Dios Todopoderoso es mi salvador

Que el amor y la misericordia de DIOS estén siempre contigo

¿Eres un cristiano pobre o rico?

2020-03-30 21:38:21 | Películas Evangélicas
Reflexiones Cristianas : ¿Eres un cristiano pobre o rico?
Hace 2000 años, Jesucristo sufrió la persecución y condena de los Fariseos religiosos, y sin embargo, aquellas personas como los pescadores y los recaudadores de impuestos aceptaron la obra de Jesucristo. ¿Quién era el rico, exactamente? ¿Quién era el pobre? ¿Conocer la Biblia muy bien y hacer exposiciones de ella, significa que uno tiene conocimiento del Señor?
Un día, mi esposa dijo, “Nuestra hija y yo fuimos recientemente a la casa de mi hermana menor para escuchar sermones, en los cuales creo se encuentra la obra del Espíritu Santo. Lo que el predicador dijo fue muy revelador, especialmente cuando hablaba acerca del tipo de personas que podrían darle acogida a Jesucristo en Su regreso, ¡Pensé que lo predicaba muy claramente! Querido, ¿Por qué no expresas tus puntos de vista tú y nuestro hijo, sobre cuáles personas serían las primeras en dar la bienvenida al Señor y los que serían llevados al Reino de Dios en el regreso del
 Señor?”
Después de escuchar sus palabras, miré a mi esposa y a nuestros hijos y les dije, “Por supuesto que serán los pastores y ancianos, quienes entienden el conocimiento bíblico, los que aceptarán al Señor de primero. Ellos conocen muy bien la Biblia, están familiarizados con el conocimiento bíblico, pastorean la iglesia y sirven al Señor, y tienen una gran vida espiritual. Así que creo que la gente como ellos, seguramente, son los que darán de primero la bienvenida al Señor, cuando regrese.
Mi hijo se apresuró a decir, “Lo que mi papá dijo es correcto. Estoy de acuerdo con su punto de vista”.
Mi esposa negando con su cabeza, me dijo: “A menudo explicas las Escrituras a otros. ¿Qué versículo en la Biblia dice que al entender el conocimiento bíblico, uno puede conocer a Dios y saber cómo practicarlo? Recuerdo, que en Juan 7:45-48 se dice, ‘Entonces los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis? Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla! Entonces los fariseos les contestaron: ¿Es que también vosotros os habéis dejado engañar? ¿Acaso ha creído en El alguno de los gobernantes, o de los fariseos?’ Sin embargo, cuando Jesús llamó a Sus discípulos, dijo en la Biblia. ‘Y andando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores. Y les dijo: Seguidme, y yo os haré pescadores de hombres. Entonces ellos, dejando al instante las redes, le siguieron’ (Mateo 4:18-20). Podemos ver en estas dos escrituras que los principales sacerdotes, escribas y fariseos estaban familiarizados con la Biblia y entendían el conocimiento bíblico. Cuando Dios vino a hacer Su nueva obra, no sólo no aceptaron la nueva obra, sino que se resistieron frenéticamente, condenaron y detuvieron a los creyentes bajo su dominio de aceptar la obra del Señor. Al final, fueron los que entendían el conocimiento bíblico, los que clavaron a Jesucristo en la Cruz, mientras que aquellos que tenían poco conocimiento bíblico los que verdaderamente anhelaban la aparición de Dios, como Pedro, Mateo y Juan, los que dejaron todo para seguir al Señor y aceptaron Su nueva obra cuando oyeron el llamado de Jesucristo. ¡Ellos fueron los que verdaderamente acogieron al Mesías! De estos hechos, podemos concluir que, aunque los líderes religiosos estén familiarizados con la Biblia, esto no significa que conozcan a Dios y sean capaces de darle la bienvenida al Señor. Lo que he dicho es correcto, ¿Cierto? 
Habiendo escuchado su pregunta, me sentí bastante avergonzado. A menudo leí y expuse sobre estos versículos, pero nunca había buscado o contemplado la verdad en ellos. Mi hija me miró y me dijo: “¡Lo que dijo mi madre es correcto! Hace 2000 años, cuando Jesucristo realizó Su obra en Judea, según el punto de vista de mi padre, en este momento, aquellos sacerdotes a cargo, escribas y fariseos que estaban familiarizados con la Biblia, bien versados en la ley y que sirvieron piadosamente a Jehová, deberían haber aceptado la obra de Jesucristo primero. Sin embargo, los hechos fueron justamente lo contrario. Después de que los líderes religiosos oyeron la palabra de Jesucristo y vieron Sus obras, no sólo no lo buscaron ni lo aceptaron, sino que intentaron encontrar todo tipo de acusaciones contra Jesucristo y se resistieron y condenaron Su obra. Jesucristo predicó y obró, y enseñó a los hombres usando verdades, pero lo calumniaron como a alguien que estuviera causando disturbios entre la gente común. Jesucristo dijo que Él mismo fue enviado por el Padre, y que Él es la verdad, el camino y la vida; ellos, sin embargo, Lo acusaron de blasfemia. Jesucristo curó a la gente y la liberó de los demonios, pero aún así, Lo blasfemaron, diciendo que Él se había apoyado en Belcebú, jefe de los demonios, para expulsarlos. Todos estos sacerdotes encargados, escribas y fariseos sirvieron a Dios en el templo. Aunque conocían muy bien la Biblia, no conocían la obra del Espíritu Santo, ni aceptaron la verdad. ¿Por qué ellos no aceptaron a Jesucristo? ¿No sería porque pensaron que habían hecho una lectura extensa de la Biblia, y habían entendido el conocimiento bíblico, y también eran personas ‘ricas’? Por lo tanto, eran muy arrogantes y engreídos, no buscaban la verdad, desdeñaban a otros y no tenían lugar para Dios en sus corazones. En consecuencia, ellos perdieron la salvación de Jesucristo y fueron maldecidos por Dios. Como Jesucristo lo reveló, ‘Y cualquiera que se ensalce, será humillado, y cualquiera que se humille, será ensalzado’ (Mateo 23:12). Por el contrario, los pescadores que arrojaron sus redes, los recaudadores de impuestos y la mujer samaritana no tenían ningún conocimiento bíblico o estatus social, y otras personas los miraban con desprecio. Sin embargo, ellos alcanzaron la iluminación y la salvación de Dios porque buscaban humildemente con hambre y sed de justicia. Así como dijo Jesucristo, ‘Volviendo su vista hacia sus discípulos, decía: ‘Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis’ (Lucas 6:20-21). ‘He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo’ (Apocalipsis 3:20). De la palabra del Señor vemos que si deseamos festejar junto con el Señor y ser conducidos al Reino de los Cielos, debemos tener un corazón que anhela y busca la verdad, y procurar escuchar la voz de Dios. ¡Sólo así podremos dar la bienvenida al regreso del Señor!”
Oyendo su opinión, me sentí realmente avergonzado y humillado. Resultó que, aunque predicaba todos los días, sólo predicaba cartas y doctrinas, ¡Y no había entendido la verdad! Creía que leer y recitar la Biblia de memoria era entender la Biblia, pero parecía que yo era realmente arrogante y altivo. Esto realmente cumplió la palabra de Jesucristo, “Y cualquiera que se ensalce, será humillado, y cualquiera que se humille, será ensalzado” (Mateo 23:12).
Pensé por un momento y dije con emoción: “Lo que compartiste es en el fondo un hecho. Piensen en el tiempo en que Jesucristo realizó Su obra hace 2000 años, si nos basamos en la cantidad del conocimiento bíblico que la gente entendía, entonces los principales sacerdotes, escribanos y fariseos serían los que han conocido más. Sin embargo, cuando Jesucristo nació, los Magos de Oriente, Simeón y otras personas fueron los primeros en ser iluminados. Mientras que los principales sacerdotes, escribas y fariseos eran arrogantes y ostentaban su antigüedad a causa de sus riquezas, y se convertían en aquellos que eran ciegos y que no conocían a Dios. No puedo evitar pensar en el versículo: ‘Porque dices: “Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad”; y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo,’ (Apocalipsis 3:17). Dios no presta atención a esas personas arrogantes y engreídas que alardean tener conocimiento de la Biblia y la capacidad de entender todo a fondo, sino que Él ilumina y guía a aquellos que son humildes y anhelan y buscan Su aparición. Una vez que obtienen la iluminación del Espíritu Santo, entonces están dispuestos a aceptar y someterse a Dios. Así como dijo Jesucristo, ‘Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen;’ (Juan 10:27). Con la condición de que aceptemos y obedezcamos humildemente la palabra del Señor, tendremos la certeza de obtener la instrucción y la iluminación del Espíritu Santo y recibir la salvación de Dios”.
Mi esposa, conjunto con nuestra hija e hijo, dijeron al unísono, “¡Gracias al Señor!¡Amén!”
Nuestro hijo dijo, “Tu opinión está dotada con la instrucción e iluminación del Espíritu Santo y está en consonancia con la palabra del Señor. En el pasado, adoraba tanto a los pastores y a los ancianos, pensando que, porque conocían bien la Biblia y siempre nos expusieron el conocimiento bíblico, ellos debían haber obtenido primero la inspiración del Señor. Ahora parece que mi perspectiva estaba equivocada y no estaba en consonancia con la voluntad del Señor. Los que entienden más el conocimiento bíblico son de hecho más arrogantes y serán mucho menos propensos a aceptar la nueva obra de Dios. Sólo si buscamos la obra del Espíritu Santo con un corazón humilde seremos capaces de recibir la misericordia y la gracia de Dios, y de obtener el liderazgo y la guía del Espíritu Santo, y podremos, por lo tanto, ¡seguir la obra de Dios! Toda mi familia se puso muy feliz, y agradeció al Señor Su misericordia y preocupación. Entonces continuamos nuestra comunicación... 
(Traducido del original en inglés al español por Xinia Arias Quirós)
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

Nuevas reflexiones cristianas - ¿Eres Tomás o Pedro?

