Dios Todopoderoso es mi salvador

Que el amor y la misericordia de DIOS estén siempre contigo

Por qué Dios le preguntó a pedro, “¿tú me amas?”

2020-06-07 20:41:19 | Estudio Bíblico
Los registros del Nuevo Testamento, “Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Apacienta mis corderos. Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas” (Juan 21: 15-17). 
Cada vez que leo estos versos, me pongo a reflexionar: ¿Por qué el Señor Jesús le preguntó a Pedro “¿me amas?” tres veces seguidas? ¿Qué nos quiso decir a través de estas tres preguntas? ¿Qué mensaje nos quiso transmitir el Señor? Debido a mi perplejidad y confusión, busqué respuestas en algunos libros espirituales.
Al final, encontré contenido relevante a estas preguntas. Después de leerlo, fui consciente de parte de la voluntad de Dios desde las palabras que el Señor Jesús le preguntó tres veces a Pedro, “¿me amas?” Como dice en el libro, “En esta conversación, el Señor Jesús le hizo una y otra vez la misma pregunta a Pedro: ‘¿Pedro, me amas?’. Es un nivel superior que Él exige de personas como Pedro, después de Su resurrección, a los que creen de verdad en Cristo y se esfuerzan por amar al Señor. Esta pregunta fue una especie de investigación, de interrogación, y más aún fue un requisito y una expectativa de esta clase de persona. Usó este método de preguntas para que pudieran reflexionar sobre sí mismos y mirar en su interior: ¿Cuáles son los requisitos del Señor Jesús para las personas? ¿Amo al Señor? ¿Soy una persona que ama a Dios? ¿Cómo debería amar a Dios? Aunque el Señor Jesús sólo formulara esta pregunta a Pedro, la verdad es que en Su corazón quería utilizar esa oportunidad para extender este tipo de interrogante a más personas que buscan amar a Dios. Lo que ocurre es que Pedro fue bendecido y actuó como representante de este tipo de persona, y recibió las preguntas de la propia boca del Señor Jesús”. “… Era una pregunta que invitaba a la reflexión, llena de significado, que provocaba indefectiblemente remordimiento y temor en cualquier seguidor de Cristo, pero que también sentía el ánimo angustiado y triste del Señor Jesús. Y cuando están soportando gran dolor y sufrimiento, son más capaces de entender la preocupación del Señor Jesucristo y Su interés; se dan cuenta de Su enseñanza sincera y de Sus requisitos estrictos a las personas puras y honestas. La pregunta del Señor Jesús permite que las personas sientan que las expectativas que Él tiene respecto a las personas, reveladas en estas simples palabras no son meramente para creer en Él y seguirle, sino para lograr tener amor, amar a tu Señor, a tu Dios. Este tipo de amor es preocuparse y obedecer, que los seres humanos vivan para Dios, mueran por Él, se lo dediquen todo a Él y gastarlo y darlo todo por Él. Esta clase de amor también consiste en darle consuelo a Dios, permitirle disfrutar del testimonio y que descanse. Es como un reembolso que la humanidad le hace a Dios, su responsabilidad, su obligación y su deber, y el camino en que esta debe seguir durante toda su vida. Estas tres preguntas eran un requisito y una exhortación que el Señor Jesús le hizo a Pedro y a todos aquellos que serían perfeccionados. Y fueron estas las que dirigieron a Pedro y lo motivaron a completar su camino en la vida; fueron las preguntas del Señor Jesús justo antes de partir las que le llevaron a empezar su senda hacia el perfeccionamiento; las que hicieron que, por su amor al Señor, se preocupara de Su corazón, le obedeciera, le ofreciera consuelo, toda su vida y todo su ser, a causa de este amor” (de “La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo III).
Después de leer estas palabras, supe que la frase “¿me amas?”, que el Señor Jesús le preguntó a Pedro tres veces seguidas, es muy importante. Especialmente para nosotros, los siervos del Señor, tiene un significado mucho más profundo. A través de estas preguntas, podemos ver las expectativas que el Señor tiene del hombre: En el corazón de Dios, Él no sólo busca ganar personas que crean en Él y le sigan, sino que espera recibir el amor del hombre hacia Él, y un corazón que verdaderamente lo ame. Dios aprecia al hombre que posee un corazón que lo ame. Durante los miles de años de la obra de Dios, ha habido muchas personas que le siguieron y creyeron en Él, pero entre estos, son pocos aquellos que le amaron. Así que, en Dios preguntando tres veces a Pedro “¿me amas?”, podemos ver que la voluntad de Dios es que espera que todo aquel que de verdad siga a Dios pueda buscar ser una persona como Pedro y conseguir amar a Dios. Eso es lo que Dios espera. A este punto no pude evitar considerar: ¿Tengo amor por Dios? Muchas veces he dicho que buscaría amar a Dios, pero en la realidad mis acciones no nacieron de amor por Él. Porque, si una persona ama verdaderamente a Dios, va a ser atenta a Dios y obediente a Él, y puede cumplir con sus responsabilidades y deberes como criatura para pagar el amor de Dios, sin embargo yo no poseía estas cualidades. En la vida real, generalmente llevé a cabo una transacción con Dios motivada por mis propios intereses carnales—Deseé bendiciones cuando me dediqué un poco, y exigí las bendiciones de Dios a cambio de mis pequeños sacrificios. Yo también vi que varios de mi compañeros quienes “amaban al Señor”, por el bien del trabajo del evangelio, renunciaron a todo su disfrute carnal, dedicaron su juventud, e incluso fueron arrestados y encerrados en la cárcel, pero nada de esto fue por amar a Dios. Había demasiadas impurezas y transacciones entre estos supuestos amores. Por ejemplo, algunos se dedicaban al Señor porque disfrutaban mucho de Su Gracia, algunos otros lo hacían para evitar el desastre; otros buscaban obtener bendiciones y entrar en el cielo; otros buscaban la bendición del estatus. En una palabra, nuestra creencia en Dios tenía estas impurezas e intenciones, entonces no obedecían a un verdadero amor por Dios en nuestros corazones. Dios está preocupado y ansioso por nuestros puntos de vista e intenciones al creer en Él. Porque Dios espera con ansias que nuestras vidas puedan madurar tan pronto como sea posible y podamos liberarnos de la creencia de pedir que nos den el pan de cada día, y que podamos, como criatura adorar a Dios, buscar ser una persona con uso de conciencia y raciocinio, y quien ama, obedece y teme a Dios. Sólo este tipo de persona busca el corazón de Dios, y es la que Dios quiere.
En este momento, leí otra vez las palabras que el Señor Jesús le preguntó tres veces a Pedro, “¿me amas?” Y sentí que eran muy importantes. Esto se debe a que contienen las expectativas que Dios tiene de Pedro y de aquellos quienes son como Pedro. Dios quiere obtener más personas que crean en Él y busquen amarlo como Pedro. Porque sólo aquellos que verdaderamente amen a Dios pueden cuidar de Su corazón y someterse a Él por sobre todas las cosas; sólo tales personas son aquellos que Dios espera recibir al final de Su obra y que pueden ser perfeccionadas por Dios. De acuerdo con las exigencias de Dios, todavía nos falta un largo camino que recorrer, pero en la medida en que confiemos en Dios y aspiremos a Él, yo creo que Dios nos va a guiar. Pueda el Éspíritu Santo motivarnos más para que siempre podamos acudir a Dios para rezar, leer más la palabra del Señor, buscar el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo y comprender las peticiones y voluntad del Señor en Su palabra, para que podamos hacer nuestro mejor esfuerzo en la búsqueda por amar sinceramente a Dios como Pedro, y consecuentemente satisfacer a Dios y consolar Su corazón.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
(Traducido del original en inglés al español por WebTeachers)

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Profecías bíblicas sobre las señales de los últimos días

2020-05-06 01:35:14 | Estudio Bíblico
Hoy en día, los desastres como los terremotos, las hambrunas, las plagas, las inundaciones y las sequías, etc están ocurriendo continuamente y con frecuencia en todas las partes del mundo, y se están volviendo cada vez más graves; las profecías bíblicas del regreso del Señor se han cumplido básicamente; los días de la venida del Señor han llegado. Entonces ¿cómo debemos buscar la aparición y la obra del Señor de los últimos días y recibir Su regreso? El Señor profetizó claramente: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). De aquí, se puede ver que la obra principal del Señor es expresar palabras para llamar a la puerta del hombre cuando venga en los últimos días, y aquellos que escuchan la voz de Dios y salen a recibir a Él son los que son arrebatados ante Dios antes del desastre, asistirán al banquete con Él. Lee el siguiente artículo para obtener más detalles y caminos de la práctica.
Profecías bíblicas sobre las señales de los últimos días
Mateo 24:7-8
“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es solo el comienzo de dolores”.
Mateo 24:37-39
“Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que entró Noé en el arca, y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así será la venida del Hijo del Hombre”.
Mateo 24:21
“Porque habrá entonces una gran tribulación, tal como no ha acontecido desde el principio del mundo hasta ahora, ni acontecerá jamás”.
 
Joel 2:30-31
“Y mostraré maravillas en los cielos y en la tierra, sangre y fuego, y columnas de humo. El sol será convertido en oscuridad y la luna en sangre, antes de que llegue el gran y terrible día de Jehová”.
Apocalipsis 6:12-13
“Vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto, y el sol se puso negro como cilicio hecho de cerda, y toda la luna se volvió como sangre, y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como la higuera deja caer sus higos verdes al ser sacudida por un fuerte viento”.
Las palabras relevantes de Dios:
“Los últimos días han llegado y en los países alrededor del mundo reina la confusión, hay desorden político, por todos lados están apareciendo hambres, pestilencias, inundaciones y sequías, hay una catástrofe en el mundo del hombre y los cielos han hecho bajar el desastre. Estas son las señales de los últimos días”.
“Todos los desastres sucederán uno tras otro; todas las naciones y todos los lugares experimentarán desastres, plaga, hambre, inundación, sequía y terremotos están por todas partes. Estos desastres no ocurren sólo en uno o dos lugares, ni terminarán dentro de uno o dos días, sino que se extenderán sobre un área cada vez mayor y los desastres serán cada vez más severos. Durante este tiempo surgirán sucesivamente toda clase de plagas de insectos, y el fenómeno del canibalismo ocurrirá en todos los lugares. Este es Mi juicio sobre todas las naciones y pueblos”.
“En todas las naciones y lugares del mundo, terremotos, hambrunas, plagas y toda clase de desastres ocurren con frecuencia. Conforme Yo lleve a cabo Mi gran obra en todas las naciones y lugares, estos desastres surgirán con más intensidad que en cualquier otro momento desde la creación del mundo. Este es el principio de Mi juicio de todos los pueblos; pero Mis hijos pueden estar tranquilos, ningún desastre vendrá sobre vosotros y Yo os protegeré (lo que significa que después viviréis en el cuerpo, pero no en la carne, por lo que no sufriréis el dolor de ningún desastre). Simplemente estaréis junto a Mí reinando como reyes y juzgando a todas las naciones y pueblos, disfrutando buenas bendiciones conmigo para siempre en los confines del universo. Todas estas palabras se cumplirán y se lograrán pronto ante vuestros propios ojos. Ni siquiera me demoraré una sola hora ni un solo día, Yo hago las cosas increíblemente rápido. No te preocupes ni inquietes, la bendición que Yo te doy es algo que nadie puede quitarte; este es Mi decreto administrativo. Todas las personas serán obedientes a Mí a causa de Mis hechos; no sólo vitorearán una y otra vez, sino que aún más, saltarán una y otra vez de gozo”.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation. 

En 2019 se profetiza: “Tres raras superlunas consecutivas” indica que sucederán las cosas inusuales

2020-04-28 19:15:38 | Estudio Bíblico
 
Según han predicho los expertos, dos superlunas consecutivas aparecerán el 19 de febrero y el 21 de marzo de 2019, dos nuevos y fantásticos acontecimientos astronómicos después de la "superluna de sangre de lobo" que tuvo lugar el 21 de enero.
La información al respecto afirma que el término "superluna" se refiere a cuando la luna llena se desplaza al punto más cercano a la tierra, su perigeo, donde el diámetro de la luna es 14% más grande de lo normal y su brillo también aumenta en un 30%. Es la luna más grande y redonda que se puede ver a simple vista. Tres superlunas aparecerán este año de manera consecutiva, un suceso astronómico rara vez visto. En realidad, en los últimos años es constante la aparición de maravillosos acontecimientos como las lunas de sangre y las superlunas, por ejemplo las lunas de sangre de 2011 y 2013, la sucesión de cuatro lunas de sangre que aparecieron entre 2014 y 2015, la superluna de sangre azul de 2018, que también tuvo lugar hace 152 años, y la superluna de sangre de lobo que apareció el 21 de enero de 2019, que combinaba a la perfección las tres apariciones astronómicas de la superluna, la luna de sangre y la luna de lobo, y fue aclamada como una deslumbrante maravilla astronómica.
 
