Dios Todopoderoso es mi salvador

Que el amor y la misericordia de DIOS estén siempre contigo

Obra de Cristo de los Últimos Días en China

2020-06-01 00:03:30 | Palabra de Dios
China es la tierra donde reside el gran dragón rojo y es el lugar que se ha resistido y ha condenado a Dios más severamente a lo largo de la historia. China es como una fortaleza de demonios y una prisión impenetrable e impermeable controlada por el diablo. Además, el régimen del gran dragón rojo vigila todos los niveles y ha instalado defensas en cada casa. Como resultado, no hay lugar donde sea más difícil difundir el evangelio de Dios y llevar a cabo la obra de Dios. Cuando el Partido Comunista Chino llegó al poder en 1949, la creencia religiosa en China continental fue totalmente suprimida y prohibida. Millones de cristianos sufrieron humillación pública, tortura y encarcelamiento. Todas las iglesias fueron completamente cerradas y vaciadas. Hasta las reuniones en las casas fueron prohibidas. Si sorprendían a alguien participando en una reunión, era encarcelado e incluso podía ser decapitado. En esos tiempos, las actividades religiosas desaparecieron casi sin dejar rastro. Solamente un pequeño número de cristianos continuó creyendo en Dios, pero sólo podían orar silenciosamente a Dios y cantarle himnos de alabanza en sus corazones, suplicando a Dios que reviviera la iglesia. Finalmente, en 1981, la iglesia fue verdaderamente revivida y el Espíritu Santo comenzó a obrar a gran escala en China. Las iglesias surgieron como brotes de bambú después de una lluvia de primavera y cada vez más personas comenzaron a creer en Dios. En 1983, cuando el renacimiento de la iglesia alcanzó su clímax, el Partido Comunista Chino comenzó una nueva ronda de cruel represión. Millones de personas fueron arrestadas, detenidas y educadas por medio del trabajo. El régimen del gran dragón rojo sólo permitía a los creyentes en Dios unirse a la iglesia del Movimiento Patriótico de Tres Autonomías creado y controlado por el gobierno. El gobierno del PCCh estableció el Movimiento Patriótico de Tres Autonomías en un intento por eliminar completamente la iglesia doméstica clandestina y tener a aquellos creyentes en el Señor bajo el firme control del gobierno. Creía que ésta era la única manera de lograr su objetivo de prohibir la fe y convertir a China en una tierra sin Dios. Pero el Espíritu Santo continuó realizando Su obra a gran escala en la iglesia doméstica y en aquellas personas que en verdad creían en Dios, lo cual el gobierno del PCCh no tenía manera de detener. En ese entonces, en la iglesia doméstica donde obraba el Espíritu Santo, Cristo de los últimos días aparecía en secreto para obrar; empezó a expresar la verdad y a realizar Su obra de juicio, comenzando con la casa de Dios.
A principios de febrero de 1991, alguien en la iglesia pareció recibir la iluminación del Espíritu Santo y comenzó a sermonear, dando testimonio del nombre de Dios y de la venida de Dios. Estas palabras fueron enviadas a las iglesias y después de leerlas, todas las personas se emocionaron y alegraron mucho, y creyeron que ésas eran con seguridad el esclarecimiento y las palabras del Espíritu Santo. A partir de entonces, Cristo comenzó a hablar. A veces Cristo pronunciaba un pasaje al día, a veces uno cada dos días, y Sus declaraciones se hicieron cada vez más frecuentes. Todas las personas las compartían y se sentían muy emocionadas, las reuniones estaban llenas de gozo y todo el mundo estaba impregnado de felicidad. A medida que Cristo expresaba más y más palabras, todas las personas prestaban atención para disfrutar las palabras de Dios y sus corazones fueron completamente atrapados por ellas. Y así, durante las reuniones, comenzaron formalmente a disfrutar las palabras presentes del Espíritu Santo. En ese tiempo, la gente todavía tenía que darse cuenta de que Dios se había encarnado y de que ésta era la aparición de Cristo. La gente sólo consideraba la expresión de Cristo como la iluminación del Espíritu Santo recibida por una persona común, ya que, en la expresión de Cristo, Él no había dado testimonio formal de la encarnación de Dios. Nadie comprendía lo que era la encarnación y las personas sólo sabían que estas palabras se debían a la iluminación del Espíritu Santo. Por eso es que todavía trataban a Cristo como una persona común. Sólo cuando las declaraciones de Cristo alcanzaron su máxima expresión, fue cuando Dios comenzó a testificar sobre la encarnación de Dios, explicando las diferencias entre el descenso del Espíritu Santo hacia la humanidad y la obra del Espíritu Santo en la humanidad, revelando el misterio de la materialización del Espíritu en la carne. Sólo entonces fue cuando las personas supieron que esta persona común que vivía entre ellas y que expresaba las palabras para pastorear y proveer a las iglesias, era Dios encarnado, Cristo, y que era Dios que había aparecido. Al darse cuenta de esto, todos detestaron cuán ciegos, necios e ignorantes habían sido y se postraron ante Cristo, llorando y arrepintiéndose; sus corazones estaban destrozados por el profundo dolor y sus gritos se oían en todas partes. En aquel entonces, los corazones de la gente estaban llenos de indescriptibles sentimientos encontrados de aflicción y alegría. Cuando contemplaron a Cristo, sólo supieron postrarse sobre la tierra; si no lo hacían, se sentían incómodos dentro de sus corazones. Cuando se postraban ante Cristo sentían gozo, sentían que verdaderamente habían regresado ante Dios y que pertenecían a Dios. Después de que Cristo apareció, Él expresó cada vez más palabras, entrando gradualmente en el camino correcto de la obra de Dios y abriendo paso al juicio, comenzando con la casa de Dios. Las palabras de Dios conquistaron completamente a la gente. A través de la revelación de Cristo del significado del nombre de Dios, nació el nombre de Dios Todopoderoso. Así que la gente oraba directamente al nombre de Dios Todopoderoso y, durante las reuniones, disfrutaba las palabras de Dios Todopoderoso. Esto se debe a que estas palabras (es decir, todas las palabras en ‘La palabra aparece en carne’) son la obra presente de Dios, son las palabras de Dios en la nueva era y la necesidad presente de la gente. Puesto que se trataba de la nueva obra y las nuevas palabras de Dios, naturalmente la Biblia quedó desactualizada y, naturalmente, nadie hacía caso a los diversos dichos y teorías de la Era de la Gracia. Todos fueron conquistados por las palabras presentes de Dios, como si hubieran visto el cielo abriéndose. Esto se debe a que Dios reveló todo tipo de misterios, los ojos de las personas se abrieron y vieron que la mayoría de los dichos a los que se habían adherido durante la Era de la Gracia eran nociones llenas de desviaciones y cosas erróneas. Gracias a la aparición de Dios, la gente entró en el camino correcto de creer en Dios. Sólo después de que las personas fueron conquistadas por las palabras de Dios, fue cuando encontraron que esta persona común y normal que expresaba las palabras de Dios era Cristo y la carne encarnada de Dios.
Cristo nació en el seno de una familia común al norte de China. Desde Su infancia, había creído en Dios con todo Su corazón. Paulatinamente creció como lo hace cualquier persona común. En 1989, justo cuando el Espíritu Santo estaba obrando a gran escala en la iglesia doméstica, Cristo abandonó Sus estudios y entró formalmente en la iglesia doméstica. En ese entonces, Cristo tenía un ferviente corazón, anhelaba servir a Dios y desempeñar Su deber. Dos años más tarde, Cristo comenzó a expresar palabras, escribiéndolas en Su corazón y dándolas a las iglesias. Luego, a medida que Cristo expresaba cada vez más verdades, la gente se sentía atraída por las palabras de Cristo y ansiaba leer lo que Él había expresado. Particularmente, Sus palabras que revelaban y juzgaban la sustancia de la naturaleza y el carácter satánico de la humanidad corrupta, atravesaban el corazón de la gente como una espada de doble filo. Sólo entonces las personas fueron completamente conquistadas por las palabras de Dios y se arrodillaron ante Dios; sólo entonces Cristo fue aceptado, conocido y exaltado por el pueblo, y se convirtió en el Dios práctico, venerado, amado y estimado por la humanidad. Cristo posee tanto una humanidad normal como una plena divinidad. Él puede expresar la verdad en cualquier momento y en cualquier lugar, y revelar la sustancia de la corrupción de la humanidad. Sus palabras y opiniones están llenas de verdad y sabiduría, al igual que el Señor Jesús. Lo que Cristo habla y posee no se aprende en los libros, sino que proviene completamente de la sustancia divina que Él posee. Cristo es el unigénito de Dios. En Su vida, las personas ven Su humanidad completamente normal. De Su obra y Su paciencia con la humanidad, la gente puede ver Su sustancia divina y Su carácter que no tolera la ofensa del hombre. Aunque, al igual que el Señor Jesús, Cristo posee las debilidades de la humanidad, Él también tiene la sustancia de la obediencia al Espíritu de Dios. Él está lleno de verdad y sabiduría, e inspira una convicción absoluta en las personas, tanto en sus corazones como en sus palabras. ¡Cristo es la verdad, el camino y la vida, en nombre y en realidad! Dios se ha encarnado como una persona insignificante, trabajando secreta y humildemente entre la gente, conquistando a la humanidad y derrotando a los enemigos mediante la expresión de la verdad. Desde hace mucho tiempo Él ha vencido por completo, ha sido testificado y ha sido proclamado. Ésta es la omnipotencia, la sabiduría y la gloria de Dios. Como resultado de la aparición y obra de Cristo, nació la Iglesia de Dios Todopoderoso. Luego los hermanos y hermanas en la Iglesia de Dios Todopoderoso comenzaron a dar testimonio de la obra de Dios y comenzaron la obra de difundir el evangelio del reino de Cristo. Ésta es una breve introducción a los antecedentes de la encarnación de Dios y de Su venida secreta para realizar Su obra. En pocas palabras, el Cristo encarnado ha llegado a la tierra donde reside el gran dragón rojo y ha expresado las palabras de juicio y castigo, conquistando y salvando al pueblo elegido de Dios en China. Es decir, el Dios encarnado lucha contra Satanás en la guarida del gran dragón rojo y lo ha dado todo para despertar a la humanidad y hacer que la humanidad oiga y reconozca la voz de Dios para que regrese ante Dios y sea salvada por Dios. Esto es algo extraordinariamente raro y de un significado increíblemente profundo. En esta encarnación Dios obra para salvar al hombre, lo que significa que Dios ha llegado a ordenar el destino de la humanidad y a poner fin a esta era. Dios ha venido a China continental, la tierra habitada por el gran dragón rojo, y ha llegado secretamente para obrar, conquistando y salvando a la humanidad profundamente corrupta, perfeccionando y convirtiendo a un grupo de personas en vencedores. Esto ha dado lugar al juicio del gran trono blanco en los últimos días y ha abierto el camino para la aparición pública de Dios a cada nación y lugar del mundo durante el siguiente paso.
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¿Son Dios Todopoderoso y el Señor Jesús un solo Dios?

2020-05-28 22:21:49 | Palabra de Dios
Cuando la humanidad fue corrompida por Satanás, Dios comenzó Su plan de gestión para la salvación de la humanidad. Dios ha llevado a cabo tres etapas de Su obra para la salvación de la humanidad. Durante la Era de la Ley, Jehová Dios promulgó las leyes y guio la vida de la humanidad, haciendo saber a las personas que debían adorar a Dios y haciéndoles saber lo que es el pecado. Pero con la llegada de las etapas finales de la Era de la Ley, la corrupción de la humanidad se hizo más profunda que nunca y las personas con frecuencia violaban las leyes y pecaban contra Jehová. Ellas se enfrentaron al riesgo de ser condenadas y ejecutadas por sus violaciones. Por lo tanto, en respuesta a las necesidades de la humanidad, durante la Era de la Gracia Dios asumió forma humana y se convirtió en el Señor Jesús. Fue clavado en la cruz por el bien de la humanidad y redimió al hombre del pecado, permitiendo a las personas presentarse ante Dios y orar a Dios, confesarse y arrepentirse, ser perdonadas por sus pecados y vivir bajo las riquezas de la gracia y las bendiciones de Dios. Pero como la naturaleza pecaminosa de las personas aún estaba por resolverse y éstas pecaban y se oponían a Dios con frecuencia, en la Era del Reino Dios se hizo carne una vez más y usó el nombre de Dios Todopoderoso para expresar todas las verdades para la salvación y purificación de la humanidad con base en la obra de redención del Señor Jesús, suprimiendo la naturaleza pecaminosa de la humanidad, haciendo que la humanidad cesara su desobediencia y su oposición a Dios, permitiendo que las personas realmente obedecieran y adoraran a Dios y, finalmente, guiando a la humanidad a un hermoso destino. A pesar de que las obras que Dios ha llevado a cabo en la Era de la Ley, la Era de la Gracia y la Era del Reino han sido diferentes y de que los nombres que Él ha adoptado y el carácter que ha mostrado en cada una han sido distintos, la esencia y los objetivos de Su obra son los mismos; todos son para salvar a la humanidad y toda la obra es realizada por Dios mismo. Como Dios Todopoderoso dijo: “Desde la obra de Jehová a la de Jesús, y desde la de Jesús a la de la era actual, las tres eras cubren la totalidad de la amplitud de la gestión de Dios, y todas ellas son la obra de un mismo Espíritu. Desde que creó el mundo, Dios siempre ha estado gestionado a la humanidad. Él es el principio y el fin, el primero y el último, y aquel que inicia una era y quien lleva la era a su fin. Las tres etapas de la obra, en diferentes eras y distintos lugares, han sido llevadas a cabo con seguridad por un solo Espíritu. Todos los que separan estas tres fases se oponen a Dios” (‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Durante miles de años, pocas personas han sabido en verdad que el Señor Jesucristo es Dios mismo, que Él es la aparición de Dios y que el Señor Jesús es la encarnación de Jehová. De hecho, la Biblia había profetizado esto claramente desde hace mucho tiempo. En el Libro de Isaías se dijo que “Pero quiso el Señor quebrantarle, sometiéndole a padecimiento. Cuando El se entregue a sí mismo como ofrenda de expiación” (Isaías 53:10). En este pasaje de la Biblia se puede ver que el hecho de que el Señor Jesús haya servido como ofrenda por el pecado significa que Jehová se ofreció a sí mismo como ofrenda por el pecado y que el Señor Jesús era Jehová. El Señor Jesús también dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9). “el Padre está en mí y yo en el Padre” (Juan 10:38). “Yo y el Padre somos uno” (Juan 10:30). Cuando el Señor Jesús dijo que “Yo y el Padre somos uno”, Él estaba diciendo que Él y Jehová son un solo Espíritu. Las palabras declaradas por el Señor Jesús y las declaradas por Jehová son las mismas; ambas son la verdad, son las declaraciones de un solo Espíritu y su fuente es la misma; es decir, el Señor Jesús y Jehová son un solo Dios. Del mismo modo, la fuente de las palabras expresadas por Dios Todopoderoso de los últimos días y por el Señor Jesús es la misma, son las declaraciones del Espíritu Santo, son la verdad y son la voz de Dios. Todas las personas que creen en el Señor saben que un mayor número de profecías en la Biblia hacen referencia al regreso del Señor y a la obra de juicio de Dios de los últimos días. Como dijo el Señor Jesús: “Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros” (Juan 14:3). “He aquí, yo vengo pronto” (Apocalipsis 22:12). “Y entonces verán al Hijo del Hombre que viene en una nube con poder y gran gloria” (Lucas 21:27). “He aquí, vengo como ladrón” (Apocalipsis 16:15). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). En la Primera Epístola de Pedro también se dijo que: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Se dijo muy claramente en estas escrituras que el Señor Jesús regresaría durante los últimos días y que expresaría palabras y realizaría la obra de juicio. Cuando Dios Todopoderoso llega durante los últimos días, Él lleva a cabo la obra de juicio, comenzando por la casa de Dios, con base en la obra de redención del Señor Jesús, y expresa todas las verdades para la purificación y salvación de la humanidad. Aunque la obra de Dios Todopoderoso y la del Señor Jesús son diferentes, su fuente es la misma: ¡el único Dios! Esto cumple completamente la profecía del Señor Jesús: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). El Dios Todopoderoso encarnado de los últimos días es la personificación del Espíritu de la verdad; Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman
 