2020-03-30 21:26:46 | Películas Evangélicas
Nuevas reflexiones cristianas - ¿Eres Tomás o Pedro?
Después de ser crucificado y resucitar, Jesucristo se apareció ante Sus discípulos por 40 días. Durante ese tiempo, sucedieron diversos acontecimientos entre Jesucristo y ellos. Por ejemplo: el Señor comió pan y pescado con los discípulos, y explicó las Escrituras. Jesucristo les dijo una serie de cosas a Pedro y a Tomás, pero rara vez podemos encontrar explicaciones más profundas sobre su significado. ¿Qué intenciones de Dios están escondidas en las palabras que les dirigió? Vale la pena que lo reflexionemos cuidadosamente.
Gracias a la Biblia, sabemos que hubo un discípulo que no creyó en la resurrección de Jesucristo hasta que vio al Señor resucitado con sus propios ojos y le tocó las marcas de los clavos con sus propias manos. Esta persona era Tomás. ¿Qué le dijo Jesucristo a Tomás después de Su resurrección? Jesucristo dijo: “[...] ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron” (Juan 20:29). Antes, solo entendía el significado literal de las palabras de Jesucristo. Sin embargo, no conocía la voluntad oculta de Dios. Pero cuando leí este párrafo de las palabras de Dios, gradualmente entendí Su voluntad. Dios dice: “Antes de que el Señor Jesús fuera clavado en la cruz, Tomás siempre dudó de que fuera el Cristo y no podía creerlo. Su creencia en Dios sólo se cimentaba en aquello que él podía ver con sus propios ojos, en lo que podía tocar con sus propias manos. El Señor Jesús entendía muy bien cómo era la fe de este tipo de persona. Ellos sólo creían en el Dios del cielo, y no creían en absoluto ni aceptaban al enviado por el Dios ni en el Cristo encarnado. Con el fin de que le reconocieran y creyeran en la existencia del Señor Jesús, y que de verdad era Dios encarnado, Él permitió que Tomás le tocara el costado. […] La aparición del Señor Jesús y Sus palabras proveyeron una conclusión, y un veredicto sobre la fe de quienes estaban llenos de dudas. Usó Sus palabras y Sus actos prácticos para decirles a los que dudaban, a los que sólo creían en el Dios del cielo, pero no en Cristo: Dios no elogió la creencia de ellos ni que le siguieran llenos de dudas. El día que creyeran por completo en Dios y en Cristo sólo podría ser el día en que Dios completara Su gran obra. Por supuesto, también sería el día en que su duda recibiría un veredicto. Su actitud hacia Cristo determinó su destino, y su obstinada duda significaba que su fe no había producido resultados, y su dureza indicaba que sus esperanzas eran en vano. Debido a que su creencia en el Dios del cielo se alimentaba de ilusiones, y a que su duda hacia Cristo era en realidad su verdadera actitud hacia Dios, aunque tocaran las marcas de los clavos en el cuerpo del Señor Jesús, su fe seguía siendo inútil y su resultado sólo podía describirse como golpear el viento, en vano”. “Lo que ocurrió con Tomás fue una advertencia y un aviso para las generaciones posteriores, para que más personas pudieran tener cuidado de no dudar como Tomás, y que si lo hacían se hundirían en la oscuridad. Si sigues a Dios, pero sólo como Tomás, siempre quieres tocar el costado del Señor y sentir Sus marcas de los clavos para confirmar, verificar, especular si Dios existe o no, Dios te abandonará. Por tanto, el Señor Jesús requiere que las personas no sean como Tomás, que sólo creen lo que ven con sus propios ojos, sino que sean una persona pura, honesta que no albergue dudas hacia Dios, y que sólo crean en Él y le sigan. Este tipo de persona es bendecida. Este es un requisito muy pequeño que el Señor Jesús tiene para las personas y una advertencia para Sus seguidores” (“La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo III”).
Me di cuenta por las palabras de Dios, que a pesar de que Tomás creía en Jesucristo, lo veía hacer tantos milagros y escuchaba Sus muchos sermones, todo el tiempo dudaba en su corazón si Jesucristo era el Dios encarnado. Especialmente después de que Jesucristo fue clavado en la cruz, las dudas de Tomás fueron completamente expuestas. Se reveló completamente de que Tomás era un discípulo que seguía a Cristo, pero no creía en Él. Después de que Tomás extendió su mano y tocó las marcas de las manos de Jesucristo, finalmente creyó que el Señor Jesús resucitado era Cristo, pero ya había sido condenado por Dios. Las palabras de Dios demostraron claramente que Él no elogió la creencia de Tomás, ni lo reconoció como Su seguidor. Dios vino entre los discípulos y le dijo estas palabras a Tomás primero, lo cual fue un juicio para él y también para la gente como Tomás. Ellos hablaron de su creencia en Jesucristo, pero dudaban de Su identidad todo el tiempo en sus corazones. Ellos todavía creían en Dios en el cielo y en sus propias concepciones e imaginaciones. Tampoco creían en la venida de Cristo al mundo, ni creían que Dios encarnado tuviera tal autoridad y poder. Así que mientras continuaron creyendo de esta manera, solo podían ser abandonados y eliminados por Dios. Al mismo tiempo, comprendí que Dios espera que no sospechemos y basemos nuestra fe en Cristo con la finalidad de verlo con nuestros propios ojos, sino que lleguemos a conocer la verdadera identidad de Dios encarnado y determinemos la apariencia y obra de Dios a través de la obra y las palabras de Cristo. En este punto, pensé: “¿Cuántos creyentes creen verdaderamente en Dios con sus corazones? ¿Cuántos creyentes creen en un Dios vago? Ellos solo reconocen a Dios en el cielo y creen que ahí Él está lleno de fuerza, autoridad y poder. Pero están llenos de dudas sobre el Dios en la tierra y el Dios encarnado. Ellos no creen que Dios encarnado tenga la autoridad, el poder y que pueda lograr todo. Jesucristo advirtió a Tomás y también a nosotros, cómo tratar la realidad de Dios encarnado, ¿nuestra fe en Dios está llena de dudas como la de Tomás? Estas preguntas sobre nuestra creencia en Dios, en las cuales debemos estar completamente claros, de hecho, valen la pena reflexionar profundamente.
Después de Su resurrección, además de hablar con Tomás, Jesucristo también exigió a Pedro y le encargó que hiciera algunas cosas. Jesucristo le dijo a Pedro en más de una ocasión: “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?”* Es un caso para reflexionar: ¿Por qué el Señor le hizo la pregunta a Pedro tantas veces, pero no a los otros discípulos? ¿Por qué el Señor le habló cosas completamente diferentes a Pedro y a Tomás? ¿Cuál es el significado más profundo aquí? ¿Qué quería decirnos el Señor sobre estas palabras que le dijo a Pedro? Vi las palabras de Dios diciendo, “Comparado con ‘estira tu mano y ponla en Mi costado, y no carezcas de fe pero cree’, que el Señor Jesús dirigió a Tomás después de Su resurrección, Sus tres preguntas a Pedro: ‘Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?’, permite que las personas sientan mejor la severidad de Su actitud y la urgencia que Él sintió durante Su interrogatorio. […] Era una pregunta que invitaba a la reflexión, llena de significado, que provocaba indefectiblemente remordimiento y temor en cualquier seguidor de Cristo, pero que también sentía el ánimo angustiado y triste del Señor Jesús. Y cuando están soportando gran dolor y sufrimiento, son más capaces de entender la preocupación del Señor Jesucristo y Su interés; se dan cuenta de Su enseñanza sincera y de Sus requisitos estrictos a las personas puras y honestas. La pregunta del Señor Jesús permite que las personas sientan que las expectativas que Él tiene respecto a las personas, reveladas en estas simples palabras no son meramente para creer en Él y seguirle, sino para lograr tener amor, amar a tu Señor, a tu Dios. Este tipo de amor es preocuparse y obedecer, que los seres humanos vivan para Dios, mueran por Él, se lo dediquen todo a Él y gastarlo y darlo todo por Él. Esta clase de amor también consiste en darle consuelo a Dios, permitirle disfrutar del testimonio y que descanse. Es como un reembolso que la humanidad le hace a Dios, su responsabilidad, su obligación y su deber, y el camino en que esta debe seguir durante toda su vida. Estas tres preguntas eran un requisito y una exhortación que el Señor Jesús le hizo a Pedro y a todos aquellos que serían perfeccionados. Y fueron estas las que dirigieron a Pedro y lo motivaron a completar su camino en la vida; fueron las preguntas del Señor Jesús justo antes de partir las que le llevaron a empezar su senda hacia el perfeccionamiento; las que hicieron que, por su amor al Señor, se preocupara de Su corazón, le obedeciera, le ofreciera consuelo, toda su vida y todo su ser, a causa de este amor” (“La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo III”).
Sé por las palabras de Dios que la razón por la que el Señor le hizo la pregunta a Pedro es que tenía expectativas y encargos para él, ya que Pedro era una persona honesta e inocente, a diferencia de Tomás, que estaba lleno de dudas sobre el Dios encarnado. Pedro prestó más atención a escuchar las palabras de Jesucristo todo el tiempo, y practicó y experimentó Sus palabras. Él negó al Señor tres veces, pero Jesucristo sabía que era una debilidad temporal de su carne y no representaba su naturaleza, a diferencia de las dudas de Tomás sobre Dios. Dios se compadeció de la debilidad de Pedro y no lo condenó. La conversación entre Jesucristo y Pedro después de Su resurrección mostró la expectativa de Dios, de que la gente pudiera amar a Dios como Pedro. Dios quiso hacerle saber a Pedro de que no se conformara con seguirlo, sufrir y gastar. Más importante aún, en el proceso de seguir a Dios, él necesitaba perseguir amar a Dios, dar testimonio de Dios y caminar en Su camino para la vida, con el objetivo de que Su voluntad pudiera ser llevada a cabo a través de él. Este es el principal cometido que se debe cumplir como criatura de Dios. Pedro estaba muy inspirado por las comisiones de Jesucristo, sentía profundamente las sinceras intenciones de Dios, y entendía su responsabilidad y deber. Posteriormente, Pedro tomó las comisiones de Jesucristo como su deber, persiguió la meta de satisfacer las demandas del Señor, y ofreció todo su ser para someterse a innumerables pruebas, refinamientos y toda clase de sufrimiento por toda su vida. Al final, Pedro fue clavado boca abajo en la cruz por alabar al Señor y dio un maravilloso testimonio de su supremo amor a Dios y obediencia hasta la muerte, llegando a ser el que gran merecedor de la aprobación de Dios a través de los siglos y un ejemplo para la gente del futuro.
Viendo la expectativa de Dios sobre Pedro y la condena de Tomás, debemos hacer una elección correcta. ¿Quieres creer en un Dios vago en el cielo, y ser como Tomás, lleno de dudas sobre el Dios práctico encarnado? ¿O serás como Pedro, una persona inocente y honesta que practicará y entrará cuando escuche las palabras de Dios, siga a Dios fielmente, ame y satisfaga a Dios, cumple Su voluntad con todo su corazón y mente como una búsqueda de toda la vida? ¿Qué tipo de persona quieres ser?
(Traducido del original en inglés al español por Karen López)
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Nota al pie:
*. Scripture quotations taken from RVA

