Dios Todopoderoso es mi salvador

Que el amor y la misericordia de DIOS estén siempre contigo

Aunque la ira de Dios está oculta y es desconocida para el hombre, no tolera ofensa

2019-09-30 01:10:22 | Conocer a Dios

El trato de Dios hacia la totalidad de la humanidad insensata e ignorante se basa principalmente en la misericordia y la tolerancia. Su ira, por el contrario, se esconde en la mayor parte del tiempo y de las cosas; es desconocida para el hombre. Como consecuencia, es difícil para el hombre ver a Dios exhibir Su ira, y también es difícil entender Su ira. De ahí que el hombre se tome a la ligera la ira de Dios. Cuando el hombre se enfrenta a la obra y el paso final de Dios de tolerar y perdonar al hombre, esto es, cuando el ejemplo final de la misericordia de Dios y Su advertencia final lo alcanza, si sigue utilizando los mismos métodos para oponerse a Dios y no hace ningún esfuerzo para arrepentirse, enmendar sus caminos o aceptar Su misericordia, Dios ya no les concederá más Su tolerancia y paciencia. Al contrario, es en este tiempo que Dios retirará Su misericordia. Después de esto, Él solo enviará Su ira. Él puede expresar Su ira de formas diferentes, del mismo modo que puede usar diferentes métodos para castigar y destruir a las personas.

El uso del fuego por parte de Dios para destruir la ciudad de Sodoma es Su método más rápido de aniquilar totalmente a la humanidad o una cosa. Quemar a las personas de Sodoma destruyó más que sus cuerpos físicos; destruyó la totalidad de sus espíritus, sus almas y sus cuerpos, garantizando que las personas dentro de esta ciudad dejarían de existir tanto en el mundo material como en el mundo invisible al hombre. Esta es una forma en la que Dios revela y expresa Su ira. Esta forma de revelación y expresión es un aspecto de la esencia de la ira de Dios, del mismo modo que es naturalmente también una revelación de la esencia del carácter justo de Dios. Cuando Dios envía Su ira, deja de mostrar misericordia o benignidad, como tampoco despliega más Su tolerancia o paciencia; no hay persona, cosa o razón que pueda persuadirlo para que continúe siendo paciente, dé otra vez Su misericordia, y conceda Su tolerancia una vez más. En lugar de estas cosas, sin un momento de duda, Dios enviará Su ira y majestad, hará lo que desea, y hará estas cosas de una manera rápida y limpia de acuerdo a Sus propios deseos. Esta es la forma en la que Dios envía Su ira y majestad, que el hombre no debe ofender, y también es una expresión de un aspecto de Su carácter justo. Cuando las personas ven a Dios mostrando preocupación y amor por el hombre, son incapaces de detectar Su ira, ver Su majestad o sentir Su intolerancia a la ofensa. Estas cosas siempre han llevado a las personas a creer que el carácter justo de Dios es solamente uno de misericordia, tolerancia y amor. Sin embargo, cuando uno ve a Dios destruir una ciudad o detestar a una humanidad, Su ira en la destrucción del hombre y Su majestad permiten a las personas ver el otro lado de Su carácter justo. Esta es la intolerancia de Dios a la ofensa. El carácter de Dios que no tolera ofensas sobrepasa la imaginación de cualquier ser creado, y entre los seres no creados, ninguno es capaz de interferir en él o afectarlo; más aún, no puede ser suplantado o imitado. Así pues, este aspecto del carácter de Dios es uno que la humanidad debería conocer al máximo. Solo Dios mismo tiene este tipo de carácter, y solo Dios mismo posee este tipo de carácter. Dios posee este tipo de carácter justo porque detesta la maldad, las tinieblas, la rebeldía y los actos malvados de Satanás, que corrompen y destruyen a la humanidad, porque Él detesta todos los actos de pecado en oposición a Él y debido a Su esencia santa y pura. Es por esto que Él no sufrirá a ninguno de los seres creados o no creados oponiéndose a Él o disputando con Él. Incluso si un individuo al que Él hubo mostrado alguna vez misericordia o seleccionado, solo necesita provocar a Su carácter y transgredir Su principio de paciencia y tolerancia, Él liberará y revelará Su carácter justo sin la más mínima misericordia o duda —un carácter que no tolera ofensa—.

 

Fuente:  Evangelio de la Fuente de la Vida

RecomendaciónReflexiones Cristianas


¿Cómo desvela el misterio del nombre de Dios?

2019-09-29 02:00:28 | Conocer a Dios

El nombre de Dios es Jehová, como está escrito en el Antiguo Testamento: “Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve” (Isaías 43:11). “Jehová, [...] Este es mi nombre para siempre, este es mi memorial por todos los siglos” (Éxodo 3:15). Sin embargo, el Nuevo Testamento dice: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8). “Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado á los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12). A partir de estos versículos se puede ver que tanto Jehová como Jesús son los nombres de Dios. Dios se llama Jehová en el Antiguo Testamento, pero recibe el nombre de Jesús en el Nuevo Testamento. ¿Por qué cambia el nombre de Dios? ¿Cuál es el significado de Sus nombres? Vamos a explorar juntos este aspecto de la verdad.

el nombre de dios

Una vez leí un pasaje en un libro que me dio conocimiento del significado del nombre de Jehová. El pasaje dice: “‘Jehová’ es el nombre que adopté durante Mi obra en Israel y significa el Dios de los israelitas (el pueblo escogido de Dios) que puede tener compasión del hombre, maldecirlo y guiar su vida. Significa el Dios que posee gran poder y está lleno de sabiduría. […] Es decir, sólo Jehová es el Dios del pueblo escogido de Israel, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, el Dios de Moisés y el Dios de todo el pueblo de Israel. Y así en la era presente, todos los israelitas excepto la tribu de Judá, adoran a Jehová. Le hacen sacrificios en el altar y le sirven usando las túnicas de los sacerdotes en el templo. Lo que esperan es la reaparición de Jehová. […] El nombre de Jehová es un nombre particular para el pueblo de Israel que vivía bajo la ley. En cada era y etapa de la obra, Mi nombre no carece de fundamento, sino que tiene un significado representativo: cada nombre representa una era. ‘Jehová’ representa la Era de la Ley y es el título honorífico para el Dios adorado por el pueblo de Israel” (“El Salvador ya ha regresado sobre una ‘nube blanca’”).

En la Era de la Ley, Dios tomó el nombre de Jehová de acuerdo con Su obra de proclamar las leyes y con el carácter que Él expresó. Dios comenzó la obra de la Era de la Ley con el nombre de Jehová. Proclamó las leyes y los mandamientos a través de Moisés, y guió oficialmente las vidas de la humanidad naciente en la tierra. Dios exigió que la gente cumpliese estrictamente las leyes y aprendiese a adorarle y a honrar Su grandeza. Las bendiciones y la gracia seguirían a cualquiera que cumpliese la ley; quien violase la ley sería apedreado hasta morir o quemado por fuego celestial. El nombre de Jehová representa lo que Dios expresó a la humanidad en esa era: un carácter majestuoso, de ira, maldición y misericordia. Por eso los israelitas que vivieron bajo la ley estricta la cumplieron y santificaron el nombre de Jehová. Todos adoraron a Jehová Dios, le oraron, le alabaron y le ofrecieron sacrificios sobre el altar. Vivieron bajo la dirección de Jehová durante unos milenios, hasta que la Era de la Ley terminó.

Entonces, ¿por qué se convirtió el nombre de Dios en Jesús en la Era de la Gracia? ¿Qué significa el nombre de Jesús? En cuanto a estas preguntas, hay un pasaje del libro que dice claramente: “‘Jesús’ es Emanuel y significa la ofrenda por el pecado que está llena de amor, de compasión y que redime al hombre. Él hizo la obra de la Era de la Gracia y representa la Era de la Gracia, y sólo puede representar una parte del plan de gestión. […] Sólo Jesús es el Redentor de la humanidad. Él es la ofrenda por el pecado que redimió a la humanidad del pecado. Es decir, el nombre de Jesús vino de la Era de la Gracia y existió debido a la obra de redención en la Era de la Gracia. El nombre de Jesús existió para permitir que las personas de la Era de la Gracia nacieran de nuevo y fueran salvas, y es un nombre particular para la redención de toda la humanidad. Y por tanto el nombre de Jesús representa la obra de la redención y denota la Era de la Gracia” (“El Salvador ya ha regresado sobre una ‘nube blanca’”).

Al final de la Era de la Ley, como la humanidad se estaba volviendo cada vez más corrupta y pecadora, era imposible que siguiese cumpliendo la ley. Como consecuencia de ello, estaba constantemente en peligro de ser castigada por infringir la ley. Por tanto, para salvar a la humanidad, Dios se encarnó personalmente en la tierra para hacer la obra de la redención. Dios comenzó la Era de la Gracia con el nombre de Jesús y finalizó la Era de la Ley, trayendo a la humanidad gracia plena y abundante, expresando un carácter de misericordia y amor, y redimiendo a la humanidad del pecado. El significado del nombre de Jesús es: lleno de amor, lleno de misericordia, y una ofrenda del pecado que puede redimir a la humanidad. Así, en la Era de la Gracia, siempre que orásemos, confesásemos y nos arrepintiésemos en el nombre del Señor, nuestras enfermedades serían curadas y nuestros pecados serían perdonados, y después de haber aceptado el nombre del Señor Jesús, pudimos sentir la presencia del Señor, sentir paz y gozo en nuestros espíritus, y disfrutar de la gracia y las bendiciones abundantes de Dios. El nombre de Jesús es específico de la Era de la Gracia. Representa la obra de Dios y el carácter que expresó en la Era de la Gracia.

Sólo al volver la vista hacia las dos fases anteriores de la obra de Dios nos damos cuenta de que Dios hace una obra diferente en diferentes eras según las necesidades de la humanidad, y que el nombre que adopta en cada era tiene su significado representativo de tanto Su obra, como el carácter que Él expresa durante esa era. Dios empieza una nueva era y cambia la era mediante Su nombre. Es decir, cada vez que cambia la era, y cuando Su obra cambia, Dios cambiará Su nombre. Por eso el nombre de Dios cambió en la Era de la Gracia. A estas alturas, algunos hermanos y algunas hermanas podrían hacer esta pregunta: “Como el nombre de Dios cambia, ¿por qué está escrito en la Biblia que ‘Este es mi nombre para siempre,’ y ‘este es mi memorial por todos los siglos’?”

Hay algunas palabras en el libro que nos dan claramente la respuesta a esta pregunta: “Están aquellos que dicen que Dios es inmutable. Eso es correcto, pero se refiere a la inmutabilidad del carácter y la esencia de Dios. Los cambios en Su nombre y obra no demuestran que Su esencia se haya alterado; en otras palabras, Dios siempre será Dios, y esto nunca cambiará”. “La sabiduría, lo maravilloso, la justicia, y la majestad de Dios nunca cambiarán. Su esencia y lo que Él tiene y es nunca cambiarán. Sin embargo, Su obra siempre está progresando hacia adelante, y siempre va profundizando, porque Él siempre es nuevo y nunca viejo. En cada era Dios adopta un nuevo nombre, hace una obra nueva, y permite a Sus criaturas ver Su nueva voluntad y nuevo carácter” (“La visión de la obra de Dios (3)”).

