Dios Todopoderoso es mi salvador

Que el amor y la misericordia de DIOS estén siempre contigo

Estudios de Personajes Bíblicos-El rey David

2020-04-15 23:12:46 | Estudio Bíblico
Cómo seguir el ejemplo de David para ser uno conforme al corazón de Dios
David fue un rey quien, fue profundamente venerado y apoyado por los israelitas.
A la sola mención de David, muchas de sus valerosas proezas nos vienen a la mente: Él mató al gigante Goliat al lanzar una pedrada; él valientemente salía a la batalla y ganaba cada batalla; él alababa a Jehová Dios con arpa y salterio… Pero yo también recuerdo su falta; mató a Urías y tomó su esposa Betsabé a la fuerza.
 
 
¿Cómo debemos considerar a David? ¿En qué forma vale la pena que nosotros lo emulamos?
El Arrepentimiento de David
Después de que David matara a Urías y tomara a Betsabé por la fuerza, el carácter justo de Dios vino sobre él. Los versos registran la actitud de Dios hacia David, “Ahora pues, la espada nunca se apartará de tu casa, porque me has despreciado y has tomado la mujer de Urías hitita para que sea tu mujer” (2 Samuel 12:10). Ante el castigo de Dios para él, David estuvo dispuesto a aceptarlo y se sometió a Dios, y además oró con urgencia y se arrepintió ante Dios, pidiéndole a Dios que tuviera misericordia. Él oró a Jehová, Dios, “Vuélvete, Señor, rescata mi alma; sálvame por tu misericordia. […] Cansado estoy de mis gemidos; todas las noches inundo de llanto mi lecho, con mis lágrimas riego mi cama” (Salmos 6:4-6). David sintió profundo arrepentimiento por el error que había cometido. Cada día, él confesaba su pecado y se arrepentía antes Dios, y oraba con ayuno. Las palabras “todas las noches inundo de llanto mi lecho, Riego mi cama con mis lágrimas”, reflejaban su nivel de arrepentimiento. De esto podemos ver su verdadero arrepentimiento.
La escritura también registra, “El rey David era ya viejo, entrado en días, y lo cubrían de ropas pero no entraba en calor. Entonces sus siervos le dijeron: Que se busque para mi señor el rey una joven virgen para que atienda al rey y sea quien lo cuide; que ella se acueste en tu seno y entrará en calor mi señor el rey. Se buscó a una joven hermosa por toda la tierra de Israel, y hallaron a Abisag sunamita y la trajeron al rey. La joven era muy hermosa; ella cuidaba al rey y le servía, pero el rey no la conoció” (1 Reyes 1:1-4).
De los versículos, podemos ver que cuando el rey David era viejo, él no se calentaba al dormir, y entonces sus siervos trajeron una hermosa joven a su lecho para que le sirviera y le abrigara. Pero el rey David nunca se acercó a ella. Está claro del hecho que la transgresión previa de David ofendió el carácter de Dios, pero luego de entender esto, él podía arrepentirse y cambiar y en su vida entera el sólo cometió adulterio una vez. Debemos decir que, conforme a su posición e identidad, no fue fácil para él hacer esto. Esto prueba precisamente que su fe en Dios era real y que tenía un corazón reverente ante Dios. Y él no se atrevió a menospreciar las palabras de Dios y no quería deshonrar el nombre de Dios otra vez. Es debido a su verdadero arrepentimiento ante Dios que se ganó la misericordia y tolerancia de Dios hacia él y Dios nunca más se acordó de su transgresión.
Sin embargo, viendo que Dios aprobaba de David, muchos de nosotros no lo entendemos y tenemos un prejuicio contra él, porque pensamos que David una vez cometió adulterio y tomó a la esposa de otro por fuerza y mató a su esposo. Debe ser dicho que no conocemos la naturaleza y esencia de David. Aun cuando, David cometió adulterio, pero luego se arrepintió, él no tomó a otra mujer nuevamente y se permaneció impasible aun cuando una hermosa joven durmió a su lado. Por lo tanto, podemos ver que David se arrepintió verdaderamente en este aspecto. En cuanto a su esencia se refiere, David era una buena persona. Se puede decir que, desde los tiempos antiguos hasta el presente, no ha existido un rey en el mundo mejor que David respecto a ese punto.