Película cristiana completa en español | "El misterio de la piedad" El Señor Jesús ha regresado

2020-03-28 23:16:36 | Películas Evangélicas
Película cristiana completa en español | "El misterio de la piedad" El Señor Jesús ha regresado
Lin Bo’en era un anciano de una iglesia clandestina en China. Durante toda su vida de creer en el Señor, consideraba que era un honor sufrir por el Señor y que el conocimiento y la obtención del Señor Jesucristo estaba por encima de todo lo demás en el mundo. Un día rascendental salió a predicar y se enteró de una estremecedora noticia: ¡El Señor Jesús ha regresado hecho carne y Él es Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso! Lin Bo’en se quedó perplejo: Cuando regrese el Señor, se supone que descenderá sobre las nubes; entonces, ¿por qué se encarnaría y obraría en secreto? ¿Qué misterios había ocultos en la encarnación de Dios? Si el Señor ha regresado de verdad, ¿por qué no hemos sido arrebatados? … Se desató un intenso debate entre Lin Bo’en y sus compañeros y los predicadores de la Iglesia de Dios Todopoderoso. … ¿Serán finalmente capaces de reconocer que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús, la aparición de Dios encarnado? 
Recomendación: Como buscar a Dios


Película cristiana en español latino | "El pueblo del reino celestial" Basada en una historia real

2020-03-28 22:57:14 | Películas Evangélicas
Película cristiana en español latino | "El pueblo del reino celestial" Basada en una historia real
El Señor Jesús dijo: "En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos" (Mateo 18:3). El Señor Jesús nos dijo que sólo los honestos pueden entrar en el reino de los cielos; sólo los honestos pueden ser el pueblo del reino. Esta película narra la historia de cómo la cristiana Cheng Nuo experimenta la obra de Dios, y del transcurso de su búsqueda para convertirse en una persona honesta en la vida.
Cheng Nuo era médico. Pese a creer en Dios, cuando se encuentra con cosas que afectan a sus intereses y que afronta en su vida cotidiana, no puede evitar mentir y engañar. Al enfrentar pruebas y dificultades, llega a malinterpretar a Dios y quejarse de Él, pero, a base de buscar la verdad una y otra vez, comprende el origen de su falta de honestidad y de su naturaleza satánica, egoísta y deleznable. Comienza a centrarse en la búsqueda de la verdad con la finalidad de corregir su tendencia a mentir y la falta de honestidad en su corazón. Posteriormente, cuando el gobierno del partido comunista chino la detiene en el cumplimiento del deber y sufre una demoledora tortura, ella está dispuesta a morir antes que a mentir y rechaza renegar de Dios. Poco a poco, Cheng Nuo es capaz de convertirse en una persona honesta y de amar y obedecer verdaderamente a Dios. Entonces, ¿cuál es realmente su historia?
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Recomendación: Reflexiones Cristianas 

Estudiar la Biblia: ¿Sabes cómo discernir las palabras de Satanás?

2020-03-27 23:42:20 | Películas Evangélicas
Estudiar la Biblia: ¿Sabes cómo discernir las palabras de Satanás?
Eran las seis de la mañana, hice una oración con el corazón puro para confiar el tiempo de mis devociones espirituales a Dios y anhelaba Su iluminación. Abrí la Biblia sobre la mesa y leí Job 1:6-11, "Y un día vinieron los hijos de Dios á presentarse delante de Jehová, entre los cuales vino también Satán. Y dijo Jehová á Satán: ¿De dónde vienes? Y respondiendo Satán á Jehová, dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. Y Jehová dijo á Satán: ¿No has considerado á mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado de mal? Y respondiendo Satán á Jehová, dijo: ¿Teme Job á Dios de balde? ¿No le has tú cercado á él, y á su casa, y á todo lo que tiene en derredor? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto su hacienda ha crecido sobre la tierra. Mas extiende ahora tu mano, y toca á todo lo que tiene, y verás si no te blasfema en tu rostro." *.
Estas escrituras registran una de las pocas conversaciones entre Satanás y Dios. Aquí se registra claramente lo que Dios dijo y lo que dijo Satanás. Lo que podemos ver en estas escrituras es que, la palabra de Dios es concisa, no indirecta. Simplemente le preguntó a Satanás directamente: "¿De dónde vienes?". Esta palabra era simple, no vaga, no ilusoria sino real y práctica y sin significado oscurecido; pero ¿qué hay de las palabras de Satanás? ¿Cómo respondió Satanás, dominado por su naturaleza astuta, a Dios? Decía: "De recorrer la tierra y de andar por ella". De esta respuesta, ¿podemos ver si Satanás responde la pregunta de Dios? ¿Dijo Satanás de dónde viene? Ninguno de ellos. ¿Cómo te sientes cuando ves esta respuesta de Satanás a Dios? ¿Sentirás que Satanás fue muy malvado y astuto? ¿Subió o bajó en la tierra al decir esta palabra "subir y bajar en ella"? Con su naturaleza astuta, Satanás pensó que nadie obtendría sus pistas, sin saber que Dios examina las profundidades de los corazones de las personas, Dios conoce a fondo su naturaleza malvada y astuta. De la respuesta de Satanás, podemos ver que Satanás nunca dice nada directamente, pero tiene sus objetivos y planes. Este es el síntoma de Satanás, y es absolutamente la expresión natural de la disposición de Satanás.
Reflexionando sobre esto, no pude evitar pensar: en la vida real, a menudo escuchamos palabras similares a las de Satanás y también podemos decir esas palabras. Aquellos que dicen que este tipo de palabras tienen sus intenciones y propósitos engañosos y malvados y lo que quieren es satisfacer sus ganancias personales. Estaremos confundidos y seremos engañados si no discernimos estas palabras. Por ejemplo, ahora estamos en la era final de los últimos días. Las profecías del regreso del Señor Jesús ya se han cumplido. Toda clase de señales han demostrado que Dios ya podría haber regresado y todas las vírgenes inteligentes han comenzado a encontrar los pasos de Dios. Pero algunas personas se esparcen por todas partes que: "Habrá Cristos falsos que engañan a la gente en los últimos días, así que todos los que dicen que el Señor ha llegado son falsos". "Toda la palabra de Dios está en la Biblia, apartarse de la Biblia es herejía". y así sucesivamente. Muchos hermanos y hermanas son engañados por estas palabras llenas de conspiración sin ningún tipo de discernimiento para que no se atrevan a investigar la obra de Dios ni a seguir los pasos de la obra de Dios. Hermanos y hermanas, pensemos: si todos los que dicen que el Señor ha llegado son herejía, ¿no significa eso que no podemos esperar Su regreso para siempre? ¿No son los lacayos de Satanás al decir esto? Su intención es obvia. Quieren impedirnos seguir a Dios y ser salvos por Dios, y arrojarnos al infierno. ¡Qué malvados son sus corazones! Además, ¿apartarse de la herejía de la Biblia? ¿Estaba el Antiguo Testamento cuando Jehová creó el mundo? ¿Estaba el Nuevo Testamento cuando Jesús hizo la obra de la redención? Ninguna. Entonces, ¿cuál es la raíz de esta palabra "apartarse de la Biblia es herejía"? El Espíritu Santo nunca lo ha testificado. Entonces, ¿no es esta palabra la mentira y falacia de Satanás?
A pesar de que Satanás es cruel, mientras diferenciamos mejor, podemos ver a través de sus trucos y no nos engañaremos. Entonces, poder discernir las palabras de Satanás es extremadamente útil para que reconozcamos la voz de Dios y descubramos los pasos de Dios. Porque dondequiera que Dios trabaje, habrá disturbios de Satanás. Si podemos discernir los trucos de Satanás, descubriremos los pasos de la obra de Dios.
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4 pasos para ser aprobado por Dios