Muchos profetas han anunciado que la aparición de las lunas de sangre marca la llegada de eventos extraordinarios y destacados. Muchos expertos bíblicos también creen firmemente que la aparición de las lunas de sangre cumple con la profecía en el Libro de Joel 2:29-31: “Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en esos días. Y haré prodigios en el cielo y en la tierra: sangre, fuego y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y terrible”. Además, en Apocalipsis 6:12, dice: “Vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto, y el sol se puso negro como cilicio hecho de cerda, y toda la luna se volvió como sangre”. “El día […] grande y terrible” mencionado en la profecía en el Libro de Joel se refiere a los grandes desastres. Todos hemos visto que en los últimos años se han multiplicado los desastres a gran escala, con la frecuente aparición de terremotos, hambrunas, plagas e inundaciones que nos horroriza presenciar. La situación mundial es turbulenta y cambia constantemente. Con frecuencia estallan guerras, se suceden los incidentes violentos y siguen aumentando los atentados terroristas; la atmósfera del mundo se calienta cada vez más, y los climas extremos y todo tipo de maravillas astronómicas ocurren constantemente. Entonces, ¿cómo debemos ver los cristianos estos desastres? ¿Qué es lo que Dios quiere inspirar en nosotros por medio de estos desastres? ¿Qué obra realizará Dios antes de que lleguen los grandes desastres? Dice en el Libro de Joel 2:29-31: “Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en esos días”. Según esta profecía, antes de que vengan los grandes desastres, el Espíritu de Dios expresará Sus palabras para regar a Sus siervos y siervas. Está profetizado en muchas partes de los capítulos 2 y 3 del Apocalipsis: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Y en Apocalipsis 7:14: “Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”. Y en Apocalipsis 14:4: “Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero”. Y en Apocalipsis 2:7 se afirma: “Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios”. A partir de estas profecías, podemos ver que Dios realizará una nueva etapa de Su obra en los últimos días, en la que expresará Sus palabras y formará un grupo de vencedores antes de los desastres. Estas personas serán las primicias, serán las que sirven a Dios y a las que al final Él llevará a su reino.
Las palabras de Dios han descubierto este misterio y nos han dicho qué obra realizará Dios antes de que lleguen los desastres. Leamos juntos algunos pasajes de palabras clásicas expresadas por Dios:
¡Abre tus ojos, mira y puedes ver Mi gran poder en todas partes! Puedes estar seguro de Mí en todas partes. El universo y la expansión están difundiendo Mi gran poder. Todas las palabras que Yo he hablado se han hecho realidad en el calentamiento del clima, el cambio climático, las anomalías de las personas, el desorden de la dinámica social y el engaño del corazón de las personas. El sol se blanquea y la luna enrojece; todo está es desorden. ¿Seguís sin verlo?
En todas las naciones y lugares del mundo, terremotos, hambrunas, plagas y toda clase de desastres ocurren con frecuencia. Conforme Yo lleve a cabo Mi gran obra en todas las naciones y lugares, estos desastres surgirán con más intensidad que en cualquier otro momento desde la creación del mundo. Este es el principio de Mi juicio de todos los pueblos.
Sin darnos cuenta de ello, la situación en cada país del mundo es cada vez más tensa, desmoronándose día a día y cayendo día a día en el caos. Todos los dirigentes de cada país tienen la esperanza de obtener poder al final. No lo esperan, pero Mi castigo ya está sobre ellos.
El día de hoy en varios países estoy haciendo la obra que me he propuesto lograr. Me estoy moviendo entre todos, haciendo toda Mi obra como la planeé, y toda la humanidad está separando las diversas naciones de acuerdo a Mi voluntad. Las personas en la tierra tienen fija su atención en su propio destino, ya que el día se acerca y los ángeles tocan sus trompetas. Ya no habrá más retrasos y toda la creación por consiguiente comenzará a danzar con júbilo. ¿Quién podría extender Mi día a su voluntad? ¿Podría ser un terrícola? ¿Podrían ser las estrellas en el cielo, o los ángeles? Cuando Yo hago una declaración y comienzo la salvación del pueblo de Israel, Mi día se acerca a toda la humanidad. Todos los hombres temen el regreso de Israel. Cuando regrese, será Mi día de gloria y el día en que todo cambie y se renueve. Siendo que un juicio justo estará enfrentando a todo el universo, todos estarán temerosos y asustadizos porque en el mundo humano la justicia es insólita. Cuando aparezca el Sol de justicia, el Este será iluminado, y después este iluminará a todo el universo alcanzando a todos. Si el hombre pudiera realmente hacer Mi justicia, ¿qué habría que temer? Todo Mi pueblo espera la llegada de Mi día, anticipando la venida de Mi día. Me esperan para que retribuya a toda la humanidad y fije su destino como el Sol de justicia. Mi reino se está formando sobre todo el universo y Mi trono se está apoderando de los corazones de trillones de personas. Con la ayuda de los ángeles, Mi gran logro pronto se llevará a un término exitoso. Todas las multitudes de Mis hijos y Mi pueblo esperan ansiosamente Mi regreso, anticipando Mi reunión con ellos, para nunca más volver a separarnos. ¿Cómo podría todo el pueblo de Mi reino no correr de un lado a otro celebrando los unos con los otros que Yo esté junto a ellos? ¿A quién se le ocurriría ahorrar costos en esta reunión? Soy honorable a los ojos de todos; soy proclamado en las bocas de todos. Cuando regrese, voy a conquistar a todas las fuerzas enemigas aún más. ¡El momento ha llegado! ¡Pondré Mi obra en marcha; reinaré supremo entre los hombres! ¡Voy a regresar! ¡Me voy a ir! Esto es lo que todos están anticipando, lo que están esperando. ¡Quiero dejar que todos vean la llegada de Mi día y que gozosamente le den la bienvenida al arribo de Mi día!
Estoy llevando a cabo Mi obra por todo el universo y en el oriente se producen choques interminables como de truenos que sacuden a todas las naciones y denominaciones. Es Mi voz la que ha guiado a todos los hombres al presente. Haré que todos los hombres sean conquistados por Mi voz, que caigan en esta corriente y se sometan ante Mí, porque desde hace mucho tiempo he recuperado Mi gloria de toda la tierra y la he emitido nuevamente en el oriente. ¿Quién no anhela ver Mi gloria? ¿Quién no espera ansiosamente Mi regreso? ¿Quién no tiene sed de Mi reaparición? ¿Quién no suspira por Mi hermosura? ¿Quién no vendría a la luz? ¿Quién no contemplaría la riqueza de Canaán? ¿Quién no anhela el regreso del Redentor? ¿Quién no adora al Gran Todopoderoso? Mi voz se extenderá por toda la tierra; quiero, frente a Mi pueblo elegido, decirles más palabras. Como los poderosos truenos que sacuden las montañas y los ríos, digo Mis palabras a todo el universo y a la humanidad. Por tanto, las palabras en Mi boca se han convertido en el tesoro del hombre y todos los hombres aprecian Mis palabras. El relámpago destella desde el oriente hasta el occidente. Mis palabras son tales que el hombre se resiste a renunciar a ellas y, al mismo tiempo, las encuentra insondables, pero se regocija aún más en ellas. Al igual que un recién nacido, todos los hombres se alegran y se gozan, celebrando Mi llegada. Por medio de Mi voz, traeré a todos los hombres delante de Mí. A partir de entonces, entraré formalmente a la raza de los hombres para que ellos vengan a adorarme. Con la gloria que irradio y las palabras en Mi boca, haré que todos los hombres se presenten ante Mí y vean que el relámpago destella desde el oriente, y que Yo también he descendido al “Monte de los Olivos” del oriente. Verán que llevo ya mucho tiempo en la tierra, ya no como el Hijo de los judíos, sino como el Relámpago del oriente. Porque he resucitado hace mucho tiempo, me he alejado del seno de la humanidad y reaparecido luego con gloria entre los hombres. Soy Aquel que fue adorado en eras innumerables antes de ahora y también soy el infante abandonado por los israelitas en eras innumerables antes de ahora. ¡Además, soy el Dios Todopoderoso y todo glorioso de la era actual! Que todos se presenten ante Mi trono y vean Mi semblante glorioso, oigan Mi voz y contemplen Mis obras. Esta es la totalidad de Mi voluntad; es el fin y el clímax de Mi plan, así como el propósito de Mi gestión. ¡Que cada nación me adore, que cada lengua me reconozca, que todos los hombres depositen su fe en Mí y que todas las personas se sometan a Mí!
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
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Dios ve el arrepentimiento sincero en las profundidades de los corazones de los ninivitas