Comparado con David, yo me siento avergonzado. David sólo cometió este error una vez, y él se arrepintió verdaderamente y no lo cometió nuevamente en su vida. Sin embargo, en cuanto a nosotros, oramos al Señor y nos arrepentimos de labios cuando cometemos un pecado. Pero cuando nos enfrentamos a un ambiente similar de nuevo, no podemos evitar sino pecar y desobedecer a Dios, viviendo en el ciclo de cometer y confesar los pecados. Esto demuestra que nuestro arrepentimiento sólo se queda en palabras y no tenemos corazón temeroso de Dios y usar nuestro vivir diario para probar nuestro arrepentimiento como David lo hizo. Así que el verdadero arrepentimiento de David es lo que debemos emular.
David Construyó el Templo
Los versículos dicen: “Entonces el rey David dijo a toda la asamblea: […] y la obra es grande; porque el templo no es para hombre, sino para el Señor Dios. Con toda mi habilidad he provisto para la casa de mi Dios, el oro para las cosas de oro, la plata para las cosas de plata, el bronce para las cosas de bronce, el hierro para las cosas de hierro, la madera para las cosas de madera; también piedras de ónice, piedras de engaste, piedras de antimonio, piedras de varios colores, toda clase de piedras preciosas y piedras de alabastro en abundancia. Y, además, en mi amor por la casa de mi Dios, el tesoro que tengo de oro y de plata, lo doy a la casa de mi Dios, además de todo lo que ya he provisto para la santa casa. […] Y bendijo David al Señor en presencia de toda la asamblea. Y David dijo: Bendito eres, oh Señor, Dios de Israel, nuestro padre por los siglos de los siglos” (1 Crónicas 29:1-3, 10).
David demostró la mayor consideración a la voluntad de Dios y su deseo durante toda su vida fue construir el templo para Jehová Dios. Cuando él vio que después de ser corrompidos por Satanás las personas, a menudo cometían pecados, adoraban a Satanás, y adoraban los ídolos, él contemplaba construir un templo para adorar a Dios, para que más gente viniera antes Dios y adoraran a Dios. David tenía un corazón que veneraba a Dios y amaba a Dios. Él tenía todo cuidado de la voluntad de Dios y pudo preocuparse por las preocupaciones de Dios y pensar en lo que Dios estaba pensando, y realmente pagó un precio. De los registrado en los versículos, podemos ver que el preparo todas las cosas para la edificación del templo con todo su corazón y esfuerzo y donó todo lo que tenía. Aunque David no terminó la construcción del templo durante su vida, él le encomendó a su hijo Salomón que continuara con su deseo que no había cumplido en su vida y finalmente el templo fue construido.
Obviamente, lo que David hizo fue para mostrar consideración a las intenciones de Dios y para satisfacer a Dios y alabar a Dios. Tal persona que tuvo consideración de las intenciones de Dios y que tenía lugar para Dios en su corazón, podría traer a toda la gente ante Dios, así que; Cómo es que, ¿Dios puede estar desagradado? Así como en una familia, cuando un niño ve a sus padres sufrir mucho, él pondera en su corazón: ¿cuándo yo crezca? ¿Cuándo podré hacer algo y compartir sus preocupaciones? Viendo que su hijo es considerado, sus padres sentirán gozo. Cada vez que Dios hace una etapa de trabajo, Dios necesita a la persona que pueda llevar la comisión de Dios e invierta para que Dios coopere con él. David era ese tipo de persona.
Yo he entendido por qué Dios dijo que David era conforme a Su voluntad: en un respecto, él tenía verdadero remordimiento y arrepentimiento después de cometer sus pecados; en otro sentido, él mostró la mayor consideración por la voluntad de Dios, a de todo corazón construir el templo para Dios y llevó al pueblo a adorar a Dios. Por lo tanto, él era uno quien le gustaba a Dios y que era compatible con las intenciones de Dios. Yo seguiré el ejemplo de David, tendré un corazón temeroso de Dios y no haré cosas que deliberadamente se consideren pecado para resistir y deshonrar a Dios, poniendo atención al arrepentimiento y cambiando, y glorificando a Dios con mi vida práctica. Más aún, yo estoy dispuesto a dar todo el cuidado a la voluntad de Dios, a proclamar el Evangelio y traer más gente ante Dios.
 