2020-03-27 23:18:37 | Películas Evangélicas
4 pasos para ser aprobado por Dios
Los cristianos queremos obtener la aprobación y las bendiciones de Dios, ya que creemos en Dios. ¿Qué debemos saber y hacer antes que Dios nos alabe? De hecho, no es muy difícil lograr la alabanza de Dios. Sólo tenemos que dominar los cuatros preceptos de Dios, una vez que lo dominemos podemos ser bendecido por Dios y obtener Su aprobación. 
Primer paso, creer en Dios requiere experimentar las palabras de Dios.
Entonces, ¿qué significa experimentar las palabras de Dios? ¿Y cómo deberíamos practicarlos? En realidad, creer en Dios es creer en Sus palabras. Las palabras de Dios son la verdad y provienen del mismo Dios. Entonces, primero debemos leer las palabras de Dios cuidadosamente y poner un poco de esfuerzo en las palabras de Dios. Debemos leer y reflexionar sobre ellos con nuestro corazón, para que podamos obtener la iluminación y la iluminación del Espíritu Santo: somos capaces de entender la voluntad de Dios, conocer la disposición de Dios, la obra de Dios, los requisitos de Dios para nosotros y qué tipo de personas deberíamos ser de las palabras de Dios; somos capaces de compararnos con las palabras de Dios, conocer nuestra propia falsedad, etc., cuando Dios revela nuestras deficiencias o falsedades. Por ejemplo, el Señor nos ha enseñado, "Antes bien, sea vuestro hablar: 'Sí, sí' o 'No, no'; y lo que es más de esto, procede del mal" (Mateo 5:37). Podemos conocer la voluntad de Dios de sus palabras: Dios quiere que persigamos ser personas honestas que no digamos mentiras, que busquemos la verdad a partir de los hechos. A Dios le gusta la gente honesta y despreciar al mentiroso, y por lo tanto, solo las personas honestas pueden obtener la aprobación de Dios. El proceso de leer las palabras de Dios es el proceso de experimentar las palabras de Dios, y este es el primer paso para que creamos en Dios y experimentemos las palabras de Dios. Entonces, debemos leer las palabras de Dios y experimentar las palabras de Dios todos los días.
Segundo paso, nosotros que tenemos fe en Dios debemos experimentar la obra de Dios.
Entonces, ¿qué significa experimentar la obra de Dios? ¿Qué rango cubre? La respuesta es: cuando creemos en Dios, no solo leemos las palabras de Dios, sino que también experimentamos algunas pruebas, podas, tratamientos y disciplinas que Dios ordena. Cuando Dios permite que algunas personas, eventos, cosas y entornos se nos aproximen, Dios quiere que busquemos la verdad y que entremos en la realidad en diversos entornos, para que podamos crecer gradualmente en la vida. Por ejemplo: a veces, cuando hacemos algo que no se ajusta a la verdad, Dios establecerá personas y cosas a nuestro alrededor para tratarnos y poner a nosotros a prueba en Su disciplina. Al igual que Pedro, cuando impidió que el Señor Jesús fuera a la cruz por buenas intenciones, inmediatamente recibió el trato severo del Señor Jesús. El Señor llamó a Pedro "Satanás" y le dijo que se pusiera detrás de Él. Además, después de creer en Dios, experimentaremos el ridículo y la calumnia del mundo, incluso la persecución, la condena y los arrestos del partido gobernante, y el engaño de los rumores de malignos y falsos cristos. Todas estas son cosas que necesitamos experimentar. Entonces, cuando nos llegan varias pruebas y refinamientos, es cuando Dios nos prueba para ver si tenemos fe verdadera y lealtad a Él, y si podemos vivir según las palabras de Dios. En otras palabras, cuando estas circunstancias del entorno, personas, asuntos y cosas nos sobrevienen, es cuando la obra de Dios viene sobre nosotros. Y cuando podemos aprender las lecciones de ellos y vencer la influencia oscura de Satanás de acuerdo con la palabra de Dios, es cuando se experimenta la obra de Dios.
Tercer paso, debemos cambiar nuestras propias disposiciones corruptas.
Después de ser corrompidos por Satanás, comenzamos a vivir según nuestro carácter corrupto. Entonces, si los creyentes en Dios queremos obtener la salvación de Dios, debemos desechar este carácter corrupto: arrogancia y presunción, egoísmo y vileza, perversidad y traición, etc. Pero si creemos en Dios no es para resolver nuestro carácter corrupto, no somos alguien que realmente cree en Dios. Aunque hemos leído muchas de las palabras de Dios, simplemente comprendemos el significado literal de ellas; porque no practicamos la verdad y usamos la verdad para resolver nuestro carácter, no importa cuán bien hablemos con los demás, todavía no somos las personas que realmente tenemos que ser de verdad. Al igual que los escribas y los fariseos en ese momento, entendieron mucho del conocimiento bíblico y también leyeron muchas de las palabras de Dios, pero no entendieron la verdad dentro de ellos, ni conocieron sus propio carácter corrupto ni las resolvieron. Como resultado, cuando el Señor Jesús vino a trabajar, sus disposiciones corruptas los condujeron a delinear y juzgar arrogantemente la obra de Dios. Solo permitieron que el Señor Jesús trabajara en el Antiguo Testamento y no le permitieron trabajar más allá del Antiguo Testamento o fuera del templo. Y aún más, para mantener su propio estado y sustento, hablaron muchas palabras para blasfemar y difamar al Señor, y finalmente crucificaron al Señor. Cuando el Señor Jesús resucitó al tercer día, todavía daban falso testimonio, decían mentiras; ellos creyeron en Dios pero no pusieron la verdad en práctica. De los "siete males" de los fariseos malditos por el Señor Jesús, podemos ver que Dios expuso sus malas acciones y la naturaleza maliciosa de Satanás; no importa cuántos años el hombre haya creído en Dios, mientras no haya ganado la verdad, no podrá conocer la verdad acerca de su falsedad, e incluso podría crucificar a Dios. Comparando nuestros comportamientos de hoy con eso, cuantas veces nos deleitamos en hablar con otros mientras comprendamos un significado literal de las palabras de Dios. Entonces, durante nuestro trabajo, a menudo nos mostramos a nosotros mismos para que las personas nos adoren; no estamos levantando a Dios ni dando testimonio de Dios, sino que estamos trabajando para nuestra fama, estatus y comprometidos con nuestros propios asuntos. ¿Puede un trabajo como el nuestro estar en conforme a la voluntad de Dios? Como creyentes en Dios, si no podemos caminar por el camino correcto, y tampoco sabemos lo que buscaremos, si no nos enfocamos en conocer nuestra mentiras y deficiencias de las palabras de Dios, ni en resolver nuestra propia disposición corrupta, y si no hablamos de nuestras verdaderas experiencias para suministrar y ayudar a los demás, sino que les damos lecciones con cartas y doctrinas, entonces, ¿no somos nosotros los fariseos modernos? Si creemos así en Dios, nunca podremos alcanzar el éxito. Por lo tanto, al ser creyentes en Dios, debemos tener un objetivo correcto de búsqueda, y solo actuando de acuerdo con la verdad podemos lograr el éxito en la creencia en Dios.
Cuarto paso, debemos alcanzar el conocimiento de Dios.
Si creemos en Dios pero no conocemos a Dios, ¿seguimos siendo creyentes en Dios? Entonces, nuestro conocimiento de Dios debe estar basado en experimentar las palabras de Dios, la obra de Dios y tener un conocimiento verdadero de nuestras disposiciones corruptas. Solo así podremos cambiar nuestra vieja disposición, desechar nuestro carácter naturaleza y dejar de vivir en las mentiras y disposiciones de Satanás de arrogancia, egoísmo, bajeza, etc. Y no importa lo que nos encontremos, no viviremos en nuestras propias imaginaciones y concepciones, sino que veremos las cosas basadas en la verdad. Por lo tanto, solo cuando las palabras de Dios cambien nuestra perspectiva de vida y sistema de valores y se conviertan en una guía para nuestra vida, podemos ser compatibles con Dios, podemos vivir para amar y satisfacer a Dios, no para nosotros mismos por más tiempo. Debido a nuestro conocimiento de Dios, podemos ser compatibles con Dios, y así, podemos obtener la salvación de Dios. Al igual que Job, Pedro y Abraham, fue por su conocimiento de Dios que podría permanecer al lado de Dios para ver las cosas durante sus pruebas. No se quejaron contra Dios ni consideraron sus propios logros y pérdidas, sin embargo, aún podían ser leales a Dios, amar a Dios y satisfacer a Dios. A causa de su manera correcta de creer en Dios, finalmente, todos ganaron la aprobación de Dios. Entonces, ellos fueron verdaderos creyentes en Dios.
Entonces, en nuestra creencia en Dios, si deseamos estar detrás del corazón de Dios y convertirnos en alguien que verdaderamente adora a Dios, debemos seguir los cuatro pasos de la creencia en Dios. Y mientras los sigamos, tendremos éxito en nuestra creencia en Dios. Al final, nos convertiremos en verdaderos creyentes en Dios, cristianos calificados que obtendrán la aprobación y las bendiciones de Dios.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