2020-04-26 05:12:05 | Estudio Bíblico
El marcado contraste entre la reacción de Nínive y de Sodoma a la advertencia de Dios
¿Qué significa ser destruida? En términos coloquiales, significa desaparecer. Pero, ¿de qué forma? ¿Quién podría destruir toda una ciudad? Es imposible para el hombre llevar a cabo tal acto, por supuesto. Estas personas no eran insensatas; tan pronto como oyeron esta proclamación, captaron la idea. Sabían que había venido de Dios; sabían que Dios iba a llevar a cabo Su obra; sabían que su maldad había enfurecido a Jehová Dios y llevado Su ira sobre ellos, de forma que pronto serían destruidos junto a su ciudad. ¿Cómo se comportó el pueblo de la ciudad después de escuchar la advertencia de Jehová Dios? La Biblia describe con detalles específicos cómo reaccionaron estas personas, desde su rey hasta el hombre común. Tal como registran las Escrituras: “Entonces la gente de Nínive creyó a Dios, y declararon un ayuno, y se pusieron un hábito de penitencia, desde el más importante hasta el menor de ellos. Porque el rey de Nínive se enteró y se levantó de su trono, se quitó su vestidura y se puso un hábito de penitencia y se sentó sobre cenizas. Y mandó que se proclamara y publicara mediante decreto del rey y sus nobles, ordenó a todo Nínive diciendo: Que ningún hombre ni bestia, manada o bandada, coman nada, ni siquiera que beban agua. Pero que todos los hombres y las bestias estén cubiertos con hábito de penitencia y que clamen con todas sus fuerzas a Dios; que todos se arrepientan de sus caminos de maldad y se despojen de toda la violencia de sus manos…”.
Después de oír la proclamación de Jehová Dios, el pueblo de Nínive mostró una actitud totalmente opuesta a la del pueblo de Sodoma, el pueblo de Sodoma se opuso abiertamente a Dios, continuando de mal en mal, pero después de oír estas palabras, los ninivitas no ignoraron el asunto, ni se resistieron; en su lugar creyeron en Dios y declararon un ayuno. ¿A qué se refiere “creyeron” aquí? La palabra en sí sugiere fe y sumisión si usan el comportamiento práctico de los ninivitas para explicar esta palabra, significa que creyeron que Dios podía hacer y haría lo que decía, y que estaban dispuestos a arrepentirse. ¿Sintió miedo el pueblo de Nínive frente al desastre inminente? Su creencia fue la que puso el miedo en sus corazones. Bien, ¿qué se puede usar para demostrar la creencia y el miedo de los ninivitas? Es como la Biblia dice: “y declararon un ayuno, y se pusieron un hábito de penitencia, desde el más importante hasta el menor de ellos”. Es decir que los ninivitas creyeron verdaderamente, y que de esa creencia vino el miedo, que después llevó al ayuno y a vestirse de cilicio. Así es como mostraron el principio de su arrepentimiento. Totalmente al contrario del pueblo de Sodoma, los ninivitas no sólo no se opusieron a Dios, sino que también mostraron claramente su arrepentimiento por medio de su comportamiento y sus acciones. Por supuesto, esto no sólo se aplicó al pueblo llano de Nínive; su rey no era una excepción.
Los ninivitas demolieron la estatua, se cubrieron de saco y se arrodillaban arrepiéndose
El arrepentimiento del rey de Nínive se gana el elogio de Jehová Dios
Cuando el rey de Nínive oyó estas noticias, se levantó de su trono, se quitó su túnica, se vistió de cilicio y se sentó sobre cenizas. Después proclamó que no se permitiría comer nada a nadie en la ciudad, y que ni el ganado, ni los corderos, ni los bueyes podrían pastar o beber agua. Los hombres y el ganado por igual debían vestir de cilicio; las personas rogarían a Dios fervientemente. El rey también proclamó que cada uno de ellos se volviese de sus caminos malvados y abandonase la violencia en sus manos. A juzgar por esta serie de actos, el rey de Nínive demostró su arrepentimiento sincero. La serie de acciones que llevó a cabo —levantarse de su trono, quitarse su túnica de rey, vestir de cilicio y sentarse sobre cenizas— dice a la gente que el rey de Nínive dejaba de lado su estatus real y vestía de cilicio junto al pueblo llano. Es decir, el rey de Nínive no ocupaba su puesto real para continuar con su camino malvado o la violencia en sus manos después de oír el anuncio de Jehová Dios; en su lugar, dejó de lado la autoridad que ostentaba y se arrepintió delante de Jehová Dios. En este momento el rey de Nínive no se estaba arrepintiendo como un rey; había venido delante de Dios para confesar y arrepentirse de sus pecados como un súbdito ordinario de Dios. Además, también dijo a toda la ciudad que confesase y se arrepintiese de sus pecados delante de Dios de la misma forma que él; adicionalmente, tenía un plan específico en cuanto a cómo hacerlo, como se ve en las Escrituras: “Que ningún hombre ni bestia, manada o bandada, coman nada, ni siquiera que beban agua… y que clamen con todas sus fuerzas a Dios; que todos se arrepientan de sus caminos de maldad y se despojen de toda la violencia de sus manos”. Como gobernador de la ciudad, el rey de Nínive poseía un estatus y un poder supremo y podía hacer cualquier cosa que desease. Cuando se enfrentó al anuncio de Jehová Dios, podía haber ignorado el asunto o simplemente haberse arrepentido y confesado sus pecados él solo; en cuanto a si el pueblo de la ciudad decidía o no arrepentirse, podía haber ignorado por completo el asunto. Sin embargo, el rey de Nínive no hizo esto en absoluto. No sólo se levantó de su trono, se vistió de cilicio y cenizas, confesó y se arrepintió de sus pecados delante de Jehová Dios, sino que también ordenó que todas las personas y el ganado de la ciudad hiciesen lo mismo. Incluso ordenó a las personas “clamar con todas sus fuerzas a Dios”. A través de esta serie de acciones, el rey de Nínive cumplió verdaderamente con su deber; su serie de actos es una que resulta difícil de realizar para cualquier rey en la historia humana, y también una que nadie realizó. Estas acciones pueden definirse como empresas sin precedentes en la historia humana; son dignas tanto de ser conmemoradas como imitadas por la humanidad. Desde los albores del hombre, cada rey había llevado a sus súbditos a resistirse y oponerse a Dios. Nadie había guiado nunca a sus súbditos a rogar a Dios en busca de redención por su maldad, a recibir el perdón de Jehová Dios y evitar el castigo inminente. Sin embargo, el rey de Nínive fue capaz de llevar a sus súbditos a volverse a Dios, dejar sus respectivos caminos malvados y abandonar la violencia en sus manos. Además, también fue capaz de dejar de lado su trono, y a cambio, Jehová Dios se volvió y se arrepintió y retiró Su ira, permitiendo que las personas de la ciudad sobreviviesen y guardándolos de la destrucción. Las acciones del rey sólo pueden calificarse como un milagro raro en la historia humana; pueden incluso definirse como un modelo de humanidad corrupta que confiesa y se arrepiente de sus pecados delante de Dios.
Dios ve el arrepentimiento sincero en las profundidades de los corazones de los ninivitas
Después de escuchar la declaración de Dios, el rey de Nínive y sus súbditos llevaron a cabo una serie de actos. ¿Cuál es la naturaleza de su conducta y sus acciones? En otras palabras, ¿cuál es la esencia de la totalidad de su conducta? ¿Por qué hicieron lo que hicieron? En los ojos de Dios se habían arrepentido sinceramente, no sólo porque habían rogado a Dios fervientemente y confesado sus pecados delante de Él, sino también porque habían abandonado su conducta malvada. Actuaron de esta forma porque después de oír las palabras de Dios, se asustaron increíblemente y creyeron que Él haría lo que dijo. Ayunando, vistiendo de cilicio y sentándose sobre cenizas, deseaban expresar su disposición a reformarse de sus caminos y refrenar su maldad, a orar para que Jehová Dios contuviese Su enojo, a rogar a Jehová Dios para que se retractase de Su decisión, así como de la catástrofe que estaba a punto de caer sobre ellos. Por medio del examen de todo su comportamiento se puede ver que ya entendieron que sus actos malvados anteriores eran detestables para Jehová Dios y que entendieron la razón por la que Él los destruiría pronto. Por estas razones, todos deseaban arrepentirse completamente, volverse de sus caminos malvados y abandonar la violencia en sus manos. En otras palabras, una vez conocieron la declaración de Jehová Dios, todos y cada uno de ellos sintió miedo en su corazón; ya no continuaron más con su conducta malvada ni cometiendo esos actos aborrecidos por Jehová Dios. Adicionalmente, rogaron a Jehová Dios que perdonase sus pecados pasados y que no los tratase de acuerdo a sus acciones pasadas. Estaban dispuestos a no involucrarse más en la maldad y actuar según las instrucciones de Jehová Dios, para nunca más enfurecer a Jehová Dios. Su arrepentimiento fue sincero y profundo. Vino de las profundidades de sus corazones y no fue fingido, ni tampoco temporal.
ninivitas cubrían de saco a los vacas y ovejas en el pueblo
Una vez que las personas de Nínive, desde el rey supremo hasta sus súbditos, conocieron que Jehová Dios estaba enojado con ellos, cada una de sus acciones, la totalidad de su comportamiento, así como cada una de sus decisiones y elecciones fueron claras y sencillas a la vista de Dios. El corazón de Dios cambió de acuerdo a su comportamiento. ¿Cuál era el estado de ánimo de Dios en ese mismo momento? La Biblia te puede responder esa pregunta. Tal como se registra en las Escrituras: “Y Dios vio sus obras que ellos se habían arrepentido de su maldad; y Dios se arrepintió del mal que Él había anunciado para ellos y no lo cumplió”. Aunque Dios cambió de opinión, no había nada complejo sobre Su estado de ánimo. Simplemente pasó de expresar Su enojo a calmarlo, y después decidió no traer la catástrofe sobre la ciudad de Nínive. La razón por la que la decisión de Dios —salvar a los ninivitas de la catástrofe— fue tan rápida es que Dios observó el corazón de cada persona de Nínive. Vio lo que tenían en las profundidades de sus corazones: su confesión y arrepentimiento sinceros de sus pecados, su creencia sincera en Él, su profundo sentido de cómo sus actos malvados habían enfurecido Su carácter, y el miedo resultante del castigo inminente de Jehová Dios. Al mismo tiempo, Jehová Dios también oyó las oraciones desde las profundidades de sus corazones rogándole que detuviese Su enojo contra ellos para que pudiesen evitar esta catástrofe. Cuando Dios observó todos estos hechos, poco a poco Su ira desapareció. Independientemente de cuán grande había sido anteriormente Su enojo, cuando vio el arrepentimiento sincero en las profundidades de los corazones de estas personas Su corazón fue tocado por esto, y por tanto no quiso traer la catástrofe sobre ellos, y dejó de estar enojado con ellos. En su lugar, continuó extendiendo Su misericordia y tolerancia hacia ellos y continuó guiándolos y proveyendo para ellos.
Extracto de “La Palabra manifestada en carne”
Nota al pie:
The Bible quotation in this article are translated from AKJV.
Recomendación: Misericordia de dios

Cómo coordinarse armoniosamente con los compañeros de trabajo

2020-04-21 19:07:21 | Estudio Bíblico


Devocionales Cristianos | Cómo coordinarse armoniosamente con los compañeros de trabajo

Cuando mi prima llegó a mi casa con preocupación, suspiró y me dijo: "He trabajado en la iglesia con la Hermana Chen por un tiempo. Pero recientemente, cuando tratamos de resolver algunos problemas, nunca podemos tener una opinión unificada. Cuando yo hablaba del este, ella sólo hablaba del oeste. Pensé que mis opiniones y puntos de vista eran claramente correctos, pero la hermana Chen siempre me cuestiona. Fue difícil para mí someterme y aceptar. Después, para evitar conflictos con ella, no dije nada, pero peleo con ella interiormente: Ya que te sientes capaz, entonces puedes tener la última palabra sobre el trabajo de la iglesia por ti misma, y yo no participaré más. Veré lo que puedes hacer. A veces incluso vi que la hermana Chen no estaba segura de acerca de cómo resolver algunos problemas, y sabiendo que si actuaba ciegamente, causaría una pérdida a la iglesia, pero aún así no quería corregirla. Debido a todo esto, me siento incómoda, y mi relación con Dios se está volviendo anormal. Sé que lo que hice es inconsistente con la voluntad del Señor, pero no tengo idea de cómo hacer para lograr una coordinación armoniosa con mi compañera de trabajo y salvaguardar juntas los intereses de la iglesia".
Escuché atentamente la molestia de mi prima y le di un vaso de agua, diciendo: "Hace algún tiempo, yo también me encontré con este problema cuando estaba a cargo del trabajo de la iglesia con la hermana Li. Cada vez que discutíamos el trabajo juntas, la hermana Li siempre tenía opiniones diferentes con respecto a mis puntos de vista. Sentí que ella parecía hacerme las cosas difíciles a propósito y encontrarme defectos. Así que, en un ataque de ira, no quise prestarle atención. Pensé: Puedes comportarte como quieras, no diré nada. Aunque también sé que el Señor dijo: "Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he amado" (Juan 15:12). Una vez que mis intereses, mi prestigio y mi reputación están involucrados, lucho por poner en práctica la palabra del Señor. Siempre tengo muy poco amor y demasiados prejuicios, muy poca comprensión y demasiados conflictos. Especialmente al organizar y lidiar con el trabajo de la iglesia, cuando no podíamos tener una opinión unificada, ninguno de nosotras estaba dispuesta a hacernos a un lado. Ambas pensábamos que nuestras opiniones eran mejores que las de los demás, y que nuestra comprensión era mayor que la de los demás, así que ambas queríamos que la otra aceptara nuestros propios puntos de vista y consejos. Cuando la obra de la iglesia se retrasaba, fijábamos los ojos la una en la otra, pensando que era causado por la vanidad de los demás. Cuando nuestras ideas eran rechazadas por otros, poníamos el trabajo a un lado en un arrebato de ira y lo ignorábamos".
Mi prima dejó el vaso en la mano, asintiendo con la cabeza y diciendo: "¡Tienes razón! Eso es lo que hago. También sé que el Señor requiere que seamos de un solo corazón y mente y que nos amemos los unos a los otros, pero cuando mi prestigio y mi estatus están en juego, no puedo ponerlo en práctica. ¿Cómo deberíamos resolver este problema?"
Yo le respondí: "He buscado y rezado continuamente a Dios para resolver este problema. Hace unos días, visité a un amigo que también cree en el Señor. Después de escuchar su consejo, tengo una manera de practicar, y lo anoté. Espera un minuto, lo tomaré y lo compartiré contigo". Después de tomar mis notas, empecé a tener comunicación con mi prima...