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
(Traducido del original en inglés al español por Angel L Perez Rosado)
 
Recomendación: Devocionales Cristianos 
 
 

Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino (Fragmento III)

2020-04-14 19:58:44 | LECTURAS


Palabra de Dios para hoy | Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino (Fragmento III)

Mi misericordia es para los que me aman y se niegan a sí mismos. Y el castigo traído sobre los malvados es una prueba de Mi justo carácter y, más aún, testimonio de Mi ira. Cuando llegue el desastre, el hambre y la peste caerán sobre todos aquellos que se oponen a Mí y llorarán. Quienes hayan cometido toda clase de maldades pero que me hayan seguido durante muchos años no escaparán a la acusación; ellos también vivirán en un constante estado de pánico y miedo en medio de la catástrofe que apenas se ha visto a lo largo de las épocas. Y todos Mis seguidores que han sido leales a Mí y a ningún otro, se regocijarán y aplaudirán Mi grandeza. Ellos experimentarán una alegría inefable y vivirán en un júbilo que Yo nunca antes he otorgado a la humanidad. Porque Yo atesoro las buenas acciones de los hombres y aborrezco sus acciones malvadas. Desde que comencé a liderar a la humanidad, he estado esperando por un grupo de hombres que piense igual que Yo. Y nunca me he olvidado de los que no piensan igual; los he aborrecido en mi corazón, sólo a la espera de la oportunidad de ver Mi retribución administrada sobre esos malhechores y disfrutar de ello. ¡Mi día finalmente ha llegado y ya no necesito esperar!
Mi obra final es no sólo castigar al hombre, sino ordenar el destino del hombre. Adicionalmente, es recibir reconocimiento de todos por todo lo que he hecho. Quiero que cada hombre vea que todo lo que he hecho es lo correcto y que es una expresión de Mi carácter; no es la obra del hombre, ni mucho menos toda la naturaleza, la que creó a la humanidad. Por el contrario, soy Yo el que nutre cada ser vivo entre todas las cosas. Sin Mi existencia, la humanidad sólo puede morir y sufrir la invasión de plagas. Nadie podrá ver nunca más la belleza del sol y la luna o el mundo verde; la humanidad sólo se enfrentará a la noche frígida y al valle inexorable de la sombra de la muerte. Yo soy la única salvación de la humanidad. Soy la única esperanza de la humanidad y, aún más, Yo soy Aquel sobre quien descansa la existencia de toda la humanidad. Sin Mí, la humanidad se detendrá de inmediato y por completo. Sin Mí, la humanidad sufrirá una catástrofe y será pisoteada por todo tipo de fantasmas, aunque nadie me presta atención. He realizado una obra que no puede ser realizada por nadie más, sólo con la esperanza de que el hombre me retribuya con buenas acciones. Aunque pocos puedan retribuirme, siempre concluyo Mi viaje en el mundo y comienzo con la obra que se desarrollará seguidamente, ya que Mi viaje entre los hombres durante todos estos años ha sido fructífero, y estoy muy satisfecho. No me importa el número de hombres, sino más bien sus buenas acciones. En cualquier caso, espero que preparéis suficientes buenas obras para vuestro propio destino. Entonces Yo me sentiré satisfecho; de lo contrario, ninguno de vosotros escaparéis del desastre. El desastre se origina en Mí y, por supuesto, Yo lo orquesto. Si no podéis parecer buenos a Mis ojos, entonces no escaparéis de sufrir el desastre. En tiempos de tribulación, vuestras acciones y hechos no fueron del todo apropiados, ya que vuestra fe y vuestro amor eran huecos, y vosotros sólo os mostrasteis tímidos o fuertes. Con respecto a esto, sólo haré un juicio de lo bueno o lo malo. Toda Mi preocupación continúa siendo por vuestras acciones y comportamientos, y es sobre ello que se fundamenta Mi determinación de vuestro fin. Sin embargo, debo dejar claro que no daré más misericordia a los que han sido totalmente desleales a Mí en tiempos de tribulación, ya que Mi misericordia llega sólo hasta allí. Además, no me siento complacido hacia aquellos quienes alguna vez me han traicionado, y mucho menos deseo asociarme con los que venden los intereses de los amigos. Este es Mi carácter, independientemente de quién sea la persona. Debo deciros esto: cualquiera que quebrante Mi corazón no volverá a recibir clemencia, y cualquier que me haya sido fiel permanecerá por siempre en Mi corazón.
Extracto de “La Palabra manifestada en carne”
What God Thinks of Man’s Deeds
I
God’s concern continues to be the way in which each of you acts and how you express yourself. On the basis of this, He shall determine your end. God must make this clear to you. He will give no mercy to those who aren’t loyal in times of tribulation, regardless of who you may be. His mercy only extends so far. He has no liking for those who betray, much less does He like to associate with those who sell out the interest of friends. This is God’s disposition and His view. This is God’s disposition and His view.
II
This is what God must tell you: Anyone who breaks His, breaks His heart shall not receive clemency twice; those who have been faithful shall forever be in His heart. His mercy only extends so far. He has no liking for those who betray, much less does He like to associate with those who sell out the interest of friends. This is God’s disposition and His view. This is God’s disposition and His view.
from Follow the Lamb and Sing New Songs
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Devocional cristiano: ¿qué es la verdadera devoción?

2020-04-12 07:44:01 | 日記


Devocional cristiano: ¿qué es la verdadera devoción?

¡Gracias a Dios! Últimamente, muchos hermanos y hermanas nos dejaron mensajes por Messenger para buscar:
Sabemos que para establecer una relación normal con Dios, debemos practicar devociones, como leer la Biblia, orar y cantar todos los días. Aunque hemos tomado mucho tiempo para hacer esto, todavía no entendemos la Palabra y voluntad del Señor, e incluso nos quedamos dormidos durante la devoción, no sentimos Su presencia en absoluto. Nos gustaría buscar qué es la verdadera devoción y cómo podemos lograr un buen efecto sobre esto.
En respuesta a este problema, primero leamos lo que dice la Palabra de Dios.

Dios dice: “Una vida espiritual normal no se limita a la oración, a los cánticos, a la vida de la iglesia, a comer y beber las palabras de Dios, y otras prácticas semejantes, sino que significa vivir una vida espiritual fresca y llena de vida. No se trata del método, sino del resultado. La mayoría de las personas piensan que, para tener una vida espiritual normal, uno tiene que orar, cantar, comer y beber las palabras de Dios, o intentar descifrarlas. Independientemente de que haya algún resultado, o un verdadero entendimiento, estas personas sólo se centran en pasar por los movimientos del exterior y no se enfocan en el resultado: son personas que viven dentro de los rituales de la religión, que no viven en el seno de la iglesia y, menos aún, son personas del reino. Las oraciones, los cantos y el comer y el beber las palabras de Dios por parte de este tipo de personas, todo ello cumple con las normas; están obligadas a hacerlo y lo hacen según las corrientes; no actúan de buen grado ni desde el corazón. Por mucho que estas personas oren o canten, no habrá resultado alguno, porque toda su práctica consiste en normas religiosas y rituales, y no practican la palabra de Dios. Al centrarse tan sólo en el método, y tomar las palabras de Dios como normas que observar, este tipo de persona no ponga en práctica la palabra de Dios, y que se limite a satisfacer la carne y a hacer cosas para presumir delante de los demás. Esta clase de ritual religioso y de normas proceden del hombre, no de Dios. Él no cumple normas ni se atiene a ley alguna; Él hace cosas nuevas cada día y realiza obra práctica. [...] Si las personas viven con normas, con el corazón vertido en la práctica, entonces el Espíritu Santo no tiene forma de obrar, porque el corazón de las personas está ocupado por ellas y por los conceptos humanos; por tanto, Dios no tiene manera de obrar; las personas vivirán siempre bajo el control de la ley, y este tipo de persona no será nunca capaz de recibir el elogio de Dios”.