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La Difusión del Evangelio del Reino de Dios Todopoderoso en China

2020-05-27 15:34:39 | Palabra de Dios
 
En 1995, la obra de dar testimonio del evangelio del reino de Dios Todopoderoso comenzó formalmente en China continental. Por medio de nuestra gratitud a Dios y con un amor que era verdadero, dimos testimonio de la aparición y de la obra de Dios Todopoderoso a los hermanos y hermanas en varias denominaciones. Poco esperábamos tener que someternos a la resistencia extrema y a la calumnia de sus líderes. Sólo podíamos venir ante Dios Todopoderoso para orar fervientemente, suplicando a Dios que obrara en persona. A partir de 1997 vimos la obra del Espíritu Santo en gran escala. Hubo un rápido aumento en la cantidad de miembros de las iglesias en varios lugares. Al mismo tiempo, ocurrieron muchas señales y maravillas y muchas personas en varias denominaciones regresaron a Dios Todopoderoso como resultado de recibir las revelaciones de Dios o de ver estas señales y maravillas. Si el Espíritu Santo no hubiera obrado, ¿qué podría hacer la gente? Esto nos hizo darnos cuenta de que, aunque entendíamos algunas verdades, no podíamos dar testimonio de Dios Todopoderoso solamente a través de nuestra fuerza humana. Después de que estas personas de diversas denominaciones aceptaron a Dios Todopoderoso, poco a poco se sintieron seguras de Dios Todopoderoso en sus corazones por medio de comer, beber y disfrutar de la palabra de Dios Todopoderoso y, después de un período de tiempo, se produjo en ellas una fe y obediencia genuinas. De esta manera, personas de todas las denominaciones fueron levantadas ante el trono y ya no esperaban “encontrar al Señor en el cielo” como lo habían imaginado.
Desde que el evangelio del reino comenzó a extenderse, hemos sido acosados y cruelmente perseguidos por el gobierno chino. Y lo que es aún más trágico, también hemos sido vilipendiados, incriminados, condenados y rechazados por la Iglesia Católica y por todas las denominaciones cristianas. Esto nos ha afligido enormemente e incluso ha estancado la obra del evangelio durante un tiempo. Frente a esa situación, nos encontramos sin saber qué hacer; era como si estuviéramos acosados por todos lados. Al mismo tiempo, fuimos doblemente reprochados: hemos disfrutado de tanta salvación de Dios y hemos comprendido tantas verdades, pero no podemos difundir el evangelio. Verdaderamente no merecemos ser testigos de Dios, hemos fallado a la hora de vivir a la altura de Su encargo. En este estado de ánimo, todos sentíamos que habíamos fracasado en nuestro deber, no sabíamos qué rumbo tomar y no sabíamos cómo rendirle cuentas a Dios, y mucho menos sabíamos cómo enfrentar las exhortaciones y la encomienda de Dios. Desconcertados, aun sentíamos que el corazón de Dios nos llamaba y que llamaba a cada oveja que Él deseaba ganar. De este modo, todos nos acercamos a Dios sintiéndonos endeudados, culpables y sedientos para orar a Dios y volcar ante Él nuestros corazones: “¡Dios! Danos fuerzas y concédenos sabiduría para que podamos encontrar todas Tus ovejas. Que Tu voluntad se cumpla en nosotros y que Tu evangelio del reino sea difundido. Que Tu Palabra lleve a más personas a Tu casa. En tanto podamos difundir Tu evangelio, estamos dispuestos a someternos a un mayor sufrimiento, aunque tengamos que sacrificar nuestras vidas. Sólo oramos para que nos des más fuerzas. Estamos dispuestos a cooperar con Tu guía paso a paso. Oh Dios, porque nuestra estatura es pequeña y porque somos débiles, no podemos completar Tu encomienda sin inconvenientes. Te pedimos que ates esos poderes hostiles que interfieren con la difusión de Tu evangelio, que maldigas la progenie del diablo que no te pertenece, que elimines todos los obstáculos que entorpecen la difusión de Tu evangelio y que abras una vía de salida para nosotros”. Creímos que nuestras oraciones llegaron a oídos de Dios porque nuestra petición había sido hecha según la voluntad de Dios y para cumplir con la voluntad de Dios. Al poco tiempo, Dios en verdad llevó a cabo una gran obra que nos trajo una emoción y un gozo que nunca antes habíamos sentido. Dios nos otorgó sabiduría y nos dio fe y fuerza para que la obra del evangelio se extendiera rápidamente y alcanzara su clímax. Cada uno de nosotros supo y, más que eso, creyó que ésta era una buena nueva que Dios nos trajo y que también era el ánimo y la recompensa que Dios nos daba. El sufrimiento que habíamos padecido fue recompensado. En el fondo de nuestros corazones abrazamos una apreciación aún mayor del verdadero significado de las palabras: “Sólo Dios Mismo puede hacer Su propia obra”. Dios no nos puso las cosas difíciles ni mucho menos nos hizo sentir avergonzados. Simplemente nos dio algunas pequeñas pruebas al comienzo. Felices, nos sentimos agradecidos desde el fondo de nuestros corazones por la guía, la ayuda, el cuidado y la protección de Dios. Al mismo tiempo, también vimos la grandeza de las obras de Dios y la honorabilidad de Su carácter y, más aún, vimos la justicia de Dios y Su intolerancia con respecto a las ofensas de la gente, ya que al mismo tiempo que salvaba a la humanidad, Dios también castigó a muchos enemigos que se resistieron a Él. Entre los líderes de todas las denominaciones en las 24 provincias y ciudades municipales de la China continental, hay casos típicos de personas que son castigadas por resistirse, condenar a Dios Todopoderoso y blasfemar contra Él frenéticamente. El número es significativamente mayor que el de las personas que fueron castigadas por resistirse a la obra de Dios durante la Era de la Ley. Se puede ver que, durante los últimos días, la humanidad ha sufrido una corrupción extrema y se ha vuelto aún más vehemente en su resistencia a Dios. Así que muchas personas han sido castigadas y eliminadas, lo cual ha cumplido completamente la profecía en la Biblia que dice: “Muchos son llamados, pero pocos son escogidos”. Si el Espíritu Santo no hubiese hecho esta gran obra, la humanidad sería incapaz de llevar a cabo la obra de difundir el evangelio del reino. De principio a fin, la obra de Dios y la obra de difundir el evangelio del reino han soportado una frenética resistencia y una cruel persecución del gobernante Partido Comunista Chino, el gran dragón rojo. Al menos más de cien mil personas de la Iglesia de Dios Todopoderoso han sido detenidas y encarceladas, y han padecido toda clase de estragos y torturas. Demasiadas personas son buscadas y perseguidas por el Partido Comunista Chino y, al no poder regresar a su hogar, sólo pueden moverse de acá para allá entregándose a Dios. Demasiadas personas son espiadas y no pueden cumplir con su deber. Muchas están controladas por el Partido Comunista Chino y no pueden salir de sus hogares… Al resistirse y destruir la obra de Dios, el régimen del gran dragón rojo ha usado todo tipo de medios despreciables y ha gastado grandes cantidades de recursos humanos y financieros. A pesar de agotar sus artimañas maliciosas e insidiosas, no puede detener el avance de la obra de Dios. Dios maniobra todas las cosas disponibles en pro del cumplimiento de Su voluntad. El gran dragón rojo está completamente bajo la orquestación de Dios, y es mandado por Dios de tal manera que termine completamente confundido y se encuentre sin salida. Demasiadas veces el gran dragón rojo ha estado a punto de llevar a cabo arrestos a nivel nacional, pero su plan ha sido interrumpido por el arreglo de Dios; muchas veces el gran dragón rojo ha querido extender su mano para acabar con la Iglesia de Dios Todopoderoso, pero no ha tenido éxito; demasiadas veces el gran dragón rojo ha intentado llevar a cabo mayores acciones para acabar con la obra de Dios, pero ha caído bajo la soberanía y las maniobras de Dios. En esas ocasiones, el gran dragón rojo estaba desesperado y lleno de ira, pero no tenía estrategias para llevar a cabo, así que tuvo que admitir que tenía mala suerte; ¡El cielo no ayuda! ¡Es verdad que el Cielo destruye al Partido Comunista Chino! Gracias a la difusión del evangelio del reino hemos contemplado la omnipotencia de Dios: no importa cuán feroces sean los poderes de Satanás y cómo unen esfuerzos para resistirse a la obra de Dios, no les sirve de nada. En sólo diez años aproximadamente, el evangelio del reino se ha extendido por toda China continental. La palabra de Dios y el nombre de Dios se han extendido a través de cientos de millones de hogares y millones de personas han venido bajo el nombre de Dios Todopoderoso. Entre las diversas denominaciones en China continental, la mayoría de las personas que persiguen la verdad y que verdaderamente buscan a Dios han regresado ante Dios Todopoderoso. Millones de personas disfrutan de la palabra de Dios Todopoderoso, recibiendo así la obra y la salvación de Dios, alabando las maravillosas obras de Dios. Dios ha hecho un grupo de vencedores en China y ha ganado un grupo de personas que están totalmente de acuerdo con Él. Esto ha abierto el camino para la aparición pública de Dios. La obra de Dios finalmente ha terminado en gloria. Dios ha comenzado a castigar al gran dragón rojo, después de lo cual Él aparecerá públicamente ante cada nación y lugar del mundo.
En 1992, Dios Todopoderoso —Cristo de los últimos días— comenzó formalmente a pronunciar Su voz y a hablar en la identidad inherente de Dios. Él ha expresado millones de palabras y ha conquistado y salvado exhaustivamente al pueblo elegido de Dios en China. Seguidamente hubo una rápida expansión como testimonio de la obra de Dios de los últimos días en China continental y la obra del Espíritu Santo acompañó al pueblo elegido de Dios. Un gran número de personas de diversas denominaciones fueron conquistadas por la palabra de Dios, y dieron el crédito de ello enteramente a la palabra de Dios y estuvieron completamente convencidas. Las ovejas de Dios finalmente oyeron Su voz y regresaron ante Él. Durante este período, el Espíritu Santo llevó a cabo numerosas señales y maravillas, y guio al pueblo elegido de Dios de varias denominaciones en su regreso a la casa de Dios Todopoderoso. A medida que el pueblo elegido de Dios regresaba día tras día, todas las denominaciones se derrumbaron y dejaron de existir; fue como si el mundo religioso en pleno hubiese sido borrado.
Durante la difusión del evangelio del reino, todo tipo de demonios y anticristos que se resistieron a Dios recibieron el justo castigo de Dios Todopoderoso. De esta manera, la gente vio las consecuencias de ir en contra de Dios. El gran dragón rojo intentó estrangular la obra de Dios y acabar con ella, pero finalmente todo terminó en fracaso. Todos los poderes malignos que se resistieron a Dios fueron avergonzados por completo y fracasaron. El gran dragón rojo finalmente terminó su servicio y comenzó a recibir el castigo de Dios. Dios Todopoderoso dijo una vez: “¿Realmente odiáis al gran dragón rojo? ¿Verdaderamente, sinceramente, lo odiáis? ¿Por qué os he preguntado eso tantas veces? ¿Por qué sigo haciéndoos esta pregunta una y otra vez? ¿Qué imagen hay en vuestro corazón del gran dragón rojo? ¿Realmente la habéis quitado? ¿Verdaderamente no lo consideráis vuestro padre? Todas las personas deberían percibir Mi intención en Mis preguntas. No es para provocar la ira de las personas, ni para incitar la rebeldía entre los hombres, ni para que el hombre pueda encontrar su propio camino de salida, sino que es para permitirles a todas las personas que se liberen de la esclavitud del gran dragón rojo. Pero nadie debe preocuparse. Mis palabras cumplirán todo; ningún hombre puede participar y ningún hombre puede hacer la obra que Yo llevaré a cabo. Voy a limpiar el aire de todas las tierras y a erradicar de la tierra todo rastro de los demonios. Ya he comenzado y voy a empezar el primer paso de Mi obra de castigo en la morada del gran dragón rojo. Así, se puede ver que Mi castigo ha caído en todo el universo, y que el gran dragón rojo y toda clase de espíritus inmundos no tendrán poder para escapar de Mi castigo, porque Yo contemplo todas las tierras. Cuando Mi obra en la tierra se termine, es decir, cuando la época del juicio llegue a su fin, formalmente castigaré al gran dragón rojo. Mi pueblo verá Mi justo castigo hacia el gran dragón rojo, derramará sus alabanzas por Mi justicia y para siempre exaltará Mi santo nombre por Mi justicia. De ahí que llevaréis a cabo formalmente vuestro deber y formalmente me alabaréis por todas las tierras, ¡por los siglos de los siglos!
Cuando la era del juicio alcance su máximo nivel, no me apresuraré para concluir Mi obra sino que integraré a ella la evidencia de la era del castigo y permitiré que todo Mi pueblo vea esta evidencia; esto dará mayor fruto. Esta evidencia es el medio por el cual castigo al gran dragón rojo y haré que Mi pueblo lo vea con sus propios ojos para que conozca más de Mi carácter. El momento en el que Mi pueblo me gozará será cuando el gran dragón rojo sea castigado. Hacer que el pueblo del gran dragón rojo se levante y se rebele contra él es Mi plan y el método por el cual perfecciono a Mi pueblo y es una gran oportunidad para que todo Mi pueblo crezca en vida” (‘Capítulo 28’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”).
La difusión del evangelio del reino ha alcanzado un nivel sin precedentes. Millones de personas han venido bajo el nombre de Dios Todopoderoso. El nombre de Dios Todopoderoso se ha extendido por toda China continental y en todas las provincias y regiones han aparecido iglesias de Dios Todopoderoso. Todos aquellos que han aceptado la obra de Dios Todopoderoso están disfrutando del pastoreo de la palabra de Dios y experimentando la obra de salvación de Dios. Así como Dios Todopoderoso dijo: “Estoy llevando a cabo Mi obra por todo el universo y en el oriente se producen choques interminables como de truenos que sacuden a todas las naciones y denominaciones. Es Mi voz la que ha guiado a todos los hombres al presente. Haré que todos los hombres sean conquistados por Mi voz, que caigan en esta corriente y se sometan ante Mí, porque desde hace mucho tiempo he recuperado Mi gloria de toda la tierra y la he emitido nuevamente en el oriente. ¿Quién no anhela ver Mi gloria? ¿Quién no espera ansiosamente Mi regreso? ¿Quién no tiene sed de Mi reaparición? ¿Quién no suspira por Mi hermosura? ¿Quién no vendría a la luz? ¿Quién no contemplaría la riqueza de Canaán? ¿Quién no anhela el regreso del Redentor? ¿Quién no adora al Gran Todopoderoso? Mi voz se extenderá por toda la tierra; quiero, frente a Mi pueblo elegido, decirles más palabras. Como los poderosos truenos que sacuden las montañas y los ríos, digo Mis palabras a todo el universo y a la humanidad. Por tanto, las palabras en Mi boca se han convertido en el tesoro del hombre y todos los hombres aprecian Mis palabras. El relámpago destella desde el oriente hasta el occidente. Mis palabras son tales que el hombre se resiste a renunciar a ellas y, al mismo tiempo, las encuentra insondables, pero se regocija aún más en ellas. Al igual que un recién nacido, todos los hombres se alegran y regocijan, celebrando Mi llegada. Por medio de Mi voz, traeré a todos los hombres delante de Mí. A partir de entonces, entraré formalmente a la raza de los hombres para que ellos vengan a adorarme. Con la gloria que irradio y las palabras en Mi boca, haré que todos los hombres se presenten ante Mí y vean que el relámpago destella desde el oriente, y que Yo también he descendido al ‘Monte de los Olivos’ del oriente. Verán que llevo ya mucho tiempo en la tierra, ya no como el Hijo de los judíos, sino como el Relámpago del oriente. Porque he resucitado hace mucho tiempo, me he alejado del seno de la humanidad y reaparecido luego con gloria entre los hombres. Soy Aquel que fue adorado en eras innumerables antes de ahora y también soy el infante abandonado por los israelitas en eras innumerables antes de ahora. ¡Además, soy el todo glorioso Dios Todopoderoso de la era actual! Que todos se presenten ante Mi trono y vean Mi semblante glorioso, oigan Mi voz y contemplen Mis obras. Esta es la totalidad de Mi voluntad; es el fin y el clímax de Mi plan, así como el propósito de Mi gestión. ¡Que cada nación me adore, que cada lengua me reconozca, que todos los hombres depositen su fe en Mí y que todas las personas se sometan a Mí!” (‘Los siete truenos retumban: profetizan que el evangelio del reino se extenderá por todo el universo’ en “La Palabra manifestada en carne”).
La obra de Dios en China continental finalmente ha culminado en gloria. Dios está a punto de aparecer públicamente ante cada nación y lugar. Aquellos en cada nación y lugar que han anhelado la aparición de Dios nunca soñaron que el Dios cuya aparición pública anhelaban ya había llegado secretamente a China y que ya ha llevado a cabo una etapa de Su obra de conquista y salvación. Hay muchas personas que todavía condenan la obra de Dios en China y que todavía blasfeman contra la obra del Espíritu Santo allí. Sólo cuando Dios aparezca públicamente serán despertados como de un sueño y se llenarán de remordimiento: “Nunca soñé que el Dios Todopoderoso al que me he resistido sea el mismo Señor Jesús que ha regresado”. Pero para entonces sólo podrán llorar y crujir sus dientes. Esto ha cumplido por completo las palabras del Apocalipsis de la Biblia: “He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él” (Apocalipsis 1:7). El juicio del gran trono blanco finalmente ha comenzado.
Dios Todopoderoso dijo: “En el reino, las innumerables cosas de la creación comienzan a revivir y a obtener de nuevo su fuerza vital. Debido a los cambios en el estado de la tierra, los límites entre una tierra y otra también empiezan a moverse. Antiguamente, Yo había profetizado: cuando la tierra se divida de la tierra, y la tierra se una a la tierra, este será el tiempo en que Yo haré pedazos a las naciones reduciéndolas a escombros. En ese momento, renovaré toda la creación y la repartición de todo el universo, poniéndolo así en orden, transformando su viejo estado en uno nuevo. Este es Mi plan. Estas son Mis obras. Cuando las naciones y los pueblos del mundo regresen todos delante de Mi trono, tomaré de inmediato toda la abundancia del cielo y la concederé al mundo humano, de manera que, gracias a Mí, rebosará de una abundancia sin igual. No obstante, mientras el viejo mundo continúe existiendo, lanzaré Mi furia sobre sus naciones, promulgando abiertamente Mis decretos administrativos por todo el universo, y enviaré castigo a quien los viole:
Cuando vuelvo Mi rostro al universo para hablar, toda la humanidad oye Mi voz, y ve inmediatamente todas las obras que en todo el universo Yo he forjado. Los que van en contra de Mi voluntad, es decir, los que se oponen a Mí con los hechos del hombre, caerán bajo Mi castigo. Yo tomaré las numerosísimas estrellas de los cielos y las haré de nuevo; gracias a Mí el sol y la luna serán renovados, los cielos ya no serán más como eran; las innumerables cosas sobre la tierra serán renovadas. Todos serán completados por medio de Mis palabras. Las muchas naciones del universo serán divididas de nuevo y sustituidas por la mía, de forma que las naciones sobre la tierra desaparecerán para siempre y serán una sola que me adore; todas las naciones de la tierra serán destruidas, y dejarán de existir. De los seres humanos del universo, todos los pertenecientes al diablo serán exterminados; Mi fuego ardiente abatirá a todos los que adoran a Satanás, es decir que, excepto los que están ahora dentro de la corriente, el resto quedará reducido a cenizas. Cuando Yo castigue a los muchos pueblos, los del mundo religioso regresarán en grados diferentes a Mi reino, conquistados por Mis obras, porque habrán visto la llegada del Santo cabalgando sobre una nube blanca. Toda la humanidad seguirá a su propia especie, y recibirá castigos que variarán según lo que hayan hecho. Aquellos que se han opuesto a Mí perecerán; en cuanto a aquellos cuyos actos en la tierra no me han involucrado, seguirán existiendo en la tierra bajo el gobierno de Mis hijos y de Mi pueblo debido a la forma como se han comportado. Yo me revelaré a las innumerables personas y naciones, resonando con Mi propia voz sobre la tierra para proclamar la terminación de Mi gran obra, para que toda la humanidad la vea con sus propios ojos” (‘Capítulo 26’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”).
 