Estas palabras nos permiten saber que las palabras “para siempre” Y “por todos los siglos” en la Biblia se están refiriendo al carácter y la esencia de Dios, y que no se están refiriendo al nombre de Dios. Los nombres de Dios surgen por Su plan de gestión de salvar a la humanidad: Dios llevó a cabo Su obra en la Era de la Ley con el nombre de Jehová, e inició la obra de la Era de la Gracia con el nombre de Jesús. Pero, independientemente de cómo cambie la era y cómo cambie el nombre de Dios, la esencia de Dios nunca cambiará y Dios será siempre Dios sin duda alguna. En el tiempo en el que el Señor Jesús se encarnó para hacer Su obra, los fariseos se aferraron obstinadamente a las palabras: “Sólo Jehová es Dios; no hay otro Salvador que Jehová,” pero no reconocieron que el Señor Jesús era su Salvador tan esperado. No buscaron en absoluto la verdad que el Señor Jesús expresó, sino que, por el contrario, se resistieron frenéticamente a Él y le condenaron, e incluso conspiraron con el gobierno romano para crucificarlo, cometiendo así un pecado horrendo. Como resultado, provocaron la maldición de Dios, causando 2.000 años de subyugación nacional a Israel. ¡Es necesario reflexionar en profundidad acerca de su fracaso! La Biblia dice: “[...] porque la letra mata, mas el espíritu vivifica” (2 Corintios 3:6). Así que, si somos incapaces de entender correctamente las Escrituras, y sólo entendemos su significado literal, si los que creen en Jehová proclaman el nombre de Jehová para siempre, y los que creen en el Señor Jesús defienden el nombre de Jesús para siempre, y no entendemos el significado de que Dios use Su nombre para cambiar la era, cometeremos el mismo error que los fariseos: confinarnos a nosotros mismos a la obra antigua de Dios, condenando ciegamente la obra nueva de Dios y quedándonos con tan sólo lamento.

Ahora estamos en los últimos días y es también el momento clave para darle la bienvenida a la llegada del Señor. El Señor Jesús profetizó que vendría de nuevo, así que ¿todavía se llamará Jesús el Señor cuando regrese? El Libro de Apocalipsis profetiza: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalem, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:12). Este versículo dice claramente que Dios tendrá un nuevo nombre. Un nuevo nombre no puede haber sido adoptado con anterioridad y por eso se llama un nuevo nombre. Así que, ¿cambiará el nombre de Dios cuando regrese y no se llamará Jesús más? Apocalipsis 1:8 dice: “Yo soy el Alpha y la Omega, principio y fin, dice el Señor, que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso”. Y Apocalipsis 11:16-17 dice: “Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus sillas, se postraron sobre sus rostros, y adoraron á Dios. Diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu grande potencia, y has reinado”. Además de estos versículos, en Apocalipsis hay aún muchos más versículos que mencionan el nombre “el Todopoderoso.” Según estas profecías, es muy probable que el Señor será llamado el Todopoderoso cuando regrese. Cuando el nombre de Dios cambie una vez más, ¿qué enfoque deberíamos adoptar hacia el nuevo nombre de Dios y cómo deberíamos darle la bienvenida al regreso del Señor?

Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation.  

Fuente:  Evangelio de la Fuente de la Vida



¿Cómo se cumplen las profecías sobre la venida del Hijo del hombre?

2019-09-28 01:48:41 | Conocer a Dios

En los últimos años, algunas personas han testificado en Internet que Dios ya se ha hecho carne de nuevo y ha expresado palabras para hacer la obra de juzgar y purificar al hombre, lo que ha causado no poca conmoción en el mundo religioso. Alguien publicó lo siguiente en Internet para referirse a esto: “Los cuatro Evangelios señalan claramente: El Señor Jesús se apareció al hombre durante cuarenta días en Su cuerpo espiritual después de Su resurrección. Cuando Él ascendió, dos ángeles dijeron a los apóstoles del Señor Jesús: ‘[...] ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo’ (Hechos 1:11). La Biblia lo dice claramente: El Señor Jesús ascendió al cielo en Su cuerpo espiritual, así que ciertamente vendrá en un cuerpo espiritual. Por lo tanto, cuando el Señor Jesús regrese, no podrá hacerse carne”.

Esta pregunta provocó una gran controversia. Algunos dijeron: “El Señor Jesús regresará haciéndose carne”. Otros afirmaron: “El Señor Jesús no puede volver en forma carnal, sino en un cuerpo espiritual”. Estos dos puntos de vista diferentes parecen razonables. Sin embargo, ¿cómo aparecerá y obrará el Señor cuando regrese a la tierra? Yo estaba muy confundido: Ahora, muchas de las profecías en la Biblia se han cumplido y los últimos días han llegado. Si no sé cómo aparecerá y obrará el Señor, no podré darle la bienvenida. Pensé en esto y me sentí ansioso por encontrar la respuesta. Así que empecé a explorar y a investigar en Internet con algunos hermanos y hermanas en el Señor.

chat en línea

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Agradezco al Señor por Su plan. Conocí al hermano Pedro en Internet. Gracias a la comunicación que tuve con él, supe que era un cristiano que había servido celosamente al Señor durante muchos años. Después de conversar y de investigar juntos, descubrí que sus enseñanzas eran perspicaces y esclarecedoras. Así que le conté mi problema. El hermano Pedro dijo con seriedad: “Muchos hermanos y hermanas piensan que cuando el Señor regrese, descenderá con las nubes y se nos aparecerá en Su cuerpo espiritual. De hecho, no solo hay profecías de que el Señor aparecerá en un cuerpo espiritual en la Biblia. También hay muchas profecías de que el regreso del Señor será ‘la venida del Hijo del hombre.’ Estas son algunas: ‘Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre’ (Mateo 24:27). ‘Por eso, también vosotros estad preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre’ (Mateo 24:44). ‘Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que El padezca mucho y sea rechazado por esta generación’ (Lucas 17:24-25). Todas estas profecías mencionan que “vendrá el Hijo del Hombre”, o ‘la venida del Hijo del Hombre’. Decir ‘El Hijo del hombre’ significa una persona que nace del hombre y tiene una humanidad normal. El Espíritu no puede ser llamado ‘el Hijo del hombre’. Es decir, el Hijo del hombre se refiere a Dios haciéndose carne como hombre, y a que Él tiene una humanidad normal y una divinidad completa. Especialmente en estas palabras, ‘Pero primero es necesario que El padezca mucho y sea rechazado por esta generación’, si Dios aparece en un cuerpo espiritual, entonces no hace falta decir que no sufrirá por ello. Porque el cuerpo espiritual de Dios es sobrenatural y maravilloso, y el hombre no tiene un concepto del cuerpo espiritual y no se atreve a acercarse a Él. Solo cuando Dios esté encarnado como el Hijo del hombre sufrirá el rechazo del hombre. Debido a que el Hijo del hombre es ordinario en Su apariencia exterior, el hombre no lo conoce y tendrá un concepto de Él, juzgando y condenando al Cristo encarnado. Esta es una prueba más de que el Señor regresará en Su forma carnal”.

Al escuchar la enseñanza del hermano Pedro en relación con la Biblia, comprendí el significado de estos versículos y me sentí un poco más alegre. Pensé: En el pasado, he leído estos versículos muchas veces, pero ¿por qué no tengo tal comprensión?

En ese momento, el hermano Pedro dijo:

—Hermano Li, ¿puedes entender lo que te estoy compartiendo?

—Sí puedo —respondí con alegría.

El hermano Pedro siguió hablando, “¡Gracias a Dios! Sigamos hablando y compartiendo! En realidad, si podemos entender mejor por qué el Señor se hace carne como el Hijo del hombre cuando regrese, estaremos más seguros de que el Señor regresará al hacerse carne. Vi un pasaje de palabras en un libro: ‘La salvación del hombre por parte de Dios no tiene lugar directamente a través de los medios del Espíritu o como el Espíritu, porque el hombre no puede tocar ni ver Su Espíritu, ni tampoco acercarse a Él. Si Él tratara de salvar al hombre directamente en la manera del Espíritu, el hombre sería incapaz de recibir Su salvación. Y de no ser porque Dios asumió la forma exterior de un hombre creado, sería incapaz de recibir esta salvación. Porque el hombre no puede acercarse a Él en absoluto, como nadie podría ir cerca de la nube de Jehová. Sólo volviéndose un hombre de la creación, esto es, poniendo Su verbo en la carne en la que se haría, puede obrar personalmente el verbo en todos los que le siguen. Sólo entonces puede el hombre oír por sí mismo Su verbo, verlo, recibirlo, y sólo a través de esto ser totalmente salvo. Si Dios no se hubiera hecho carne, ningún hombre de carne recibiría una salvación tan grande ni se salvaría un solo hombre. Si el Espíritu de Dios obrara directamente entre el hombre, sería herido de muerte o Satanás lo llevaría cautivo, porque el hombre es incapaz de relacionarse con Dios’ (‘El misterio de la encarnación (4)’). A partir de estas palabras, podemos entender lo siguiente: No podemos ver ni tocar el Espíritu de Dios, y no es fácil acercarnos a Él. Si Dios obra a través del Espíritu, no podemos obtener el riego y el suministro de la verdad, y mucho menos obtener la salvación de Dios. Tal como señala la Biblia: ‘Y todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte que humeaba; y cuando el pueblo vio aquello, temblaron, y se mantuvieron a distancia. Entonces dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros y escucharemos; pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos’ (Éxodo 20:18-19). ‘Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y le he glorificado, y de nuevo le glorificaré. Por eso la multitud que estaba allí y la oyó, decía que había sido un trueno; otros decían: Un ángel le ha hablado’ (Juan 12:28-29). De estos versículos, podemos comprender lo siguiente: Cuando Dios nos habla en el cielo, no podemos entender Sus palabras, ni captar Su voluntad con exactitud. En cambio, nos sentimos aterrorizados y temerosos, y no nos atrevemos a acercarnos a Él. Además, si Dios obra a través del Espíritu, expresará Su carácter majestuoso e iracundo. Así como en la Era de la Ley, mientras la gente cometiera pecados, eran quemados por el fuego celestial o apedreados hasta la muerte. Debido a que todos somos corrompidos por Satanás, cada vez que revelamos nuestro carácter corrupto, Dios nos puede derribar fácilmente por ofender Su carácter, y hacer que perdamos de manera irremediable la oportunidad de ser salvos. Por el contrario, si Dios se hace carne como el Hijo del hombre y expresa la verdad desde la perspectiva de la humanidad, transformando el lenguaje divino en un lenguaje humano claro para abastecernos y guiarnos, entonces podremos captar con mayor precisión la voluntad de Dios y entender Su carácter. Por ejemplo, cuando revelemos caracteres corruptos, conoceremos nuestra desobediencia y corrupción a través de la lectura de las palabras de Dios, para poder detener a tiempo nuestros pasos para hacer el mal. Cuando seamos débiles y pasivos, las palabras de Dios nos animarán, consolarán y exhortarán, dándonos fe y fuerza... En resumen, el regreso del Señor a la carne para obrar es lo más beneficioso para la salvación de la humanidad, y para salvarla mejor”.

Dios y discípulo

Me sentí profundamente conmovido después de escuchar las palabras de Pedro. Le dije: “En cuanto al regreso del Señor, siempre viví en mis conceptos e imaginaciones, esperando que el Señor que había regresado se nos apareciera en un cuerpo espiritual. Solo entonces me di cuenta de que la mejor manera de salvar a la humanidad corrupta es que el Señor se haga carne como el Hijo del hombre para hacer Su obra cuando Él venga. El Señor Jesús fue el Hijo encarnado del hombre, y lo que Él expresó fue todo el lenguaje humano que podemos entender. Como, por ejemplo, la parábola del sembrador, la parábola de la levadura y la parábola de la oveja descarriada. Estas verdades se han arraigado profundamente en nuestro interior y han guiado la dirección de nuestro progreso. Si no podemos entender estas palabras expresadas por Dios, ¿cómo podemos conocer a Dios, acercarnos a Él y obtener Su Salvación? El Señor profetizó que Él expresaría más verdades para hacer la obra de juicio y purificación. El Espíritu de Dios es supremo y santo. Así que si Dios hace esta obra en un cuerpo espiritual de acuerdo a nuestra imaginación, la gente como nosotros, que a menudo peca y se confiesa cada día, vive en la esclavitud de los pecados y no puede salir de ella, debe ser golpeada por Dios debido a nuestro pecado, sin mencionar ser salvos y entrar en el reino de los cielos. Parece que solo cuando Dios se hace carne como el Hijo del hombre —al igual que el Señor Jesús, que era íntimo con la gente—, habla y obra para juzgarnos y purificarnos, podemos obtener la salvación de Dios, romper con el pecado y ser santos”.