“Las personas creen en Dios, lo aman y lo satisfacen cuando tocan al Espíritu de Dios con su corazón y, de ese modo, logran la satisfacción de Dios; al comprometerse con las palabras de Dios con su corazón, por lo tanto, el Espíritu de Dios las conmueve. Si se quiere alcanzar una vida espiritual adecuada y establecer una relación adecuada con Dios, primero hay que entregarle el corazón a Dios y tranquilizar el corazón ante Él. Sólo después haber derramado el corazón en Dios se puede, poco a poco, tener una vida espiritual adecuada. [...] Si tu corazón se puede derramar en Dios, y mantenerse tranquilo delante de Él, tendrás la oportunidad y las cualificaciones para que el Espíritu Santo te use, para recibir Su esclarecimiento e iluminación, y lo que es más, para tener la oportunidad de que el Espíritu Santo compense tus deficiencias. Cuando das tu corazón a Dios, puedes entrar de forma más profunda en el lado positivo, y estar en un plano más elevado de entendimiento; en el lado negativo, tendrás más entendimiento de tus propias faltas y deficiencias, estarás más dispuesto a buscar satisfacer la voluntad de Dios y, en un estado no pasivo, entrarás activamente. Esto significará que eres una persona correcta”.

La Palabra de Dios indica la falta de nuestras devociones y también nos muestra el camino de la práctica para que entendamos que la verdadera vida espiritual no importa cómo hagamos por fuera y cómo participemos en la ceremonia, sino para ver el efecto, es decir, ver qué beneficios y ayuda nos da la devoción; cuando hacemos oraciones, no es importante que cuántos minutos y cuántas palabras hablemos, pero debemos hablarle a Dios nuestras dificultades reales y las palabras que están dentro de nuestro corazón, buscando Su voluntad y la manera de la práctica; cuando leemos la Palabra de Dios, no importa cuánto leamos, sino que debemos enfocarnos en tratar de descubrir las intenciones y los requisitos de Dios y reflexionar sobre si actuamos de acuerdo con la palabra de Dios cuando nos vengan cosas. Por lo tanto, si queremos que nuestras devociones sean efectivas, primero debemos retirar nuestro corazón de todas las personas, cosas, reglas y acciones, guardando silencio delante de Dios, orando a Él con un corazón honesto, leyendo Sus palabras y meditando en ellas, de esta manera, podemos obtener el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo y establecer una relación normal con Dios. 



¿Puede el Señor perdonarnos a nosotros, que continuamos pecando?

2020-04-11 17:33:53 | Estudio Bíblico

 
Pregunta Cristiana | ¿Puede el Señor perdonarnos a nosotros, que continuamos pecando?
 