"El amor de Dios se extiende como el agua de una fuente, y se te da a ti y a mí y a él ya todos los que verdaderamente buscan la verdad y esperan la aparición de Dios" (La Palabra manifestada en carne). ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? No importa qué dificultades o confusión tenga usted en su fe o vida, no dude en ponerse en contacto con nosotros.
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Las verdades relacionadas con la obra de juicio de Dios en los últimos días

2020-05-24 23:58:02 | Palabra de Dios
 La obra de juicio de Dios en los últimos días es el juicio del gran trono blanco, como se profetizó en el Libro del Apocalipsis
Versículos bíblicos como referencia:
“Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17).
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:11-15).
Las palabras relevantes de Dios:
El “juicio” en las palabras anteriormente habladas —el juicio comenzará por la casa de Dios— se refiere al juicio que Dios pasa hoy sobre aquellos que vienen ante Su trono en los últimos días. Tal vez hay quienes creen en imaginaciones sobrenaturales como la de que, cuando hayan llegado los últimos días, Dios erigirá una gran mesa en los cielos sobre la cual se extenderá un mantel blanco y, luego, sentado en un gran trono con todos los hombres de rodillas sobre el suelo, Él revelará los pecados de cada hombre y así determinará si van a ascender al cielo o a ser enviados al lago de fuego y azufre. No importa cuáles sean las imaginaciones del hombre, la esencia de la obra de Dios no puede ser alterada. Las imaginaciones del hombre no son sino los constructos de los pensamientos del hombre y provienen del cerebro del hombre, resumidas y juntadas a partir de lo que el hombre ha visto y oído. Digo, por lo tanto, que por más brillantes que sean las imágenes concebidas, estas siguen siendo nada más que un esbozo y no pueden sustituir el plan de la obra de Dios. A fin de cuentas, el hombre ha sido corrompido por Satanás, así que, ¿cómo puede comprender los pensamientos de Dios? El hombre concibe que la obra de juicio de parte de Dios es particularmente fantástica. Cree que puesto que es Dios mismo quien hace la obra de juicio, entonces que esta debe ser de la más colosal escala e incomprensible para los mortales, y que debe resonar a través de los cielos y sacudir la tierra; de lo contrario, ¿cómo podría ser la obra de juicio de Dios? Cree que como esta es la obra de juicio, entonces Dios debe ser particularmente imponente y majestuoso a medida que obra, y los que están siendo juzgados deben gritar con lágrimas y suplicar de rodillas por misericordia. Tal escena debe ser un gran espectáculo y profundamente enardecedora… Todos imaginan que la obra de juicio de Dios debe ser preternaturalmente maravillosa. ¿Sabes, sin embargo, que Dios comenzó la obra de juicio entre los hombres desde hace mucho tiempo y todavía estabas acurrucado en el nido acogedor? ¿Que el momento en el que piensas que la obra de juicio de Dios está comenzando oficialmente, ya es el momento en el que Dios haga de nuevo el cielo y la tierra? En ese momento, tal vez sólo habrás acabado de entender el significado de la vida, pero la implacable obra de castigo de Dios te llevará, todavía profundamente dormido, al infierno. Sólo entonces te darás cuenta repentinamente de que la obra de juicio de Dios ya habrá concluido.
Extracto de ‘Cristo hace la obra de juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”
En los últimos días Cristo usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para exponer la esencia del hombre y para analizar minuciosamente sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tal como: el deber del hombre, cómo el hombre debe obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como también la sabiduría y el carácter de Dios, y así sucesivamente. Todas estas palabras son dirigidas a la esencia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que exponen cómo el hombre desdeña a Dios con relación a cómo el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al emprender Su obra de juicio, Dios no deja simplemente en claro la naturaleza del hombre con sólo unas pocas palabras; la expone, la trata y la poda a largo plazo. Estos métodos de exposición, de trato y poda, no pueden ser sustituidos con palabras ordinarias, sino con la verdad que el hombre no posee en absoluto. Sólo los métodos de este tipo se consideran juicio; sólo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido de la sumisión a Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios. Lo que la obra de juicio propicia es el entendimiento del hombre sobre el verdadero rostro de Dios y la verdad sobre su propia rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre obtener mucho entendimiento de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que le son incomprensibles. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir su fealdad. Estos efectos son todos propiciados por la obra de juicio, porque la esencia de esta obra es, en realidad, la obra de abrir la verdad, el camino y la vida de Dios a todos aquellos que tengan fe en Él. Esta obra es la obra de juicio realizada por Dios.
Extracto de ‘Cristo hace la obra de juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”
Dios guarda silencio y nunca se nos ha aparecido, sin embargo, Su obra nunca se ha detenido. Ve todas las tierras y manda a todas las cosas y contempla todas las palabras y obras del hombre. Su gestión es conducida por pasos, y de acuerdo a Su plan. Este avanza en silencio, sin un efecto dramático, pero Sus pisadas avanzan cada vez más cerca de la humanidad, y Su tribunal se despliega en el universo a la velocidad de la luz, inmediatamente seguido por el descenso de Su trono entre nosotros. ¡Qué escena tan majestuosa es esta; qué cuadro tan imponente y solemne! Como una paloma, como un león rugiente, el Espíritu llega entre todos nosotros. Es sabio, es justo y majestuoso; Él llega entre nosotros en silencio, dueño de la autoridad y lleno de amor y compasión. Nadie está consciente de Su llegada, nadie acoge Su llegada y, más aún, nadie sabe todo lo que va a hacer. La vida del hombre sigue sin cambios; su corazón no es diferente y los días transcurren como siempre. Dios vive entre nosotros como una persona ordinaria, como un seguidor tremendamente insignificante y un creyente ordinario. Él tiene Sus propias búsquedas, Sus propias metas y, además, tiene una divinidad que ningún hombre ordinario posee. Nadie se ha dado cuenta de la existencia de Su divinidad, ni nadie ha percibido la diferencia entre Su esencia y la del hombre.
Extracto de ‘Contemplando la aparición de Dios en Su juicio y Su castigo’ en “La Palabra manifestada en carne”
Algunos creen que Dios puede en algún momento venir a la tierra y aparecerse al hombre, tras lo cual juzgar personalmente a toda la humanidad, probándola uno por uno sin omitir a nadie. Los que piensan de esta manera no conocen esta etapa de la obra de encarnación. Dios no juzga al hombre uno por uno y no prueba al hombre uno por uno; hacerlo así no sería la obra de juicio. ¿No es la corrupción de toda la humanidad la misma? ¿No es la esencia del hombre la misma? Lo que se juzga es la esencia corrupta de la humanidad, la esencia del hombre que Satanás corrompió y todos los pecados del hombre. Dios no juzga los errores frívolos e insignificantes del hombre. La obra de juicio es representativa y no se lleva a cabo especialmente para una cierta persona, más bien, es la obra en la que un grupo de personas es juzgado con el fin de representar el juicio de toda la humanidad. Al llevar a cabo personalmente Su obra en un grupo de personas, Dios en la carne usa Su obra para representar la obra de toda la humanidad, después de lo cual se extiende gradualmente. La obra de juicio también es así. Dios no juzga a una cierta clase de persona o a un cierto grupo de personas, sino que juzga la injusticia de toda la humanidad, la oposición del hombre a Dios, por ejemplo, o la irreverencia del hombre contra Él o la interferencia a la obra de Dios, etc. Lo que se juzga es la esencia de la humanidad en su oposición a Dios y esta obra es la obra de conquista de los últimos días. La obra y la palabra del Dios encarnado de las que el hombre es testigo, son la obra de juicio ante el gran trono blanco durante los últimos días, que el hombre concibió durante el tiempo pasado. La obra que actualmente está haciendo el Dios encarnado es exactamente el juicio ante el gran trono blanco. El Dios encarnado de hoy es el Dios que juzga a toda la humanidad durante los últimos días. Esta carne y Su obra, palabras y carácter completo son la totalidad de Él. Aunque la esfera de Su obra es limitada, y no involucra de manera directa todo el universo, la sustancia de la obra de juicio es el juicio directo de toda la humanidad; no es sólo para el pueblo escogido de China ni para un reducido número de personas. Durante la obra de Dios en la carne, aunque la esfera de esta obra no involucra todo el universo, representa la obra de todo el universo y después de que Él concluya la obra dentro de la esfera de la obra de Su carne, de inmediato expandirá esta obra a todo el universo, de la misma manera que el evangelio de Jesús se esparció a todo el universo después de Su resurrección y ascensión. Independientemente de si es la obra del Espíritu o la obra de la carne, es la obra que se lleva a cabo dentro de una esfera limitada pero que representa la obra de todo el universo. Durante los últimos días, Dios aparece para hacer Su obra usando Su identidad encarnada y Dios en la carne es el Dios que juzga al hombre ante el gran trono blanco. Independientemente de si Él es el Espíritu o la carne, el que hace la obra de juicio es el Dios que juzga a la humanidad durante los últimos días. Esto se define basándose en Su obra y no se define de acuerdo a Su apariencia externa u otros diversos factores.
Extracto de ‘La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado’ en “La Palabra manifestada en carne”
La obra de conquista presente es una obra cuyo propósito es hacer obvio cuál será el final del hombre. ¿Por qué digo que el castigo y el juicio de hoy son el juicio delante del gran trono blanco del día final? ¿No ves esto? ¿Por qué es la obra de conquista la última etapa? ¿No lo es precisamente para hacer manifiesto cómo terminará cada clase de hombre? ¿No lo es para permitir a todos, en el transcurso de la obra conquistadora de castigo y juicio, mostrar su verdadera naturaleza y ser clasificados después según su tipo? En lugar de decir que esto es conquistar a la humanidad, podría ser mejor decir que es mostrar cómo acabará cada clase de hombre. Esto es, juzgar sus pecados y mostrar después los diversos tipos de hombre, decidiendo de esta forma si son malvados o justos. Después de la obra conquistadora llega la de recompensar el bien y castigar el mal. Las personas que obedecen completamente, las totalmente conquistadas, serán colocadas en el siguiente paso de la difusión de la obra a todo el universo; los no conquistados serán puestos en las tinieblas y encontrarán calamidad. Así, el hombre se clasificará según su tipo, los hacedores de maldad agrupados con el mal, para nunca más ver la luz del sol, y los justos agrupados con el bien, para recibir luz y vivir eternamente en la luz.
Extracto de ‘La verdad interna de la obra de conquista (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”
Los que obedecen la verdad y se someten a la obra de Dios vendrán bajo el nombre del segundo Dios encarnado, el Todopoderoso. Serán capaces de aceptar la dirección personal de Dios, y adquirirán más verdad y más elevada, y recibirán la vida humana real. Contemplarán la visión que las personas del pasado nunca han visto: “Y me volví para ver de quién era la voz que hablaba conmigo. Y al volverme, vi siete candelabros de oro; y en medio de los candelabros, vi a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la blanca lana, como la nieve; sus ojos eran como llama de fuego; sus pies semejantes al bronce bruñido cuando se le ha hecho refulgir en el horno, y su voz como el ruido de muchas aguas. En su mano derecha tenía siete estrellas, y de su boca salía una aguda espada de dos filos; su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza” (Apocalipsis 1:12-16). Esta visión es la expresión de todo el carácter de Dios, y tal expresión del mismo lo es también de la obra de Dios cuando se hace carne esta vez. En los torrentes de castigos y juicios, el Hijo del hombre expresa Su carácter inherente hablando palabras, permitiendo que todos aquellos que acepten Su castigo y juicio vean el verdadero rostro del Hijo del hombre, un rostro que es un fiel retrato del rostro del Hijo del hombre visto por Juan. (Por supuesto, todo esto será invisible para aquellos que no acepten la obra de Dios en la Era del Reino). El verdadero rostro de Dios no puede articularse plenamente usando las palabras del hombre, y por tanto Dios usa la expresión de Su carácter inherente para mostrar Su verdadero rostro al hombre. Es decir, todos los que han experimentado el carácter inherente del Hijo del hombre han visto Su verdadero rostro, porque Dios es demasiado grande y no puede articularse usando las palabras del hombre. Una vez que este haya experimentado cada paso de la obra de Dios en la Era del Reino, sabrá el verdadero sentido de las palabras de Juan cuando hablaba del Hijo del hombre entre los candeleros: “Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la blanca lana, como la nieve; sus ojos eran como llama de fuego; sus pies semejantes al bronce bruñido cuando se le ha hecho refulgir en el horno, y su voz como el ruido de muchas aguas. En su mano derecha tenía siete estrellas, y de su boca salía una aguda espada de dos filos; su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza”.