Tres principios para practicar ser una persona honesta

2020-03-25 01:28:16 | Películas Evangélicas
Tres principios para practicar ser una persona honesta
Jesucristo dijo: "De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos" (Mateo 18:3). Dios es fiel, entonces Él ama a los honestos. Si queremos entrar en el reino de los cielos, primero debemos ser honestos. Entonces, ¿cómo podemos ser honestos como un niño pequeño? Ahora, permítanme compartir tres principios para practicar ser una persona honesta.
1. Hablando palabras honestas al orar a Dios
Jesucristo nos enseñó: "Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago" (Mateo 6:5). "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren" (Juan 4:24). De acuerdo con los requisitos del Señor, debemos hablar sólo las palabras que tenemos, y decir lo que pensamos en nuestro corazón al orar, es decir, debemos hablar las palabras de nuestros verdaderos corazones y llamar pala a espada. Si no tenemos nada que orar en nuestro corazón sin obligarnos a decir palabras altisonantes, alabanzas vacías o grandes cosas para el Señor, si elegimos palabras bonitas que le digan para lograr nuestros propios objetivos, o si hacemos promesas vacías para Él, este tipo de oraciones son oraciones que lo engañan. Él no aprueba esas oraciones, y mucho menos las escucha.
En verdad, podemos orar inocentemente a Dios en nuestro corazón en cualquier momento y en cualquier lugar, siempre que nuestro corazón y espíritu tengan necesidades o nos topemos con problemas en la vida y en servir al Señor. No hay necesidad de seguir deliberadamente la ceremonia. Pero no podemos orarle al Señor con nuestras propias intenciones y objetivos, lo que le exige irrazonablemente que satisfaga nuestros deseos y corazones egoístas. Si lo hacemos, nuestras oraciones no son palabras honestas, no importa cuán dulces sean. Sin embargo, si oramos para buscar la verdad y comprender la voluntad de Dios con un corazón de soltería, Él nos escuchará. Además, si comprendemos cómo hacer para estar conforme a su voluntad y podemos actuar de acuerdo con sus palabras, así que lo que decimos y hacemos es pensar y actuar de la misma manera, entonces Dios estará complacido con nosotros, realizará un trabajo para guiarnos y nos iluminará para comprender la verdad de que debemos practicar e ingresar. dentro. En ese momento, nos sentiremos especialmente libres en nuestros espíritus.
2. Tratando a los demás y lidiando con cosas sin mentiras en la boca o astucia en el corazón
Jesucristo nos enseñó: "Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede" (Mateo 5:37). En la vida, todos hablarán y trabajarán con otros. Al ser corrompido por Satanás, frecuentemente mentimos y engañamos para salvaguardar nuestros propios intereses. Por lo tanto, si deseamos poner en práctica la honestidad y alcanzar el estado de no decir mentiras o practicar el engaño, debemos hacer demandas estrictas de nosotros mismos en el periódo de que nos relacionamos con las personas. Primero, debemos verificar, en cada una de nuestras palabras, si nuestra motivación es correcta y si hay algo impuro por parte de las personas. Entonces, cuando descubramos que nuestras palabras contienen impurezas, falsedades o intenciones y propósitos erróneos, con el objetivo de salvaguardar nuestros deseos, nuestra posición, nuestros intereses, debemos ser capaces de rebelarnos contra nuestras intenciones equivocadas y no vivir para nuestra propia voluntad o deseos egoístas. Del mismo modo, una vez que decimos mentiras para engañar a otros o cometer un error en secreto, debemos tener coraje para exponernos a los demás, corregir nuestras mentiras y admitir nuestras fallas, y debemos respetar el hecho, buscar la verdad y corregir nuestros errores de acuerdo a los requisitos de Dios.
Además, debemos tratar a los hermanos sinceramente, presentarles nuestro verdadero yo y no disfrazarnos. Además, debemos seguir los ejemplos de las palabras de Job: "Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, Y mis labios proferirán pura sabiduría" (Job 33:3). Si solo proyectamos nuestro lado bueno a los hermanos mientras ocultamos nuestro lado corrupto e hipócrita, entonces, como fariseos hipócritas, queremos que la gente nos admire y nos adore. Estamos engañando a la gente, e incluso estamos engañando más al Señor. En consecuencia, debemos presentar nuestro verdadero yo a los demás. Solo de esta manera podemos interactuar con los demás normalmente. Además, ayuda a aumentar la comprensión mutua entre nosotros y los demás. Por ejemplo, quien tenga problemas, podemos ayudarlo con un corazón amoroso juntos; quien revela corrupción, podemos recordarle a tiempo y buscar la verdad para resolver problemas juntos. En este caso, los hermanos y hermanas tendrán una verdadera interconexión espiritual y podrán apoyarse mutuamente y brindarse mutuamente. Viviendo en este entorno, todos se sentirán relajados y liberados.
Siempre que tomamos en serio cada palabra y cada acción, no mintamos ni engañemos cuando hablamos y actuamos, y tratamos a las personas de forma equitativa y justa de esta manera, tendremos una relación normal con los demás. Paso a paso, al practicar así, comenzaremos a vivir la semejanza de una persona honesta al tratar a los demás y tratar con las cosas.
3. Dale tu corazón a Dios y obedece su soberanía y arreglo
Que debemos darle nuestro corazón a Dios y obedecer su soberanía y arreglo es la práctica de profundizar en la verdad de ser una persona honesta. Jesucristo dijo: "Mas lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias" (Mateo 15:18‭-‬19). "Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Este es el primero y el grande mandamiento" (Mateo 22:37‭-‬38). Por las palabras del Señor, podemos ver que a Dios no le importa cuántas alabanzas de Él, salen de nuestra boca o cuántas cartas y doctrinas podemos hablar. En cambio, lo que más le importa es si podemos abrir completamente nuestro corazón a Él, y si podemos adorarlo y amarlo con nuestro corazón, ya que nuestras acciones están controladas por nuestro corazón. Los Proverbios dicen: "Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; Porque de él mana la vida" (Proverbios 4:23). El proceso de apertura de nuestro corazón a Dios es el proceso de entregarnos a Sus manos y someternos a Su soberanía y arreglo. Por lo tanto, sin importar el entorno que Dios organice para nosotros, debemos presentarnos ante el Señor para buscar Su voluntad y obedecer Su arreglo. Y debemos entregarle nuestro servicio, vida, trabajo, matrimonio y familia, y así sucesivamente. Creemos que Él arreglará todo para nosotros de acuerdo a nuestras necesidades.
Estamos familiarizados con la historia de Job. Después de que su propiedad fue robada y la calamidad le sucedió a sus hijos, él todavía dijo: "Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo tornaré allá. Jehová dió, y Jehová quitó: sea el nombre de Jehová bendito" (Job 1:21). Cuando su esposa se burló de él, él respondió: "Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. También recibimos el bien de Dios, ¿y el mal no recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios" (Job 2:10). Job no guardó ni cuestionó a Dios. Él simplemente y honestamente creyó que el corazón de Dios es muy amable y todo lo que Dios hace es bueno. Pensó que su deber era entregar su corazón a Dios, entregar su vida a Dios, obedecer la soberanía y el arreglo de Dios y alabar la justicia de Dios. Así Job obtuvo la aprobación de Dios y luego recibió aún más las bendiciones de Dios. Esto muestra: Durante el periódo de la salvación de Dios de nosotros, si buscamos la verdad, entonces los entornos que Dios organiza para nosotros no son para castigarnos o darnos muerte sino para poner a prueba nuestra fe y limpiar nuestra corrupción. Entonces, sin importar los grandes sufrimientos y pruebas que experimentemos, debemos ser una persona honesta, entregar nuestro corazón a Dios y aferrarnos a nuestra fe y obediencia a él. Y entonces recibiremos Sus bendiciones y gracia con seguridad.
Creemos que, mientras respetemos estos tres principios para practicar el ser una persona honesta, sin duda recibiremos la guía de Dios, profundizaremos en varios aspectos de la verdad y entraremos en el camino de ser salvados, de ser arrebatados.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation. 