Después de escuchar mis palabras, Pedro dijo conmovido: “Puedes dejar de lado tus ideas e imaginaciones, y darte cuenta de que el propósito de la segunda encarnación de Dios es salvar a la humanidad; este es el efecto de la iluminación y la guía de Dios. ¡Demos gracias a Dios! En realidad, cuando Dios se hace carne por segunda vez y hace Su obra, no sólo expresa la verdad para salvar a la humanidad, sino que realiza una obra crucial: separa el trigo de la cizaña y las ovejas de las cabras, separando a todos según su especie, recompensando a los buenos y castigando a los malos. Si el Señor hace Su obra en un cuerpo espiritual cuando regrese, todos lo tratarán con respeto y no se atreverán a resistirse a Él; ni siquiera la prole de Satanás se atreverá a hacerlo. Si es así, el Señor no aprovechará la situación para separar lo bueno de lo malo.

“Un libro espiritual dice: ‘Las nociones originales del hombre sólo se pueden revelar por medio de su contraste con el Dios encarnado. Sin la comparación con el Dios encarnado, las nociones del hombre no se podrían revelar; […]’ (‘La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios hecho carne’). Debido a que muchas personas no conocen al Cristo encarnado, lo tratan como a un hombre ordinario, resistiendo y condenando a Dios arbitrariamente. Mientras que algunas personas pueden buscar con humildad aunque no conozcan al Dios encarnado, obtienen sin saberlo esclarecimiento e iluminación del Espíritu Santo y reconocen al Cristo encarnado. Tal como dijo el Señor Jesús: ‘Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen’ (Juan 10:27). De esta manera, las ovejas pueden separarse de las cabras, y el trigo puede separarse de la cizaña. Si Dios no se hace carne para realizar Su obra en los últimos días, pensaremos que somos las personas más leales a Dios, que amamos más a Dios, y quien más merece las recompensas de Dios. Es precisamente debido a que la encarnación del Señor regresado es normal y práctica, que los conceptos e imaginaciones, la rebeldía y la resistencia dentro de nosotros, quedan completamente expuestos. Veamos, por ejemplo, cuando el Señor Jesús se hizo carne para obrar: Los fariseos y el pueblo judío vieron que el Señor Jesús era normal y ordinario en apariencia, así que lo consideraron como una persona ordinaria, y lo juzgaron, se resistieron y lo condenaron deliberadamente. Dijeron que el Señor Jesús era el hijo de un carpintero, y que había expulsado demonios de Belcebú, el príncipe de los demonios. No buscaron la verdad expresada por el Señor Jesús en absoluto. Sin embargo, los verdaderos creyentes en Dios, como Pedro, Juan y Natanael, reconocieron la voz de Dios por la obra y las palabras del Señor Jesús, le siguieron de cerca y obedecieron Sus enseñanzas. Podemos decir que Dios hace Su obra en los últimos días haciéndose carne para revelar a las ovejas y a las cabras, a los buenos siervos y a los malos, lo cual manifiesta plenamente la omnipotencia y sabiduría de Dios y Su carácter justo”.

Después de escuchar el testimonio de Pedro, mi corazón estuvo mucho tiempo sin poder calmarse. Anteriormente, yo sabía simplemente que cuando el Señor regrese, recompensará al bueno y castigará al malo, y separará a las ovejas de las cabras, pero ignoraba cómo haría Su obra. Yo entendía lo siguiente: El Señor hará esta obra en Su forma carnal cuando regrese, y probará si los creyentes en Él son verdaderos creyentes o no por la obra normal y práctica del Hijo del hombre, para que el bien pueda ser separado del mal. Tal obra de Dios es realmente demasiado sabia y no puede ser concebida y comprendida por el hombre.

Después de un tiempo, Pedro me envió otro pasaje de palabras: “La primera encarnación fue para redimir al hombre del pecado por medio de la carne de Jesús, esto es, Él salvó al hombre desde la cruz, pero el carácter satánico corrupto todavía permaneció en el hombre. La segunda encarnación ya no es para que sirva de ofrenda por el pecado, sino para salvar por completo a los que fueron redimidos del pecado. Esto se hace de tal forma que los perdonados puedan ser librados de sus pecados, ser purificados completamente, y alcanzar un cambio de carácter, liberándose así de la influencia de las tinieblas de Satanás y regresando delante del trono de Dios. Sólo así puede el hombre ser plenamente santificado. […] La segunda encarnación es suficiente para eliminar los pecados del hombre y purificarlo plenamente. Así pues, la segunda encarnación pondrá fin a toda la obra de Dios en la carne y completará el sentido de la encarnación de Dios. A partir de ahí, la obra de Dios en la carne habrá llegado totalmente a su fin. Después de la segunda encarnación, no se hará carne de nuevo por Su obra. Porque toda Su gestión habrá llegado a su fin. En los últimos días, Su encarnación habrá ganado totalmente a Su pueblo escogido, y todos los hombres en los últimos días habrán sido catalogados según su tipo. Él ya no hará más la obra de salvación ni regresará a la carne para llevar a cabo obra alguna” (“El misterio de la encarnación (4)”). Y luego compartió esta enseñanza conmigo: “La primera encarnación de Dios fue hacer la obra de redención para redimir a la humanidad del pecado; la segunda encarnación de Dios es hacer la obra de juicio y purificación para limpiar y cambiar completamente a todos Sus verdaderos creyentes, para que puedan llegar a ser el pueblo que está en sintonía con Su voluntad. Cuando Dios gane a quienes quiere salvar, hará la obra de separar a todos de acuerdo a su especie y recompensar a los buenos y castigar a los malos. Finalmente, llevará a toda la gente perfeccionada por Él al maravilloso destino. Por lo tanto, las dos encarnaciones de Dios han completado toda la obra del plan de gestión de Dios y han completado el significado de Sus encarnaciones. Aparte de esto, no habrá una tercera o cuarta encarnación de Dios”.

Luego de escuchar la enseñanza de Pedro y las palabras del libro espiritual, mi problema finalmente se resolvió. También entendí que la segunda encarnación de Dios es hacer la obra de concluir la era y completar el significado de las encarnaciones de Dios. A partir de entonces, Dios no se encarnará para hacer Su obra por tercera o cuarta vez. ¡Demos gracias a Dios! Parece que es muy importante aceptar la obra de la encarnación de Dios de los últimos días.

Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation.  

Fuente:  Evangelio de la Fuente de la Vida


 

Resulta que el carácter de Jesús no solo es misericordioso, sino también justo

2019-09-27 01:31:15 | Conocer a Dios

Cuando hablamos delSeñorJesústodos pensamos en Su amor riche por nosotros;Élvino personalmente al mundo para redimir a la humanidad y fue un Hombre inocente que fue crucificado en la cruz,yeste acto manifyingta completamente su骰子:“不可思議的虛假的帝王之王,征服極樂世界的光輝之星,洛斯·習俗和蒂姆布拉斯·德·穆爾特·德·德·盧瓦爾·德·洛斯·習俗,準瓜爾·努埃斯特羅斯·皮耶·德·埃爾·卡米諾·德·帕斯” 78-79)。錯和錯。

Jesúsreprende a los fariseos

Esto es lo que yo pensaba también después de haber creído en el Señor durante muchos años. Pero, entonces leí el pasaje de la Biblia donde el Señor Jesús regaña a los fariseos: “Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo ni en el venidero” (Mateo 12:31-32). De estas palabras, en las que el Señor Jesús condena y maldice a los fariseos, vi que Su actitud hacia ellos era de odio y aversión, y entendí de esto que el carácter de Dios también tiene una cara que no tolera ninguna ofensa. Al llegar a este entendimiento, me sentí muy sorprendido, y me puse a pensar: ¿Puede ser que el carácter del Señor Jesús no sea sólo misericordioso y amoroso, sino que también sea majestuoso y lleno de ira? Como no entendía completamente este asunto, empecé a buscar la respuesta.

Gracias al Señor porque, después de un tiempo, mi búsqueda finalmente dio resultados. Leí varios pasajes de las palabras de un libro: “En primer lugar, sabemos que el carácter de Dios es majestad e ira. Él no es una oveja a la que cualquiera puede matar; más aún, no es un muñeco para que las personas lo controlen como quieran. Tampoco es aire que alguien pueda manejar a su antojo. Si crees realmente que Dios existe, debes tener un corazón que teme a Dios y debes saber que no se debe enojar a la esencia de Dios”. “¿Cuál es la actitud de Dios hacia las personas que ofenden Su carácter y Sus decretos administrativos? ¡Desprecio extremo! ¡Las personas que no se arrepienten de afrentar el carácter de Dios lo enfurecen en extremo! Estar ‘enfurecido’ es simplemente un sentimiento, un estado de ánimo; no puede representar una actitud clara. Pero este sentimiento, este estado de ánimo, dará lugar a un desenlace para esta persona: ¡llenará a Dios de absoluta aversión!” “El amor de Dios por el hombre no es de esa clase que mima o consiente; Su misericordia y tolerancia hacia la humanidad no son indulgentes ni descuidadas. Por el contrario, el amor de Dios por la humanidad consiste en apreciar, compadecer y respetar la vida; Su misericordia y tolerancia transmiten Sus expectativas del hombre y son lo que la humanidad necesita para sobrevivir. Dios está vivo, y existe realmente; Su actitud hacia la humanidad es ejemplar, no es en absoluto una regla dogmática, y puede cambiar. Su voluntad para la humanidad cambia y se transforma gradualmente con el tiempo, con las circunstancias, y con la actitud de todas y cada una de las personas”.

A través de estos pasajes, llegué a entender que Dios es el Señor de la creación y que, aunque Él está lleno de misericordia y amor por la humanidad, también está exaltado, y que, por supuesto, Su carácter no tolera ninguna ofensa. Cuando la gente blasfema contra Dios sin escrúpulos, e incluso llega a luchar contra Él y a oponerse a Él, entonces el castigo de Dios llega a ellos; sin embargo, Dios es amoroso y misericordioso para los que siguen las palabras de Dios, los que obedecen Su obra y los que tienen corazones temerosos de Dios. A través de esto podemos ver que la actitud de Dios hacia el hombre no es inmutable, sino que cambia con la actitud del hombre hacia Dios—este es el carácter justo de Dios.