1. Si queremos lograr una coordinación armoniosa, debemos entender nuestra propia naturaleza arrogante y aprender a respetar y escuchar las sugerencias correctas de los demás.
Debido a que hemos sido profundamente corrompidos por Satanás, todos tenemos la naturaleza satánica de la arrogancia, engreimiento, auto-importancia y auto-justicia. Esta es la razón principal por la que no podemos coordinarnos armoniosamente con los demás. Bajo el dominio de nuestra naturaleza arrogante, al coordinarnos para servir con los demás, siempre los despreciamos, los consideramos menos capaces que nosotros mismos, y sentimos que somos mejores que ellos y tenemos una comprensión elevada, y en todo queremos tener la última palabra. Así que a menudo trabajamos solos voluntariamente; no importa lo que hagamos, somos propensos a actuar arbitrariamente; aunque discutamos con los demás, simplemente seguimos adelante con las mociones, porque en nuestras mentes ya hemos decidido que haremos esto o aquello. Debido a nuestra arrogancia y engreimiento, siempre aferrándonos a nuestras propias opiniones, es difícil para nosotros evitar producir fricción, distanciamiento y divergencia con nuestros compañeros de trabajo.
Por lo tanto, debemos prestar atención a entender nuestra arrogancia y engreimiento, y saber que nuestras concepciones e imaginaciones internas no son la verdad, sino que provienen de nuestra disposición corrupta y pertenecen a Satanás, y por lo tanto no debemos aferrarnos a ellas, sino que debemos traicionarlas y abandonarlas. Es más, en todo con lo que nos enfrentemos, debemos buscar la intención de Dios, escuchar las sugerencias correctas de los demás y hacer bien la obra de la iglesia de acuerdo a los requerimientos de Dios. Sólo de esta manera nuestra coordinación en el servicio puede ser según la voluntad de Dios y ser bendecida por Dios. El Señor Jesús dijo: "Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5:3). Si podemos mantener un corazón de humildad y búsqueda, y tener un corazón abierto para aprender de las fortalezas de los demás y compensar nuestras debilidades, entonces no sólo podremos lograr una coordinación armoniosa, sino que además podremos aprender muchas lecciones. En realidad, cuando discutimos con otros debido a nuestras diferentes opiniones, si las consideramos cuidadosamente, descubriremos que no son inferiores; lo que sugieren también tiene puntos beneficiosos y recomendaciones, y es sólo que no los atraemos con nuestro corazón; nuestra comprensión no es tan buena o brillante. Aquellos que son altamente competitivos y se rinden a la vanidad son arrogantes y engreídos. Si creemos demasiado en nosotros mismos y nos esforzamos por negar las opiniones de los demás, entonces será demasiado irrazonable.
2. Si queremos lograr una coordinación armoniosa, debemos ser capaces de enfrentarnos a Dios y hacer bien el trabajo de la iglesia, adherirnos al principio de la verdad y atrevernos a salvaguardar los intereses de la misma.
Cuando dos personas hacen el trabajo de la iglesia juntas, por un lado, deben aceptar las sugerencias correctas de los demás y no vivir de acuerdo con su naturaleza arrogante; por otro lado, deben buscar el principio de la verdad en todo, y no deben enojarse debido a su prejuicio contra el otro, ignorando el interés de la iglesia. Deberían controlarse y supervisarse mutuamente, pero no se basa en absoluto en el temperamento y la arrogancia para hacer las cosas. Al descubrir que nuestros compañeros hacen algo en contra de la verdad, se deben atrever a adherirse al principio y no ser una "persona servil". Por ejemplo, cuando alguien ve a su compañero u otras personas perturbar o demoler la obra de la iglesia, lo cual impacta seriamente la entrada en acción de los hermanos y hermanas, sin embargo, simplemente la ignoran, y mantienen la actitud de "Deja las cosas vagar si no te afectan personalmente; guardar silencio sobre las faltas de los buenos amigos hace una larga y buena amistad", sin considerar el trabajo de la iglesia ni la vida de los hermanos y hermanas. Ellos sólo continúan con su propio trabajo, considerando el trabajo de la iglesia como un juego. Incluso si los intereses de la iglesia sufren pérdidas, ellos no se preocupan por ello y sólo se enfocan en sus propios beneficios. Mientras sus beneficios no se vean afectados, no les importan las otras cosas. Tales personas son egoístas, no son los fieles siervos de Dios, y nunca pueden lograr una coordinación armoniosa con los demás. Si no cambian a tiempo, perderán la obra del Espíritu Santo, y caerán en tinieblas.
Así que, si encontramos que lo que hacen los colaboradores puede hacer que los intereses de la iglesia sufran pérdidas, entonces debemos estar del lado de la verdad y no debemos ceder. Pero si los compañeros de trabajo tienen alguna cooperación tonta debido a que no entienden el principio de la verdad, no debemos ser demasiado críticos, sino que debemos tener compañerismo y junto con ellos buscar la verdad, de tal manera que podamos cumplir bien la comisión de Dios. Entonces, tal coordinación es armoniosa.
3. Coordinar armoniosamente es para cumplir los mandatos de Dios, complementarse unos a otros y ser construidos juntos.
En la coordinación en el servicio, el error que más fácilmente cometemos es que o bien somos arrogantes y engreídos, o nos negamos a obedecer a alguien, o no tenemos en cuenta la sugerencia de nadie y sólo queremos que otros nos obedezcan y sigan nuestro ritmo, o vivimos de acuerdo con nuestra naturaleza egoísta y despreciable; aunque vemos que nuestros compañeros tienen algunos problemas, no estamos dispuestos a practicar la verdad, sólo nos enfocamos en mantener la relación humana con ellos, e ignoramos los intereses de la iglesia. Tal coordinación en el servicio no tiene armonía, y si coordinamos así, tarde o temprano seremos rechazados y eliminados por el Espíritu Santo. El propósito de Dios es hacer que trabajemos juntos, es permitirnos aprender unos de otros, y unirnos en corazón y mente para servir a Dios. Sólo así se edificará la iglesia y crecerá nuestra vida espiritual.
Piense cuidadosamente, cada deber en la iglesia no es algo que pueda ser cumplido por una sola persona; por lo tanto, debemos coordinarnos en el servicio para que el trabajo pueda lograr un buen resultado. Porque ninguno de nosotros es perfecto, y todos tenemos muchos defectos y deficiencias, si sólo dependemos de nosotros mismos para hacer el trabajo en coordinación en el cumplimiento de nuestro deber, entonces no tendremos éxito en nuestro trabajo, y a veces incluso cometeremos errores y traeremos algunas pérdidas a la obra de la iglesia. Pero si podemos coordinarnos en el servicio, nuestras deficiencias se compensarán en mayor o menor medida, y también se evitarán algunas faltas. Al igual que en la era de la Ley, Jehová Dios permitió que Moisés sacara a los israelitas de Egipto. Debido a que Moisés era torpe en el habla y no podía cumplir la comisión de Dios por sí mismo, Dios nombró a Aarón para que fuera su portavoz. Ambos cumplieron con sus respectivos deberes y cooperaron el uno con el otro, y al final, guiaron a los israelitas fuera de Egipto, completando la comisión de Dios.
Así como cuando realizamos nuestros deberes juntos en la iglesia, una persona es experta en descubrir los problemas de la ésta y las lagunas en el trabajo, pero su entendimiento de la verdad es superficial, así que después de descubrir los problemas, no sabe qué aspecto de la verdad debe ser compartido para resolverlos. Al mismo tiempo, la otra persona es mejor en recibir la palabra de Dios y comunicar la verdad. Si ellos dos pueden trabajar juntos, y dar juego a sus propias fortalezas y aprender el uno del otro, entonces no sólo se resolverán los problemas en la iglesia, sino también se edificarán las vidas de los hermanos y hermanas y ellos mismos aprenderán lecciones mientras trabajan juntos. Es beneficioso para el trabajo de la iglesia y nuestra entrada en acción. Si todos podemos preocuparnos por la intención de Dios, y podemos, por el bien de la obra de la iglesia y de la entrada en acción de los hermanos y hermanas, coordinarnos armoniosamente y hacer lo mejor que podamos, las bendiciones de Dios nos acompañarán: La vida de la iglesia se vuelve cada vez mejor; toda la iglesia tiene un solo corazón y hay una atmósfera de armonía; la voluntad de Dios se puede llevar a cabo en nosotros, y cada tarea siempre producirá buenos resultados. Si siempre podemos experimentar y participar así, no importa con quién trabajemos, podemos aprender unos de otros, y entonces ganaremos mucho, y nuestras vidas crecerán más rápido. ¿No es esto el amor y la salvación de Dios para nosotros?
Después de comunicarle esto, le pregunté a mi prima: "Prima, si practicamos de acuerdo con estos principios, no nos preocuparemos de no tener una coordinación armoniosa, ¿verdad?"
Mi prima sonrió y dijo: "¡Gracias a Dios! Después de tu comunicación, mi corazón está perfectamente claro y también tengo el camino. Más tarde, si una vez más soy incapaz de trabajar con la hermana Chen, le rezaré a Dios, renunciaré a mi naturaleza arrogante y buscaré la verdad para resolver mi propio problema. La hermana Chen y yo también deberíamos aprender la una de la otra, y ofrecer una parte de nosotros para construir la iglesia juntos".
Asentí, también sonriendo felizmente...
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
(Traducido del original en inglés al español por Luis Carlos Villegas)

Cómo ser pobre en espíritu

2020-04-16 23:17:19 | Estudio Bíblico
Cuando estaba practicando devociones espirituales esta mañana, vi el siguiente versículo en la Biblia: "Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5:3), y pensé: ¿Por qué el Señor Jesús pide a las personas que sean pobres en espíritu? ¿Por qué los pobres de espíritu entrarán en el reino de los cielos? Mientras contemplaba esto, me vinieron a la mente algunos pensamientos: cuando el Señor Jesús vino a dar Su mensaje, gran parte de Su trabajo difería enormemente la obra de Jehová Dios. Por ejemplo, Jehová Dios hizo Su obra y guió a las personas en el templo, y Sus requisitos de cumplir con las leyes y los mandamientos, hacer sacrificios y adorarlo siempre en el templo; mientras que cuando el Señor Jesús vino, no hacia Su obra en el templo. En lugar de eso, llevó a Sus discípulos a las ciudades y pueblos para difundir el evangelio del reino de los cielos, pidiéndoles a las personas que se arrepintieran y confesaran sus pecados. Y Él le dijo a la gente en ese momento: "[…] la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. […] cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren" (Juan 4:21-23). En cuanto a cómo tratar el mal, Jehová Dios requería "ojo por ojo, diente por diente" de las personas (Éxodo 21:24), mientras que el Señor Jesús dijo: "Habéis oído que se dijo: 'Ojo por ojo y diente por diente'. Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; antes bien, a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra" (Mateo 5:38-39). Y así, en ese momento, todos se aferraron a las leyes de Jehová Dios. Si no fueran humildes, no buscaran la voluntad de Dios, tendrían muchas probabilidades de negar y condenar al Señor Jesús, por no mencionar y aceptar la obra del Señor Jesús. La gente no sabía que el Señor Jesús vino a llevar a cabo un nuevo trabajo y liderar a los humanos para avanzar en sus vidas. Por lo tanto, el Señor Jesús nos enseñó a ser un hombre humilde, esperando que no lleguemos a la ligera a conclusiones o juzguemos las cosas que no entendemos, sino que busquemos y reflexionemos. Sólo de esta manera podemos ser protegidos en lugar de ser castigados y perder la oportunidad de entrar en el reino de los cielos por haber condenado ciegamente a Dios y ofender Su disposición.
Entonces pensé: cuando el Señor Jesús vuelva a obrar en los últimos días, si Su obra es diferente de la que había hecho durante la Era de la Gracia, ¿puedo humildemente buscar y aceptar Su nueva obra como aquellos discípulos que lo siguieron? Si no reconozco al Señor cuando vuelva, ¿no es muy probable que oponga en el camino de resistir a Dios como los fariseos? Durante estos últimos días, el momento crítico de bienvenida al regreso del Señor Jesús, ¿qué debo preparar? ¿Y cómo puedo buscar con humildad? Con esta pregunta, busqué muchos pasajes de las Escrituras y algunos libros espirituales. Gracias a la guía del Señor, obtuve algunas recompensas…
1. No seas arrogante ni aborrezcas la verdad como los fariseos
Como todos sabemos, el Señor Jesús trajo diferentes trabajos de la era de la Ley. Al ver que el Señor Jesús no acataba la ley, y no observó el día de reposo, los principales sacerdotes, los escribas y los fariseos no indagaron ni investigaron, sino que arrogantemente llegaron a la conclusión de que la obra del Señor Jesús iba más allá del Antiguo Testamento. Ellos condenaron al Señor Jesús, "Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el día de reposo" (Juan 9:16). Por la escritura podemos saber que los fariseos limitaron la obra de Dios dentro de la ley del Antiguo Testamento, y de ese modo imprudentemente lo juzgaron y lo condenaron y negaron Su obra.
Además, lo que el Señor Jesús hizo en ese momento, curando y echando fuera los demonios, y haciendo milagros, conmocionó a toda Judea. Los fariseos habían oído hablar alguna vez del trabajo del Señor Jesús, y lo que es más, algunos de ellos lo habían visto con sus propios ojos. Sin embargo, no sólo no lo buscaron ni lo investigaron, sino que también blasfemaron y condenaron al Señor Jesús sin ningún temor, diciendo que el Señor Jesús habló palabras blasfemas (véase Marcos 14:61-64), diciendo que "Tiene a Beelzebú; y: Expulsa los demonios por el príncipe de los demonios" (véase Marcos 3:21-22)0 Sucedió más que eso, cuando el Señor Jesús estaba predicando en las sinagogas, incluso intentaron apedrearlo. Está claro que estos fariseos eran arrogantes y odiaban la verdad, y no tenían un lugar en sus corazones para Dios, hablando y actuando sin ninguna reverencia a Dios. Enfrentados con la obra del Señor, se aferraron tercamente a sus propias concepciones y pensamiento, definieron y resistieron el trabajo de Dios a voluntad suya. Nunca abandonaron sus pensamientos para buscar o aceptar la verdad. Su disposición era arrogante y desobediente de la verdad, así por su naturaleza odiaban la verdad y se resistían a Dios, lo que les hizo no investigar ni buscar la obra del Señor con humildad, sino condenarla y oponerse maniacamente, para que finalmente caminaran en el camino de resistir a Dios mientras creía y servía a Dios.
2. Renunciar a la posición
Está escrito en la Biblia, "Entonces los principales sacerdotes y los fariseos convocaron un concilio, y decían: ¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos seguir así, todos van a creer en Él, y los romanos vendrán y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación" (Juan 11:47-48). En ese momento, los sermones que el Señor Jesús predicó y los milagros que realizó agitaron a toda Judea, había mucha gente difundiendo el nombre del Señor Jesús y los hechos de Su obra, y cada vez más personas lo seguían. Los fariseos sabían claramente que el trabajo y las palabras del Señor Jesús estaban llenos de autoridad y poder; si Él continuara Su trabajo, entonces los seguidores religiosos del judaísmo los rechazarían y lo seguirían. Todo esto los hizo aterrorizar y estar muy nerviosos y ansiosos. Por el bien de proteger su propio estatus social trabajo y sustento, no escatimaron esfuerzos para condenar, e inventar rumores del Señor Jesús. Lo que es peor, incluso se confabularon con el gobierno romano para clavar al Señor Jesús en la cruz finalmente. Es evidente que la creencia de los fariseos en Dios no era para perseguir la verdad, ni sus intenciones eran para trabajar y hacer la voluntad de Dios, y perseguir a Dios amorosamente. Por lo tanto, no estaban dispuestos a buscar la obra de Dios con humildad, incluso habiendo visto el poderío y el poder de la obra del Señor Jesús.
3. Ten miedo a Dios
 