Tres principios para practicar ser una persona honesta

2020-03-25 01:28:16 | Películas Evangélicas
Tres principios para practicar ser una persona honesta
Jesucristo dijo: "De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos" (Mateo 18:3). Dios es fiel, entonces Él ama a los honestos. Si queremos entrar en el reino de los cielos, primero debemos ser honestos. Entonces, ¿cómo podemos ser honestos como un niño pequeño? Ahora, permítanme compartir tres principios para practicar ser una persona honesta.
1. Hablando palabras honestas al orar a Dios
Jesucristo nos enseñó: "Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago" (Mateo 6:5). "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren" (Juan 4:24). De acuerdo con los requisitos del Señor, debemos hablar sólo las palabras que tenemos, y decir lo que pensamos en nuestro corazón al orar, es decir, debemos hablar las palabras de nuestros verdaderos corazones y llamar pala a espada. Si no tenemos nada que orar en nuestro corazón sin obligarnos a decir palabras altisonantes, alabanzas vacías o grandes cosas para el Señor, si elegimos palabras bonitas que le digan para lograr nuestros propios objetivos, o si hacemos promesas vacías para Él, este tipo de oraciones son oraciones que lo engañan. Él no aprueba esas oraciones, y mucho menos las escucha.
En verdad, podemos orar inocentemente a Dios en nuestro corazón en cualquier momento y en cualquier lugar, siempre que nuestro corazón y espíritu tengan necesidades o nos topemos con problemas en la vida y en servir al Señor. No hay necesidad de seguir deliberadamente la ceremonia. Pero no podemos orarle al Señor con nuestras propias intenciones y objetivos, lo que le exige irrazonablemente que satisfaga nuestros deseos y corazones egoístas. Si lo hacemos, nuestras oraciones no son palabras honestas, no importa cuán dulces sean. Sin embargo, si oramos para buscar la verdad y comprender la voluntad de Dios con un corazón de soltería, Él nos escuchará. Además, si comprendemos cómo hacer para estar conforme a su voluntad y podemos actuar de acuerdo con sus palabras, así que lo que decimos y hacemos es pensar y actuar de la misma manera, entonces Dios estará complacido con nosotros, realizará un trabajo para guiarnos y nos iluminará para comprender la verdad de que debemos practicar e ingresar. dentro. En ese momento, nos sentiremos especialmente libres en nuestros espíritus.
2. Tratando a los demás y lidiando con cosas sin mentiras en la boca o astucia en el corazón
Jesucristo nos enseñó: "Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede" (Mateo 5:37). En la vida, todos hablarán y trabajarán con otros. Al ser corrompido por Satanás, frecuentemente mentimos y engañamos para salvaguardar nuestros propios intereses. Por lo tanto, si deseamos poner en práctica la honestidad y alcanzar el estado de no decir mentiras o practicar el engaño, debemos hacer demandas estrictas de nosotros mismos en el periódo de que nos relacionamos con las personas. Primero, debemos verificar, en cada una de nuestras palabras, si nuestra motivación es correcta y si hay algo impuro por parte de las personas. Entonces, cuando descubramos que nuestras palabras contienen impurezas, falsedades o intenciones y propósitos erróneos, con el objetivo de salvaguardar nuestros deseos, nuestra posición, nuestros intereses, debemos ser capaces de rebelarnos contra nuestras intenciones equivocadas y no vivir para nuestra propia voluntad o deseos egoístas. Del mismo modo, una vez que decimos mentiras para engañar a otros o cometer un error en secreto, debemos tener coraje para exponernos a los demás, corregir nuestras mentiras y admitir nuestras fallas, y debemos respetar el hecho, buscar la verdad y corregir nuestros errores de acuerdo a los requisitos de Dios.
Además, debemos tratar a los hermanos sinceramente, presentarles nuestro verdadero yo y no disfrazarnos. Además, debemos seguir los ejemplos de las palabras de Job: "Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, Y mis labios proferirán pura sabiduría" (Job 33:3). Si solo proyectamos nuestro lado bueno a los hermanos mientras ocultamos nuestro lado corrupto e hipócrita, entonces, como fariseos hipócritas, queremos que la gente nos admire y nos adore. Estamos engañando a la gente, e incluso estamos engañando más al Señor. En consecuencia, debemos presentar nuestro verdadero yo a los demás. Solo de esta manera podemos interactuar con los demás normalmente. Además, ayuda a aumentar la comprensión mutua entre nosotros y los demás. Por ejemplo, quien tenga problemas, podemos ayudarlo con un corazón amoroso juntos; quien revela corrupción, podemos recordarle a tiempo y buscar la verdad para resolver problemas juntos. En este caso, los hermanos y hermanas tendrán una verdadera interconexión espiritual y podrán apoyarse mutuamente y brindarse mutuamente. Viviendo en este entorno, todos se sentirán relajados y liberados.
Siempre que tomamos en serio cada palabra y cada acción, no mintamos ni engañemos cuando hablamos y actuamos, y tratamos a las personas de forma equitativa y justa de esta manera, tendremos una relación normal con los demás. Paso a paso, al practicar así, comenzaremos a vivir la semejanza de una persona honesta al tratar a los demás y tratar con las cosas.
3. Dale tu corazón a Dios y obedece su soberanía y arreglo
Que debemos darle nuestro corazón a Dios y obedecer su soberanía y arreglo es la práctica de profundizar en la verdad de ser una persona honesta. Jesucristo dijo: "Mas lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias" (Mateo 15:18‭-‬19). "Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Este es el primero y el grande mandamiento" (Mateo 22:37‭-‬38). Por las palabras del Señor, podemos ver que a Dios no le importa cuántas alabanzas de Él, salen de nuestra boca o cuántas cartas y doctrinas podemos hablar. En cambio, lo que más le importa es si podemos abrir completamente nuestro corazón a Él, y si podemos adorarlo y amarlo con nuestro corazón, ya que nuestras acciones están controladas por nuestro corazón. Los Proverbios dicen: "Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; Porque de él mana la vida" (Proverbios 4:23). El proceso de apertura de nuestro corazón a Dios es el proceso de entregarnos a Sus manos y someternos a Su soberanía y arreglo. Por lo tanto, sin importar el entorno que Dios organice para nosotros, debemos presentarnos ante el Señor para buscar Su voluntad y obedecer Su arreglo. Y debemos entregarle nuestro servicio, vida, trabajo, matrimonio y familia, y así sucesivamente. Creemos que Él arreglará todo para nosotros de acuerdo a nuestras necesidades.
Estamos familiarizados con la historia de Job. Después de que su propiedad fue robada y la calamidad le sucedió a sus hijos, él todavía dijo: "Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo tornaré allá. Jehová dió, y Jehová quitó: sea el nombre de Jehová bendito" (Job 1:21). Cuando su esposa se burló de él, él respondió: "Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. También recibimos el bien de Dios, ¿y el mal no recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios" (Job 2:10). Job no guardó ni cuestionó a Dios. Él simplemente y honestamente creyó que el corazón de Dios es muy amable y todo lo que Dios hace es bueno. Pensó que su deber era entregar su corazón a Dios, entregar su vida a Dios, obedecer la soberanía y el arreglo de Dios y alabar la justicia de Dios. Así Job obtuvo la aprobación de Dios y luego recibió aún más las bendiciones de Dios. Esto muestra: Durante el periódo de la salvación de Dios de nosotros, si buscamos la verdad, entonces los entornos que Dios organiza para nosotros no son para castigarnos o darnos muerte sino para poner a prueba nuestra fe y limpiar nuestra corrupción. Entonces, sin importar los grandes sufrimientos y pruebas que experimentemos, debemos ser una persona honesta, entregar nuestro corazón a Dios y aferrarnos a nuestra fe y obediencia a él. Y entonces recibiremos Sus bendiciones y gracia con seguridad.
Creemos que, mientras respetemos estos tres principios para practicar el ser una persona honesta, sin duda recibiremos la guía de Dios, profundizaremos en varios aspectos de la verdad y entraremos en el camino de ser salvados, de ser arrebatados.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation. 