Recordando cuando el Señor Jesús vino a la tierra a hacer Su obra, vemos que expresó muchas verdades e hizo muchos milagros y señales. Los fariseos, sacerdotes y escribas sabían perfectamente que las palabras y la obra del Señor Jesús tenían autoridad y poder, pero, con el fin de salvaguardar sus posiciones y sustentos, imprudentemente se inventaron rumores y juzgaron y denigraron al Señor, tanto que incluso blasfemaron contra el Señor Jesús, diciendo que expulsaba demonios apoyándose en el Demonio, e intentaron evitar que la gente corriente le siguiera. Su actitud de ser hostiles a la verdad y estar hartos de la verdad ofendió el carácter de Dios, y por eso el Señor Jesús les odió y maldijo para que sufrieran desgracias, diciendo que ellos eran de la índole de la serpiente y los hijos del infierno. Entonces estaba Judas, el discípulo del Señor Jesús, quien siempre robaba dinero al Señor Jesús y se lo gastaba, quien no apreció Sus palabras y no tuvo amor por la verdad en absoluto. También vendió al Señor Jesús por 30 piezas de plata, convirtiéndose así en un traidor vergonzoso que ofendió el carácter de Dios gravemente, y quien, al final, fue maldecido por Dios y murió porque le estalló el estómago. También está la historia de Ananías y su mujer, quienes se quedaron una parte del dinero que ganaron cuando vendieron su tierra. Al hacer esto, no sólo engañaron a otras personas, sino que también mintieron descaradamente al Espíritu Santo. Así ofendieron el carácter de Dios y Dios los aniquiló. Estos hechos sobre la obra de Dios demuestran que el carácter de Dios no sólo es misericordioso y amoroso, sino que también es majestuoso y de ira, y esta es la encarnación del carácter justo de Dios. Aunque Dios ama a la humanidad a la que Él creó con Sus propias manos, a los que se rebelan contra Él y se oponen a Él descaradamente, Él revela otra cara de Su carácter justo—la de ira profunda. Así, llegué a entender que la misericordia y el amor del Señor Jesús no se nos otorgan perpetuamente. Cuando no seguimos el camino de Dios y nos enfrentamos a Dios y actuamos de manera hostil hacia Él, entonces Él desata Su majestuosidad e ira sobre nosotros, y la ofrenda del pecado que el Señor Jesús hizo en nuestro nombre se hace nula y sin efecto. Como dice la Biblia: “Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados” (Hebreos 10:26).

Entonces, Dios será misericordioso y amoroso con los que aman la verdad, los que aceptan la verdad, los que se arrepienten sinceramente y pueden cumplir las palabras de Dios, siempre que no blasfemen contra el Espíritu Santo, tomemos como ejemplo a Pedro y Juan, los seguidores del Señor Jesús, así como a personas como el recaudador de impuestos Mateo, quien se arrepintió y confesó al Señor. Cuando escucharon la llamada del Señor Jesús, lo dejaron todo y le siguieron. Escucharon con esmero Sus sermones, tuvieron sed de Sus palabras, y el Señor Jesús los trató con misericordia y amor. El Señor también vivió con ellos, dándoles Sus bendiciones y dirección. En aquel entonces, como Pedro no entendió la obra que el Señor Jesús tenía que hacer, intentó obstruir la obra de Dios por la bondad de su corazón antes de que el Señor fuese crucificado, y así se convirtió en uno de los lacayos de Satanás. Cuando dijo: “[...] ¡No lo permita Dios, Señor! Eso nunca te acontecerá” (Mateo 16:22). El Señor le reprendió, diciendo: “¡Quítate de delante de mí, Satanás!” (Mateo 16:23). En estas palabras podemos ver que el Señor Jesús detestó la acción de Pedro. Pero el Señor escudriña los corazones de los hombres y perdona la inmadurez de las estaturas de los hombres, y no castigó a Pedro, sino que le dio una oportunidad para arrepentirse. Cuando Pedro se dio cuenta de lo que había hecho, a menudo sintió remordimientos por su acción y, al final, el Señor no recordó la transgresión de Pedro, sino que le concedió el trabajo de guiar a la iglesia.

Entonces, quedé convencido de que el carácter del Señor Jesús no es sólo misericordioso y amoroso, sino que también es justo, majestuoso y lleno de ira. Si delimitamos para siempre al Señor Jesús a ser sólo un Dios misericordioso y amoroso, porque hemos disfrutado del amor y la misericordia del Señor, y si creemos que Dios nunca se enojara con nosotros sea cual sea el pecado que cometamos, sino que será misericordioso e indulgente con nosotros, entonces seremos propensos a desagradar a Dios con nuestras acciones y a ofender Su carácter debido a que no tendremos un corazón temeroso de Dios. Entonces leí otro pasaje de las palabras de Dios: “Dios es un Dios vivo, y así como las personas actúan de forma diferente en distintas situaciones, Su actitud hacia estas actuaciones difiere, porque Él no es un muñeco ni aire. Llegar a conocer la actitud de Dios es una búsqueda valiosa para la humanidad. Las personas deberían aprender que, conociéndola, pueden conocer Su carácter y entender Su corazón poco a poco. Cuando llegues a entender el corazón de Dios poco a poco, no sentirás que temerle y apartarte del mal sea algo difícil de conseguir. Además, cuando comprendes a Dios, no es probable que saques conclusiones sobre Él. Y cuando dejas de hacerlo, aún es menos probable que le ofendas, y Él te llevará sin que te des cuenta a tener un conocimiento de Él, y así le temerás en tu corazón. Dejarás de definirle mediante las doctrinas, las letras y las teorías que has dominado. En su lugar buscarás siempre los propósitos de Dios en todas las cosas, y así te convertirás de forma inconsciente en una persona según el corazón de Dios”. Este pasaje me permitió entender que sólo conociendo el carácter de Dios podremos enfrentarnos a cualquier situación con la que nos encontremos con cuidado y precaución. Especialmente en este tiempo crucial de los últimos días, durante el que damos la bienvenida al regreso del Señor, no podemos determinar estas cosas, por ejemplo, cómo el Señor vendrá en los últimos días, qué obra hará, basándonos en nuestras propias ideas e imaginaciones, y aún más, no deberíamos delimitar al Señor de ninguna manera. Debemos albergar un corazón temeroso de Dios y buscar más en todas las cosas con el fin de evitar delimitar y desafiar a Dios, ofender el carácter de Dios y cometer el mismo error que los fariseos al confiar en nuestras ideas equivocadas e imaginaciones. Es obvio que entender el carácter de Dios es extremadamente importante para todos y cada uno de los que creen en Dios.

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豐特:   Evangelio de la Fuente de la Vida

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Resulta que el carácter de Jesús no solo es misericordioso, sino también justo

2019-09-27 01:31:15 | Conocer a Dios

Cuando hablamos del Señor Jesús todos pensamos en Su amor abundante por nosotros; Él vino personalmente al mundo para redimir a la humanidad y fue un Hombre inocente que fue crucificado en la cruz, y este acto manifiesta completamente Su amor por toda la humanidad. La Biblia dice: “por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que la Aurora nos visitará desde lo alto, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pies en el camino de paz” (Lucas 1:78-79). Todo cristiano que acepta la salvación del Señor disfruta de la gracia abundante que nos concede a nosotros, y experimentamos la paz y el gozo que nos trae. Por lo tanto, muchas personas creen que el carácter del Señor Jesús es eternamente amoroso y misericordioso.

Jesús reprende a los fariseos

Esto es lo que yo pensaba también después de haber creído en el Señor durante muchos años. Pero, entonces leí el pasaje de la Biblia donde el Señor Jesús regaña a los fariseos: “Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo ni en el venidero” (Mateo 12:31-32). De estas palabras, en las que el Señor Jesús condena y maldice a los fariseos, vi que Su actitud hacia ellos era de odio y aversión, y entendí de esto que el carácter de Dios también tiene una cara que no tolera ninguna ofensa. Al llegar a este entendimiento, me sentí muy sorprendido, y me puse a pensar: ¿Puede ser que el carácter del Señor Jesús no sea sólo misericordioso y amoroso, sino que también sea majestuoso y lleno de ira? Como no entendía completamente este asunto, empecé a buscar la respuesta.

Gracias al Señor porque, después de un tiempo, mi búsqueda finalmente dio resultados. Leí varios pasajes de las palabras de un libro: “En primer lugar, sabemos que el carácter de Dios es majestad e ira. Él no es una oveja a la que cualquiera puede matar; más aún, no es un muñeco para que las personas lo controlen como quieran. Tampoco es aire que alguien pueda manejar a su antojo. Si crees realmente que Dios existe, debes tener un corazón que teme a Dios y debes saber que no se debe enojar a la esencia de Dios”. “¿Cuál es la actitud de Dios hacia las personas que ofenden Su carácter y Sus decretos administrativos? ¡Desprecio extremo! ¡Las personas que no se arrepienten de afrentar el carácter de Dios lo enfurecen en extremo! Estar ‘enfurecido’ es simplemente un sentimiento, un estado de ánimo; no puede representar una actitud clara. Pero este sentimiento, este estado de ánimo, dará lugar a un desenlace para esta persona: ¡llenará a Dios de absoluta aversión!” “El amor de Dios por el hombre no es de esa clase que mima o consiente; Su misericordia y tolerancia hacia la humanidad no son indulgentes ni descuidadas. Por el contrario, el amor de Dios por la humanidad consiste en apreciar, compadecer y respetar la vida; Su misericordia y tolerancia transmiten Sus expectativas del hombre y son lo que la humanidad necesita para sobrevivir. Dios está vivo, y existe realmente; Su actitud hacia la humanidad es ejemplar, no es en absoluto una regla dogmática, y puede cambiar. Su voluntad para la humanidad cambia y se transforma gradualmente con el tiempo, con las circunstancias, y con la actitud de todas y cada una de las personas”.

A través de estos pasajes, llegué a entender que Dios es el Señor de la creación y que, aunque Él está lleno de misericordia y amor por la humanidad, también está exaltado, y que, por supuesto, Su carácter no tolera ninguna ofensa. Cuando la gente blasfema contra Dios sin escrúpulos, e incluso llega a luchar contra Él y a oponerse a Él, entonces el castigo de Dios llega a ellos; sin embargo, Dios es amoroso y misericordioso para los que siguen las palabras de Dios, los que obedecen Su obra y los que tienen corazones temerosos de Dios. A través de esto podemos ver que la actitud de Dios hacia el hombre no es inmutable, sino que cambia con la actitud del hombre hacia Dios—este es el carácter justo de Dios.

Recordando cuando el Señor Jesús vino a la tierra a hacer Su obra, vemos que expresó muchas verdades e hizo muchos milagros y señales. Los fariseos, sacerdotes y escribas sabían perfectamente que las palabras y la obra del Señor Jesús tenían autoridad y poder, pero, con el fin de salvaguardar sus posiciones y sustentos, imprudentemente se inventaron rumores y juzgaron y denigraron al Señor, tanto que incluso blasfemaron contra el Señor Jesús, diciendo que expulsaba demonios apoyándose en el Demonio, e intentaron evitar que la gente corriente le siguiera. Su actitud de ser hostiles a la verdad y estar hartos de la verdad ofendió el carácter de Dios, y por eso el Señor Jesús les odió y maldijo para que sufrieran desgracias, diciendo que ellos eran de la índole de la serpiente y los hijos del infierno. Entonces estaba Judas, el discípulo del Señor Jesús, quien siempre robaba dinero al Señor Jesús y se lo gastaba, quien no apreció Sus palabras y no tuvo amor por la verdad en absoluto. También vendió al Señor Jesús por 30 piezas de plata, convirtiéndose así en un traidor vergonzoso que ofendió el carácter de Dios gravemente, y quien, al final, fue maldecido por Dios y murió porque le estalló el estómago. También está la historia de Ananías y su mujer, quienes se quedaron una parte del dinero que ganaron cuando vendieron su tierra. Al hacer esto, no sólo engañaron a otras personas, sino que también mintieron descaradamente al Espíritu Santo. Así ofendieron el carácter de Dios y Dios los aniquiló. Estos hechos sobre la obra de Dios demuestran que el carácter de Dios no sólo es misericordioso y amoroso, sino que también es majestuoso y de ira, y esta es la encarnación del carácter justo de Dios. Aunque Dios ama a la humanidad a la que Él creó con Sus propias manos, a los que se rebelan contra Él y se oponen a Él descaradamente, Él revela otra cara de Su carácter justo—la de ira profunda. Así, llegué a entender que la misericordia y el amor del Señor Jesús no se nos otorgan perpetuamente. Cuando no seguimos el camino de Dios y nos enfrentamos a Dios y actuamos de manera hostil hacia Él, entonces Él desata Su majestuosidad e ira sobre nosotros, y la ofrenda del pecado que el Señor Jesús hizo en nuestro nombre se hace nula y sin efecto. Como dice la Biblia: “Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados” (Hebreos 10:26).