 
Todos aquellos que sinceramente creen en Dios tienen un lugar para Dios, así como un temor a Dios en sus corazones. Al tratar el trabajo de Dios, especialmente temen ofender y enfurecer a Dios. Entonces, cuando algo que no entienden ocurre, no se atreven a juzgarlo o condenarlo sin escrúpulos. Frente al trabajo que proviene del Espíritu Santo, incluso si no está en la línea de sus propias concepciones, todavía buscan y estudian activamente. Toma a Petro por ejemplo. Antes de ver al Señor Jesús, había oído hablar del evangelio del reino de los cielos que el Señor Jesús predicó. En ese momento, él no sabía que el Señor Jesús es el Cristo, el Mesías venidero, pero escuchó que la predicación del Señor Jesús penetró profundamente en los corazones de las personas, y sintió sed en su corazón de verlo algún día. Así, cuando el Señor Jesús lo invocó, dijo: "Debo seguir al que es enviado por el Padre celestial. Debo reconocer al que es escogido por el Espíritu Santo. Ya que amo al Padre celestial, ¿cómo no podría estar dispuesto a seguir?". Podemos ver que Pedro estaba en la piedad y el temor de Dios. Él no usó sus concepciones e imaginaciones para juzgar el trabajo y las palabras del Señor Jesús. Debido a su actitud hacia la verdad, obtuvo la salvación del Señor y se convirtió en un fiel seguidor de él.
4. No, nos aferremos a nuestras propias ideas y pensamientos
Aunque un hombre modesto expresa sus propias ideas y pensamientos, y parezca arrogante, no se aferrará a sus convicciones; en cambio, buscará la verdad por su propia cuenta. Tan pronto que comprenda y sepa que provienen de Dios, el abandona sus conceptos y los acepta. Por ejemplo, cuando Felipe le dijo a Natanael que había encontrado a aquel que los profetas habían predicho que vendría, el Señor Jesús, Natanael se hizo una idea y dijo con arrogancia: "¿Puede algo bueno salir de Nazaret?" (Juan 1:46). Sin embargo, como no sabía este hecho, no se aferraba a su propia idea, ni condenaba o juzgaba la obra de Dios a su voluntad. Más bien, fue a encontrarse con el Señor Jesús y escuchar su predicación. Después de escuchar las palabras del Señor Jesús, dijo: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel" (Juan 1:49). Debido a su búsqueda con modestia, Natanael reconoció que el Señor Jesús es el Cristo, el Dios mismo. Luego, se puso a un lado y siguió al Señor, y obtuvo su salvación.
5. Renunciar a nuestros propios intereses
Aquellos que realmente buscan a Dios son amantes de la verdad. Para ganar la verdad, pueden renunciar a todos sus intereses, incluido su estatus social, el dinero, los placeres de la carne, etc. Por ejemplo, Mateo era un recaudador de impuesto de la antigua Roma. Cuando el Señor Jesús lo llamó, abandonó su estatus social y su posición económica para seguir al Señor, en lugar de rechazarlo por los placeres de la vida. Está claro que cuando Dios viene a hacer Su obra y salvar a la humanidad, si el hombre desea obtener la salvación de Dios, tiene que renunciar a sus propios intereses para aceptar la llamada de Dios.
La razón por la cual los seguidores del Señor Jesús podían seguir Sus pasos y obtener Su salvación era porque temían a Dios en sus corazones y podían humillarse y dejar ir sus conocimientos y su estatus social. Ante el nuevo trabajo del Señor, no lo definieron con viejas ideas, y mientras escucharon la voz de Dios, buscaron sus palabras y averiguaron por iniciativa propia. Debido a su humildad y a su búsqueda, obtuvieron la iluminación y la guía del Espíritu Santo, reconociendo que el Señor Jesús era el Mesías venidero, y así obtuvieron la salvación del Señor Jesús. Por el contrario, frente a la obra de Dios los que no reconocen los conocimientos de Dios son hombres como los fariseos, arrogantes, falsos y obstinados, ellos no temían a Dios. Para proteger su propio bienestar y su estatus social, hicieron todo lo posible para encontrar falsas acusaciones el Señor Jesús y condenaron, juzgaron y blasfemaron al Señor Jesús. Además, incluso lo clavaron en la cruz. Al final, debido a sus numerosos malos y malvados actos, fueron castigados por Dios, perdiendo la salvación del Señor para siempre.
Apocalipsis 3:20 registra: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo". El Señor regresa, Él todavía hará obra y expresará palabras. Si escuchamos a alguien testificando la salvación del regreso del Señor, es muy probable que el Señor toque la puerta de nuestro corazón. En los últimos días, cuando el Señor regrese, debemos ser un hombre humilde y ser bendecido es un necesario encontrar una solución urgentemente para…
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
Recomendación: Devocionales Cristianos   

Estudios de Personajes Bíblicos-El rey David

2020-04-15 23:12:46 | Estudio Bíblico
Cómo seguir el ejemplo de David para ser uno conforme al corazón de Dios
David fue un rey quien, fue profundamente venerado y apoyado por los israelitas.
A la sola mención de David, muchas de sus valerosas proezas nos vienen a la mente: Él mató al gigante Goliat al lanzar una pedrada; él valientemente salía a la batalla y ganaba cada batalla; él alababa a Jehová Dios con arpa y salterio… Pero yo también recuerdo su falta; mató a Urías y tomó su esposa Betsabé a la fuerza.
 
 
¿Cómo debemos considerar a David? ¿En qué forma vale la pena que nosotros lo emulamos?
El Arrepentimiento de David
Después de que David matara a Urías y tomara a Betsabé por la fuerza, el carácter justo de Dios vino sobre él. Los versos registran la actitud de Dios hacia David, “Ahora pues, la espada nunca se apartará de tu casa, porque me has despreciado y has tomado la mujer de Urías hitita para que sea tu mujer” (2 Samuel 12:10). Ante el castigo de Dios para él, David estuvo dispuesto a aceptarlo y se sometió a Dios, y además oró con urgencia y se arrepintió ante Dios, pidiéndole a Dios que tuviera misericordia. Él oró a Jehová, Dios, “Vuélvete, Señor, rescata mi alma; sálvame por tu misericordia. […] Cansado estoy de mis gemidos; todas las noches inundo de llanto mi lecho, con mis lágrimas riego mi cama” (Salmos 6:4-6). David sintió profundo arrepentimiento por el error que había cometido. Cada día, él confesaba su pecado y se arrepentía antes Dios, y oraba con ayuno. Las palabras “todas las noches inundo de llanto mi lecho, Riego mi cama con mis lágrimas”, reflejaban su nivel de arrepentimiento. De esto podemos ver su verdadero arrepentimiento.
La escritura también registra, “El rey David era ya viejo, entrado en días, y lo cubrían de ropas pero no entraba en calor. Entonces sus siervos le dijeron: Que se busque para mi señor el rey una joven virgen para que atienda al rey y sea quien lo cuide; que ella se acueste en tu seno y entrará en calor mi señor el rey. Se buscó a una joven hermosa por toda la tierra de Israel, y hallaron a Abisag sunamita y la trajeron al rey. La joven era muy hermosa; ella cuidaba al rey y le servía, pero el rey no la conoció” (1 Reyes 1:1-4).
De los versículos, podemos ver que cuando el rey David era viejo, él no se calentaba al dormir, y entonces sus siervos trajeron una hermosa joven a su lecho para que le sirviera y le abrigara. Pero el rey David nunca se acercó a ella. Está claro del hecho que la transgresión previa de David ofendió el carácter de Dios, pero luego de entender esto, él podía arrepentirse y cambiar y en su vida entera el sólo cometió adulterio una vez. Debemos decir que, conforme a su posición e identidad, no fue fácil para él hacer esto. Esto prueba precisamente que su fe en Dios era real y que tenía un corazón reverente ante Dios. Y él no se atrevió a menospreciar las palabras de Dios y no quería deshonrar el nombre de Dios otra vez. Es debido a su verdadero arrepentimiento ante Dios que se ganó la misericordia y tolerancia de Dios hacia él y Dios nunca más se acordó de su transgresión.
Sin embargo, viendo que Dios aprobaba de David, muchos de nosotros no lo entendemos y tenemos un prejuicio contra él, porque pensamos que David una vez cometió adulterio y tomó a la esposa de otro por fuerza y mató a su esposo. Debe ser dicho que no conocemos la naturaleza y esencia de David. Aun cuando, David cometió adulterio, pero luego se arrepintió, él no tomó a otra mujer nuevamente y se permaneció impasible aun cuando una hermosa joven durmió a su lado. Por lo tanto, podemos ver que David se arrepintió verdaderamente en este aspecto. En cuanto a su esencia se refiere, David era una buena persona. Se puede decir que, desde los tiempos antiguos hasta el presente, no ha existido un rey en el mundo mejor que David respecto a ese punto.
Comparado con David, yo me siento avergonzado. David sólo cometió este error una vez, y él se arrepintió verdaderamente y no lo cometió nuevamente en su vida. Sin embargo, en cuanto a nosotros, oramos al Señor y nos arrepentimos de labios cuando cometemos un pecado. Pero cuando nos enfrentamos a un ambiente similar de nuevo, no podemos evitar sino pecar y desobedecer a Dios, viviendo en el ciclo de cometer y confesar los pecados. Esto demuestra que nuestro arrepentimiento sólo se queda en palabras y no tenemos corazón temeroso de Dios y usar nuestro vivir diario para probar nuestro arrepentimiento como David lo hizo. Así que el verdadero arrepentimiento de David es lo que debemos emular.
David Construyó el Templo
Los versículos dicen: “Entonces el rey David dijo a toda la asamblea: […] y la obra es grande; porque el templo no es para hombre, sino para el Señor Dios. Con toda mi habilidad he provisto para la casa de mi Dios, el oro para las cosas de oro, la plata para las cosas de plata, el bronce para las cosas de bronce, el hierro para las cosas de hierro, la madera para las cosas de madera; también piedras de ónice, piedras de engaste, piedras de antimonio, piedras de varios colores, toda clase de piedras preciosas y piedras de alabastro en abundancia. Y, además, en mi amor por la casa de mi Dios, el tesoro que tengo de oro y de plata, lo doy a la casa de mi Dios, además de todo lo que ya he provisto para la santa casa. […] Y bendijo David al Señor en presencia de toda la asamblea. Y David dijo: Bendito eres, oh Señor, Dios de Israel, nuestro padre por los siglos de los siglos” (1 Crónicas 29:1-3, 10).
David demostró la mayor consideración a la voluntad de Dios y su deseo durante toda su vida fue construir el templo para Jehová Dios. Cuando él vio que después de ser corrompidos por Satanás las personas, a menudo cometían pecados, adoraban a Satanás, y adoraban los ídolos, él contemplaba construir un templo para adorar a Dios, para que más gente viniera antes Dios y adoraran a Dios. David tenía un corazón que veneraba a Dios y amaba a Dios. Él tenía todo cuidado de la voluntad de Dios y pudo preocuparse por las preocupaciones de Dios y pensar en lo que Dios estaba pensando, y realmente pagó un precio. De los registrado en los versículos, podemos ver que el preparo todas las cosas para la edificación del templo con todo su corazón y esfuerzo y donó todo lo que tenía. Aunque David no terminó la construcción del templo durante su vida, él le encomendó a su hijo Salomón que continuara con su deseo que no había cumplido en su vida y finalmente el templo fue construido.
Obviamente, lo que David hizo fue para mostrar consideración a las intenciones de Dios y para satisfacer a Dios y alabar a Dios. Tal persona que tuvo consideración de las intenciones de Dios y que tenía lugar para Dios en su corazón, podría traer a toda la gente ante Dios, así que; Cómo es que, ¿Dios puede estar desagradado? Así como en una familia, cuando un niño ve a sus padres sufrir mucho, él pondera en su corazón: ¿cuándo yo crezca? ¿Cuándo podré hacer algo y compartir sus preocupaciones? Viendo que su hijo es considerado, sus padres sentirán gozo. Cada vez que Dios hace una etapa de trabajo, Dios necesita a la persona que pueda llevar la comisión de Dios e invierta para que Dios coopere con él. David era ese tipo de persona.
Yo he entendido por qué Dios dijo que David era conforme a Su voluntad: en un respecto, él tenía verdadero remordimiento y arrepentimiento después de cometer sus pecados; en otro sentido, él mostró la mayor consideración por la voluntad de Dios, a de todo corazón construir el templo para Dios y llevó al pueblo a adorar a Dios. Por lo tanto, él era uno quien le gustaba a Dios y que era compatible con las intenciones de Dios. Yo seguiré el ejemplo de David, tendré un corazón temeroso de Dios y no haré cosas que deliberadamente se consideren pecado para resistir y deshonrar a Dios, poniendo atención al arrepentimiento y cambiando, y glorificando a Dios con mi vida práctica. Más aún, yo estoy dispuesto a dar todo el cuidado a la voluntad de Dios, a proclamar el Evangelio y traer más gente ante Dios.
 