Reflexión del evangelio de hoy: ¿Por qué Dios no responde mis oraciones?

2020-03-23 22:28:47 | Películas Evangélicas
Reflexión del evangelio de hoy: ¿Por qué Dios no responde mis oraciones?
¡Hola, hermanos y hermanas de la etapa amorosa! Recientemente, a menudo me he enojado por algunas cosas sin razón en casa. Cuando descubrí que mi esposo y mi hijo cometían muchos errores, recé al Señor y le pedí que mantuviera mi corazón en silencio y cambiara sus errores. Pero, ¿por qué no recibo respuesta del Señor? –Hanxiao
Hermana Hanxiao, no enfades. Sobre esta cuestión, creo que la razón principal es que no entendemos los principios de la oración. Es un hecho, muchas veces cuando rezamos al Señor, simplemente decimos los que deseamos pedirle. Pensamos que rezamos, pero no sabemos si dicha oración es agradable al Señor. Al igual que la forma en que contactamos a los demás: si queremos hablar con alguien, primero tenemos que tener algún conocimiento de él antes de saber cómo comunicarnos con normalidad con él. De lo contrario, una charla inútil o introvertida es muy probable que sea contraproducente. En realidad, hay tres aspectos principales en una verdadera oración. Mientras hagamos más esfuerzo en estos aspectos y recemos según estos aspectos, seguramente recibiremos la respuesta del Señor.
Primero, al orar, debemos buscar la voluntad de Dios en las palabras de Dios.
Colosenses 3:16 dice: "Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones". Lo más importante para los que seguimos al Señor es centrar nuestros esfuerzos en las palabras de Dios, y leerlas con nuestros corazones. Cuando conocemos los requisitos de Dios sobre nosotros y la voluntad de Dios en todos los asuntos, debemos practicar y orar de acuerdo con Sus propósitos. Solo de esta manera nuestra oración puede ser escuchada por el Señor. Si hacemos una oración inútil, sin sentido o una oración informal, el Señor no la escuchará. Así como hablamos con una persona a la que se tiene en gran estima, debemos entender sus pensamientos antes de comunicarnos con él, pero no hablar con él solo de acuerdo con nuestros propios pensamientos. Entonces, si tememos a Dios, nuestra oración debería basarse en la comprensión de las palabras de Dios. Es decir, debemos buscar la voluntad de Dios y lo que Él realmente quiere lograr en nosotros a partir de la situación y las dificultades que encontramos. Cuando comprendamos Sus intenciones en Sus palabras y luego le oremos, Él escuchará nuestra oración. Tal como dice la Biblia: "Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33).
Segundo, cuando oramos, necesitamos usar nuestro corazón e integridad para adorar a Dios.
 

Juan 4: 23-24: "Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad". También esto es muy importante. Si queremos que nuestras oraciones sean aprobadas por el Señor, debemos tener un corazón sincero y mantener nuestros corazones de antemano en tranquilo. Solo de esta manera, podemos orar de acuerdo a lo que Él quiere realmente lograr de nosotros y así su voluntad actuará en nosotros. De esta manera, recibiremos fácilmente la respuesta del Señor. Esta es una forma de adorar a Dios en espíritu y en verdad.
Cuando oramos, debemos buscar cómo hablar razonablemente, no decir palabras vacías, ni grandiosas palabras, o exigirle a Dios cosas como si Él tuviera deudas con nosotros. Este tipo de oraciones no pueden recibir la respuesta de Dios. Si nuestras oraciones se basan en palabras para agradar al Señor es que no conocemos Su voluntad, debemos hablar con Dios desde nuestro corazón, sin ocultar nuestros pensamientos; deberíamos tener un corazón obediente y de búsqueda, pero no deberíamos pedirle a Dios que cambie nuestra vida cotidiana. De esta manera, nuestra oración puede obtener la respuesta del Señor fácilmente. Él nos iluminará y nos guiará para conocer Su voluntad en las cosas que conocemos, porque ve que nuestro corazón es sincero.
Tercero, debemos tener fe en el Señor porque hay un tiempo para Su iluminación.
En realidad, la respuesta de Dios a nuestras oraciones generalmente no se basa en nuestro pensamiento. La sabiduría de Dios no puede ser sondeada por nosotros. A veces, después de orar al Señor, Él nos guiará para que conozcamos inmediatamente Su voluntad y nuestras dificultades serán resueltas. Pero a veces, cuando nos encontramos con algo que no podemos entender completamente y no sabemos qué hacer, después de rezar la respuesta del Señor la recibiremos en uno o varios días. Por lo tanto, hasta que recibamos Su respuesta, no debemos desanimarnos y debemos seguir orando al Señor para buscar Su voluntad. De hecho, muchas veces Dios usa este método para probar si tenemos fe en Él. Así como Dios dice: "Si no entiendes, no seas impaciente por los resultados rápidos. No es que no te diré; quiero ver si confías en Mí cuando estás en Mi presencia y si dependes de Mí con confianza".
Hermana Hanxiao, permítame compartir mi experiencia reciente con usted. También perdí los estribos sin razón en mi casa y me enfoqué en los fallos de mi esposo. Pensé que estaba ocupado con mi trabajo todo el día, y mi esposo no se preocupaba por mí y tampoco me ayudaba en las tareas domésticas, así que estaba muy enfadada. Más tarde, oré al Señor, "¡Oh Señor! No sé lo que me estás enseñando en este entorno, y qué verdades debo vivir. Estoy enfadada, y lo que veo son todos los errores de mi marido. ¿Qué debo hacer? Señor, por favor ilumíname. Estoy dispuesta a proceder de acuerdo con Tus deseos". Después de mi oración, pensé en las palabras del Señor Jesús: "¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?" (Mateo 7: 3). "Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros" (Mateo 6:14). De repente me di cuenta: a Dios no le gusta que me concentre en las faltas de mi esposo, sino que me pide que aprenda a conocer mi falta y me abstenga y perdone a los demás. Pero fijé mi mirada en mi esposo, pensando que él actuaba mal a cuidarme muy poco. Por lo tanto, he vivido engañando por Satanás. En realidad, mi esposo también está cansado debido a que trabaja horas extras. Sólo quiero que se preocupe por mí en lugar de pensar en cómo cuidarlo. Este pensamiento es proviene de la naturaleza egoísta de Satanás. Después de saber esto, hice una oración de sumisión a Dios, "¡Oh Señor! Ahora entiendo que no fue culpa de mi esposo sino de mi culpa, y que no fui razonable al pedirle y demandarle demasiadas cosas a él. Estoy dispuesta a actuar de acuerdo con Tu voluntad, tolerarlo y no encontrarle defectos. Puedes darme fe y fuerza para practicar la verdad". Sorprendentemente, después de orar así, tuve confianza para tolerar a mi esposo y el enojo, queja y el descontento desaparecieron. Finalmente sé que una verdadera oración nacida de las palabras del Señor es muy importante.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

¿Con qué intención el Señor Jesús realizó el milagro de los cinco panes y dos pescados?