“Cuando pasé por la oficina de mi gerente por la mañana, oí, sin querer, a Yi Fan hablando mal de ti a nuestro gerente. En mi opinión, ella está celosa de tu capacidad de trabajo, que es más fuerte que la suya, y teme que tengas la oportunidad de ser promovida...”.
Antes de que Wang Qian pudiera terminar de hablar, Lin Nan se llenó de ira y sintió que la empujaban al límite. Ante la idea de que Yi Fan la apuñalara por la espalda varias veces para tener la oportunidad de ascenso, Lin Nan arrojó su lapicero sobre el escritorio, se levantó y llena de indignación caminó hacia la oficina de Yi Fan. Allí Lin Nan reveló todas las cosas despreciables que Yi Fan le había hecho frente a muchos colegas.
Después de su lucha por salvaguardar la justicia, Lin Nan regresó triunfante. Volvió a su oficina y se sentó en la silla en silencio. Pensando en todos los años en que trabajó con Yi Fan, Lin Nan no recordaba exactamente cuántas veces discutió con Yi Fan. No podía soportar que Yi Fan creara algo de la nada, y casi se convirtieron en enemigas acérrimas. A pesar de que había desahogado su enojo, Lin Nan se sintió profundamente perturbada en su corazón. Rápidamente se dio cuenta de que este era un reproche del Señor para ella, y su arrepentimiento surgió espontáneamente.
Cuando volvió a su casa, después del trabajo, Lin Nan se arrodilló frente a su cama y oró al Señor: “¡Oh, Señor! Cometí pecados otra vez. Por el bien de mi propia reputación y estado, me peleé con mi colega y abiertamente la acusé, y hasta la traté como mi enemiga. No tengo tolerancia ni paciencia, y mucho menos amo a los demás como me amo a mí misma. Señor, te ruego que me perdones”.
Después de rezar, Lin Nan se sentó cansinamente frente a su computadora. Ella pensó que el Señor Jesús les había enseñado que deberían amar a los demás como se amaban a sí mismos y ser tolerantes y pacientes con ellos, y que su perdón hacia los demás debería ser setenta veces siete. Sin embargo, cuando sus intereses personales eran afectados, Lin Nan no ponía en práctica estas enseñanzas del Señor. Por eso se sentía muy angustiada. Lin Nan sabía que lo que vivía no podía ser aceptado por el Señor, pero involuntariamente cometía pecados una y otra vez. No sabía si podría recibir el perdón del Señor si todavía vivía en pecado. Por lo tanto, encendió su computadora y visitó un foro evangélico que conocía, enviando un mensaje respecto a su aprensión.
En poco tiempo recibió varias respuestas a su mensaje:
Felicidad es suficiente:
La Biblia dice: “Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu” (Romanos 8:1). Repetidamente, mientras cometemos los mismos pecados, el Señor no nos condena y nos ha perdonado. Moderador, no necesita preocuparse por este problema. Mientras confesemos y nos arrepentamos ante el Señor, es suficiente para nosotros.
Volando libremente:
“Felicidad es suficiente” tiene razón, y te doy un “me gusta”. El Señor Jesús ha perdonado todos nuestros pecados. Moderador, ¿cómo puede preocuparse por esto?
Al ver estas palabras, Lin Nan pareció sentir un consuelo temporal en su corazón, y pensó: “Si realmente el Señor puede perdonarme, eso sería genial”.
Inesperadamente, otros respondieron la publicación de inmediato y expresaron una opinión diferente:
Anhelando Luz:
He tenido la misma experiencia que el moderador. Parece que debemos conversar en detalle sobre este tema. No estoy del todo de acuerdo con los dos comentarios anteriores. Tal como se dice en la Biblia: “Pero si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros hemos sido hallados pecadores, ¿es Cristo, entonces, ministro de pecado? ¡De ningún modo!” (Gálatas 2:17). “Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados” (Hebreos 10:26). Según estas líneas de las Escrituras, podemos entender que si no las seguimos después de que conocemos claramente las enseñanzas del Señor, sino que pecamos repetidamente, ya no habrá más ofrendas por el pecado. Vivimos una vida cíclica de pecar constantemente y luego declararnos culpables todos los días. Esto no es verdadera confesión y arrepentimiento.
Parasol chino:
Estoy a favor de la opinión de “Anhelando Luz”. Nosotros solamente confesamos nuestros pecados pero no nos arrepentimos, y siempre volvemos a cometerlos. Estamos cansados de nosotros mismos. Entonces, ¿cómo puede el Señor aprobarnos? ¿Cómo puede Él perdonarnos? Es como los padres tratan a sus hijos. Si un hijo comete errores una o dos veces, los padres pueden mostrar comprensión y tolerancia, y enseñarle pacientemente. Sin embargo, si el hijo siempre reconoce sus errores pero nunca los corrige, y siempre repite los mismos errores, ¿pueden los padres amar a un hijo así?
Honestamente Humano:
Tienes razón. Repetidamente cometemos los mismos pecados, y se considera que se ha hecho a sabiendas. Incluso si nos presentamos ante el Señor y admitimos nuestros pecados, lo estamos engañando. ¿Cómo podría Él estar contento? No es de extrañar que yo no sienta la presencia del Señor, ¡eso es lo que sucedió!
Al ver estos tres mensajes, aunque Lin Nan reconoció que concordaban con los hechos, su corazón inevitablemente se sintió un poco pesado. Ella pensó: ¿Será que el Señor no me perdona realmente? ¿Cómo debemos entender esta cuestión según la voluntad del Señor en la Tierra?
Lin Nan envió otra publicación:
“Todas sus respuestas tienen alguna razón; sin embargo, todavía no tengo del todo claro este tema. Por favor hablen libremente, y compartan sus opiniones sobre cómo debemos entender esta cuestión para estar en línea con la voluntad del Señor. Gracias”.
Las respuestas a este mensaje se precipitaron y la conversación se elevó de tono.