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
(Traducido del original en inglés al español por Angel L Perez Rosado)
 
Recomendación: Devocionales Cristianos 
 
 

¿Puede el Señor perdonarnos a nosotros, que continuamos pecando?

2020-04-11 17:33:53 | Estudio Bíblico

 
Pregunta Cristiana | ¿Puede el Señor perdonarnos a nosotros, que continuamos pecando?
 
“Cuando pasé por la oficina de mi gerente por la mañana, oí, sin querer, a Yi Fan hablando mal de ti a nuestro gerente. En mi opinión, ella está celosa de tu capacidad de trabajo, que es más fuerte que la suya, y teme que tengas la oportunidad de ser promovida...”.
Antes de que Wang Qian pudiera terminar de hablar, Lin Nan se llenó de ira y sintió que la empujaban al límite. Ante la idea de que Yi Fan la apuñalara por la espalda varias veces para tener la oportunidad de ascenso, Lin Nan arrojó su lapicero sobre el escritorio, se levantó y llena de indignación caminó hacia la oficina de Yi Fan. Allí Lin Nan reveló todas las cosas despreciables que Yi Fan le había hecho frente a muchos colegas.
Después de su lucha por salvaguardar la justicia, Lin Nan regresó triunfante. Volvió a su oficina y se sentó en la silla en silencio. Pensando en todos los años en que trabajó con Yi Fan, Lin Nan no recordaba exactamente cuántas veces discutió con Yi Fan. No podía soportar que Yi Fan creara algo de la nada, y casi se convirtieron en enemigas acérrimas. A pesar de que había desahogado su enojo, Lin Nan se sintió profundamente perturbada en su corazón. Rápidamente se dio cuenta de que este era un reproche del Señor para ella, y su arrepentimiento surgió espontáneamente.
Cuando volvió a su casa, después del trabajo, Lin Nan se arrodilló frente a su cama y oró al Señor: “¡Oh, Señor! Cometí pecados otra vez. Por el bien de mi propia reputación y estado, me peleé con mi colega y abiertamente la acusé, y hasta la traté como mi enemiga. No tengo tolerancia ni paciencia, y mucho menos amo a los demás como me amo a mí misma. Señor, te ruego que me perdones”.
Después de rezar, Lin Nan se sentó cansinamente frente a su computadora. Ella pensó que el Señor Jesús les había enseñado que deberían amar a los demás como se amaban a sí mismos y ser tolerantes y pacientes con ellos, y que su perdón hacia los demás debería ser setenta veces siete. Sin embargo, cuando sus intereses personales eran afectados, Lin Nan no ponía en práctica estas enseñanzas del Señor. Por eso se sentía muy angustiada. Lin Nan sabía que lo que vivía no podía ser aceptado por el Señor, pero involuntariamente cometía pecados una y otra vez. No sabía si podría recibir el perdón del Señor si todavía vivía en pecado. Por lo tanto, encendió su computadora y visitó un foro evangélico que conocía, enviando un mensaje respecto a su aprensión.
En poco tiempo recibió varias respuestas a su mensaje:
Felicidad es suficiente:
La Biblia dice: “Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu” (Romanos 8:1). Repetidamente, mientras cometemos los mismos pecados, el Señor no nos condena y nos ha perdonado. Moderador, no necesita preocuparse por este problema. Mientras confesemos y nos arrepentamos ante el Señor, es suficiente para nosotros.
Volando libremente:
“Felicidad es suficiente” tiene razón, y te doy un “me gusta”. El Señor Jesús ha perdonado todos nuestros pecados. Moderador, ¿cómo puede preocuparse por esto?
Al ver estas palabras, Lin Nan pareció sentir un consuelo temporal en su corazón, y pensó: “Si realmente el Señor puede perdonarme, eso sería genial”.
Inesperadamente, otros respondieron la publicación de inmediato y expresaron una opinión diferente:
Anhelando Luz:
He tenido la misma experiencia que el moderador. Parece que debemos conversar en detalle sobre este tema. No estoy del todo de acuerdo con los dos comentarios anteriores. Tal como se dice en la Biblia: “Pero si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros hemos sido hallados pecadores, ¿es Cristo, entonces, ministro de pecado? ¡De ningún modo!” (Gálatas 2:17). “Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados” (Hebreos 10:26). Según estas líneas de las Escrituras, podemos entender que si no las seguimos después de que conocemos claramente las enseñanzas del Señor, sino que pecamos repetidamente, ya no habrá más ofrendas por el pecado. Vivimos una vida cíclica de pecar constantemente y luego declararnos culpables todos los días. Esto no es verdadera confesión y arrepentimiento.
Parasol chino:
Estoy a favor de la opinión de “Anhelando Luz”. Nosotros solamente confesamos nuestros pecados pero no nos arrepentimos, y siempre volvemos a cometerlos. Estamos cansados de nosotros mismos. Entonces, ¿cómo puede el Señor aprobarnos? ¿Cómo puede Él perdonarnos? Es como los padres tratan a sus hijos. Si un hijo comete errores una o dos veces, los padres pueden mostrar comprensión y tolerancia, y enseñarle pacientemente. Sin embargo, si el hijo siempre reconoce sus errores pero nunca los corrige, y siempre repite los mismos errores, ¿pueden los padres amar a un hijo así?
Honestamente Humano:
Tienes razón. Repetidamente cometemos los mismos pecados, y se considera que se ha hecho a sabiendas. Incluso si nos presentamos ante el Señor y admitimos nuestros pecados, lo estamos engañando. ¿Cómo podría Él estar contento? No es de extrañar que yo no sienta la presencia del Señor, ¡eso es lo que sucedió!
Al ver estos tres mensajes, aunque Lin Nan reconoció que concordaban con los hechos, su corazón inevitablemente se sintió un poco pesado. Ella pensó: ¿Será que el Señor no me perdona realmente? ¿Cómo debemos entender esta cuestión según la voluntad del Señor en la Tierra?
Lin Nan envió otra publicación:
“Todas sus respuestas tienen alguna razón; sin embargo, todavía no tengo del todo claro este tema. Por favor hablen libremente, y compartan sus opiniones sobre cómo debemos entender esta cuestión para estar en línea con la voluntad del Señor. Gracias”.
Las respuestas a este mensaje se precipitaron y la conversación se elevó de tono.

Felicidad es suficiente:
No es difícil entender este tema. Cometemos pecados repetidamente, y se puede decir que transgredimos a sabiendas, pero Romanos nos dice: “por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:23-24). Las personas mundanas son todas pecadoras. Sin embargo, debido a la redención de Jesucristo, mientras creamos en el Señor Jesús, podemos ser llamados justos por fe. Esta es la gracia que el Señor nos da. Si Él no ha perdonado nuestros pecados, ¿podemos ser llamados justos? Por lo tanto, no importa cuán repetidamente cometamos pecados o cuán ocasionalmente cometemos un pecado, el Señor nos ha perdonado. ¡Aquí no cabe la duda!
Volando libremente:
Correcto, la Biblia también dice: “a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, para demostraren este tiempo su justicia, a fin de que El sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús” (Romanos 3:25-26). La Biblia lo dice muy claramente. La preciosa sangre del Señor Jesús limpió nuestros pecados y Él nos ha tolerado. Por lo tanto, ya no pertenecemos más al pecado.
La persona de la montaña:
Tus palabras hablan a mi corazón, y te doy un “me gusta”. Siento que la razón por la cual tememos que el Señor no nos perdone debido a nuestros frecuentes pecados es porque nuestra fe en Él es demasiado pequeña. El Señor Jesús dijo: “El que cree en El no es condenado[...]” (Juan 3:18). El Señor es un Señor misericordioso y amoroso. El Señor no nos condenará mientras creamos en Él. Todos nuestros pecados serán absueltos. Deberíamos creer en Sus palabras y tener fe en Él.
Anhelando Luz:
El Señor Jesús ha perdonado nuestros pecados al ser crucificado. Esto es una verdad. Pero esto no significa que Él nos perdonará todo el tiempo. El Señor Jesús dijo: “En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8:34-35). Cometemos pecados constantemente, sin verdadero arrepentimiento. Todavía somos siervos del pecado y no podemos vivir en la casa de Dios para siempre. Lo cual quiere decir que no podemos entrar al reino celestial.
Parasol chino:
Es verdad. Me recuerda una palabra en la Biblia: “Porque la paga del pecado es muerte[...]” (Romanos 6:23). La consecuencia del pecado ha sido expresada muy claramente. Sin embargo, pecamos con frecuencia y aún pensamos que el Señor nos perdonará todo el tiempo. ¿No es esto dejarse llevar por la fantasía?
Honestamente Humano:
Correcto. ¿Cómo ve el Señor a quienes pecan repetidamente? Recuerdo lo que el Señor Jesús dijo una vez a una mujer que cometió adulterio: “[...] Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más” (Juan 8:11). De las palabras que el Señor enseñó a la mujer, podemos ver que, aunque es misericordioso y amoroso, y puede perdonar todos nuestros pecados, esto no significa que los pecadores sean aprobados por el Señor. De lo contrario, el Señor Jesús no enseñaría a la mujer a “desde ahora no peques más”. Algunos afirman que el Señor ciertamente absolverá nuestros pecados todo el tiempo, según las palabras de los hombres que están en la Biblia, pero no buscan cuáles son los requisitos de Señor. ¿Está en línea con la voluntad del Señor? Como resultado, en este momento lo más real para nosotros es buscar cómo resolver el problema del pecado.
La discusión se hizo aún más intensa y la diferencia entre las dos opiniones se volvió más y más marcada. Lin Nan sintió que el punto de vista de “Felicidad es suficiente” se ajustaba a la idea del hombre, pero otro punto de vista, comparativamente, coincidía con las palabras del Señor y se ajustaba a Su voluntad. Por un momento, Lin Nan se sintió perdida y preocupada: Si el problema del pecado no puede resolverse, ¿cómo podremos ser elevados al reino de los cielos cuando el Señor regrese? En este momento, apareció una nueva publicación:
Entendiendo la lluvia:
¡Hola a todos! Sólo estoy de paso. Al ver su acalorada discusión, también presento mi propio punto de vista. Es cierto que el Señor es misericordioso y compasivo y que nuestros pecados son perdonados a través de nuestra fe en él. Pero Dios es justo y santo, y odia los pecados y la suciedad. Si pecamos con frecuencia, me temo que el Señor no traerá a pecadores como nosotros a su reino. “ porque escrito está: ‘Sed santos, porque Yo soy santo’” (1 Pedro 1:16). “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). Sólo quienes siguen la palabra de Dios y actúan de acuerdo con Su palabra pueden entrar al reino de los cielos. No podemos seguir la palabra de Dios y guardar las enseñanzas del Señor, y aun así pecar después de haber comprendido lo que es el pecado. Cuando el Señor regrese, ¿cómo podríamos ser dignos de entrar en el reino de Dios? Según nuestra imaginación y concepción, independientemente de cuánto pequemos, el Señor siempre perdonará todos nuestros pecados. Entonces, ¿cómo se reflejaría la justicia y la santidad del Señor? ¿Será posible que Él introduzca pecadores en el reino de los cielos? En retrospectiva, Adán y Eva pecaron y traicionaron a Dios porque escucharon las palabras de Satanás en lugar de las de Dios, por lo que fueron expulsados del Jardín del Edén. Hoy, aún vivimos en circunstancias en las que cometemos pecados, los admitimos y aun así no estamos purificados. ¿Cómo podríamos ser arrebatados al reino de los cielos? ¿No es esto demasiado irrealista?
Honestamente Humano:
“Entendiendo la Lluvia” tiene razón. Esto me recuerda las historias de Sodoma y de Nínive. La gente de ambas ciudades cometió pecados. Los de Nínive, que verdaderamente se arrepintieron, recibieron el perdón de Dios. Por el contrario, los de Sodoma no se arrepintieron, sino que pecaron después de haber entendido lo que era el pecado; eran malvados y depravados y gritaban queriendo matar a los emisarios de Dios. Se opusieron públicamente a Dios y ofendieron Su decreto, por lo que Dios usó fuego y azufre para quemarlos. Con esto vemos que el carácter justo de Dios que no tolera ofensa. Las decisiones de Dios no son sólo misericordia y compasión, sino también majestad e ira. En este asunto, realmente no podemos ser estúpidos; de lo contrario, los resultados serían demasiado terribles para considerarlos.
La persona de la montaña:
Mm. Lo que dices también tiene sentido.
Felicidad es suficiente:
Todos tienen su propia opinión. No cambio la mía. Lo siento, tengo algo más que hacer. Debo irme primero.
Las palabras de “Entendiendo la Lluvia” hicieron que Lin Nan se perdiera en sus pensamientos: De hecho, el Señor es santo. Cometemos pecados repetidamente, entonces, ¿cómo puede el Señor perdonarnos interminablemente? ¿Cómo pueden las personas sucias como nosotros entrar al reino de los cielos? Pensando que si ella continuaba pecando así sería abandonada por el Señor, Lin Nan quedó un poco ansiosa. Rápidamente tecleó y escribió en su ordenador:
“Sus mensajes son muy esclarecedores. A través de ellos, entiendo que si pecamos constantemente, no podemos obtener el perdón del Señor y no estaremos calificados para entrar en el reino de Dios cuando el Señor venga nuevamente. Sin embargo, ahora, ¿cómo podemos dejar de seguir pecando? Espero que esos hermanos y hermanas perspicaces compartan con nosotros un poco más”.
Parasol chino:
Esta es una buena pregunta. Si no podemos resolver el problema del pecado, el Señor nos abandonará. Oh, cualquiera de los hermanos y hermanas que tenga claro conocimiento de esta cuestión, por favor comuníquese con nosotros.
Entendiendo la lluvia:
Sobre este tema, estudié algunas escrituras recientemente. Recuerdo que el Señor Jesús dijo: “Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final” (Juan 12:47-48). La Biblia también dice: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Al ver estas escrituras, reflexioné: la obra del Señor Jesús fue la redención para la humanidad. El Señor Jesús nos ha redimido de un estado de pecado, pero nuestra naturaleza pecaminosa todavía está profundamente arraigada en nosotros. De acuerdo con estas escrituras, ¿vendrá el Señor Jesús nuevamente en los últimos días para hacer el trabajo de juicio y limpieza de personas? Este asunto es digno de nuestra consideración.
Anhelando Luz:
Las palabras de “Entendiendo la Lluvia” me hacen pensar en lo que dijo el Señor: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16: 12-13). Aquí dice que el Espíritu de verdad vendrá y nos guiará a toda la verdad. ¿No significa esto que cuando llegue, el Señor usará Su palabra para hacer el trabajo del juicio para liberar al hombre de los pecados?
Parasol chino:
Y, en el Libro del Apocalipsis, el Señor Jesús predijo que Él aparecería en los últimos días. Él dijo: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (véase Apocalipsis 2-3). De las palabras del Señor, podemos ver que cuando el Señor regrese, ciertamente hablará y pronunciará Sus palabras. Las personas que escuchen la voz de Dios y acepten Su obra son los que serán llevados ante Su trono para festejar con el Señor.
Al escuchar estos intercambios entre hermanos y hermanas, Lin Nan de repente vio la luz. Fue como si un rayo de sol hubiera iluminado su corazón. En ese momento, se dio cuenta de que sólo si escuchaba lo que el Espíritu Santo le dice a las iglesias, podría tener la esperanza de escapar de la esclavitud y el control del pecado y alcanzar la pureza y la salvación de Dios. Ella tenía un deseo urgente de buscar las palabras del Señor en los últimos días y seguir las huellas del Cordero. por lo tanto, tenía prisa por enviar otra publicación...
(Traducido del original en inglés al español por Carlos Nogués)
 