Entonces, Dios será misericordioso y amoroso con los que aman la verdad, los que aceptan la verdad, los que se arrepienten sinceramente y pueden cumplir las palabras de Dios, siempre que no blasfemen contra el Espíritu Santo, tomemos como ejemplo a Pedro y Juan, los seguidores del Señor Jesús, así como a personas como el recaudador de impuestos Mateo, quien se arrepintió y confesó al Señor. Cuando escucharon la llamada del Señor Jesús, lo dejaron todo y le siguieron. Escucharon con esmero Sus sermones, tuvieron sed de Sus palabras, y el Señor Jesús los trató con misericordia y amor. El Señor también vivió con ellos, dándoles Sus bendiciones y dirección. En aquel entonces, como Pedro no entendió la obra que el Señor Jesús tenía que hacer, intentó obstruir la obra de Dios por la bondad de su corazón antes de que el Señor fuese crucificado, y así se convirtió en uno de los lacayos de Satanás. Cuando dijo: “[...] ¡No lo permita Dios, Señor! Eso nunca te acontecerá” (Mateo 16:22). El Señor le reprendió, diciendo: “¡Quítate de delante de mí, Satanás!” (Mateo 16:23). En estas palabras podemos ver que el Señor Jesús detestó la acción de Pedro. Pero el Señor escudriña los corazones de los hombres y perdona la inmadurez de las estaturas de los hombres, y no castigó a Pedro, sino que le dio una oportunidad para arrepentirse. Cuando Pedro se dio cuenta de lo que había hecho, a menudo sintió remordimientos por su acción y, al final, el Señor no recordó la transgresión de Pedro, sino que le concedió el trabajo de guiar a la iglesia.

Entonces, quedé convencido de que el carácter del Señor Jesús no es sólo misericordioso y amoroso, sino que también es justo, majestuoso y lleno de ira. Si delimitamos para siempre al Señor Jesús a ser sólo un Dios misericordioso y amoroso, porque hemos disfrutado del amor y la misericordia del Señor, y si creemos que Dios nunca se enojara con nosotros sea cual sea el pecado que cometamos, sino que será misericordioso e indulgente con nosotros, entonces seremos propensos a desagradar a Dios con nuestras acciones y a ofender Su carácter debido a que no tendremos un corazón temeroso de Dios. Entonces leí otro pasaje de las palabras de Dios: “Dios es un Dios vivo, y así como las personas actúan de forma diferente en distintas situaciones, Su actitud hacia estas actuaciones difiere, porque Él no es un muñeco ni aire. Llegar a conocer la actitud de Dios es una búsqueda valiosa para la humanidad. Las personas deberían aprender que, conociéndola, pueden conocer Su carácter y entender Su corazón poco a poco. Cuando llegues a entender el corazón de Dios poco a poco, no sentirás que temerle y apartarte del mal sea algo difícil de conseguir. Además, cuando comprendes a Dios, no es probable que saques conclusiones sobre Él. Y cuando dejas de hacerlo, aún es menos probable que le ofendas, y Él te llevará sin que te des cuenta a tener un conocimiento de Él, y así le temerás en tu corazón. Dejarás de definirle mediante las doctrinas, las letras y las teorías que has dominado. En su lugar buscarás siempre los propósitos de Dios en todas las cosas, y así te convertirás de forma inconsciente en una persona según el corazón de Dios”. Este pasaje me permitió entender que sólo conociendo el carácter de Dios podremos enfrentarnos a cualquier situación con la que nos encontremos con cuidado y precaución. Especialmente en este tiempo crucial de los últimos días, durante el que damos la bienvenida al regreso del Señor, no podemos determinar estas cosas, por ejemplo, cómo el Señor vendrá en los últimos días, qué obra hará, basándonos en nuestras propias ideas e imaginaciones, y aún más, no deberíamos delimitar al Señor de ninguna manera. Debemos albergar un corazón temeroso de Dios y buscar más en todas las cosas con el fin de evitar delimitar y desafiar a Dios, ofender el carácter de Dios y cometer el mismo error que los fariseos al confiar en nuestras ideas equivocadas e imaginaciones. Es obvio que entender el carácter de Dios es extremadamente importante para todos y cada uno de los que creen en Dios.

Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation.  

Fuente:  Evangelio de la Fuente de la Vida

Recomendación:  Los nombres de Dios


Película cristiana en español | "La honestidad no tiene precio" Dios bendice a los que son honestos

2019-09-26 17:16:55 | Reflexiones Cristianas

La mayoría de las personas en la sociedad actual viven bajo la regla de la supervivencia del "dinero primero", renunciando a la base de ser un hombre por el bien de la ganancia y usar el engaño para ganarse la vida, perdiendo la conciencia. Aunque disfruta de una vida material de alta calidad, ha perdido la verdadera felicidad y siente profundamente el vacío del alma, la acusación y el descontento de la conciencia. ¿Cómo puede obtener la verdadera alegría y paz? ¿Cómo decidir entre intereses monetarios y personas honestas? ¿Cómo puede vivir una vida valiosa y significativa? La película cristiana "La honestidad no tiene precio" te lleva a encontrar la paz de la conciencia y a sentir la felicidad y la liberación de ser honesto. ¡Prepárate para lo que estás a punto de ver!

Zhen Cheng era el dueño de un taller de reparación de electrodomésticos. Era amable, honesto y llevaba su negocio siguiendo las reglas. Nunca trataba de engañar a nadie, pero apenas ganaba lo suficiente para mantener a su familia. Pasado un tiempo, un miembro de su familia y un colega le instaron a practicar las reglas no escritas del negocio, y Zhen Cheng comenzó a creer en dichos que representan una filosofía satánica, tales como:"El dinero no es omnipotente, pero sin él no se puede hacer absolutamente nada". "Los valientes mueren satisfechos; los tímidos mueren de hambre".y "El dinero es lo primero".Zhen Cheng perdió la buena conciencia que le había guiado hasta entonces y empezó a usar métodos maliciosos para ganar más dinero. Aunque ganaba más que antes y su nivel de vida había mejorado, Zhen Cheng, sin embargo, se sentía infeliz y le asolaba un sentimiento de vacío; su existencia era hueca y estaba cargada de sufrimiento.
Cuando Zhen Cheng aceptó la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, llegó a entender a través de la palabra de Dios que a Dios le gusta la gente honesta y desprecia a los que engañan. Zhen Cheng también llegó a entender que ser una persona honesta es la única manera de comportarse como una auténtica persona y la única manera de alcanzar la alabanza de Dios, y por eso prometió ser un hombre honesto. Sin embargo, se demostró que ser un hombre honesto en el mundo real era difícil; con los hermanos y hermanas de la iglesia podía ser tan directo como debía; pero si lo era en el mundo de los negocios, ¿podría ganar dinero? A la larga no sólo ganaría menos dinero, además podría experimentar significativas pérdidas y arriesgarse a quedarse sin su negocio... Ante tales dificultades, ¿podría Zhen Cheng llevar su negocio con honestidad? ¿Qué tipo de giros inesperados ocurrirán en el proceso? ¿Cuál será su mayor recompensa?

Fuente:  Evangelio de la Fuente de la Vida


"Fortuna y desgracia" ¿Puede el dinero comprar la felicidad?

2019-09-25 00:16:35 | Películas Evangélicas

Nueva película cristiana en español | "Fortuna y desgracia" ¿Puede el dinero comprar la felicidad?

Al haberse criado en una familia pobre, Du Juan se mostró decidida desde muy pequeña a ganar mucho dinero para tener una vida mejor. Con esa idea en mente, dejó la escuela muy pronto para dedicarse al trabajo manual, a cualquier cosa que le sirviera para ganar dinero. Nunca se quejaba cuando el trabajo era duro y agotador. Sin embargo, no logró el objetivo deseado. A pesar de trabajar tan duro, no podía alcanzar la vida que quería para sí misma. En 2008, albergando el sueño de ganar mucho dinero, se marchó a Japón con su marido. Pasados algunos años, la presión de un trabajo tan pesado y las excesivas jornadas laborales, la llevaron al colapso por fatiga. Los resultados de las pruebas en el hospital hundieron su estado de ánimo hasta el punto más bajo de su vida, sin embargo Du Juan quería hacer realidad sus ideales y no estaba dispuesta a ceder. Continuó trabajando, cargando con su enfermedad, con la mente puesta en seguir luchando. Al final, la tortura de su condición la obligó a detener el progreso de su búsqueda de dinero. En medio de su dolor, comenzó a reflexionar: ¿por qué vive el hombre esta vida después de todo? ¿Vale la pena arriesgar la vida por dinero? ¿Es cierto que una vida basada en el dinero es una vida feliz? Estas dudas le rondaban constantemente. Poco después, la salvación de Dios Todopoderoso de los últimos días llegó a ella. A partir de las palabras de Dios Todopoderoso, conoció el origen de la vida de dolor del hombre, y también entendió para qué debe vivir el hombre y cómo hacerlo antes de poder tener una vida humana significativa. Cada vez que pensaba en esta experiencia, Du Juan suspiraba emocionada: desde luego, esta enfermedad le había hecho alcanzar la fortuna a partir de la desgracia.

Fuente:  Evangelio de la Fuente de la Vida


Crisis matrimonial causada por un mensaje de texto

2019-09-24 01:43:52 | Reflexiones Cristianas

Una familia dichosa que una vez tuve

Cuando tenía 21 años, en la presentación de un amigo, conocí a mi esposo. Él trataba a la gente con sinceridad y era muy competente, y nos casamos un año después. Poco después de nuestro matrimonio, nació nuestra hija y mi esposo nos trató muy bien. Aunque no éramos ricos, me sentí muy feliz. Para tener una vida mejor, alquilamos un puesto en un mercado de granjeros para vender de al mayor y al detal, productos alimenticios marinos. Todos los días, yo trabajaba desde el amanecer hasta el anochecer, y dirigía el negocio mientras cuidaba a mi hija. Cuando yo tenía 26 años, estaba bajo una gran presión de trabajo durante mucho tiempo y dormía mal que me resultó en una migraña, presión arterial baja e hipoglucemia. Sin embargo, pensé que valdría la pena para esta familia. Al ver que yo sufría con él, mi esposo se sintió incómodo; después de una consulta entre nosotros, decidimos abandonar el negocio.

Después, abrimos una tienda vendiendo productos de salud y de necesidades diarias. Al principio, nuestro negocio no iba bien, y mi esposo necesitaba asistir constantemente a capacitaciones para aprender el conocimiento profesional de estos productos. Debido a nuestros esfuerzos durante un período de tiempo, nuestro negocio mejoró gradualmente y abrimos sucursales en muchas ciudades. Nuestra vida finalmente mejoró. Para aquel entonces, mi esposo a menudo me compraba ropa y joyas de lujo, y cada vez que regresaba de su viaje de negocios, le cocinaba su comida favorita. Sentí que era la mujer más feliz del mundo.

Una crisis matrimonial ocasionada por un mensaje de texto

Con la ampliación de nuestro negocio, mi esposo tuvo que asistir a más eventos sociales. Frecuentemente salía a tomar comidas y bebidas con los clientes, y algunas veces también los acompañaba a la sauna. Como resultado de estos eventos, llegaba a casa cada vez menos. Como dice el refrán: "Toca el asfalto (la brea), y estarás contaminado". Preocupada que mi esposo sobrepasaría los límites si frecuentaba esos lugares de entretenimiento, yo vivía angustiada (en la ansiedad). Más tarde, descubrí que siempre actuaba de manera extraña: a menudo hacía llamadas telefónicas a mis espaldas; siempre mantenía la puerta cerrada cuando navegaba por Internet, y cuando entraba, o él cerraba la ventana de chat o rápidamente abría otras páginas web con una expresión antinatural. Entonces pensé interiormente: ¿Por qué hace las cosas a mis espaldas? ¿Tiene una aventura? Desde ese momento en adelante, presté mucha atención a sus acciones. Inmediatamente observé que fue al baño para hacer una llamada, desde afuera de la puerta escuché lo que dijo. Sentí que era como un ladrón y me sentía tan cansada.

