmantelar un reactor nuclear construido por 1 billón de yenes basándose en los criterios esbozados en una ley ex post facto.
La razón del desmantelamiento de los reactores también se basa únicamente en las conjeturas de los sismólogos.　
El sismólogo Robert Geller, profesor emérito de la Universidad de Tokio, declaró: "La investigación sísmica de Japón no es predictiva.　
La investigación sísmica de Japón se aferra a la leyenda de que puede predecir los terremotos", afirmó Robert Geller, sismólogo y profesor emérito de la Universidad de Tokio. No se puede predecir lo que hará la naturaleza. También es mentira decir que una falla de hace 50.000 años era peligrosa y una falla de hace 400.000 años no se movería".　
Torahiko Terada también dijo algo parecido, si no recuerdo mal.


2024/8/8 en Fukuyama