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¿Es alcanzable la esperanza del rapto de conocer a Jesucristo?

2020-01-20 20:30:11 | Estudio Bíblico

¿Es alcanzable la esperanza del rapto de conocer a Jesucristo?

Al igual que muchos hermanos y hermanas que realmente creen en el Señor, he estado esperando el regreso del Señor Jesús, aferrándome a las palabras de la Biblia, "Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre" (1 Tesalonicenses 4:17). Por lo tanto, hemos estado mirando obsesivamente el cielo, anhelando que llegue un día en que el Señor Jesús nos lleve a las nubes para encontrarse con Él en el aire, y luego podamos entrar en el reino de los cielos y obtener la vida eterna. Sin embargo, muchos años han pasado, y las señales de la segunda venida del Señor básicamente se han cumplido, pero nunca vemos a un creyente ser arrebatado hasta los cielos. Me hace preguntarme: ¿Es esta esperanza realista? ¿Esta palabra de Pablo representa la voluntad de Dios? Si no, ¿no estamos filmando de la nada? He revisado la Biblia, pero nada del tipo que el Señor Jesús dijo alguna vez fue encontrado. Dios es fiel, y Él ha dicho: "Es tan bueno como Su palabra, y Su palabra se cumplirá, y lo que se logra dura para siempre". Lo que Dios ha prometido definitivamente se cumplirá y se cumplirá, como Su palabra es la verdad, el camino. Ahora que el Señor Jesús nunca hizo tal declaración, y las palabras del hombre no pueden representar las palabras de Dios, el Señor tiene Su propia voluntad y plan sobre cómo reunir cristianos en Su reino cuando regrese. Sin embargo, Pablo era simplemente un hombre, un apóstol que predicaba el evangelio que alguna vez había perseguido al Señor Jesús y Sus discípulos, y luego fue conquistado después de ser cegado por la gran luz del Señor. Aunque las palabras de Pablo fueron registradas en la Biblia, y parte de ellas fueron inspiradas por el Espíritu Santo conformado a la verdad, todavía no eran las palabras de Dios. Es más, algunos de ellos no eran la iluminación del Espíritu Santo y no tenían ninguna base en las palabras de Dios, sino que en su mayoría se originan en las nociones e imaginaciones del hombre y estaban coloreadas por el absurdo de la mente del hombre. Es por eso que no podemos tomar las palabras del hombre como la base para recibir la segunda venida de Jesucristo. Entonces, cuando buscamos el tema "si podemos ser atrapados o no en el aire", debemos usar las palabras de Dios y Su obra en la Biblia como base, lo cual está de acuerdo con la voluntad de Dios.

Predicas Cristianas sobre la segunda venida de Cristo

El Señor Jesús dijo una vez: "Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo" (Juan 3:13). Cuando tratamos de descifrar cuidadosamente las palabras del Señor Jesús, podemos ver Su gran poder y Su humildad. Sólo Dios puede ascender al lugar más elevado y descender al lugar más bajo, mientras nosotros los humanos no podemos ascender a un lugar alto para encontrarnos con Dios. Además, Dios ordena que los seres humanos vivamos en la tierra. Hizo que los antepasados de la humanidad, Adán y Eva, salieran de la arcilla, y luego los puso en el jardín del Edén en la tierra y los hizo vivir allí. Escucharon Sus palabras y fueron bendecidos por Él, gobernando sobre todo en el jardín. En lugar de estar en el cielo, la humanidad que siguió aún tenía dominio sobre todas las cosas de la tierra. Cuando la humanidad en la tierra fue profundamente corrompida por Satanás, llena de violencia, Dios decidió destruir la tierra con un diluvio y salvar a Noé, un hombre justo que adoró a Dios. En ese momento, no llevó a Noé al aire para escapar del diluvio, sino que le permitió construir el arca, de modo que cuando llegara la inundación, su familia de ocho pudiera refugiarse allí. En la Era de la Ley, Dios emitió las leyes a través de Moisés, guiando al hombre a vivir en la tierra. Además, cuando Dios rescató a los israelitas de la casa del faraón cuando salían de Egipto, no los levantó en el aire, sino que llevó a cabo Su autoridad en la tierra, permitiéndoles ver Su guía y conocer Su poder y sabiduría. Además, en la Era de la Gracia, el hombre no fue al cielo para obtener la ofrenda por el pecado para recibir la redención del Señor, sino que el Señor Jesús se hizo carne en la tierra y redimió a toda la humanidad mediante Su crucifixión. De esta manera, el hombre recibió Su salvación, conoció Su amor y misericordia, y disfrutó de la abundante gracia que Dios nos había otorgado. Entonces, ¿cómo nos recibirá Dios en el reino cuando regrese en los últimos días? Con la pregunta, estudié la Biblia y leí las palabras del Señor Jesús: "Vosotros, pues, orad de esta manera: 'Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo'" (Mateo 6:9-10). Esto es lo que dijo el Señor, que contiene la voluntad de Dios: Dios nos permite adorarlo en la tierra y esperar que Su reino se establezca en la tierra; Él vivirá en la tierra con el hombre, y hará que los reinos de la tierra se conviertan en el reino de Cristo. Así como la Revelación profetizó: "Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos" (Apocalipsis 21:3). Entonces, estamos completamente claros. Dios nunca dijo que el hombre sería llevado al cielo tanto en Su obra anterior como en las profecías del Señor. Entonces, siempre creemos que el Señor nos llevará al aire cuando regrese; ¿no son estas nuestras nociones e imaginaciones? Siempre queremos ser arrebatados al cielo; ¿no son estos nuestros pensamientos extravagantes? Esto no concuerda totalmente con las palabras del Señor y Su voluntad.

Cuando repetidamente meditaba sobre cómo entender las palabras que el Señor nos llevaría al aire para encontrarlo cuando vino, de repente recordé una profecía en Apocalipsis, "Y vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua y pueblo" (Apocalipsis 14:6). Entonces pensé: ahora los mensajes sobre el regreso del Señor se están difundiendo ampliamente en internet. ¿Por qué es como que los ángeles transmiten el Evangelio por el aire? Si las personas realmente aceptamos las buenas nuevas del regreso del Señor a través de internet, ¿somos elevados al cielo para encontrarnos con el Señor? Claramente, debe haber misterios en nuestro rapto al cielo para encontrarse con el Señor. El Señor Jesús dijo alguna vez: "Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir" (Juan 16:12-13). A partir de estas palabras, podemos entender fácilmente que cuando el Señor venga, nos dirá lo que no conocemos y las cosas futuras, y nos guiará a comprender el misterio de la verdad. Entonces, de cara a la segunda venida del Señor, lo que debemos esperar es el Espíritu de verdad y todas las verdades que Él expresa, ya que Él nos guiará a comprender la verdad y presentarse ante Dios. Cuando nos encontramos con el Espíritu de verdad, ¿somos arrebatados ante Dios? ¿No es este tipo de arrebatado muy real? Esto es digno de nuestro profundo pensamiento.

El Señor Jesús dijo: "Pero a medianoche se oyó un clamor: '¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo'" (Mateo 25:6). Entonces, en este momento crucial cuando el Señor viene de nuevo en los últimos días, ya sea que podamos seguir los pasos del Señor y ser arrebatados a Su presencia depende de si podemos pasar más tiempo meditando y buscando Sus palabras, si podemos relacionarnos las noticias actuales de Su regreso para tomar en cuenta asuntos como dónde está la palabra del Espíritu Santo a las iglesias y dónde hay personas que testifican las nuevas palabras y declaraciones de Dios, y si podemos reconocer la voz del Señor y así recibir Su llegada cuando busca e investiga activamente ¡Estas son todas las preguntas clave para que las vírgenes prudentes presten atención al investigar y dar la bienvenida al Señor que ha regresado, y son asuntos importantes que se relacionan con nuestro rapto y salvación!

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

 Recomendación: Misterios de la Biblia

 


Apocalipsis Biblia: ¡El nombre de Jesucristo cambiará en los últimos días!

2020-01-07 21:41:35 | Estudio Bíblico

Apocalipsis Biblia: ¡El nombre de Jesucristo cambiará en los últimos días!