Extracto de ‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
 
La venida del Señor es real. Él ya ha llegado en secreto antes del desastre y expresado palabras para llevar a cabo la obra de juicio que comienza por la casa de Dios. Dichas palabras están publicadas en Internet para que investiguen todos los que buscan la verdad. ¿Desea conocer la obra de Dios en los últimos días? Haga clic en Messenger para unirse a nosotros y discutir con nosotros en línea.
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¿De dónde viene el Relámpago Oriental?

2020-05-24 05:37:20 | Palabra de Dios
La mayoría de los seguidores del Señor Jesucristo oyen hablar del Relámpago Oriental a sus pastores, ancianos o predicadores, pero en realidad nadie sabe de dónde vino el Relámpago Oriental. En lo referente al origen del Relámpago Oriental cada cual tiene su propia opinión: unos creen que no es más que una nueva denominación dentro del cristianismo, otros denuncian que es una “herejía” o una “secta satánica”. La gente tiene estas ideas absurdas porque no conoce la obra de Dios.
La obra de Dios siempre avanza. El hombre no conoce el principio de que la obra de Dios es siempre nueva y nunca vieja ni que el propósito de la obra de Dios es salvar al hombre y, además, este tiene un carácter satánico arrogante y testarudo. Por eso, siempre que Dios comienza una nueva obra sufre la blasfemia, la persecución y las acusaciones del mundo religioso, que se empeña en aferrarse al viejo camino. Aquellos que aceptan la nueva obra de Dios y difunden el camino verdadero reciben toda clase de acusaciones sin fundamento e insultos. El Nuevo Testamento de la Biblia recoge esta verdad: para salvar al hombre del riesgo de ser castigado por no ser capaz de cumplir la ley, Dios se encarnó y comenzó la obra de redención en la Era de la Gracia. En aquel momento en que el Señor Jesús llevaba a cabo Su obra en Judea y hacía muchos milagros, como sanar a los enfermos y expulsar a los demonios, Él otorgó a la gente abundantes gracias y expresó muchas verdades, lo que bastó para demostrar que Él era verdadera y plenamente Dios mismo, el Mesías que se había profetizado. Pero los sumos sacerdotes y escribas judíos, así como los fariseos, no creían que Él fuera su ansiado Mesías y, por el contrario, lo calumniaron y juzgaron, además de condenar la obra del Señor Jesús como “herejía” y “secta”. Fue en Nazaret donde se crio y comenzó Su obra el Señor Jesús y por eso Él y todos Sus seguidores recibieron el apodo de “secta de los nazarenos” y se acusó al apóstol Pablo de ser uno de los cabecillas (ver Hechos 24:5). ¿Qué nos indica esto? Los hermanos y hermanas que creen en el Señor saben que en Judea llevó a cabo Su obra de plena conformidad con el plan de gestión de Dios mismo, a fin de iniciar la Era de la Gracia y comenzar la nueva obra de redimir al hombre. Fuera judío o gentil, zelote o saduceo, cualquiera que de verdad tuviera sed del camino verdadero y lo buscara podía recibir la absolución por seguir al Señor Jesús, el único Dios verdadero. Dios nunca tuvo necesidad de fundar, ni jamás lo hizo, ninguna denominación, organización o secta, y menos esa “secta de los nazarenos”. Por lo tanto, la herejía, es decir, esa “secta de los nazarenos”, es en realidad un rumor inventado para atacar e incriminar al Señor Jesús y condenar Su obra; un rumor ideado por los sumos sacerdotes, los escribas y los fariseos “que servían” a Jehová Dios en el templo. Al final, engañado y controlado por estas “personas que servían a Dios”, el pueblo judío capturó al Señor Jesús y lo clavó en una cruz, lo que ofendió el carácter de Dios e hizo que Él castigara a Israel a aproximadamente 2000 años de destrucción.
Del mismo modo, y a fin de que el hombre rompa el círculo de cometer pecados sólo para confesarlos y luego seguir pecando otra vez, a fin de que se deshaga completamente del carácter corrupto de Satanás, a fin de que se desprenda de su naturaleza pecaminosa y alcance la santidad y a fin de que logre verdaderamente la salvación de Dios, en los últimos días Dios se ha vuelto a encarnar y ha expresado la verdad para juzgar y castigar a la humanidad corrupta. Con Su nueva obra purifica a fondo y salva al hombre. Mediante el juicio, el castigo, las pruebas y el refinamiento de las palabras de Dios, los hermanos y hermanas que aceptan el evangelio de Dios de los últimos días y siguen Su nueva obra ven claramente que el Dios Todopoderoso que otorga estas verdades en los últimos días es el regreso del Señor Jesús y desde el fondo del corazón se regocijan y alaban, sintiendo hondamente la asombrosa grandeza de ser elevados y de Su salvación. Así pues, para devolver el amor de Dios y para que aún más personas puedan seguir la huella de Dios y regresar a Su casa, ellos salen a contar la buena nueva a todos aquellos que han estado esperando con ansia el regreso del Señor Jesús. Les dicen que el Señor Jesús ya se ha encarnado una vez más y que ha regresado al mundo en China, en Oriente, con lo que concluye la Era de la Gracia y da lugar a la Era del Reino. Él ha comenzado una obra nueva y más elevada de juicio y purificación del hombre. Les dicen que Dios ya ha cumplido el capítulo 24, versículo 27 del Evangelio de Mateo: “Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre”. La verdad que Dios ha traído esta vez es todavía más elevada que nunca, pues descubre los misterios de Su obra desde la creación hasta los últimos días, recoge todas las verdades de la purificación y salvación de la humanidad y se las otorga al hombre; y los hermanos y hermanas que verdaderamente creen en Dios vienen a la luz de forma multitudinaria. En los últimos días la obra de cosecha de Dios dura poco, el ritmo es veloz y, como un relámpago, en poco más de diez años el evangelio del reino de Dios se ha extendido ampliamente por la China continental y se está expandiendo a todos los países y regiones del mundo. Y sin embargo, frente a la nueva obra de Dios, que no coincide con los conceptos del hombre, esas personas arrogantes y santurrones de varias sectas religiosas se empeñan en aferrarse al viejo camino. Los que son incapaces de seguir la nueva obra de Dios no sólo no buscan ni investigan el camino verdadero, sino que, por el contrario, arman revuelo por la profecía bíblica que relatan los hermanos y hermanas que dan testimonio de la obra de Dios de los últimos días. Lanzan acusaciones disparatadas y juzgan y calumnian a la Iglesia de Dios Todopoderoso llamándola “Secta del Relámpago Oriental”. Y en todos los sentidos hacen exactamente lo que antes hicieron los círculos religiosos judaicos que atacaban, difamaban y condenaban a los discípulos y apóstoles del Señor Jesús llamándolos “la secta de los nazarenos”. Que puedan oponerse y atacar así la obra de Dios de los últimos días, que puedan impedir que la gente siga la huella de Dios y obedezca Su obra, ¿no es así exactamente como los fariseos se opusieron y condenaron a Cristo en el pasado? ¿Acaso no va la esencia de estas acciones más allá del mero odio a la verdad y de la blasfemia contra el Espíritu Santo?
Si Dios Todopoderoso no manifestara Su palabra ni revelara los misterios, nunca comprenderíamos verdaderamente lo que significa la profecía “Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente”. Dios Todopoderoso dice: “Cuando todas las personas prestan atención, cuando todas las cosas son renovadas y revividas, cuando cada persona se somete a Dios sin reparos y está dispuesta a asumir la pesada responsabilidad de la carga de Dios, es cuando el relámpago oriental surge, iluminando todo desde el Este hasta el Oeste, aterrorizando a toda la tierra con la llegada de esta luz; y en este momento, Dios una vez más comienza Su nueva vida […]. Que es decir, en el este del mundo, desde que el testimonio de Dios mismo comienza hasta que Él comienza a obrar, hasta que la divinidad comienza a ejercer el poder soberano a través de la tierra, este es el rayo brillante del relámpago oriental, que siempre ha brillado hacia todo el universo. Cuando los países en la tierra se convierten en el reino de Cristo es cuando todo el universo es iluminado. Ahora es el tiempo en que el relámpago oriental surge: Dios encarnado comienza a obrar y, además, habla directamente en divinidad. Se puede decir que cuando Dios comienza a hablar en la tierra es cuando el relámpago oriental surge. Más precisamente, cuando el agua viva fluye del trono, cuando las declaraciones del trono comienzan, es precisamente cuando las declaraciones del séptuple Espíritu comienzan formalmente” (‘Interpretación de la doceava declaración’ en “La Palabra manifestada en carne”). “Por todo el universo estoy llevando a cabo Mi obra, y en el Este, estallidos atronadores sucederán en una secuencia sin fin, sacudiendo a todas las denominaciones y grupos. Es Mi voz que ha traído a todos los hombres al presente. Provocaré que todas las personas sean conquistadas por Mi voz, que caigan dentro de esta corriente y que se sometan ante Mí, porque hace mucho tiempo he retirado Mi gloria de toda la tierra y la he enviado de nuevo en el Este. ¿Quién no anhela ver Mi gloria? ¿Quién no espera ansiosamente Mi regreso? ¿Quién no tiene sed de Mi reaparición? ¿Quién no añora Mi belleza? ¿Quién no vendrá a la luz? ¿Quién no verá la riqueza de Canaán? ¿Quién no anhela el regreso del Redentor? ¿Quién no adora al Gran Todopoderoso? Mi voz debe difundirse sobre toda la tierra; deseo hablar más a Mi pueblo elegido. Como los truenos poderosos que hacen temblar las montañas y los ríos, Yo hablo a todo el universo y a la humanidad. De ahí que Mis palabras se conviertan en un tesoro para el hombre, y todas las personas las estimen. Los relámpagos alumbran desde el Oriente hasta el Occidente. Mis palabras son tales que el hombre detesta renunciar a ellas y las encuentra insondables, pero lo que es más, el hombre se regocija en ellas. Como un bebé recién nacido, todas las personas están contentas y alegres, celebrando Mi venida. A causa de Mi voz, traeré a todas las personas ante Mí. A partir de ese instante, entraré formalmente entre las personas para que ellas vengan a adorarme. La gloria que emano y Mis palabras causan que todas las personas comparezcan ante Mí y vean que los relámpagos alumbran desde el Oriente […]. Porque hace ya mucho que he resucitado, que he desaparecido de entre las personas y luego reaparecido entre los hombres con gloria. Yo soy aquel que ha sido adorado por eras innumerables antes que ahora, y también soy el ‘niño’ abandonado por los israelitas por eras innumerables antes que ahora. Más aún, ¡Yo soy el todo glorioso Dios Todopoderoso de la era presente!” (‘El repique de los siete truenos: profetizando que el evangelio del reino se extenderá por todo el universo’ en “La Palabra manifestada en carne”). En las palabras de Dios Todopoderoso podemos ver que la obra y la palabra de Dios en los últimos días son el relámpago que brilla desde Oriente. El “relámpago” es la gran luz, es decir, la palabra de Dios, el camino por el que Dios juzga y castiga en los últimos días. La expresión “sale de Oriente” significa que viene de China y “resplandece hasta Occidente” significa que llega hasta Occidente. Por último, “así será la venida del Hijo del Hombre” se refiere a que Dios se encarna y en primer lugar se aparece y comienza Su obra en China, en Oriente. Allí forma un grupo de personas que verdaderamente conocen a Dios y que son los vencedores profetizados en el Libro del Apocalipsis. Luego, a través de estas personas, el evangelio de los últimos días se extenderá a Occidente para que todo el mundo pueda recibir la salvación de Dios en los últimos días. ¡Esto ya se ha logrado y es un hecho que está a la vista de todos! El relámpago de Oriente (es decir, la obra del juicio de Dios durante los últimos días en China) nos permite recibir todo el amor y la salvación que Dios otorga al hombre, así como conocer el verdadero rostro de Dios, y suscita en nosotros una veneración y adoración verdaderas hacia Él. Al igual que un relámpago, la palabra de Dios da luz y esperanza al hombre. Todos los que aceptan el relámpago de Oriente —la obra de Dios de los últimos días— pueden dar testimonio de esto.
Al leer esto ahora, creo que todos tenéis una respuesta clara a la pregunta de cuál es el origen del Relámpago Oriental. Dios es el Creador de los cielos y la tierra y de todas las cosas. Puesto que Satanás corrompió al hombre, Dios comenzó Su obra de salvarlo. Dios desea que todos los hombres del universo vean Sus obras, que todas las religiones se conviertan en una sola que adore al Creador. Entonces Él permitirá que alcancen la purificación y la salvación todos aquellos que verdaderamente busquen la aparición de Dios y sigan Su huella. Llevará al reino a esas personas obedientes al corazón de Dios para que descansen con Él. Por lo tanto, todos y cada uno de los hermanos y hermanas que verdaderamente creéis en Dios y esperáis con ansia el regreso del Señor Jesús debéis dejar de lado vuestros conceptos religiosos y estudiar el camino verdadero. No prestéis atención a los rumores ni os opongáis ciegamente al camino verdadero, pues terminaréis perdiendo la salvación de Dios en los últimos días. Debemos ir a la par de los pasos de la obra de Dios y seguir de cerca Su huella. Esta es la única manera de que al final podamos recibir la salvación de Dios y de que nos lleve a Su reino.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
 
