Para Xi Jinping, EE.UU. El presidente es Biden, y el primer ministro japonés, Kishida, no debe ser visto como un impedimento para avanzar en sus nefastas ambiciones.
Cada vez más, China está revelando su verdadera naturaleza y maximizando su creencia de que no hay Dios, arte, inteligencia o libertad, sino solo poder y dinero.
Desde que se convirtió en la dictadura de Xi Jinping, ha llegado al extremo de su arrogancia y ha comenzado a hablar de su intención de convertirse en un estado hegemónico con una ideología malvada.
Logró convertir el mar de China Meridional en una base militar burlándose y seduciendo a los pseudomoralistas que siguieron los pasos de Clinton y Obama.
En ese momento, Obama se estaba divirtiendo como la principal celebridad del mundo al invitar a estrellas de rock a la Casa Blanca.
Kunihiko Miyake, en su columna habitual en Sankei Shimbun, ofreció recientemente un examen cínico de si la postura de Biden hacia China es la misma que ahora.
No es exagerado decir que la combinación de Biden y Kishida es un acuerdo de regodeo para Xi Jinping y nada menos que una pesadilla para la inteligencia humana, la libertad y la paz mundial.
El Asahi Shimbun y la NHK han estado atacando a Shinzo Abe, un estadista de excepcional calibre, con incesantes y repetidos informes inventados. Por el contrario, no han atacado a Kishida de la manera exactamente opuesta.
No es exagerado decir que esto prueba que Asahi Shimbun y NHK están completamente bajo la manipulación china.
El pueblo japonés debe seguir observando de cerca a Kishida y Biden.
Cada vez más, China está revelando su verdadera naturaleza y maximizando su creencia de que no hay Dios, arte, inteligencia o libertad, sino solo poder y dinero.
Desde que se convirtió en la dictadura de Xi Jinping, ha llegado al extremo de su arrogancia y ha comenzado a hablar de su intención de convertirse en un estado hegemónico con una ideología malvada.
Logró convertir el mar de China Meridional en una base militar burlándose y seduciendo a los pseudomoralistas que siguieron los pasos de Clinton y Obama.
En ese momento, Obama se estaba divirtiendo como la principal celebridad del mundo al invitar a estrellas de rock a la Casa Blanca.
Kunihiko Miyake, en su columna habitual en Sankei Shimbun, ofreció recientemente un examen cínico de si la postura de Biden hacia China es la misma que ahora.
No es exagerado decir que la combinación de Biden y Kishida es un acuerdo de regodeo para Xi Jinping y nada menos que una pesadilla para la inteligencia humana, la libertad y la paz mundial.
El Asahi Shimbun y la NHK han estado atacando a Shinzo Abe, un estadista de excepcional calibre, con incesantes y repetidos informes inventados. Por el contrario, no han atacado a Kishida de la manera exactamente opuesta.
No es exagerado decir que esto prueba que Asahi Shimbun y NHK están completamente bajo la manipulación china.
El pueblo japonés debe seguir observando de cerca a Kishida y Biden.