Felicidad es suficiente:
No es difícil entender este tema. Cometemos pecados repetidamente, y se puede decir que transgredimos a sabiendas, pero Romanos nos dice: “por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:23-24). Las personas mundanas son todas pecadoras. Sin embargo, debido a la redención de Jesucristo, mientras creamos en el Señor Jesús, podemos ser llamados justos por fe. Esta es la gracia que el Señor nos da. Si Él no ha perdonado nuestros pecados, ¿podemos ser llamados justos? Por lo tanto, no importa cuán repetidamente cometamos pecados o cuán ocasionalmente cometemos un pecado, el Señor nos ha perdonado. ¡Aquí no cabe la duda!
Volando libremente:
Correcto, la Biblia también dice: “a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, para demostraren este tiempo su justicia, a fin de que El sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús” (Romanos 3:25-26). La Biblia lo dice muy claramente. La preciosa sangre del Señor Jesús limpió nuestros pecados y Él nos ha tolerado. Por lo tanto, ya no pertenecemos más al pecado.
La persona de la montaña:
Tus palabras hablan a mi corazón, y te doy un “me gusta”. Siento que la razón por la cual tememos que el Señor no nos perdone debido a nuestros frecuentes pecados es porque nuestra fe en Él es demasiado pequeña. El Señor Jesús dijo: “El que cree en El no es condenado[...]” (Juan 3:18). El Señor es un Señor misericordioso y amoroso. El Señor no nos condenará mientras creamos en Él. Todos nuestros pecados serán absueltos. Deberíamos creer en Sus palabras y tener fe en Él.
Anhelando Luz:
El Señor Jesús ha perdonado nuestros pecados al ser crucificado. Esto es una verdad. Pero esto no significa que Él nos perdonará todo el tiempo. El Señor Jesús dijo: “En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8:34-35). Cometemos pecados constantemente, sin verdadero arrepentimiento. Todavía somos siervos del pecado y no podemos vivir en la casa de Dios para siempre. Lo cual quiere decir que no podemos entrar al reino celestial.
Parasol chino:
Es verdad. Me recuerda una palabra en la Biblia: “Porque la paga del pecado es muerte[...]” (Romanos 6:23). La consecuencia del pecado ha sido expresada muy claramente. Sin embargo, pecamos con frecuencia y aún pensamos que el Señor nos perdonará todo el tiempo. ¿No es esto dejarse llevar por la fantasía?
Honestamente Humano:
Correcto. ¿Cómo ve el Señor a quienes pecan repetidamente? Recuerdo lo que el Señor Jesús dijo una vez a una mujer que cometió adulterio: “[...] Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más” (Juan 8:11). De las palabras que el Señor enseñó a la mujer, podemos ver que, aunque es misericordioso y amoroso, y puede perdonar todos nuestros pecados, esto no significa que los pecadores sean aprobados por el Señor. De lo contrario, el Señor Jesús no enseñaría a la mujer a “desde ahora no peques más”. Algunos afirman que el Señor ciertamente absolverá nuestros pecados todo el tiempo, según las palabras de los hombres que están en la Biblia, pero no buscan cuáles son los requisitos de Señor. ¿Está en línea con la voluntad del Señor? Como resultado, en este momento lo más real para nosotros es buscar cómo resolver el problema del pecado.
La discusión se hizo aún más intensa y la diferencia entre las dos opiniones se volvió más y más marcada. Lin Nan sintió que el punto de vista de “Felicidad es suficiente” se ajustaba a la idea del hombre, pero otro punto de vista, comparativamente, coincidía con las palabras del Señor y se ajustaba a Su voluntad. Por un momento, Lin Nan se sintió perdida y preocupada: Si el problema del pecado no puede resolverse, ¿cómo podremos ser elevados al reino de los cielos cuando el Señor regrese? En este momento, apareció una nueva publicación:
Entendiendo la lluvia:
¡Hola a todos! Sólo estoy de paso. Al ver su acalorada discusión, también presento mi propio punto de vista. Es cierto que el Señor es misericordioso y compasivo y que nuestros pecados son perdonados a través de nuestra fe en él. Pero Dios es justo y santo, y odia los pecados y la suciedad. Si pecamos con frecuencia, me temo que el Señor no traerá a pecadores como nosotros a su reino. “ porque escrito está: ‘Sed santos, porque Yo soy santo’” (1 Pedro 1:16). “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). Sólo quienes siguen la palabra de Dios y actúan de acuerdo con Su palabra pueden entrar al reino de los cielos. No podemos seguir la palabra de Dios y guardar las enseñanzas del Señor, y aun así pecar después de haber comprendido lo que es el pecado. Cuando el Señor regrese, ¿cómo podríamos ser dignos de entrar en el reino de Dios? Según nuestra imaginación y concepción, independientemente de cuánto pequemos, el Señor siempre perdonará todos nuestros pecados. Entonces, ¿cómo se reflejaría la justicia y la santidad del Señor? ¿Será posible que Él introduzca pecadores en el reino de los cielos? En retrospectiva, Adán y Eva pecaron y traicionaron a Dios porque escucharon las palabras de Satanás en lugar de las de Dios, por lo que fueron expulsados del Jardín del Edén. Hoy, aún vivimos en circunstancias en las que cometemos pecados, los admitimos y aun así no estamos purificados. ¿Cómo podríamos ser arrebatados al reino de los cielos? ¿No es esto demasiado irrealista?