Una mañana, me senté en el sofá viendo la televisión mientras mi esposo aún dormía. En este momento, se envió un mensaje a su teléfono, y no pude evitar leerlo. Cuando vi esas palabras desagradables en el mensaje, estaba tan enojada que todo mi cuerpo tembló. Sentí que era como un trueno desde un cielo despejado para mí, y no podía creer el hecho de que mi esposo tuviera una aventura. Cuando se despertó, le pregunté sobre este mensaje. Al principio, él negó tener una aventura, pero cuando lo continué interrogando, finalmente lo admitió. Dijo que solo tenía tratos comerciales con esa mujer y que simplemente se usaban el uno al otro, sin tener verdadero afecto. Al escuchar sus palabras, sentí un dolor desgarrador y mis lágrimas se derramaron incontrolablemente. Me explicaba, pero yo estaba sorda a todas sus palabras. Lloré: "No digas más. Vamos a divorciarnos. Ahora eres rico y puedes casarte con cualquier mujer que quieras. Voy a criar a nuestra hija por mi cuenta, y no vamos a volver para pedirte ayuda, incluso si somos desesperadamente pobres". En ese momento, mi esposo también derramó lágrimas y confesó su error, y prometió que no haría eso de nuevo.

Más tarde, mi esposo me suplicó perdón muchas veces. Sin embargo, cuando pensé en cómo me casé con él sin pedir una vida rica cuando él no era nadie, cómo establecimos nuestro negocio de la nada, y cómo nos pusimos así, mi odio hacia él surgiría espontáneamente. Aunque los dos todavía vivíamos juntos, ya no compartíamos un idioma común, y ni siquiera quería hablar con él. Cada vez que pensaba en esto, lloraba en secreto, lo que desencadenó la recaída de mi migraña. Atormentado por el dolor físico y mental, a veces incluso quería suicidarme para poner fin a todo. Pero al pensar que mi hija y mi madre ya mayor estarían más dolidos si me perdieran, abandoné el pensamiento de la muerte. También pasó por mi mente varias veces divorciarme de él, pero si lo hiciera mi hija perdería toda una familia. Pensándolo una y otra vez, finalmente, me tomé la decisión de seguir viviendo con él.

Después de esto mi marido asistía a menos eventos sociales. Exteriormente, me trataba bien como lo hacía siempre, comprándome ropa y joyas lujosas al regresar de un viaje de negocios. Pero sentí que todo lo que hacía era un engaño, porque tuve la sensación que me trataría bien en un momento dado y estaría con otra mujer en otro momento. En el pasado, cuando regresaba del viaje de trabajo, le cocinaba cualquier comida de su preferencia pero ahora ya no estaba para ello. Sabía que tales acciones solo empeorarían nuestra relación pero no podía fingir que nada hubiera sucedido. Sentí desesperanzada hacia nuestro matrimonio y no sabía cómo debería enfrentar el futuro.

Dios me salvó cuando estaba en dolor y confusión

Justo cuando me sentía adolorida e indefensa, un amigo mío me predicó el evangelio de Dios. Al principio, yo estaba muy preocupada de que si los hermanos y hermanas conocieran mi ropa sucia, me despreciarían. Inesperadamente, una hermana me contó sus experiencias dolorosas primero. Después de escuchar esto, me conmovió profundamente y luego abrí mi corazón para contarle mi dolor y mis sufrimientos. La hermana me iluminó con las palabras de Dios y sus propias experiencias. Entonces mi corazón deprimido y adolorido fue liberándose gradualmente.

Más tarde, vi las palabras de Dios que decían: "En verdad, de las innumerables cosas de la creación de Dios, el hombre es la más baja. Aunque es el señor de todas las cosas, el ser humano es el único que está sujeto a las artimañas de Satanás, el único que cae presa de su corrupción, en formas innumerables. Nunca ha tenido soberanía sobre sí mismo. La mayoría de las personas viven en el inmundo lugar de Satanás, y sufren su burla; él les toma el pelo de una forma y de otra, hasta que están medio muertos, soportando todas las vicisitudes, todas las dificultades del mundo humano. Después de jugar con ellos, Satanás pone fin a su destino". Al ponderar estas palabras, entendí: La razón por la que soportamos todo tipo de sufrimiento es que somos corrompidos por Satanás, vivimos bajo el dominio de Satanás, y somos torturados y engañados por Satanás. En la sociedad actual, comer, beber, prostituirse y apostar se han convertido en tendencias. Mucha gente acepta lo negativo como lo positivo. Tener una amante se considera un fenómeno común, mientras que aquellos que no la tienen se consideran como incapaces. La gente se ha vuelto cada vez más entumecida e incluso ha perdido en sentido de la vergüenza. Y tantas familias se han disuelto debido a la tercera persona. Mi esposo a menudo viene en contacto con esos amigos, por conveniencia, que viven en libertinaje y pecado. ¿Cómo no puede verse afectado en este tipo de circunstancias? Solía tratar a nuestra familia muy bien, pero ahora se vuelve malvado y libertino y solo satisface su propia carne, sin preocuparse por nuestros muchos años de afecto matrimonial, ni preocuparse por los sentimientos de nuestra hija. Ahora entiendo que Satanás es el cabecilla de todo mal que lo hace degenerar y que él también es una víctima de Satanás. Después de saber esto, comencé a entender a mi esposo, y mi odio por él disminuyó.

Más tarde, en una reunión, vi un párrafo de las palabras de Dios que decía: "Porque la voluntad de Dios de salvar a la humanidad es sincera. Él da oportunidades a las personas de arrepentirse y de cambiar, y durante este proceso entiende a las personas y conoce profundamente sus debilidades y el alcance de su corrupción". De estas palabras, vi que el corazón de Dios es verdaderamente bueno y hermoso. Dios sabe profundamente que estamos afligidos por Satanás, y que no podemos librarnos de la atadura del pecado cuando vivimos en este mundo malvado y corrupto. Entonces Él nos salva al máximo. Mientras podamos volver al camino correcto y arrepentirnos, Él nos dará la oportunidad de alcanzar Su salvación. Por las palabras de Dios, vi que Dios está lleno de amor, comprensión, tolerancia y paciencia por nosotros, lo que me hizo avergonzarme. Desde que mi esposo me traicionó, lo odié en mi corazón. No me divorcié de él solo por nuestra hija y padres ancianos. Nunca pensé en perdonarlo, nunca le di la oportunidad de arrepentirse, y nunca le mostré mi bondad. Vi que Satanás me había corrompido tanto como para ser de mentalidad cerrada y no tener tolerancia o perdón hacia los demás. Mi esposo tuvo una aventura en un momento de confusión y no fue persistente. Así que yo debería darle la oportunidad de arrepentirse y tratar de soltar mi odio por él; también es una oportunidad para que practique la verdad. Por lo tanto, traté de aceptar a mi esposo nuevamente desde mi corazón.

Cuando comencé a practicar la verdad, al pensar en las cosas que él había hecho, no podía evitar tratarlo mal. Más tarde, me presenté ante Dios y oré a Él, "¡Oh Dios! No quiero tratar a mi esposo así. Pero en el momento en que lo vi, no podía controlar mi odio por él. Viviendo bajo tales condiciones, me siento muy adolorida. Espero que me guíes a actuar de acuerdo con Tus exigencias". Después de cada una de mis oraciones, tuve la fuerza para practicar la verdad y renunciar a las cosas de mi carne. Traté de comprender sus dificultades y sufrimiento y comencé a mostrar consideración por él: cuando regresó de otros lugares, cociné las albóndigas de mariscos que más le gustaban; cuando habló conmigo, ya no lo ignoré como antes. Al ver mi cambio, mi esposo se conmovió mucho y lamentó el error que había cometido. Bajo la orientación de las palabras de Dios, finalmente me reconcilié con mi esposo, y nuestra familia restauró su antigua calidez y armonía.

Examino la vida nuevamente después de esta experiencia

Ahora, mi matrimonio roto podría restaurar su felicidad anterior, que fue el efecto que las palabras de Dios tuvieron sobre mí. Si Dios no me hubiera salvado y me hubiera hecho ver claramente la corrupción del hombre por Satanás, no podría haberme librado del sufrimiento en absoluto, y quién sabe cómo sería mi familia y yo hoy. Ahora, finalmente, entiendo: si no nos encomendamos a Dios, entonces viviremos en el dominio de Satanás y viviremos por una disposición satánica y corrupta donde no existe felicidad de la que podamos hablar en absoluto. Solo cuando vengamos a adorar a Dios y vivir según las palabras de Dios, podremos tener un camino por donde viajar, vivir en la luz y llevar una vida feliz y significativa.

Actualmente, mi esposo todavía tiene muchos eventos sociales y casi no vivimos juntos, pero a través de la orientación de las palabras de Dios, ya no vivo en el sufrimiento y la sospecha. Al ver mi cambio, mi esposo apoya mi creencia en Dios y el cumplimiento de mi deber, y cuando mis hermanos y hermanas se reúnen en nuestro hogar, los trata con cariño. Ahora mis hermanos y hermanas y yo disfrutamos las palabras de Dios y cumplimos con nuestros deberes juntos en la iglesia, y nos sentimos enriquecidos y pacíficos en nuestro espíritu y disfrutamos de la alegría genuina. Aunque no puedo hacer grandes cosas, estoy dispuesta a hacer todo lo que pueda para llevar ante Dios a más personas que viven en la aflicción de Satanás y permitirles alcanzar la salvación de Dios. ¡Toda la gloria sea para Dios!

Amigos, ¿tienen una experiencia tan triste, pero han encontrado la verdadera felicidad?

(Traducido del original en inglés al español por Nyron Perez)

Fuente:  Evangelio de la Fuente de la Vida

 


¿Cómo salvar mi matrimonio despues de una infidelidad?

2019-09-23 01:19:16 | Reflexiones Cristianas

Era el mes de noviembre y hacía mucho frío. Al atardecer todas las otras personas en la calle se apresuraban hacia sus hogares; solo Xiaoyu, débilmente pedaleaba su bicicleta hacia la casa, sus piernas sintiéndose como plomo. En el pasado generalmente ella se montaba en su bicicleta a casa lo más aprisa posible. Sin embargo, hoy, no quería ir a casa. Era debido a un incidente inesperado el otro día que le envolvió su corazón como en una niebla.

Esa mañana, Xiaoyu estaba arreglando la ropa de su esposo cuando su marido iba al baño. Inesperadamente, su esposo se dio cuenta y dijo violentamente: “¿Porque estás recogiendo mi ropa? No toques mi billetera”. Xiaoyu arreglaba su ropa a menudo de la misma manera, pero nunca había visto una reacción tan fuerte de él. ¿Qué le pasaba? Viendo el comportamiento extraño de su esposo, Xiaoyu se sintió confusa y le dijo insensatamente: “¿Qué? ¿Por qué no puedo tocar tu billetera? ¿Has hecho algo vergonzoso?” Nerviosamente él dijo: “¿Cómo qué? Estás hablando tonterías”. La mirada nerviosa y culpable de su esposo le sorprendió a Xiaoyu, y no pudo aguantarse para abrir su billetera. Como era de esperar, consiguió un pedazo de papel con un número de teléfono desconocido y detrás del mismo, estaba escrito la palabra “esposa”. Ella lo miró fijamente y luego comenzó a cuestionar a su esposo de inmediato: “¿Quién es la ‘esposa?’ ¿Estás teniendo una aventura?” Su esposo rápidamente le quitó la mirada, sin atreverse a mirar a Xiaoyu. Él vaciló y no pudo decir nada por bastante tiempo. Xiaoyu sabía que su esposo era impulsivo y no se comportaría así si no hubiese hecho nada malo. Su disimulación fue más que prueba de lo que Xiaoyu había dicho.