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¿De dónde viene el Relámpago Oriental?

2020-05-24 05:37:20 | Palabra de Dios
La mayoría de los seguidores del Señor Jesucristo oyen hablar del Relámpago Oriental a sus pastores, ancianos o predicadores, pero en realidad nadie sabe de dónde vino el Relámpago Oriental. En lo referente al origen del Relámpago Oriental cada cual tiene su propia opinión: unos creen que no es más que una nueva denominación dentro del cristianismo, otros denuncian que es una “herejía” o una “secta satánica”. La gente tiene estas ideas absurdas porque no conoce la obra de Dios.
La obra de Dios siempre avanza. El hombre no conoce el principio de que la obra de Dios es siempre nueva y nunca vieja ni que el propósito de la obra de Dios es salvar al hombre y, además, este tiene un carácter satánico arrogante y testarudo. Por eso, siempre que Dios comienza una nueva obra sufre la blasfemia, la persecución y las acusaciones del mundo religioso, que se empeña en aferrarse al viejo camino. Aquellos que aceptan la nueva obra de Dios y difunden el camino verdadero reciben toda clase de acusaciones sin fundamento e insultos. El Nuevo Testamento de la Biblia recoge esta verdad: para salvar al hombre del riesgo de ser castigado por no ser capaz de cumplir la ley, Dios se encarnó y comenzó la obra de redención en la Era de la Gracia. En aquel momento en que el Señor Jesús llevaba a cabo Su obra en Judea y hacía muchos milagros, como sanar a los enfermos y expulsar a los demonios, Él otorgó a la gente abundantes gracias y expresó muchas verdades, lo que bastó para demostrar que Él era verdadera y plenamente Dios mismo, el Mesías que se había profetizado. Pero los sumos sacerdotes y escribas judíos, así como los fariseos, no creían que Él fuera su ansiado Mesías y, por el contrario, lo calumniaron y juzgaron, además de condenar la obra del Señor Jesús como “herejía” y “secta”. Fue en Nazaret donde se crio y comenzó Su obra el Señor Jesús y por eso Él y todos Sus seguidores recibieron el apodo de “secta de los nazarenos” y se acusó al apóstol Pablo de ser uno de los cabecillas (ver Hechos 24:5). ¿Qué nos indica esto? Los hermanos y hermanas que creen en el Señor saben que en Judea llevó a cabo Su obra de plena conformidad con el plan de gestión de Dios mismo, a fin de iniciar la Era de la Gracia y comenzar la nueva obra de redimir al hombre. Fuera judío o gentil, zelote o saduceo, cualquiera que de verdad tuviera sed del camino verdadero y lo buscara podía recibir la absolución por seguir al Señor Jesús, el único Dios verdadero. Dios nunca tuvo necesidad de fundar, ni jamás lo hizo, ninguna denominación, organización o secta, y menos esa “secta de los nazarenos”. Por lo tanto, la herejía, es decir, esa “secta de los nazarenos”, es en realidad un rumor inventado para atacar e incriminar al Señor Jesús y condenar Su obra; un rumor ideado por los sumos sacerdotes, los escribas y los fariseos “que servían” a Jehová Dios en el templo. Al final, engañado y controlado por estas “personas que servían a Dios”, el pueblo judío capturó al Señor Jesús y lo clavó en una cruz, lo que ofendió el carácter de Dios e hizo que Él castigara a Israel a aproximadamente 2000 años de destrucción.
Del mismo modo, y a fin de que el hombre rompa el círculo de cometer pecados sólo para confesarlos y luego seguir pecando otra vez, a fin de que se deshaga completamente del carácter corrupto de Satanás, a fin de que se desprenda de su naturaleza pecaminosa y alcance la santidad y a fin de que logre verdaderamente la salvación de Dios, en los últimos días Dios se ha vuelto a encarnar y ha expresado la verdad para juzgar y castigar a la humanidad corrupta. Con Su nueva obra purifica a fondo y salva al hombre. Mediante el juicio, el castigo, las pruebas y el refinamiento de las palabras de Dios, los hermanos y hermanas que aceptan el evangelio de Dios de los últimos días y siguen Su nueva obra ven claramente que el Dios Todopoderoso que otorga estas verdades en los últimos días es el regreso del Señor Jesús y desde el fondo del corazón se regocijan y alaban, sintiendo hondamente la asombrosa grandeza de ser elevados y de Su salvación. Así pues, para devolver el amor de Dios y para que aún más personas puedan seguir la huella de Dios y regresar a Su casa, ellos salen a contar la buena nueva a todos aquellos que han estado esperando con ansia el regreso del Señor Jesús. Les dicen que el Señor Jesús ya se ha encarnado una vez más y que ha regresado al mundo en China, en Oriente, con lo que concluye la Era de la Gracia y da lugar a la Era del Reino. Él ha comenzado una obra nueva y más elevada de juicio y purificación del hombre. Les dicen que Dios ya ha cumplido el capítulo 24, versículo 27 del Evangelio de Mateo: “Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre”. La verdad que Dios ha traído esta vez es todavía más elevada que nunca, pues descubre los misterios de Su obra desde la creación hasta los últimos días, recoge todas las verdades de la purificación y salvación de la humanidad y se las otorga al hombre; y los hermanos y hermanas que verdaderamente creen en Dios vienen a la luz de forma multitudinaria. En los últimos días la obra de cosecha de Dios dura poco, el ritmo es veloz y, como un relámpago, en poco más de diez años el evangelio del reino de Dios se ha extendido ampliamente por la China continental y se está expandiendo a todos los países y regiones del mundo. Y sin embargo, frente a la nueva obra de Dios, que no coincide con los conceptos del hombre, esas personas arrogantes y santurrones de varias sectas religiosas se empeñan en aferrarse al viejo camino. Los que son incapaces de seguir la nueva obra de Dios no sólo no buscan ni investigan el camino verdadero, sino que, por el contrario, arman revuelo por la profecía bíblica que relatan los hermanos y hermanas que dan testimonio de la obra de Dios de los últimos días. Lanzan acusaciones disparatadas y juzgan y calumnian a la Iglesia de Dios Todopoderoso llamándola “Secta del Relámpago Oriental”. Y en todos los sentidos hacen exactamente lo que antes hicieron los círculos religiosos judaicos que atacaban, difamaban y condenaban a los discípulos y apóstoles del Señor Jesús llamándolos “la secta de los nazarenos”. Que puedan oponerse y atacar así la obra de Dios de los últimos días, que puedan impedir que la gente siga la huella de Dios y obedezca Su obra, ¿no es así exactamente como los fariseos se opusieron y condenaron a Cristo en el pasado? ¿Acaso no va la esencia de estas acciones más allá del mero odio a la verdad y de la blasfemia contra el Espíritu Santo?
Si Dios Todopoderoso no manifestara Su palabra ni revelara los misterios, nunca comprenderíamos verdaderamente lo que significa la profecía “Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente”. Dios Todopoderoso dice: “Cuando todas las personas prestan atención, cuando todas las cosas son renovadas y revividas, cuando cada persona se somete a Dios sin reparos y está dispuesta a asumir la pesada responsabilidad de la carga de Dios, es cuando el relámpago oriental surge, iluminando todo desde el Este hasta el Oeste, aterrorizando a toda la tierra con la llegada de esta luz; y en este momento, Dios una vez más comienza Su nueva vida […]. Que es decir, en el este del mundo, desde que el testimonio de Dios mismo comienza hasta que Él comienza a obrar, hasta que la divinidad comienza a ejercer el poder soberano a través de la tierra, este es el rayo brillante del relámpago oriental, que siempre ha brillado hacia todo el universo. Cuando los países en la tierra se convierten en el reino de Cristo es cuando todo el universo es iluminado. Ahora es el tiempo en que el relámpago oriental surge: Dios encarnado comienza a obrar y, además, habla directamente en divinidad. Se puede decir que cuando Dios comienza a hablar en la tierra es cuando el relámpago oriental surge. Más precisamente, cuando el agua viva fluye del trono, cuando las declaraciones del trono comienzan, es precisamente cuando las declaraciones del séptuple Espíritu comienzan formalmente” (‘Interpretación de la doceava declaración’ en “La Palabra manifestada en carne”). “Por todo el universo estoy llevando a cabo Mi obra, y en el Este, estallidos atronadores sucederán en una secuencia sin fin, sacudiendo a todas las denominaciones y grupos. Es Mi voz que ha traído a todos los hombres al presente. Provocaré que todas las personas sean conquistadas por Mi voz, que caigan dentro de esta corriente y que se sometan ante Mí, porque hace mucho tiempo he retirado Mi gloria de toda la tierra y la he enviado de nuevo en el Este. ¿Quién no anhela ver Mi gloria? ¿Quién no espera ansiosamente Mi regreso? ¿Quién no tiene sed de Mi reaparición? ¿Quién no añora Mi belleza? ¿Quién no vendrá a la luz? ¿Quién no verá la riqueza de Canaán? ¿Quién no anhela el regreso del Redentor? ¿Quién no adora al Gran Todopoderoso? Mi voz debe difundirse sobre toda la tierra; deseo hablar más a Mi pueblo elegido. Como los truenos poderosos que hacen temblar las montañas y los ríos, Yo hablo a todo el universo y a la humanidad. De ahí que Mis palabras se conviertan en un tesoro para el hombre, y todas las personas las estimen. Los relámpagos alumbran desde el Oriente hasta el Occidente. Mis palabras son tales que el hombre detesta renunciar a ellas y las encuentra insondables, pero lo que es más, el hombre se regocija en ellas. Como un bebé recién nacido, todas las personas están contentas y alegres, celebrando Mi venida. A causa de Mi voz, traeré a todas las personas ante Mí. A partir de ese instante, entraré formalmente entre las personas para que ellas vengan a adorarme. La gloria que emano y Mis palabras causan que todas las personas comparezcan ante Mí y vean que los relámpagos alumbran desde el Oriente […]. Porque hace ya mucho que he resucitado, que he desaparecido de entre las personas y luego reaparecido entre los hombres con gloria. Yo soy aquel que ha sido adorado por eras innumerables antes que ahora, y también soy el ‘niño’ abandonado por los israelitas por eras innumerables antes que ahora. Más aún, ¡Yo soy el todo glorioso Dios Todopoderoso de la era presente!” (‘El repique de los siete truenos: profetizando que el evangelio del reino se extenderá por todo el universo’ en “La Palabra manifestada en carne”). En las palabras de Dios Todopoderoso podemos ver que la obra y la palabra de Dios en los últimos días son el relámpago que brilla desde Oriente. El “relámpago” es la gran luz, es decir, la palabra de Dios, el camino por el que Dios juzga y castiga en los últimos días. La expresión “sale de Oriente” significa que viene de China y “resplandece hasta Occidente” significa que llega hasta Occidente. Por último, “así será la venida del Hijo del Hombre” se refiere a que Dios se encarna y en primer lugar se aparece y comienza Su obra en China, en Oriente. Allí forma un grupo de personas que verdaderamente conocen a Dios y que son los vencedores profetizados en el Libro del Apocalipsis. Luego, a través de estas personas, el evangelio de los últimos días se extenderá a Occidente para que todo el mundo pueda recibir la salvación de Dios en los últimos días. ¡Esto ya se ha logrado y es un hecho que está a la vista de todos! El relámpago de Oriente (es decir, la obra del juicio de Dios durante los últimos días en China) nos permite recibir todo el amor y la salvación que Dios otorga al hombre, así como conocer el verdadero rostro de Dios, y suscita en nosotros una veneración y adoración verdaderas hacia Él. Al igual que un relámpago, la palabra de Dios da luz y esperanza al hombre. Todos los que aceptan el relámpago de Oriente —la obra de Dios de los últimos días— pueden dar testimonio de esto.
Al leer esto ahora, creo que todos tenéis una respuesta clara a la pregunta de cuál es el origen del Relámpago Oriental. Dios es el Creador de los cielos y la tierra y de todas las cosas. Puesto que Satanás corrompió al hombre, Dios comenzó Su obra de salvarlo. Dios desea que todos los hombres del universo vean Sus obras, que todas las religiones se conviertan en una sola que adore al Creador. Entonces Él permitirá que alcancen la purificación y la salvación todos aquellos que verdaderamente busquen la aparición de Dios y sigan Su huella. Llevará al reino a esas personas obedientes al corazón de Dios para que descansen con Él. Por lo tanto, todos y cada uno de los hermanos y hermanas que verdaderamente creéis en Dios y esperáis con ansia el regreso del Señor Jesús debéis dejar de lado vuestros conceptos religiosos y estudiar el camino verdadero. No prestéis atención a los rumores ni os opongáis ciegamente al camino verdadero, pues terminaréis perdiendo la salvación de Dios en los últimos días. Debemos ir a la par de los pasos de la obra de Dios y seguir de cerca Su huella. Esta es la única manera de que al final podamos recibir la salvación de Dios y de que nos lleve a Su reino.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