Honestamente Humano:
“Entendiendo la Lluvia” tiene razón. Esto me recuerda las historias de Sodoma y de Nínive. La gente de ambas ciudades cometió pecados. Los de Nínive, que verdaderamente se arrepintieron, recibieron el perdón de Dios. Por el contrario, los de Sodoma no se arrepintieron, sino que pecaron después de haber entendido lo que era el pecado; eran malvados y depravados y gritaban queriendo matar a los emisarios de Dios. Se opusieron públicamente a Dios y ofendieron Su decreto, por lo que Dios usó fuego y azufre para quemarlos. Con esto vemos que el carácter justo de Dios que no tolera ofensa. Las decisiones de Dios no son sólo misericordia y compasión, sino también majestad e ira. En este asunto, realmente no podemos ser estúpidos; de lo contrario, los resultados serían demasiado terribles para considerarlos.
La persona de la montaña:
Mm. Lo que dices también tiene sentido.
Felicidad es suficiente:
Todos tienen su propia opinión. No cambio la mía. Lo siento, tengo algo más que hacer. Debo irme primero.
Las palabras de “Entendiendo la Lluvia” hicieron que Lin Nan se perdiera en sus pensamientos: De hecho, el Señor es santo. Cometemos pecados repetidamente, entonces, ¿cómo puede el Señor perdonarnos interminablemente? ¿Cómo pueden las personas sucias como nosotros entrar al reino de los cielos? Pensando que si ella continuaba pecando así sería abandonada por el Señor, Lin Nan quedó un poco ansiosa. Rápidamente tecleó y escribió en su ordenador:
“Sus mensajes son muy esclarecedores. A través de ellos, entiendo que si pecamos constantemente, no podemos obtener el perdón del Señor y no estaremos calificados para entrar en el reino de Dios cuando el Señor venga nuevamente. Sin embargo, ahora, ¿cómo podemos dejar de seguir pecando? Espero que esos hermanos y hermanas perspicaces compartan con nosotros un poco más”.
Parasol chino:
Esta es una buena pregunta. Si no podemos resolver el problema del pecado, el Señor nos abandonará. Oh, cualquiera de los hermanos y hermanas que tenga claro conocimiento de esta cuestión, por favor comuníquese con nosotros.
Entendiendo la lluvia:
Sobre este tema, estudié algunas escrituras recientemente. Recuerdo que el Señor Jesús dijo: “Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final” (Juan 12:47-48). La Biblia también dice: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Al ver estas escrituras, reflexioné: la obra del Señor Jesús fue la redención para la humanidad. El Señor Jesús nos ha redimido de un estado de pecado, pero nuestra naturaleza pecaminosa todavía está profundamente arraigada en nosotros. De acuerdo con estas escrituras, ¿vendrá el Señor Jesús nuevamente en los últimos días para hacer el trabajo de juicio y limpieza de personas? Este asunto es digno de nuestra consideración.
Anhelando Luz:
Las palabras de “Entendiendo la Lluvia” me hacen pensar en lo que dijo el Señor: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16: 12-13). Aquí dice que el Espíritu de verdad vendrá y nos guiará a toda la verdad. ¿No significa esto que cuando llegue, el Señor usará Su palabra para hacer el trabajo del juicio para liberar al hombre de los pecados?
Parasol chino:
Y, en el Libro del Apocalipsis, el Señor Jesús predijo que Él aparecería en los últimos días. Él dijo: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (véase Apocalipsis 2-3). De las palabras del Señor, podemos ver que cuando el Señor regrese, ciertamente hablará y pronunciará Sus palabras. Las personas que escuchen la voz de Dios y acepten Su obra son los que serán llevados ante Su trono para festejar con el Señor.
Al escuchar estos intercambios entre hermanos y hermanas, Lin Nan de repente vio la luz. Fue como si un rayo de sol hubiera iluminado su corazón. En ese momento, se dio cuenta de que sólo si escuchaba lo que el Espíritu Santo le dice a las iglesias, podría tener la esperanza de escapar de la esclavitud y el control del pecado y alcanzar la pureza y la salvación de Dios. Ella tenía un deseo urgente de buscar las palabras del Señor en los últimos días y seguir las huellas del Cordero. por lo tanto, tenía prisa por enviar otra publicación...
(Traducido del original en inglés al español por Carlos Nogués)
 
