3 de julio de 2011
El daño causado por hacer más grandes cosas que no tienen significado real y no hacer cosas más grandes que deberían ser más grandes ha llegado ahora a un punto de daño irreversible.
En otras palabras, hemos llegado al punto en el que no nos queda más remedio que seguir el razonamiento del profesor Michio Morishima en su libro "Por qué Japón caerá" en 2050.
Una de las manifestaciones de esto es el frenesí de la "energía natural" con el que todos parecen estar de acuerdo en la televisión que estoy viendo ahora mismo.
Se están volviendo locos por fuentes de energía que representan sólo el 1% del suministro eléctrico actual.
Si es natural, si es ecológico, si previene el calentamiento global, como siempre dicen los idiotas.
Si esto no funciona, lo hará, y se mueven de una dirección a otra, con peligro.
¿Desde cuándo nuestro país se convirtió en una nación de niños de jardín de infantes que avanzan en una dirección como ésta?
Los medios de comunicación japoneses han sido responsables de esto desde el período anterior a la guerra hasta el presente.
Ahora es culpa de los medios y de la comunidad de hablantes, que han sido un grupo de televisivos estúpidos y pseudomoralistas aduladores durante los últimos 20 años o más.
En particular, creo firmemente que todas las causas de la caída de Japón residen en la forma en que los medios de comunicación han seguido actuando durante los últimos veinte años, persiguiendo sólo el tema del momento, la flor del momento, con la edad mental de un 12 años de edad.
Supongamos que te apresuras con movimientos tan estúpidos.
Más adelante, cuando esta potencia, incluidos los costes y otros gastos, se convierta en una carga, habrá que dejar de comprarla, como ocurre hoy en Europa.
¿Cómo te verás y qué dirás?
¿Lo harás pasar como si nada hubiera pasado, tal como lo hiciste con el "coro de justicia" de hace más de 60 años y en 1992?
Pero yo os digo.
Esta vez, no se saldrá con la suya fingiendo ignorancia, implacabilidad e irresponsabilidad.
¿Por qué?
Esta vez, Japón se hundirá y el mundo se volverá extremadamente inestable.
2024/3/10 in Tokyo