Durante un momento, Xiaoyu se llenó de ira de una forma que no podía hablar. Sintió enseguida que su esposo se había convertido en un extraño para ella. Estaba muy triste y desconcertada y pensó: “A lo largo de estos años me he sacrificado mucho por esta familia, aun así, mi esposo simplemente no parece distinguir el bien del mal y está teniendo una aventura”. Su corazón se llenó de desconcierto, casi ocasionando que tuviera un colapso emocional. Ya que ella nunca toleraba la más mínima ofensa, ella pensó: “Puesto que ha tenido una aventura con otra mujer, entonces ya no podemos vivir juntos más. No hay ninguna otra manera, pero divorciarme…” Sin embargo, solo con pensar que su familia una vez feliz pudiese separarse, Xiaoyu se volvió muy reacia. Las lágrimas no dejaban de correr por su mejilla y el dolor desgarrador le llegaba a cada nervio de su ser. La afligida Xiaoyu solo podía clamarle a Dios en su corazón.

Durante la noche, Xiaoyu caminaba sola en el camino. El viento frío rugía, soplando a través de su abrigo. Se sentía helada y no podía dejar de temblar. Bajo la tenue luz de las farolas, Xiaoyu vio casas con luces resplandecientes de ambos lados en el camino, que se veían tan cálidas. No pudo sino pensar en su propio hogar que también fue una vez tan cálido como estas. Pero ahora su familia se separaría. Se sintió bastante desdichada y escenas del pasado aparecieron ante sus ojos…

Xiaoyu y su esposo habían trabajado una vez en una fábrica. En esa época él era un hombre de pocas palabras, les hablaba poco a las chicas y se esmeraba mucho dentro de la fábrica. Cuando acosaban a algunos compañeros, él siempre les hablaba. Xiaoyu sentía que él era correcto y bondadoso. Aunque mucha gente le presentaba parejas quienes estaban en mejores condiciones que él a Xiaoyu, ella se negaba a todo porque ella estaba atraída a su honestidad. Así que Xiaoyu eligió casarse con él, aunque fuese muy pobre, a pesar de las oposiciones de su familia.

Luego, Xiaoyu sacó todos sus ahorros para comenzar un negocio. Un año después, su hijo mayor nació y su esposo estaba mucho más ocupado, tanto dentro como fuera del hogar. Después del nacimiento de su hijo menor, Xiaoyu se puso mal de la salud por un tiempo, así que su esposo ayudaba a cuidar a sus hijos mientras manejaba el negocio, sin ninguna queja. Posteriormente, cuando su negocio sufrió pérdidas varias veces seguidamente, Xiaoyu logró reunir fondos y se esforzó mucho para restablecer su negocio con su esposo. Se habían apoyado mutuamente siempre hasta el día de hoy. Adicionalmente, sus dos hijos estaban a punto de graduarse de la universidad y parecía como si toda la familia estaba viviendo una mejor vida gradualmente. No eran ricos, pero Xiaoyu sin embargo se sentía muy feliz. Pero ella nunca pensó que su esposo quien había luchado con ella en las buenas y en las malas durante veinticinco años, la fuera en realidad a traicionar.

Al pensar en esto, los ojos de Xiaoyu se nublaron por las lágrimas. No lo podía comprender. Su esposo antes tenía consideración hacia ella y ni siquiera bromeaba nunca con otras mujeres. Los vecinos hasta lo elogiaban por ser un esposo modelo. ¿Cómo pudo un hombre así, tener una aventura? Mientras más pensaba al respecto, más se afligía. Ahora que el precio que había pagado durante tantos años se lo estaban devolviendo con la infidelidad matrimonial, se llenó de odio hacia él. Pensó: “Ya que me tratas así, también te haré sufrir diciéndole a tu familia y a nuestros hijos sobre tu aventura. Haré que nuestros hijos te odien y te alejare de esta familia y nunca más te veré”. Pero entonces se recordó que ella era creyente de Dios y por ende no debía hacer eso. Dentro de su miseria, Xiaoyu seguía clamando a Dios: “!Oh Dios! Mi esposo tiene una aventura. Lo odio, pero también tengo el corazón roto. No sé cómo lidiar con este asunto. ¡Dios!”

Sin darse cuenta, Xiaoyu ya había llegado a la puerta de su hogar. Apenas había abierto la puerta cuando su esposo se paró y humildemente le dijo: “La comida está fría. La he calentado dos veces. Cometela pronto”. Xiaoyu no le respondió, pero camino derecho a la mesa y se sentó furiosamente. Su esposo le sirvió la comida rápidamente y luego se sentó a su lado, temblando y en silencio. El aire parecía estar congelado y estaba terriblemente silencioso en la habitación. Todo lo que se podía escuchar era el suspiro de su esposo, quien se mantenía cabizbajo. Llena de ira y odio, Xiaoyu se sentó frente de la computadora dándole la espalda a él. Y luego, se volteó y dijo fríamente: “¿Realmente has pensado en esto? Si lo has hecho, divorciémonos”. En ese momento su esposo suspiro largamente detrás de ella. Dijo en voz baja: “No quiero divorciarme y nunca pensé en hacerlo. No estés tan enojada. Yo sé que te hice daño, pero ahora sé que es mi culpa. Nuestros hijos aún necesitan dinero para terminar sus estudios, así que tengo que continuar trabajando para ganar dinero. Se graduarán dentro de medio año y tan pronto terminen sus estudios, me iré para que no te moleste mi presencia. Estos pocos días no he estado tranquilo en lo absoluto. Es como si estuviese viviendo en un trance. Hasta cuando voy a trabajar, me siento desenfocado y cometo errores a menudo. “Se ahogó en sollozos y después de hablar se fue a su dormitorio.

Las palabras de su esposo, conmovió a Xiaoyu hasta la médula. ¿Cuándo veía que su esposo suspiraba constantemente y se veía trastornado, como no podía ella sentirse miserable? Debido a la traición de su esposo, se habían convertido en extraños, cada uno viviendo atormentados. Y su familia también había perdido el calor y armonía de antes. Adolorida e impotente, Xiaoyu recordó lo que estas palabras decían: “Esto se debe a que Satanás está justo a tu lado, con los ojos fijos en ti constantemente. Le encanta cuando el desastre te golpea, cuando las calamidades caen sobre ti, cuando nada va bien para ti y cuando estás atrapado en su red”. Estas palabras fueron una señal de alerta para Xiaoyu y pensó: Satanás está a nuestro lado en cualquier momento, vigilando todo en nuestras vidas. Mientras estemos débiles y angustiados, tomara la oportunidad para interrumpirlos y hacernos daño e intentara hacernos vivir en la oscuridad y desviarnos del camino de Dios. Tanto mi esposo como yo estábamos sufriendo gran tormento y ¿no será porque nos estábamos hundiendo en la trampa de Satanás y cayendo por sus trampas? Entonces, Xiaoyu se tranquilizó y le oró a Dios silenciosamente: “Oh Dios! Gracias por protegerme. No estoy dispuesta a ser usada por Satanás y continuar viviendo atormentada. Por favor ayúdame a entender Tu voluntad y ayúdame a salir de la miseria”.

Xiaoyu abrió el libro y leyó el párrafo que decía: “Una tras otra, todas estas corrientes conllevan una mala influencia que degenera continuamente al hombre, que baja su moral y su calidad de integridad más y más, hasta el punto de que se puede incluso afirmar que la mayoría de las personas no tienen ahora integridad ni humanidad, ni conciencia, y mucho menos razón. ¿Cuáles son, pues, esas corrientes? No las puedes ver a simple vista. Cuando sopla el viento de una tendencia, tal vez sólo un pequeño número de personas se convertirán en iniciadoras de esta. Empiezan a hacer este tipo de cosas, aceptando este tipo de idea o este tipo de perspectiva. La mayoría de las personas, sin embargo, en medio de su inconsciencia seguirán estando continuamente infectadas, asimiladas y atraídas por esta clase de corriente, hasta que la aceptan sin darse cuenta y de forma involuntaria, y todos estén sumergidos en ella y sean controlados por ella. Y es que el hombre que no esté en plenas facultades físicas y mentales, que no sabe nunca cuál es la verdad, que no puede discernir la diferencia entre las cosas positivas y las negativas, estas clases de tendencias, una tras otra, lo hacen aceptar con facilidad dichas tendencias, el criterio y las filosofías de vida, así como los valores que proceden de Satanás. Aceptan lo que este les dice sobre cómo plantearse la vida y la forma de vivir que Satanás les ‘concede’. No tienen la fuerza ni la capacidad, y mucho menos la consciencia de resistirse”.

De estas palabras del párrafo, Xiaoyu se dio cuenta de esto: En esta época cuando las tendencias del mal prevalecen, sin un entendimiento de la verdad o la perspicacia sobre las cosas negativas seguiremos y alabaremos ciegamente todo tipo de malas ideas y filosofías creadas por Satanás, tales como: “Aprovecha el momento, pues la vida es breve”, “Es mejor haber amado y perdido, que nunca haber amado en lo absoluto”, “Ten una esposa y una querida también”, y muchas más calumnias. Influenciados por esas ideas malvadas, las personas comienzan a promover la perversidad, colocan la responsabilidad de sus familias detrás de sus pensamientos y llegan a considerar que teniendo aventuras y consiguiendo amantes son cosas positivas. Ellos lo ven como una placa de honor en lugar de ser causa de vergüenza. Y hasta creen que aquel que no tiene una amante es algo incompetente. Ella pensó: “¿No se ha convertido mi esposo en esto? El era un hombre honesto, pero ahora ignora nuestros veinticinco años de cariño matrimonial y tiene una aventura. ¿No será que mi esposo ha sido influenciado por las tendencias del mal? Aunque tales cosas le satisfacían su lujuria monetaria, él está atormentado espiritualmente. Lo escucho soltando suspiros profundos y aparenta estar viviendo en un trance todos los días. ¿No es esto el resultado de la desgracia de Satanás?” Xiaoyu logró entender que las personas quienes no vienen ante Dios y buscan la verdad, no puede evitar sino vivir bajo el dominio de Satanás y ser engañado y afligido por ello. Xiaoyu entonces reflexionó en su propio comportamiento. Quiso vengarse de su esposo por tener una aventura. Si no hubiese sido por la orientación oportuna de las palabras de Dios, habría hecho un espectáculo y hasta lo hubiese dado a conocer a toda su familia. Al final, sus hijos hubiesen perdido una vida familiar por completo y ella no hubiese podido apartarse de su odio, el cual pudo haberla llevado a una situación donde ninguno de ellos hubiese vivido en paz. Todo lo que hace Satanás es causarle miseria a la gente y hacer que la gente se haga daño y se atormenten unos a los otros; así es como Satanás daña a la humanidad. Con este pensamiento, Xiaoyu se sintió un poquito aliviada. Estaba muy agradecida a Dios por Sus palabras que la habían orientado a obtener conocimiento de la causa fundamental del por qué su esposo tenía una aventura y reconocer los planes de Satanás. Ella ya no estaba dispuesta a ser engañada constantemente por Satanás y ahora estaba dispuesta a comportarse de acuerdo con las palabras de Dios.