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¡Ay de Quienes Crucifiquen a Dios Otra Vez!

2020-05-21 01:27:57 | Palabra de Dios
Durante los últimos días Dios se ha encarnado en China para obrar y ha expresado millones de palabras, y ha conquistado y salvado a un grupo de personas con Su palabra y ha iniciado la nueva era del juicio, comenzando con la casa de Dios. Hoy, la difusión de la obra de Dios durante los últimos días ha alcanzado su clímax en China continental. La mayoría de las personas de la Iglesia Católica y de todas las denominaciones cristianas que buscan la verdad regresaron ante el trono de Dios. El Dios encarnado ha realizado la obra de “la venida secreta del Hijo del Hombre” profetizada en la Biblia y pronto aparecerá públicamente ante todas las naciones y lugares del mundo. Todas las personas en cada nación y lugar que estén sedientas de la aparición de Dios verán la aparición pública de Dios. Ninguna fuerza puede obstaculizar o destruir el reino de Dios y cualquiera que se resista a Dios será castigado por Su ira, tal y como lo dicen las palabras de Dios: “Mi reino se está formando sobre todo el universo y Mi trono se está apoderando de los corazones de trillones de personas. Con la ayuda de los ángeles, Mi gran logro pronto se llevará a un término exitoso. Todas las multitudes de Mis hijos y Mi pueblo esperan ansiosamente Mi regreso, anticipando Mi reunión con ellos, para nunca más volver a separarnos. ¿Cómo podría todo el pueblo de Mi reino no correr de un lado a otro celebrando los unos con los otros que Yo esté junto a ellos? ¿A quién se le ocurriría ahorrar costos en esta reunión? Soy honorable a los ojos de todos; soy proclamado en las bocas de todos. Cuando regrese, además, conquistaré a todas las fuerzas enemigas. ¡El momento ha llegado! ¡Pondré Mi obra en marcha, reinaré supremo entre los hombres! ¡Voy a regresar! ¡Me voy a ir! Esto es lo que todos están anticipando, lo que están esperando. ¡Quiero dejar que todos vean la llegada de Mi día y que gozosamente le den la bienvenida al arribo de Mi día!” (‘Capítulo 27’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”). “Todos los que amo vivirán sin duda eternamente, y los que están contra Mí serán con seguridad castigados por Mí eternamente. Porque Yo soy un Dios celoso, no perdonaré a la ligera a los hombres por todo lo que han hecho. ¡Vigilaré toda la tierra y, apareciendo en el Este del mundo con justicia, majestad, ira y castigo, me revelaré a las innumerables huestes de la humanidad!” (‘Capítulo 26’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”).
La obra extraordinaria de Dios ha revelado a todos los anticristos, falsos profetas e impostores. Ha expuesto a los falsos creyentes que sólo buscan la gracia de Dios, comer los panes y llenarse. La palabra de juicio de Dios es como una espada aguda y de doble filo que traspasa el corazón y el espíritu del hombre y hace que las personas que odian sean reprendidas y que aquellas que detestan las palabras puras y que no aman la verdad muestren sus verdaderos colores.
En las palabras que Dios expresa durante Su secreta llegada para realizar Su obra, contemplamos la verdad de la resistencia de la humanidad a Dios y su rebelión contra Dios, la cual se manifiesta fundamentalmente en tres aspectos:
1. Que la humanidad con frecuencia peque, se resista a Dios y se rebele contra Él se debe completamente a que después que Satanás ha corrompido a las personas, la naturaleza de éstas ha sido poseída por los diversos venenos de Satanás, y se han convertido en seres que se resisten a Dios y se rebelan contra Él. Como consecuencia, pecan a diario y a menudo confiesan sus pecados, pero aun así son incapaces de liberarse de las ataduras y la esclavitud de su naturaleza satánica. La naturaleza de la gente que se rebela contra Dios es la raíz de su pecado.
2. La humanidad ha sido profundamente corrompida por Satanás. Los corazones de las personas se han llenado de nada más que de las filosofías de Satanás, de las reglas de vida de Satanás y de las maneras de pensar de Satanás, lo que las ha hecho incapaces de entender o de conocer que la palabra de Dios es la verdad. Sin el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo, la humanidad es incapaz de aceptar la verdad. Aunque la humanidad corrupta cree en Dios, la gente sólo reconoce que Dios existe, pero no reconoce que Dios es la verdad. Por ende, la humanidad corrupta con frecuencia juzga a Dios, ataca a Dios, se resiste a Dios y se rebela contra Dios.
3. La humanidad ha sido profundamente corrompida por Satanás. Ni siquiera aquellas personas que han creído en Dios por muchos años conocerán a Dios sin Su juicio y castigo, ni la obra de salvación de Cristo encarnado. Debido a su creencia en Dios, sólo pueden disfrutar de la gracia de Dios y reconocer que Dios en verdad existe, pero no pueden conocer realmente a Dios. Sólo pueden estar llenas de doctrinas y nociones religiosas, y se vuelven cada vez más arrogantes y autosuficientes, e incluso se atreven a juzgar a Dios, a denunciar a Dios y a blasfemar contra Su obra. Estas cosas no son nada nuevo, pero suceden frecuentemente en el mundo religioso, lo que demanda una profunda reflexión de la gente. Adicionalmente, esto ha cumplido enteramente las palabras de Jesús: “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’. Y entonces les declararé: ‘Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad’” (Mateo 7:21-23). Todos hemos visto claramente que en el mundo religioso hay demasiadas personas que trabajan en nombre del Señor, pero que se resisten y condenan la obra de Dios de los últimos días. Aquellas que creen en Dios y que sólo reconocen que Dios existe, pero que no saben que Dios es la verdad, son propensas a resistirse a Dios, a atacar a Dios y a blasfemar contra Dios. Porque tienen cierto conocimiento de la Biblia y de la doctrina religiosa, creen que poseen la verdad y que conocen a Dios. Incluso se atreven a blasfemar contra la obra del Espíritu Santo y a desafiar al Cristo encarnado. Lo único que les espera es el castigo y el juicio justos, majestuosos e iracundos de Dios. En el día de la llegada pública de Dios, ¡todo será revelado!
De personas que predican el evangelio en varios lugares a menudo hemos oído que muchos de los que una vez se resistieron a la obra de Dios Todopoderoso, o que obstaculizaron e interfirieron en que la gente aceptara a Dios Todopoderoso, fueron castigados y maldecidos de varias grados. Se puede decir que, hasta cierto punto, esto ha desempeñado un papel motivador positivo en nuestra obra de evangelización. Al oír tal información no hemos podido sino alabar la justicia de Dios; más aún, hemos agradecido a Dios por escuchar nuestras plegarias. Adicionalmente, una reverencia y admiración por Dios surgió espontáneamente en nuestros corazones. Dios no abandonará a las ovejas que le pertenecen, mucho menos dejará escapar a cualquiera que cometa alguna maldad ni que se resista a Él. Dios es omnipresente y omnipotente, y Su obra no puede ser obstaculizada por ningún poder hostil. Dios nos ha mostrado demasiados casos de la maldad siendo castigada y creemos que esto también es una advertencia silenciosa para cada uno de nosotros. Por tanto, hemos recopilado muchos casos de personas que han sido castigadas cuyo alcance abarca a la Iglesia Católica y a diversas denominaciones y sectas cristianas. El período de tiempo es sólo desde 1993 a 2002 y las ubicaciones incluyen 24 provincias y ciudades municipales. En total, hemos recopilado más de diez mil casos de personas que han sido castigadas por resistirse a Dios Todopoderoso, entre las cuales hemos seleccionado más de ochocientos setenta casos típicos. Pero sólo estos casos son suficientes para que todas las personas aprendan lecciones de ellas (ver “Casos típicos de castigo por resistirse a Dios Todopoderoso”).
De estos casos impactantes de los que fueron castigados por resistirse a Dios hemos identificado cuatro tipos principales de personas que fueron relativamente vehementes en su resistencia a Dios:
El primero: estas personas fueron engañadas por otras o fueron esclavizadas por servidores malvados como resultado de no conocer la obra del Espíritu Santo y de ser incapaces de discernir. Así, ellas las imitaron a la hora de hacer el mal y repitieron sus palabras como loros, profiriendo muchas palabras al resistirse a Dios y cometiendo malas acciones al impedir que la gente aceptara la obra de Dios. Dios sólo impuso un leve castigo a estas personas y no puso fin a sus vidas. Algunas de ellas sufrieron enfermedades extrañas y otras sufrieron accidentes, o sus familiares sufrieron alguna catástrofe. Dios dio a este tipo de gente la oportunidad de arrepentirse. Por supuesto, también hubo algunas obstinadas que aun después de ser castigadas no despertaron, sino que continuaron haciendo el mal y, por ende, fueron eliminadas.
El segundo: la mayoría de estas personas eran líderes de varias denominaciones y sectas que fueron enfrentadas para elegir entre su posición y Dios. Para salvar su posición abandonaron el camino verdadero, se resistieron deliberadamente a la obra de Dios y controlaron a las personas bajo su cargo. Con el fin de disfrutar eternamente de los beneficios que su posición les brindaba, engañaron y atraparon a la gente. Parecía que perderían su posición si perdían a su gente y no podían vivir sin su posición. Por lo tanto, hicieron todo lo posible por competir con Dios por su pueblo elegido, y llamaron a las ovejas de Dios sus ovejas. Eran los típicos anticristos. A lo que estas personas servían era a su posición y sustento, sus corazones se endurecieron cada vez más. Disfrutaban de la gracia de Dios, pero también querían controlar al pueblo elegido de Dios, sin ni siquiera darle la libertad de elección a la que éste tenía derecho. Estas personas fueron esos siervos malvados profetizados por el Señor Jesús. Dios también castigó a estas personas en diferentes grados según su comportamiento e igualmente les dio la oportunidad de arrepentirse. Pero algunas de ellas fueron aún más lejos y prefirieron morir antes que arrepentirse. Por lo tanto, Dios puso fin a sus vidas. A aquellas que se controlaron o que dejaron de hacer el mal después de haber sido castigadas, Dios les perdonó la vida y continúa a la espera de que se arrepientan.
El tercero: estas personas anteriormente habían estado poseídas por espíritus malignos o bien, en algunos casos, confiaban en espíritus malignos para exhibir poderes sobrenaturales. Estas personas creían que los espíritus malignos obraban dentro de ellas, pero no tenían el más mínimo conocimiento de la obra del Espíritu Santo. Como resultado, cuando se les predicó la nueva obra de Dios, surgió en ellas una fuerte oposición. Este tipo de personas fueron especialmente hostiles con la obra del Espíritu Santo y, sobre todo, detestaban la verdad expresada por Dios. En todas las denominaciones y sectas su voz de resistencia a Dios era la más fuerte, sus acciones eran las más maliciosas y su oposición a Dios era la más agresiva y ferviente. Estas personas fueron las herramientas de los espíritus malignos, los enemigos de Dios y los cómplices de Satanás y, por ende, todas terminaron siendo maldecidas y condenadas a la perdición y a la destrucción.
El cuarto: estas personas que fueron castigadas eran las espinas dorsales entrenadas por las iglesias del Movimiento Patriótico de Tres Autonomías. Ellas sirvieron y dieron sus vidas primordialmente por el Partido Comunista y estaban en enemistad con todos aquellos que verdaderamente creían en Dios. Apoyados por el poder del estado y sirviendo como instrumentos del gobierno, persiguieron a las personas que en verdad seguían a Dios y que daban testimonio de Dios. Ellas sostenían el “cuenco para el arroz” concedido por el Partido Comunista, hablaron y dieron sus vidas por el Partido Comunista y se convirtieron en los portavoces del mismo en el mundo religioso. De hecho, el Partido Comunista era su amo. Estas personas ocupaban cargos de poder de las iglesias en la mayoría de los lugares y tenían en sus manos el control de muchos creyentes ignorantes; no eran más que demonios que se resistían a Dios y eran unas verdaderas impías del cristianismo. Aunque se desempeñaron rampantes por un tiempo, estaban condenadas a ser maldecidas y destruidas.
Estas famosas figuras de la Iglesia Católica y de las diversas denominaciones y sectas cristianas fueron castigadas por Dios e incluso fueron maldecidas y murieron, debido a que condenaron la obra de Dios y detuvieron la realización de la voluntad de Dios. ¿No es esto digno de ser discutido por las personas? Si al que ellas se resistieron no fuese Dios, ¿quién podría castigarlas y quitarles la vida? Si verdaderamente pertenecieran a Dios, ¿quién tendría el poder de quitar sus vidas de la mano de Dios? ¿Acaso no reconocéis que Dios es justo?
De los casos incluidos en estos cuatro tipos de personas y de sus acciones podemos ver claramente que, en su naturaleza, no les gustaba la verdad. Ellas mantuvieron una actitud hostil hacia la obra de Dios de salvar y transformar al hombre por medio del juicio y el castigo, detestaban en extremo la palabra de Dios que revela la naturaleza del hombre y que traspasa su alma, e incluso se tornaban violentamente iracundas como si la venida de Dios hubiese interrumpido su plácido sueño. Por tanto, sus corazones quejumbrosos contra Dios y su naturaleza de rebelarse contra Dios fueron expuestos por completo. Incluso, desbordadas por una altiva arrogancia, condenaron, blasfemaron y se resistieron a Dios inescrupulosamente. Fueron mucho más malvadas que los fariseos que persiguieron al Señor Jesús hace dos mil años. Sus acciones malvadas finalmente las llevaron a ser castigadas y maldecidas. Muchas de estas personas se dieron cuenta de que el carácter de Dios en verdad no debía ofenderse cuando les llegaba la muerte, pero sólo pudieron llorar y crujir sus dientes en la oscuridad. ¡Los hechos han demostrado que quienes crucifiquen a Cristo una vez más serán condenados!
Dios Todopoderoso dijo: “El reino se está expandiendo entre la humanidad, se está formando entre la humanidad, se está erigiendo entre la humanidad; no hay fuerza que pueda destruir Mi reino. De Mi pueblo que está en el reino de hoy, ¿quién de vosotros no es un ser humano entre los seres humanos? ¿Quién de vosotros no se ajusta a la condición humana? Cuando Mi nuevo punto de partida sea anunciado a la multitud, ¿cómo reaccionará la humanidad? Vosotros habéis visto con vuestros propios ojos el estado de la humanidad, ¿de verdad albergáis aún esperanzas de durar para siempre en este mundo? Ahora estoy caminando por todas partes, entre Mi pueblo; Yo vivo entre Mi pueblo. Hoy en día, quienes alberguen un amor genuino hacia Mí, gente así está bendecida; bienaventurados quienes se someten a Mí, con seguridad permanecerán en Mi reino; bienaventurados quienes me conocen, con seguridad ejercerán poder en Mi reino; bienaventurados quienes me buscan, con seguridad escaparán de las ataduras de Satanás y disfrutarán de la bendición en Mí; bienaventurados quienes son capaces de renunciar a sí mismos, con seguridad entrarán en Mi posesión y heredarán la abundancia de Mi reino. Recordaré a los que corren por Mi causa, abrazaré con alegría a los que hagan gastos por Mi causa, daré disfrute a los que me presenten ofrendas. Bendeciré a los que encuentren disfrute en Mis palabras; con seguridad serán los pilares que sostendrán la viga maestra de Mi reino, con seguridad gozarán de abundancia incomparable en Mi casa, y nadie se puede comparar con ellos. ¿Alguna vez habéis aceptado las bendiciones que os han sido dadas? ¿Alguna vez habéis buscado las promesas que se hicieron por vosotros? Con toda seguridad, bajo la guía de Mi luz, superaréis el dominio de las fuerzas de la oscuridad. Con toda seguridad, en medio de la oscuridad, no perderéis la luz que os guía. Con seguridad seréis el maestro de toda la creación. Con seguridad seréis un vencedor ante Satanás. Con seguridad, a la caída del reino del gran dragón rojo, os erguiréis en medio de la infinidad de multitudes para ser testigo de Mi victoria. Con seguridad estaréis firmes e inquebrantables en la tierra de Sinim. A través de los sufrimientos que soportéis, heredaréis la bendición que proviene de Mí, y con seguridad irradiaréis Mi gloria por todo el universo” (‘Capítulo 19’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”).
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¿Por qué se ha encarnado Dios como una mujer en los últimos días? ¿Cuál es el significado de esto?