El despertador en mi mesa mostraba que eran las 11:05 p.m. Yo tenía el hábito de que, cada noche antes de acostarme, leía un versículo de las Escrituras. Normalmente, ya habría leído un verso y estaría dormida a esa hora, pero esa noche, un versículo de las Escrituras me había dejado perpleja.
El Apocalipsis 3:12 dice: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalem, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo”. Había leído este versículo muchas veces, pero esa noche las palabras “mi nombre nuevo” llamaron mi atención y esto me había dejado perpleja. Reflexioné: ¿“mi nombre nuevo” significa que el Señor Jesús tendrá un nuevo nombre cuando regrese en los últimos días? Sin embargo, en el Libro de Hebreos dice: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8). El nombre del Señor Jesús no puede cambiar. Entonces, ¿qué significan las palabras “mi nombre nuevo” en el Apocalipsis? ¿Podría ser que el nombre del Señor Jesús cambiará cuando Él regrese en los últimos días?
“Tic, tac, tic, tac”, la segunda manecilla de mi reloj despertador giró alrededor del dial. Era mucho más tarde y yo aún no me había dado cuenta. Esta pregunta no debía tomarse a la ligera, pues tenía una relación directa con el importante asunto de mi entrada en el reino celestial. Yo tenía que buscar y entender la respuesta. “Oh Señor, por favor, ilumíname y guíame...”. Oré en silencio con mi corazón y le confié la pregunta al Señor.
Cuando anochecía al día siguiente, recibí de repente una llamada de Wang Fang, una antigua compañera de clase que había estado predicando el evangelio en otras partes de China. Dijo que quería venir a charlar conmigo. Cuando colgué el teléfono, me sentí realmente feliz y pensé: Podré buscar la respuesta a mi pregunta con mi antigua compañera de clase.
Wang Fang y yo estábamos sentadas en el sofá de mi sala y le conté todo sobre las perplejidades en mi corazón.
Después de escuchar, mi antigua compañera de clase me dijo: “Hui Zhen, dices que el nombre de Dios no puede cambiar, así que déjame preguntarte: ¿Cuál es el nombre de Dios en el Antiguo Testamento?”.
Respondí sin la menor duda:
—¡Jehová!
—¿Y cuál es el nombre de Dios en el Nuevo Testamento? —preguntó Wang Fang.
—¡Jesús!
Wang Fang me miró sonriendo y dijo:
“¿Entonces el nombre de Dios no ha cambiado?”.
Me sorprendió la pregunta de Wang Fang. No podía ser... ¿O acaso sí? El nombre de Dios había cambiado del Antiguo Testamento al Nuevo Testamento, y el nombre Jehová se había convertido en Jesús. Si ese era el caso, entonces el nombre de Dios no era eternamente inmutable...
Sin dejar de sonreír, Wang Fang dijo mientras me miraba: “Hui Zhen, te leeré algunos pasajes y luego entenderás”. Mientras decía esto, sacó su teléfono celular del bolsillo y lo deslizó la pantalla hasta encontrar lo que estaba buscando, y luego leyó: “[...] originalmente, Dios no tenía nombre. Sólo adoptó uno, dos, o muchos, porque tenía una obra que hacer y tenía que gestionar a la humanidad” (“La visión de la obra de Dios (3)”). “‘Jehová’ es el nombre que adopté durante Mi obra en Israel, y significa el Dios de los israelitas (el pueblo escogido de Dios) que puede tener compasión del hombre, maldecirlo, y guiar su vida. Significa el Dios que posee gran poder y está lleno de sabiduría. ‘Jesús’ es Emanuel, y significa la ofrenda por el pecado que está llena de amor, de compasión, y redime al hombre. Él realizó la obra de la Era de la Gracia, y representa la Era de la Gracia, y sólo puede representar una parte del plan de gestión. […] En cada era y etapa de la obra, Mi nombre no carece de base, sino que tiene un significado representativo: cada nombre representa una era. ‘Jehová’ representa la Era de la Ley, y es el título honorífico para el Dios adorado por el pueblo de Israel. ‘Jesús’ representa la Era de la Gracia, y es el nombre del Dios de todos aquellos que fueron redimidos durante la Era de la Gracia” (“El Salvador ya ha regresado en una ‘nube blanca’”).
Wang Fang luego me compartió lo siguiente: “A partir de estos dos pasajes, entendemos que, antes de que Dios comenzara a realizar Su obra para salvar a la humanidad, Él no tenía nombre, sino que era simplemente Dios, el Creador. Después de que la humanidad fue corrompida por Satanás, Dios comenzó Su obra para salvar a la humanidad, y solo entonces tomó un nombre. Dios solo tomó el nombre de Jehová cuando llamó a Moisés para que sacara a los israelitas de Egipto.
la Biblia señala, ‘Y dijo Moisés á Dios: He aquí que llego yo á los hijos de Israel, y les digo, El Dios de vuestros padres me ha enviado á vosotros; si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre? ¿qué les responderé? Y respondió Dios á Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás á los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado á vosotros. Y dijo más Dios á Moisés: Así dirás á los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado á vosotros. Este es mi nombre para siempre, este es mi memorial por todos los siglos’ (Éxodo 3:13-15). A partir de entonces, Dios usó el nombre de Jehová para comenzar la obra de la Era de la Ley, para sacar a los israelitas de Egipto y cruzar el Mar Rojo y guiar sus vidas en el desierto con columnas de nube y fuego. Les dio maná y codornices para comer y usó a Moisés para proclamar Su ley y Sus mandamientos en el Monte Sinaí, y guió a los israelitas de esa época para aprender a vivir en la tierra y adorar a Dios. Quienes acataron la ley y los mandamientos recibieron la bendición de Jehová Dios, y los que violaron la ley y los mandamientos fueron castigados. El nombre Jehová era un nombre específico de la Era de la Ley y representaba el carácter de Dios como misericordiosa y maldiciente al mismo tiempo.

“Al final de la Era de la Ley, el hombre estaba siendo corrompido más y más profundamente por Satanás. Nadie pudo cumplir la ley por más tiempo, y todos estaban en constante peligro de ser condenados a muerte por la ley. Sin embargo, Dios tuvo misericordia del hombre y, para salvar a la humanidad, puso fin a la Era de la Ley en la cual había tomado a Jehová como Su nombre, se encarnó y, con el nombre de Jesús, lanzó la obra de la Era de la Redención. El Señor Jesús predicó dondequiera que iba, diciéndole a la gente que el reino celestial estaba cerca y que debían arrepentirse. También hizo muchos milagros, curando a los leprosos, haciendo que los cojos caminaran, que los ciegos vieran, incluso que los muertos vivieran de nuevo, y así sucesivamente. Mientras la gente siguiera al Señor, aceptara Su redención y orara en Su nombre, sus pecados serían perdonados y la ley ya no los condenaría a muerte. En la Era de la Gracia, el nombre de Dios cambió de Jehová a Jesús, y el carácter expresado por el Señor Jesús es principalmente el amor y la misericordia. Esto nos permite ver que, cada vez que Dios realiza una nueva etapa de obra y comienza una nueva era, cambia Su nombre y adopta uno que posee un significado de época para representar la obra que realiza en esa era y expresar Su carácter en ella”.
Asentí y dije: “¡Ah, entonces el nombre de Dios cambia junto con Su obra! Un nombre sólo puede representar una era y una etapa de la obra de Dios. La era cambia, la obra de Dios cambia, y el nombre de Dios cambia junto con esto. Jehová fue el nombre específico de la Era de la Ley, y Jesús fue el nombre que Dios adoptó en la Era de la Gracia cuando estaba realizando Su obra de redención. Dios cambió Su nombre de Jehová a Jesús porque las personas al final de la Era de la Ley ya no podían cumplir la ley, y fue solo cuando Dios iba a realizar Su obra para redimir a la humanidad en la Era de la Gracia que Él cambió Su nombre. ¿He entendido esto bien, Wang Fang?”.
Wang Fang asintió sonriendo y dijo: “¡Sí, es correcto! Lo has entendido”.
Sin embargo, seguía sintiéndome un poco perpleja, y por eso dije: “Entonces, ¿qué significan las palabras ‘Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.’ (Hebreos 13:8)? ¿No podría estar refiriéndose al nombre de Dios? ¿Cómo debo entender este versículo de las Escrituras?
Wang Fang continuó sonriendo y habló de manera lenta y calmada, diciendo: “Leamos un par de pasajes más, y luego lo entenderemos. ‘Están aquellos que dicen que Dios es inmutable. Eso es correcto, pero se refiere a la inmutabilidad del carácter y la esencia de Dios. Los cambios en Su nombre y obra no demuestran que Su esencia se haya alterado; en otras palabras, Dios siempre será Dios, y esto nunca cambiará. Si dices que la obra de Dios siempre permanece igual, ¿sería entonces capaz de terminar Su plan de gestión de seis mil años? Sólo sabes que Dios es eternamente inmutable, ¿pero sabes que Él es siempre nuevo y nunca viejo? Si la obra de Dios nunca cambió, ¿podría haber traído a la humanidad hasta hoy? Si Dios es inmutable, ¿por qué ha hecho ya la obra de dos eras?’ ‘[...] las palabras “Dios es inmutable” tienen relación con lo que Dios tiene y es inherentemente’. ‘La sabiduría, lo maravilloso, la justicia, y la majestad de Dios nunca cambiarán. Su esencia y lo que Él tiene y es nunca cambiarán. Sin embargo, Su obra siempre está progresando hacia adelante, y siempre va profundizando, porque Él siempre es nuevo y nunca viejo. En cada era Dios adopta un nuevo nombre, hace una obra nueva, y permite a Sus criaturas ver Su nueva voluntad y nuevo carácter’ (“La visión de la obra de Dios (3)”). Podemos ver a partir de estos dos pasajes que las palabras “Dios es inmutable” se refieren a la inmutabilidad de Su carácter y esencia, y no significan que Su nombre nunca cambie. Aunque Dios realiza diferentes obras y adopta diferentes nombres en distintas épocas durante el transcurso de Su salvación de la humanidad, ya sea que Dios se llame Jehová o Jesús, Su esencia no cambia: Dios es Dios para siempre, y Su justicia y santidad nunca cambian. Por lo tanto, las palabras, ‘Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos’ (Hebreos 13:8). Se refieren a la inmutabilidad del carácter y la esencia de Dios, y no significan que el nombre de Dios nunca cambie. Sin embargo, los fariseos no sabían que el nombre de Dios cambiaba junto con Su obra, por lo que creían que solo Jehová era su Dios y que no había otro Salvador aparte de Jehová. Por lo tanto, cuando Dios comenzó la obra de la Era de la Gracia y Su nombre se convirtió en Jesús, ellos no pudieron aceptarlo, y condenaron al Señor Jesús y se resistieron frenéticamente a Él. Lo crucificaron, cometiendo un pecado atroz, y entonces fueron castigados por Dios. “Ellos no entendieron a qué se refería la inmutabilidad de Dios y no reconocieron los principios de la obra de Dios, por lo que hicieron malas acciones y se resistieron a Dios, y perdieron entonces la salvación de Dios”.
Cuando Wang Fang terminó de hablar, asentí y dije llena de emoción: “Ahora comprendo mucho más gracias a tus enseñanzas”. Resulta que las palabras “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8). Significan que la esencia de Dios no cambia, pero el nombre de Dios puede cambiar. La obra de Dios se forja siempre hacia adelante, y Su nombre cambia junto con Su obra. ¡Ah! Los fariseos no entendieron este punto, y delimitaron a Dios dentro del alcance de Su obra en la Era de la Ley, creyendo que el nombre de Dios era Jehová y que no podía cambiar a nada más. Al final, no pudieron reconocer que el Señor Jesús y Jehová eran uno y el mismo Dios; ¡qué tontos fueron! ¡Si no me hubieses compartido tus enseñanzas sobre este asunto hoy, todavía estaría tan ciega como los fariseos y no entendería la obra de Dios!”. En ese momento, recordé las palabras “mi nombre nuevo” en Apocalipsis 3:12, y dije: “A la luz de lo que hemos dicho, ¡Dios seguramente tendrá un nuevo nombre cuando regrese en los últimos días! Entonces, ¿cuál será el nombre de Dios?”
Wang Fang dijo con entusiasmo: “Gracias al Señor que, hace unos días, varios compañeros de trabajo y yo estábamos congregados y buscando juntos, y finalmente obtuvimos resultados. La Biblia en realidad nos indica cómo será llamado Dios en los últimos días. Dice en el Apocalipsis, ‘Yo soy el Alpha y la Omega, principio y fin, dice el Señor, que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso’ (Apocalipsis 1:8). ‘Y los cuatro animales tenían cada uno por sí seis alas alrededor, y de dentro estaban llenos de ojos; y no tenían reposo día ni noche, diciendo: Santo, santo, santo el Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir’ (Apocalipsis 4:8). ‘Diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu grande potencia, y has reinado’ (Apocalipsis 11:17). El Todopoderoso también se menciona en escrituras como Apocalipsis 15:3, 16:7 y 16:14, y 21:22. Estas muestran que cuando el Señor regrese en los últimos días, es muy probable que tome el nombre del Todopoderoso para realizar Su obra de salvar al hombre. Por lo tanto, si alguien predica que el Señor Jesús ha regresado para realizar una nueva obra, y que Su nombre ha cambiado al Todopoderoso, entonces es muy probable que esta sea la aparición y la obra del Señor, y debemos hacer todo lo posible para estudiarla y buscarla. ¡Solo entonces tendremos la oportunidad de dar la bienvenida al Señor!
Después de escucharla, me emocioné y dije: “¡Gracias al Señor! ¡He logrado tantas cosas hoy! Leía con frecuencia estos pasajes de las Escrituras, pero nunca pensé en ellos de esta manera ni entendía estas cosas. ¡Hoy, finalmente comprendo que el nombre de Dios puede cambiar y que Él tendrá un nombre nuevo en los últimos días! Aún más, ¡he encontrado la manera de dar la bienvenida al Señor!”
Estaba muy feliz, y sentí mi corazón lleno de dulzura y alegría. A continuación, Wang Fang y yo continuamos con nuestra conversación...

Recomendación: Estudiar la Biblia 

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.