Seguidamente, Xiaoyu continuó buscando las palabras de un párrafo y leyó: “La expresión de perdonar a las personas setenta veces siete aclara realmente este punto. El propósito logrado por el número en esta expresión es permitir a las personas entender la intención del Señor Jesús en el momento en que dijo esto: se debía perdonar a los demás, y no una vez, dos o siete veces, sino setenta veces siete. ¿Qué tipo de idea es ‘setenta veces siete’? Es conseguir que las personas conviertan el perdón en su propia responsabilidad, algo que deben aprender, y un camino que deben observar. Aunque esto sólo era una expresión, servía como idea fundamental. Ayudaba a las personas a apreciar profundamente lo que Él quería decir y a encontrar las formas propias de practicar, así como los principios y los estándares en dicha práctica. Esta expresión ayudaba a las personas a entender claramente, y les daba un concepto preciso, para que aprendieran el perdón; perdonar sin condiciones ni limitaciones, pero con una actitud de tolerancia y comprensión hacia los demás”.

Después de haber leído estas palabras, Xiaoyu comprendió sobre la tolerancia y paciencia de Dios hacia el hombre y Su esencia de belleza y bondad. Al decir “perdona a las personas setenta veces por siete” no se trata de ninguna cantidad específica. En otras palabras, perdonar es nuestra responsabilidad y, hasta más es lo que Dios requiere de nosotros. Enfrentado con su esposo teniendo una aventura, aunque él quería arrepentirse, ella era intransigente porque no podía tolerar ni hasta la más mínima ofensa o permitir que su matrimonio se manchara de ninguna manera.

Ella vio que no tenía amor, ni perdón o entendimiento para con su esposo. Las palabras de Dios le indicaron el camino a seguir: La actitud que Dios toma para tratar a las personas es la verdadera que ella debería poner en práctica. Después de pensarlo detenidamente, ella decidió que su esposo no es un hombre inconsciente. Lo que hizo fue solo un momento de confusión. Ha aceptado su error y está dispuesto a arrepentirse. La tolerancia debe enseñarse y se le debe dar otra oportunidad. Al pensar en esto, Xiaoyu sintió alivio en su corazón.

La luz plateada de la luna, brillo suavemente a través de la ventana y penetró dentro de su silencioso hogar, en la cual cada rincón parecía recobrar su ambiente cálido. Xiaoyu se presentó ante Dios y oró: “¡Oh Dios! Estoy de acuerdo con comportarme de acuerdo con Tus palabras y aprender a perdonar a mi esposo. ¡Dios! Por favor concédeme el valor. Estoy dispuesta a deshacerme del odio en mi corazón para comunicarme con mi esposo. Oriéntame”. Después de orar, Xiaoyu entró en el dormitorio por propia iniciativa y le dijo a su esposo: “Como sabes que estuvo mal hacerlo, nunca más hagas cosas así de nuevo. Tú sabes cuáles consecuencias traerán a nuestra familia y el gran daño que les traerá a nuestros hijos. Y perderemos la armonía y la entereza de nuestra familia. Hoy, si no hubiese sido por la orientación de las palabras de Dios, no te perdonaría. Si dejas de hacer tales cosas, yo puedo apartar el pasado”. Debajo de la colcha, su esposo susurro: “Yo sé que hice mal. Te prometo que nunca más cometeré un error así. ¡Confía en mí!” De ese momento en adelante su esposo siempre tomo la iniciativa para hacer las tareas domésticas y nunca más contacto a esa mujer otra vez. La calma volvió a sus vidas. Al pasar del tiempo, Xiaoyu ya no odiaba a su esposo y le perdonó su infidelidad. Su vida en familia volvió a la normalidad.

Xiaoyu suspiró de alegría y pensó: “Cuántas familias se han roto como resultado de la orientación malvada; cuántos niños han perdido el cuidado de sus padres. Esa crisis en mi familia me enseñó que, sin la orientación de las palabras de Dios, mi temperamento hubiese ocasionado que le hubiese hecho un espectáculo a mi esposo, finalmente causando que nuestra familia se dividiera”. Ese día, fue la orientación de las palabras de Dios que me permitieron ver a través de la esencia malvada de Satanás y evitar caer en sus trampas. También fueron las palabras de Dios que le concedieron a ella una forma de ejercitar, permitiéndole dejar a un lado el odio por su esposo, aprender a perdonar y lidiar con lo que se había enfrentado basado en las palabras de Dios. Esto le permitió a ella llevar una vida más calmada. Sin la orientación de las palabras de Dios, su familia se hubiera destrozado, como un vaso roto y no hubiese sido posible que toda su familia viviese en paz. Xiaoyu entendió de corazón que Dios fue quien mantuvo su familia junta.

 Fuente:  Evangelio de la Fuente de la Vida


La historia de mi matrimonio feliz

2019-09-22 01:57:38 | Reflexiones Cristianas

Antes de crear nuestra propia familia, cada uno de nosotros soñamos con un matrimonio feliz en el cual, marido y mujer se respetan y se adoran. Este sueño es hermoso aunque la realidad sea decepcionante. Mi historia es un ejemplo de esto. Hubo un tiempo en el que mi matrimonio no era tan armonioso como yo hubiese querido. Mi esposo y yo solíamos pelearnos por banalidades que implican los labores del hogar o incluso nuestros modos de vida. Nuestro amor se vio afectado por la trivialidad de nuestra vida, tal como dice la canción: “difícil es enamorarse pero más difícil es llevarse bien”.

Antes de casarnos, confiaba en que mi esposo y yo nos llevaríamos bien porque nos amábamos y porque nos entendíamos, pero los problemas comenzaron después de casarnos. Discutíamos cuando no concordábamos en la forma de hacer algo. Había ocasiones en las que, por ejemplo, mi esposo me reprochaba la forma en la que yo hacía los quehaceres de la casa. Al inicio, permanecía en silencio, aunque mi corazón no estaba de acuerdo, pero hubo un momento en el que su constante criticismo me hizo refutar: “Y bien, si estoy mal, entonces ¿qué es lo que está bien? ¡Si piensas que lo que hago está mal, entonces hazlo tú!”. Aunque estas palabras detenían la discusión, siempre eran seguidas de un silencio incómodo. Sabía que le dolía, pero no podía poner mi autoestima de lado para hablarle. Como resultado, la disputa terminó en varios días de guerra fría. En ocasiones, él me desesperaba. Por ejemplo, me disgustaba la ropa que se ponía, pues sentía que no le importaba su higiene personal y que no podía parecer bien frente a los demás. Cuando le llené la cabeza de piedritas, él me echaba la culpa “eres una maniática de la limpieza, eres demasiado selecta”. En cualquier caso, siempre había mucha tensión entre nosotros.

No sabía qué hacer con mi matrimonio, entonces le pedí consejo a mis amigos y familiares que han estado casados durante años. Algunos me aconsejaron de ser más tolerante, ya que “El transigir hace que un conflicto sea mucho más fácil de resolver”; otros me decían de darme mi lugar ya que todos humillaban al débil y aclamaban al fuerte. Seguí sus consejos, pero en vano. Cuando intenté de retener mis ganas por discutir con él, sentí mi corazón desesperarse y enojarse, como si hubiera perdido algo, ya que al pelearnos, nuestra relación se fortalecía. Después de varias fallas, supe que nadie podría ayudarme a resolver mis conflictos familiares. No pude dejar de pensar en la razón por la cual no podíamos llevarnos bien y en el quién podría ayudarme a resolver mis problemas.

Entonces mi amiga me predicó el evangelio de Dios y tuve la fortuna de convertirme en cristiana. Al leer la palabra de Dios, comencé a entender el por qué la gente no podía llevarse armoniosamente. Las palabras de Dios dicen: “Como el hombre ha aceptado la naturaleza malvada, arrogante y maliciosa de Satanás, inevitablemente en sus relaciones interpersonales hay frecuentes conflictos, discusiones e incompatibilidades, creados como consecuencia de la naturaleza arrogante de Satanás”. Estas palabras me hicieron darme cuenta que mi esposo y yo nos peleábamos todo el tiempo porque ambos teníamos una naturaleza arrogante. Al estar dominados por nuestra arrogancia, llevábamos a cabo algunas reglas de Satanás; por ejemplo, humillar al débil y aclamar al fuerte; ojo por ojo, diente por diente y así sucesivamente. Influenciados por estas reglas, nuestra humanidad se volvió anormal. Como las ganas de casarse eventualmente se apagan, nuestras naturaleza maliciosa gradualmente se exponen, así como nuestro carácter arrogante lo cual genera la insatisfacción con varios aspectos de nuestras vidas, incluyendo incluso la forma en la que actúan los demás. Siempre pensamos que nuestras propias opiniones son correctas y queremos hacer que los otros hagan nuestra voluntad. Como nadie obedece a nadie, tenemos más conflictos, llevando así a una vida más depresiva e incómoda. Eso se puede ver sin cambiar nuestra naturaleza satánica, pues nosotros los humanos vivimos bajo el dolor de forma constante e incluso marido y mujer, quienes se adoraban entre si, sienten ganas de despedazarse, fallando así, en vivir armoniosamente por siempre.

Afortunadamente, hoy Dios hace la obra de salvación para limpiarnos y cambiar nuestros caracteres satánicos, de los cuales la principal es el carácter arrogante. Al encontrar la causa de mis conflictos familiares, y saber que mi carácter arrogante puede resolver de acuerdo con las palabras de Dios, decidí buscar un cambio a mi arrogancia, pero sabía que no me podía transformar sola y que necesitaría la ayuda de Dios, pues Dios dijo: “Si las personas han de entender la verdad y han de ver la verdad con claridad, y si, además, han de entrar en la verdad y ponerla en práctica, deben realmente entrenar, realmente buscar y realmente tener hambre y sed. Cuando tienes hambre y sed y cuando realmente cooperas con Dios, el Espíritu de Dios con toda seguridad te tocará y obrará en ti, lo que te dará más esclarecimiento, y te dará más conocimiento de la realidad que te será de mucha ayuda para tu vida”. Por las palabras de Dios, supe que para resolver mis problemas de arrogancia, tenìa que desear a Dios, hablar más con Él y siempre hacer Su voluntad pues solamente de esta forma, podía obtener la gracia del Espíritu Santo, ya que Dios me ayudaría y que no sería difícil que cambiara mi vida.

Al entender la voluntad y las demandas de Dios, traté de practicar la verdad y traicionarme. Cuando había disputas entre mi esposo y yo, le rezaba a Dios de que me ayudara para que no me dejara llevar por mi arrogancia y que me permitiera de ver las cosas más claramente. Si él tenía la razón, trataba de pedir perdón y hacer lo que me dijera, pero si él estaba mal, no lo sermoneaba, pero me calmaba y trataba de decirle las cosas para que las entendiera. Eventualmente, dejamos de pelearnos y nuestra casa se llenó de risas y de felicidad. Antes, cuando le pedía algo, me ignoraba, aunque se lo repitiera muchas veces pero después, dejé de pedirle cosas y traté de hacer lo que podía dentro y fuera de la casa y entonces él empezó a ofrecerse a ayudar en las labores del hogar. Después, ya no solamente me ayudaba, sino que incluso me pedía mi opinión. Entonces nuestra relación se hizo más armoniosa y todo se volvió más simple entre nosotros. No pude evitar decirle: ¡Esto es increíble! La verdad puede cambiarlo todo, mientras podamos apoyarnos en Dios, en Sus palabras para que nuestra humanidad y nuestra racionalidad se vuelvan normales, así como nuestras relaciones interpersonales. Solo la verdad puede resolver todos nuestros problemas y nuestras dificultades, cambiar nuestro carácter corrupto que no podemos cambiar en nosotros mismos para que llevemos una nueva vida a lado de Dios y que esta sea más relajada y armoniosa.

(Traducido del original en inglés al español por Andrea Rosalia Ibanez)

 Fuente:  Evangelio de la Fuente de la Vida