2020-05-14 21:46:39 | Palabra de Dios
La respuesta de la palabra de Dios:
Cada etapa de la obra realizada por Dios tiene un sentido real. Cuando Jesús llegó, era varón, y en este momento es mujer. A partir de esto, puedes ver que Dios creó al varón y a la mujer para Su obra y que con Él no hay distinción de género. Cuando Su Espíritu llega, Él puede adoptar cualquier carne a voluntad y esta lo representa. Sea varón o mujer, ambos representan a Dios mientras sean Su carne encarnada. Si Jesús hubiera llegado y aparecido como una mujer, en otras palabras, si una niña recién nacida, no un niño, habría de ser concebido por el Espíritu Santo, esa etapa de la obra se habría completado de todas formas. Igualmente, si un varón tuviera que completar esta etapa de la obra, la misma se completaría también. La obra llevada a cabo en ambas etapas es significativa; ninguna de las dos obras se repite ni ellas entran en conflicto entre sí. En el momento de Su obra, a Jesús se le llamaba el único Hijo, lo que indica género masculino. ¿Por qué no se menciona, entonces, al único Hijo en esta etapa? Esto se debe a que las necesidades de la obra han exigido un cambio de género diferente al de Jesús. Con Dios no hay distinción de género. Su obra se realiza como Él desea y no está sujeta a ninguna restricción; es particularmente libre, pero cada etapa tiene un significado práctico. Dios se hizo carne dos veces, y sobra decir que Su encarnación en los últimos díasJehová en el principio. Por supuesto, una mujer debe obedecer y amar a su marido, así como el hombre debe aprender a sustentar a su familia. Estos son las leyes y los decretos establecidos por Jehová que la humanidad debe cumplir durante su vida en la tierra. Jehová dijo a la mujer: “Tu deseo será para tu marido y él tendrá autoridad sobre ti”. Esto sólo se dijo para que la humanidad (es decir, tanto el hombre como la mujer) pudiera vivir una vida normal bajo el dominio de Jehová, para que su vida tuviera una estructura y no perdiera el orden. Por tanto, Jehová hizo normas apropiadas para delimitar cómo deberían actuar el hombre y la mujer, pero estas sólo se referían a toda la creación que vivía sobre la tierra y no a la carne encarnada de Dios. ¿Cómo podría ser Dios lo mismo que Su creación? Sus palabras sólo iban dirigidas a la humanidad de Su creación; eran normas establecidas para el hombre y la mujer con el fin de que la humanidad pudiera vivir una vida normal. En el principio, cuando Jehová creó a la humanidad, hizo tanto al varón como a la mujer; por tanto, Su carne encarnada también se diferenció entre varón o mujer. Él no decidió Su obra en base a las palabras que habló a Adán y a Eva. Las dos veces que se hizo carne se determinaron totalmente en línea con Su pensamiento cuando creó por primera vez a la humanidad. Es decir, Él completó la obra de Sus dos encarnaciones en base al varón y a la mujer que no habían sido corrompidos. Si el hombre aplica las palabras habladas por Jehová a Adán y a Eva, quienes habían sido engañados por la serpiente, a la obra de la encarnación de Dios, ¿no tendría que amar Jesús también a Su esposa como debería? ¿Sigue Dios siendo Dios entonces? Si lo es, ¿puede Él completar Su obra? Si es incorrecto que la carne encarnada de Dios sea mujer, ¿no habría sido también un gran error que Dios creara a la mujer? Si el hombre sigue creyendo que es incorrecto que Dios se encarne en una mujer, ¿no sería entonces un error similar a la presente encarnación, la de Jesús, quien no se casó y por tanto no pudo amar a Su esposa? Ya que usas las palabras habladas por Jehová a Eva para medir la verdad de la encarnación de Dios en el presente, debes usar las palabras de Dios a Adán para juzgar al Señor Jesús que se hizo carne en la Era de la Gracia. ¿No son lo mismo estas dos cosas? Si juzgas al Señor Jesús por el varón a quien la serpiente no había engañado, no puedes juzgar la verdad de la encarnación hoy por la mujer a quien la serpiente engañó. ¡Eso es injusto! Si emites ese juicio, eso muestra tu falta de racionalidad. Cuando Jehová se hizo carne dos veces, el género de Su carne estaba relacionado con el varón y la mujer que no habían sido engañados por la serpiente. En dos ocasiones Él se hizo carne conforme a aquel varón y a aquella hembra no seducidos por la serpiente. No pienses que la masculinidad de Jesús era la misma que la del Adán engañado por la serpiente. Jesús no tiene ninguna relación con él y son dos varones de diferentes naturalezas. ¿Seguro que la masculinidad de Jesús no demuestra que Él sólo es la cabeza de todas las mujeres, pero no de todos los hombres? ¿No es Él el Rey de todos los judíos (incluidos hombres y mujeres)? Él es Dios mismo, no sólo la cabeza de la mujer, sino del hombre también. Él es el Señor de todas las criaturas y la cabeza de todas ellas. ¿Cómo podrías determinar que la masculinidad de Jesús es el símbolo de la cabeza de la mujer? ¿No es esto blasfemia? Jesús es un varón que no ha sido corrompido. Él es Dios; Él es Cristo; Él es el Señor. ¿Cómo podría ser Él un varón como Adán, que había sido corrompido? Jesús es la carne vestida por el santísimo Espíritu de Dios. ¿Cómo podrías decir que Él es un Dios que posee la masculinidad de Adán? ¿No sería entonces errónea toda la obra de Dios? ¿Podía incorporar Jehová en Jesús la masculinidad de Adán, que había sido engañado? ¿No es la encarnación presente otra obra del Dios encarnado, diferente en género de la de Jesús, pero de igual naturaleza? ¿Todavía te atreves a decir que Dios encarnado no podría ser una mujer, ya que fue una mujer la primera que fue engañada por la serpiente? ¿Todavía te atreves a decir que al ser la mujer la más impura y el origen de la corrupción de la humanidad, Dios no podía en absoluto encarnarse como una mujer? ¿Todavía te atreves a decir que “la mujer siempre obedecerá al hombre y nunca podrá manifestar o representar directamente a Dios”? […]
Si sólo se hubiera hecho la obra de Jesús sin el complemento de esta etapa en los últimos días, el hombre se habría aferrado para siempre a la noción de que sólo Jesús es el único Hijo de Dios; es decir, Dios sólo tiene un hijo y que cualquiera que venga después con otro nombre no será el único Hijo de Dios, mucho menos Dios mismo. El hombre tiene la noción de que aquél que sirve como ofrenda por el pecado o que asume el poder de Dios y redime a toda la humanidad es el único Hijo de Dios. Hay algunos que creen que mientras el que venga sea un varón, se le puede considerar el único Hijo de Dios y representante de Dios. Y están incluso los que dicen que Jesús es el Hijo de Jehová, Su único Hijo. ¿No es esta una noción grave? Si esta etapa de la obra no tuviera lugar en la era final, toda la humanidad estaría envuelta en una sombra cuando se trata de Dios. Así, el hombre pensaría que tiene un estatus más alto que la mujer y las mujeres nunca podrían levantar la cabeza. De ser ese el caso, ninguna mujer recibiría la salvación. Las personas siempre creen que Dios es un varón y que Él siempre aborrece a la mujer y no le dará la salvación. De ser así, ¿no es cierto que todas las mujeres creadas por Jehová y también corrompidas nunca tendrían la oportunidad de ser salvadas? ¿No habría sido entonces inútil que Jehová creara a la mujer, es decir, a Eva? ¿Y no perecería la mujer por toda la eternidad? Por tanto, esta etapa de la obra en los últimos días es para salvar a toda la humanidad, no sólo a la mujer sino a toda la humanidad. Esta obra es por el bien de toda la humanidad, no sólo por la mujer. Si alguien piensa de otra forma, ¡es de lo más insensato!
[…] Jesús y Yo venimos del mismo Espíritu. Aunque nuestras carnes no tienen relación, nuestros Espíritus son uno; aunque lo que hacemos y la obra que llevamos no sean lo mismo, somos iguales en esencia; nuestras carnes adoptan distintas formas, y esto es debido al cambio en la era y la necesidad de nuestra obra; nuestros ministerios no son iguales, por lo que la obra que traemos y el carácter que revelamos al hombre también son diferentes. Esa es la razón por la que lo que el hombre ve y recibe hoy en día es diferente a lo del pasado; esto es así por el cambio en la era. Aunque el género y la forma de Sus carnes son diferentes, y aunque Ellos no nacieron de la misma familia, mucho menos en la misma época, Sus Espíritus son uno. Aunque Sus carnes no comparten la misma sangre ni una relación física de ninguna forma, esto no niega que Ellos sean las carnes encarnadas de Dios en dos períodos de tiempo diferentes. Es una verdad innegable que son las carnes encarnadas de Dios, aunque no compartan el mismo linaje o un lenguaje humano común (uno fue un varón que hablaba el lenguaje de los judíos y el otro es una mujer que sólo habla chino). Es por estas razones que Ellos realizan la obra que deben en diferentes países y en períodos de tiempo distintos también. A pesar del hecho de que son el mismo Espíritu y poseen la misma esencia, no hay ninguna similitud en absoluto entre los armazones externos de Sus carnes. Simplemente comparten la misma humanidad, pero la apariencia y el nacimiento de Sus carnes no son parecidos. Esto no ejerce ningún impacto en Sus respectivas obras o en el conocimiento que el hombre tiene de Ellos, porque, después de todo, son el mismo Espíritu y nadie puede separarlos. Aunque no tienen parentesco alguno, Sus seres por entero están dirigidos por Sus Espíritus, de forma que Ellos emprenden una obra diferente en distintos períodos de tiempo, con Sus carnes que no comparten un linaje. De manera similar, el Espíritu de Jehová no es el padre del Espíritu de Jesús, al igual que el Espíritu de Jesús no es el hijo del Espíritu de Jehová. Ambos son el mismo Espíritu, al igual que el Dios encarnado de hoy en día y Jesús. Aunque no tienen relación de sangre, son uno; esto se debe a que Sus Espíritus son uno. Él puede realizar la obra de compasión y misericordia, así como la de juicio justo y castigo del hombre y la de traer maldiciones sobre el hombre. Al final, Él puede realizar la obra de destruir el mundo y castigar a los malvados. ¿Acaso no hace todo esto Él mismo? ¿No es esto la omnipotencia de Dios?
de ‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en “La Palabra manifestada en carne
La sabiduría, lo maravilloso, la justicia, y la majestad de Dios nunca cambiarán. Su esencia y lo que Él tiene y es nunca cambiarán. Sin embargo, Su obra siempre está progresando hacia adelante, y siempre va profundizando, porque Él siempre es nuevo y nunca viejo. En cada era Dios adopta un nuevo nombre, hace una obra nueva, y permite a Sus criaturas ver Su nueva voluntad y nuevo carácter. Si las personas no ven la expresión del nuevo carácter de Dios en la nueva era, ¿no lo clavarían eternamente en la cruz? Y al hacerlo, ¿no lo definirían? Si Dios sólo se encarnó como varón, las personas lo definirían como tal, como el Dios de los hombres, y nunca creerían que es el Dios de las mujeres. Entonces, los hombres creerían que Dios es del mismo género que los hombres, que Él es la cabeza de los hombres; ¿y qué hay de las mujeres? Esto es injusto; ¿no es un trato preferencial? Si fuera el caso, todos aquellos a quienes Dios salvó serían hombres como Él, y no habría salvación para las mujeres. Cuando Dios creó a la humanidad, creó a Adán y a Eva. No sólo creó a Adán, sino que hizo tanto al varón como a la mujer a Su imagen. Dios no es sólo el Dios de los hombres, también lo es de las mujeres. Él está haciendo una nueva obra en los últimos días. Él revelará más de Su carácter, y no serán la compasión y el amor de la época de Jesús. Como tiene una obra nueva, esta irá acompañada por un nuevo carácter. Por tanto, si esta obra fue realizada por el Espíritu, si Dios no se hizo carne, sino que el Espíritu habló directamente por medio del trueno, de forma que el hombre no tuviera contacto alguno con Él, ¿conocería el hombre Su carácter? Si sólo el Espíritu hizo la obra, el hombre no tendría forma de conocer Su carácter. Las personas sólo pueden ver el carácter de Dios con sus propios ojos cuando Él se hace carne, cuando la Palabra aparece en la carne, y Él expresa todo Su carácter por medio de la carne. Dios vive de verdad en medio del hombre. Él es de imagen y forma; el hombre puede tener contacto realmente con Su carácter y lo que Él tiene y es; sólo de esta forma puede el hombre conocerlo en realidad. Al mismo tiempo, Dios también ha completado Su obra de ser el Dios de hombres y mujeres, y ha cumplido la totalidad de Su obra en la carne.
de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”

