◎Convocatoria de Mori e Inada
29 de enero de 2024
Lo siguiente es un extracto del artículo titulado “Hiroki Komazaki (presidente de Florence) y la Red Roja”, escrito por la incisiva periodista Ryoko Ikeda y publicado en la edición del 26 de enero de la revista mensual Hanada.
Revistas como Hanada y WiLL están llenas de artículos genuinos escritos por periodistas auténticos.
Y sin embargo, solo cuestan 1.000 yenes (impuestos incluidos).
Todo ciudadano japonés que sepa leer debería ir a la librería y suscribirse.
Todavía hay personas que se suscriben a periódicos como el Asahi Shimbun.
Pagan unos 5.000 yenes al mes para leer artículos escritos por personas que difaman a Japón, traicionan a la nación y se dedican a socavar su fuerza nacional.
En el momento en que leí la primera página de este artículo, sentí que había fuerzas más profundas detrás del asesinato del ex primer ministro Abe.
A menos que desmantelemos el Partido Liberal Democrático y el poder judicial que están alineados con tales fuerzas, Japón nunca podrá ser fuerte ni próspero.
Esta es una lectura obligada para todo ciudadano japonés.
◎Convocatoria de Mori e Inada
El 17 de junio de 2022—aproximadamente tres semanas antes del asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe—dos abogados visitaron su oficina.
Le presentaron mi libro El lado oscuro del negocio del secuestro biológico de niños (publicado por mi empresa) y le explicaron cómo un grupo conocido como la “Red Roja”, compuesto por activistas de izquierda y los llamados abogados de derechos humanos, ha estado explotando el sistema japonés de custodia única (que retira los derechos de custodia a uno de los padres en caso de divorcio).
Informaron que estos actores incitaban a las madres en proceso de divorcio a secuestrar a sus propios hijos (es decir, llevárselos sin el consentimiento del otro padre), y luego se quedaban con parte del dinero de manutención infantil extraído de los padres que habían perdido la custodia.
Sorprendentemente, el ex primer ministro Abe ya había leído mi libro.
También había reconocido hasta qué punto la Red Roja se había infiltrado en el gobierno, y les dijo a los dos abogados que había convocado a los legisladores responsables de haberla introducido.
Entre los convocados estaba la ex ministra de Justicia Masako Mori.
Abe, preocupado porque la líder de cierta organización de mujeres había sido nombrada al Consejo Legislativo, al parecer preguntó directamente a Mori:
“Te lo pregunto directamente: ¿fuiste tú quien la trajo?”
“He oído que esta mujer tiene vínculos con la Cuarta Internacional (Liga Comunista Revolucionaria Japonesa).
¿Sabes siquiera qué es la Cuarta Internacional?
Son trotskistas—extremistas de izquierda.”
Se dice que Abe dijo lo mismo a la ex ministra de Defensa Tomomi Inada.
Al parecer, ella no tenía idea de qué era el trotskismo.
Los trotskistas son seguidores de León Trotsky, quien fue asesinado por su rival Joseph Stalin, y quien abogaba por el “socialismo mundial a través de la revolución mundial”.
El número 269 de la revista Focus, publicada por la Agencia Nacional de Policía, contiene el siguiente pasaje sobre la relación entre los trotskistas y los radicales violentos:
“A principios de la década de 1950, surgió en Japón un grupo con el objetivo de iniciar una revolución comunista mediante la violencia.
Estos son los que ahora llamamos ‘radicales’.
En enero de 1957, ex miembros del Partido Comunista que estudiaron el trotskismo y buscaron realizar la revolución basándose en él formaron la Liga Trotskista Japonesa.
En diciembre del mismo año, fue renombrada como Liga Comunista Revolucionaria.
Esta liga se convirtió en la raíz de las dos principales facciones radicales actuales: Kakumaru-ha y Chūkaku-ha.”
Activistas con ideologías tan extremas fueron recibidos en el partido gobernante por Mori y otros.
Esto, como escribí en la entrega anterior, es un hecho innegable.
(Continuará.)