2020-03-23 21:58:03 | Películas Evangélicas
¿Con qué intención el Señor Jesús realizó el milagro de los cinco panes y dos pescados?
Querido hermano Xiangyin,
Hace ya dos años que no nos vemos. ¿Está todo bien? Desde que me predicó el evangelio del Señor Jesús hace dos años, he estado estudiando devotamente la Biblia y asistiendo a reuniones según un cronograma y siento que he logrado algunos resultados. Especialmente respecto el versículo que leí recientemente sobre el Señor alimentando a cinco mil personas con cinco panes y dos peces. Puedo ver la autoridad y el poder único de Dios, lo que aumenta mi fe en Dios y me hace creer más firmemente que el Señor en quien creo es el único Dios verdadero. Sin embargo, al reflexionar sobre esto, me pregunto: ¿el propósito del Señor Jesús al realizar este milagro fue sólo que podamos ver la autoridad de Dios? Las obras que Dios realiza contienen Su intención, así que este milagro debe guardar una verdad. Entonces, la busqué entre los hermanos y hermanas a mi alrededor, pero ninguno de ellos me brindó una respuesta satisfactoria. Hoy, le escribo para preguntarle si tiene nuevas ideas al respecto. De ser así, por favor escríbame para que podamos aprender el uno del otro.
Quedo a la espera de su respuesta.
Su hermano en el Señor, Yi’en
1 de Marzo de 2018
Respuesta:
Querido hermano Yi’en,
Me alegra haber recibido tu carta. Son dos años desde la última vez que nos vimos y te extraño mucho. Gracias a la compañía del Señor, todo está bien, así que no te preocupes por mí. Durante estos dos años he seguido dedicandome a hacer servicio en la iglesia y he experimentado muchas veces la guía del Señor. ¡Gracias al Señor! Por tu pregunta puedo ver tu crecimiento de vida. Buscas seriamente la verdad y esa es realmente la bendición del Señor. El Señor dijo: “Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Lucas 11:10). Que el Señor dirija nuestra comunicación esta vez para que podamos entender más Su voluntad.
Primero, leamos Juan 6:10-13: “Jesús dijo: ‘Haced que la gente se recueste’. Y había mucha hierba en aquel lugar. Así que los hombres se recostaron, en número de unos cinco mil. Entonces Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los que estaban recostados; y lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que querían. Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: ‘Recoged los pedazos que sobran, para que no se pierda nada’. Los recogieron, pues, y llenaron doce cestas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido”.
Con este milagro se puede observar definitivamente que el Señor Jesús posee la autoridad única y que Él es omnipotente. Esta es una prueba más de la identidad y el estatus del Señor Jesús quien era Dios encarnado. Pero, ¿qué pensamientos del Señor Jesús en realidad estaban contenidos dentro del milagro? Una vez leí varios pasajes de un libro que son útiles para que comprendamos esta pregunta.
Las palabras decían: “Cuando el Señor Jesús vio a estas cinco mil personas, estaban hambrientas y sólo podían pensar en comer hasta saciarse, y por ello fue en este contexto donde Él satisfizo sus deseos. ¿Qué había en Su corazón cuando lo hizo? ¿Cuál fue Su actitud hacia estas personas que sólo querían comer hasta saciarse? En este momento, los pensamientos del Señor Jesús y Su actitud tenían que ver con el carácter y la esencia de Dios. Frente a estas cinco mil personas con el estómago vacío, quienes sólo querían comer una buena comida; frente a estas personas llenas de curiosidad y esperanzas sobre Él, el Señor Jesús sólo pensó en utilizar este milagro para concederles gracia. Sin embargo, no depositó Sus esperanzas en que se convirtieran en Sus seguidores, porque sabía que sólo querían participar en la diversión y comer hasta saciarse. Así pues, lo hizo lo mejor que pudo con lo que tenía allí, y usó cinco hogazas de pan y dos peces para alimentar a cinco mil personas. Abrió los ojos de estas personas que disfrutaban del entretenimiento, que querían ver milagros, y que vieron con sus propios ojos las cosas que el Dios encarnado podía completar. […] Aunque estas personas no sabían quién era Él ni lo entendían, ni tenían una impresión particular de Él ni gratitud hacia Él aun después de haber comido los panes y los peces, Dios no lo censuraría; les proporcionó una maravillosa oportunidad de disfrutar de Su gracia”.
“¿Puso entonces algunas exigencias a estas personas? ¿Hubo odio? No hubo nada de eso; simplemente no quería prestar más atención a estas personas que no podían seguirle, y en ese momento Su corazón estaba dolido. Como había visto la depravación de la humanidad y había sentido su rechazo hacia Él, al ver a estas personas o estar con ellas, su torpeza y su ignorancia lo entristecieron mucho y afligieron Su corazón. Por ello sólo quería apartarse de ellas cuanto antes. El Señor no tenía exigencias para ellas en Su corazón; no quería prestarles atención, y sobre todo no quería gastar Sus energías con ellos. Sabía que no podían seguirle; a pesar de ello, Su actitud hacia ellos seguía siendo muy clara. Sólo quería tratarlos con bondad, concederles la gracia; esta era la actitud de Dios hacia toda criatura bajo Su dominio: para todas ellas, un trato bondadoso, provisión y alimentarlas. El Señor Jesús reveló, de forma muy natural, la propia esencia de Dios y trató con bondad a estas personas, porque era Dios encarnado. Lo hizo con un corazón de misericordia y tolerancia”. De estas palabras, vemos que las cinco mil personas que comieron hasta saciarse no seguían verdaderamente al Señor, ni buscaban conocerlo. Solo querían satisfacer su curiosidad después de escuchar sobre los milagros realizados por el Señor Jesús. Él sabía que después de comer hasta saciarse no se convertirían en Sus verdaderos seguidores, y en lugar de detestarlos, rechazarlos o no brindarles alimento, el Señor Jesús los trató amablemente. Trató a los que estaban lejos de Él con el corazón lleno de misericordia. Así podemos observar que la esencia de Dios es amor. Independientemente de si la gente lo sigue o no, Dios está lleno de misericordia y gracia para ellos, dándoles comida para que sobrevivan en el mundo creado por Él.
Además, este milagro nos permite ver que el corazón del Señor Jesús estaba sufriendo. Cuando estuvo entre aquellos que comían hasta saciarse, ninguno pudo entender la voluntad del Señor ni conocer la voz de Su corazón. Todos ellos solo querían ver Su poder y pedirle gracia. El Señor Jesús había visto la miseria y depravación del hombre, y sentido el rechazo del hombre hacia Él. En ese momento, su corazón estaba extremadamente dolorido. Por ello no quería quedarse allí, ni decir más palabras o expresarles 
la voluntad de Dios como lo hizo con sus discípulos, quienes realmente lo seguían. Entonces, inmediatamente después de que estas personas comieron hasta saciarse, el Señor Jesús se fue, llevando solo el dolor que la humanidad le había causado. Estos son los pensamientos del Señor Jesús que podemos ver.
Estas cinco mil personas fueron las que sólo buscaban comer hasta saciarse. Entonces, entre nosotros que seguimos al Señor hoy, ¿hay personas que sólo buscan comer hasta saciarse? Después de observar de cerca, descubriremos que también existen muchos entre nosotros los creyentes en el Señor. Algunos consideran creer en el Señor como un sustento espiritual y lo usan para llenar su vacío espiritual. Algunos otros creen en el Señor solo para recibir la gracia de Él, para que puedan trabajar sin problemas, para que su familia esté segura, y así sucesivamente. Algunos leen
la Biblia todos los días pero nunca cumplen con las palabras del Señor en la práctica; solo quieren seguir al Señor como antes, deseando irracionalmente la vida eterna y la entrada al reino celestial. ¿Estas personas no son acaso como las que se comen hasta saciarse y confían en la gracia para la salvación? ¿Podría tal fe en el Señor recibir su encomio? ¿Son diferentes de las cinco mil personas alimentadas por el Señor Jesús?
Entonces, ¿por qué el Señor Jesús les dijo tantas palabras a los discípulos que lo seguían en ese momento? Esto fue porque la mayoría de ellos realmente seguía y buscaba conocer al Señor. En especial el Apóstol Pedro, que fue un modelo y pionero de cómo amar a Dios. Prestó atención a las palabras del Señor Jesús, conoció sus propias deficiencias en las palabras del Señor y buscó su propia entrada. De esta manera, obtuvo más iluminación de Dios, entendió más verdades, se convirtió en el que obedeció a Dios, conoció a Dios y amó a Dios, y finalmente fue crucificado boca abajo por su amor a Dios. Por eso el Señor fijó especialmente sus ojos en Pedro, le confió su rebaño para pastorear y le entregó la llave del reino celestial a Pedro. A partir de esto podemos ver que aquellos que verdaderamente creen en Dios y persiguen la verdad pueden recibir Su gracia, verdad y vida. Mientras que aquellos que sólo buscan saciarse, podrán recibir algo de gracia por la misericordia de Dios pero no Su encomienda. Ya que ellos no aman la verdad en absoluto, ni buscan conocer o amar a Dios, eventualmente tales personas no ganarán la verdad ni la vida. Así pues, se entiende que Dios es justo con todas las personas, y esto se decide por Su justicia. Entonces, si queremos obtener la encomienda del Señor, entonces no podemos sólo contentarnos con comer hasta saciarnos y creer en Dios, o estar deseosos de conocerlo, sino que debemos confiarle nuestro corazón, y esforzarnos más en comprender y practicar Sus palabras. Si lo hacemos continuamente, Dios seguramente nos guiará a obtener más.
Hermano Yi'en, ¿podría tal confraternidad ayudarlo a comprender la pequeña intención de Dios detrás del milagro de los cinco panes y los dos peces?
Hermano en el señor, Xiangyin
16 de marzo de 2018
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
(Traducido del original en inglés al español por Silvia Casas Bustamante)