La aparición de Dios ha traído una nueva época (Fragmento I)

2020-05-12 22:46:23 | Palabra de Dios
 
 
Palabra de Dios hoy | La aparición de Dios ha traído una nueva época (Fragmento I)
 
El plan de gestión de seis mil años de Dios está llegando a su fin y la puerta del reino se ha abierto a todos aquellos quienes buscan la aparición de Dios. Queridos hermanos y hermanas, ¿qué estáis esperando? ¿Qué es lo que buscáis? ¿Estáis esperando la aparición de Dios? ¿Estáis buscando las huellas de Dios? ¡Cómo se anhela la aparición de Dios! ¡Y qué difícil es encontrar las huellas de Dios! En una época como esta, en un mundo como este, ¿qué debemos hacer para contemplar el día de la aparición de Dios? ¿Qué debemos hacer para seguir las huellas de Dios? Estas preguntas las enfrentan todos los que esperan la aparición de Dios. Vosotros las habéis considerado en más de una vez, pero ¿con qué resultado? ¿En dónde se aparece Dios? ¿Dónde están las huellas de Dios? ¿Habéis obtenido las respuestas? La respuesta de muchas personas sería esta: Dios se aparece entre los que lo siguen, y Sus huellas están entre nosotros; ¡así de sencillo! Cualquiera puede ofrecer una respuesta formulista, pero, ¿entendéis vosotros qué es la aparición de Dios, y cuáles son las huellas de Dios? La aparición de Dios se refiere a Su llegada personal a la tierra para hacer Su obra. Con Su propia identidad y carácter, y con Su método inherente, Él desciende entre los hombres para llevar a cabo la obra de comenzar una época y terminar otra. Esta clase de aparición no es una especie de ceremonia. No es una señal, un cuadro, un milagro o una gran visión y mucho menos una clase de proceso religioso. Es un hecho real y verdadero que se puede tocar y contemplar. Esta clase de aparición no es en aras de seguir un proceso o en aras de un trabajo a corto plazo; es, para ser más precisos, en aras de una etapa en la obra de Su plan de gestión. La aparición de Dios siempre es significativa y siempre se conecta con Su plan de gestión. La aparición a la que se refiere aquí es completamente diferente a la aparición de la guía, dirección e iluminación de Dios para el hombre. Cada vez que Él se revela, Él lleva a cabo una etapa de la gran obra. Esta obra es diferente de la de cualquier otra época. Para el hombre es inimaginable y él nunca la ha experimentado. Es una obra que da inicio a una nueva época y termina con la vieja época, y es una forma nueva y mejorada de obrar para la salvación de la humanidad; más aún, es una obra para llevar a la humanidad a una nueva época. Este es el significado de la aparición de Dios.
Al mismo tiempo que comprendéis la aparición de Dios, ¿cómo debéis buscar las huellas de Dios? Esta pregunta no es difícil de explicar: en donde esté la aparición de Dios, se va a encontrar las huellas de Dios. Tal explicación suena muy sencilla, pero no es tan fácil de hacer porque muchas personas no saben en dónde se revela Dios, mucho menos en dónde está dispuesto a revelarse o en dónde debería revelarse. Algunos irreflexivamente creen que donde está la obra del Espíritu Santo, ahí está la aparición de Dios. O también creen que donde hay figuras espirituales, ahí está la aparición de Dios. O si no, creen que en donde las personas son bien conocidas, ahí está la aparición de Dios. Por el momento, no deliberemos sobre si tales creencias son correctas o están equivocadas. Para explicar tal cuestión debemos primero ser claros acerca del objetivo: estamos buscando las huellas de Dios. No estamos buscando figuras espirituales, ni mucho menos estamos siguiendo figuras famosas; estamos siguiendo las huellas de Dios. Así, ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Mientras buscabais las huellas de Dios, ignorasteis las palabras que dicen que “Dios es la verdad, el camino y la vida”. Y es que, cuando muchas personas reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave es ese! La aparición de Dios no se puede reconciliar con las concepciones del hombre; mucho menos puede Dios aparecer por orden del hombre. Dios hace Sus propias elecciones y tiene Sus propios planes cuando hace Su obra; más aún, Él tiene Sus propios objetivos y Sus propios métodos. No es necesario que Él discuta con el hombre la obra que Él hace, ni que busque el consejo del hombre, ni mucho menos que les notifique de Su obra a cada una de las personas. Este es el carácter de Dios y, además, todos lo deben reconocer. Si queréis presenciar la aparición de Dios, si queréis seguir las huellas de Dios, entonces debéis primero trascender vuestras propias concepciones. No debes demandar que Dios haga esto o aquello; mucho menos debes colocarlo dentro de tus propios confines y limitarlo a tus propias concepciones. En cambio, debéis preguntar cómo debéis buscar las huellas de Dios, cómo debéis aceptar la aparición de Dios, y cómo os debéis someter a la nueva obra de Dios; eso es lo que el hombre debe hacer. Siendo que el hombre no es la verdad, y que no posee la verdad, el hombre debe buscarla, aceptarla y obedecerla.
Independientemente de si eres norteamericano, británico o de cualquier otra nacionalidad, debes ir más allá de tus propios límites, debes superarte, y debes ver la obra de Dios como una criatura de Dios. De esta manera, no pondrás restricciones a las huellas de Dios. Porque en el día de hoy, mucha gente considera que es imposible que Dios aparezca en cierto país o nación. ¡Qué profundo es el significado de la obra de Dios y qué importante es la aparición de Dios! ¿Cómo podrán medirlos la concepción y el pensamiento del hombre? Y por eso digo que debes romper las concepciones que tengas de tu nacionalidad o etnicidad para buscar la aparición de Dios. De esta manera, no estarás restringido por tus concepciones; de esta manera, estarás calificado para darle la bienvenida a la aparición de Dios. De otro modo, siempre vas a estar en la oscuridad y nunca vas a obtener la aprobación de Dios.
Extracto de “La aparición de Dios ha traído una nueva época”
 
 
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Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation

Sodoma es reducida a cenizas por provocar la ira de Dios

2020-05-03 05:44:17 | Palabra de Dios
Cuando las personas de Sodoma vieron a estos dos siervos, no preguntaron la razón de su venida, ni nadie preguntó si habían venido a difundir la voluntad de Dios. Al contrario, formaron una muchedumbre y, sin esperar una explicación, fueron a capturar a estos dos siervos como perros salvajes o lobos despiadados. ¿Vio Dios estas cosas cuando acontecieron? ¿Qué estaba pensando Dios en Su corazón en cuanto a este tipo de conducta humana, este tipo de cosa? Dios decidió destruir esta ciudad; no dudaría ni esperaría, ni continuaría mostrando paciencia. Su día había llegado, y por tanto se dispuso a hacer la obra que deseaba hacer. Así, Génesis 19:24-25 dice: “Luego Jehová mandó lluvia de azufre y fuego del cielo sobre Sodoma y sobre Gomorra y destruyó esas ciudades, toda la llanura, a todos sus habitantes y todo lo que crecía en estas tierras”. Estos dos versículos dicen a las personas el método con el que Dios destruyó esta ciudad; también dicen lo que Dios destruyó. Primero, la Biblia cuenta que Dios quemó la ciudad con fuego, y que la magnitud del mismo fue suficiente para destruir a todas las personas y aquello que crecía en la tierra. Es decir, el fuego que cayó del cielo no solo destruyó la ciudad; también destruyó a todas las personas y cosas vivientes en su interior, sin dejar una sola huella detrás. Después de la destrucción de la ciudad, la tierra quedó vacía de cosas vivas. No había más vida, ni ninguna señal de ella. La ciudad se había convertido en un desierto, un lugar vacío lleno de un silencio mortal. Ya no habría más maldad contra Dios en este lugar; no habría más matanzas ni sangre derramada.
¿Por qué quería quemar Dios esta ciudad completamente? ¿Qué podéis ver aquí? ¿Soportaría Dios ver a la humanidad y la naturaleza, Sus propias creaciones, ser destruidas de esta forma? Si puedes discernir la ira de Jehová Dios del fuego enviado desde el cielo, entonces no es difícil ver el nivel de Su ira en el objetivo de Su destrucción así como en el grado en que esta ciudad fue destruida. Cuando Dios aborrece una ciudad, enviará Su castigo sobre ella. Cuando Dios está asqueado con una ciudad, emitirá repetidas advertencias informando a las personas de Su ira. Sin embargo, cuando Dios decide poner fin a una ciudad y destruirla, esto es, cuando Su ira y majestad han sido ofendidas, Él no dará más castigos ni advertencias. En su lugar, la destruirá directamente. La hará desaparecer totalmente. Este es el carácter justo de Dios.