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

 

 
 

Lo que realmente es el estándar de los justos a los ojos de Dios

2020-04-09 07:06:05 | Películas Evangélicas
El estándar por el cual el hombre juzga a los justos
Por casualidad, una amiga mía compartió conmigo estos versículos de la Biblia: la parábola de la red barredera en Mateo 13:47-50: "El reino de los cielos también es semejante a una red barredera que se echó en el mar, y recogió peces de toda clase; y cuando se llenó, la sacaron a la playa; y se sentaron y recogieron los peces buenos en canastas, pero echaron fuera los malos. Así será en el fin del mundo; los ángeles saldrán, y sacarán a los malos de entre los justos, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes". Ella dijo: "Recientemente, al estudiar estos versículos, obtuve nueva iluminación: El Señor usó esta parábola para decirnos qué hará cuando regrese en los últimos días. En ese momento, Dios realizará el trabajo de dividirnos de acuerdo con nuestro tipo y recompensar el bien y castigar el mal. El pez bueno será recogido y luego guardado en los recipientes; los malos serán desechados. Es decir, Dios separará a los justos de los malvados. Finalmente, solo los justos pueden entrar en el reino de los cielos, mientras que los malvados serán desechadas y eliminadas".
Cuando escuché esto, dije confiadamente, "¡Gracias a Dios! Nosotros, los que creemos en el Señor, hemos sido seleccionados ante Él, hemos sido separados de los gentiles y hemos sido justificados por la fe, y por eso somos los justos a Sus ojos. Mientras podamos asistir a las reuniones, orar y leer la Biblia con frecuencia, practicar Su palabra y tener tolerancia, paciencia y compasión por las personas, no golpear ni maldecir a las personas, no fumar ni beber alcohol, y además, con frecuencia difundir el evangelio, dedicarnos y trabajar para el Señor, seremos los justos ante Sus ojos y estaremos tras Su corazón".
Simular que se comporta bien en el exterior no significa ser justo
Después de escuchar, mi compañera me dijo pacientemente: "Mantuve los mismos puntos de vista que usted en el pasado, pensando que mientras podamos brindar un poco más de ayuda y apoyo a los hermanos y hermanas débiles con un corazón amoroso, nos dediquemos más al Señor, difundir más el evangelio y dar más frutos, seremos los justos a los ojos de Dios. Pero el Señor Jesús dijo: “Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’ Y entonces les declararé: ‘Jamás os conocí; apartaos de mi, los que practicais la iniquidad’” (Mateo 7:22-23). Entonces reflexioné: "Si mientras nos comportamos bien en el exterior, el Señor puede considerarnos justos, entonces, ¿por qué el Señor Jesús todavía dijo que los que predicaban y trabajaban en el nombre del Señor hicieron el mal?" Más tarde, pensé en los fariseos. Sirvieron a Jehová Dios en el templo sin cambio, e incluso viajaron por todas partes para predicar el evangelio, soportando mucho sufrimiento y pagando un alto precio, pero cuando Dios se encarnó y vino a la tierra para hacer el trabajo, furiosamente lo obstaculizaron y lo persiguieron, y al final incluso unieron fuerzas con el gobierno romano para clavarlo a la cruz. Como resultado, fueron condenados y maldecidos por Dios y fueron sometidos a una destrucción sin precedentes. Ahora, nuestras, muchas hermanas y hermanos en el Señor han hecho tanto trabajo y recorrido grandes distancias y también pueden seguir asistiendo a las reuniones, orando, leyendo la Biblia y haciendo ofrendas, exhibiendo muchos comportamientos aparentemente buenos, pero simplemente no practican la palabra del Señor y aún involuntariamente pecan a menudo. Una vez que sus intereses personales son perjudicados, malinterpretarán y culparán a Dios. Esto muestra que aquellos que pueden predicar y trabajar para el Señor no son necesariamente los justos".
Después de escuchar Sus palabras, pensé en mí mismo: Todos los días le rezo a Dios, diciendo que estoy dispuesto a entregarme en Su mano y someterme a Su soberanía y disposiciones; sin embargo, cuando mi familia se encuentra en contratiempos, mi corazón está lleno de quejas y exigencias hacia Dios. Más que esto, también tengo muchos comportamientos que desobedecen y se oponen a Dios. Por ejemplo, sirvo con pasión en apariencia, pero en realidad lucho contra mis compañeros de trabajo por la fama y la fortuna en todos los sentidos. Una vez que vea que son mejores que yo y que no puedo exhibirme, me pondré celoso de ellos e incluso los juzgaré a sus espaldas para que yo pueda ser apoyado por otros creyentes; durante mi prédica, mi propósito no es simplemente exaltar a Dios, dar testimonio de Dios o traer a los hermanos y hermanas delante de Dios, sino usar sermones y doctrinas para mostrarme a mí mismo, para hacer que las personas me admiren y competir con Dios por las personas. ... Reflexionando sobre todas mis manifestaciones, me sentí muy avergonzado y también estaba muy preocupado por mí mismo porque realmente estaba muy lejos de alcanzar el estándar de los justos.
El estándar de los justos a los ojos de Dios
Al ver que yo estaba desanimado, ella compartió conmigo un pasaje de la palabra de Dios que vio recientemente en un sitio web del evangelio: “Una frase trillada es que ‘no hay justos sobre esta tierra, los justos no están en este mundo’. … ‘Justicia’ no quiere decir dar limosna, no quiere decir amar a tu prójimo como a ti mismo y no quiere decir no pelear, discutir, hurtar o robar. Justicia quiere decir tomar la comisión de Dios como tu deber y obedecer las orquestaciones y arreglos de Dios como una vocación enviada del cielo, independientemente del tiempo o el lugar, igual que todo lo que hizo el Señor Jesús. Esta es la verdadera justicia de la que habló Dios. … No importa qué tan buenas sean tus acciones, no importa cómo parezcas glorificar el nombre de Dios, si no les pegas a los demás o si no los maldices, o si no los hurtas y los robas, todavía no puedes ser llamado justo porque tales cosas las puede poseer cualquier persona normal”. 
Luego continuó compartiendo: "La palabra de Dios nos dice el estándar del verdadero hombre justo. La justicia a los ojos de Dios no significa los buenos comportamientos, no significa ser caritativo, ser amigable con los demás, o no discutir o pelear con otros, y tampoco significa leer la Biblia y orar al minuto todos los días, etc. La justicia real se refiere a las personas que son capaces de tomar el corazón de Dios como suyo, y puede estar obligado a cumplir lo que Dios les ha encomendado como su propio deber sin intenciones ni impurezas, que no consideran sus propios intereses, ganancias y pérdidas y quien puede temer a Dios y apartar del mal y someterse a las orquestaciones y arreglos de Dios, y al final, puede ser compatible con Dios. Solamente este es el estándar de los justos a los ojos de Dios. La Biblia nos muestra que las personas que fueron llamadas justas por Dios eran raras. Génesis 6:9 menciona: "Estas son las generaciones de Noé. Noé era un hombre justo, perfecto entre sus contemporáneos;" Cuando la voluntad de Dios fue revelada a Noé, permitiéndole construir un arca y difundir el evangelio, aunque se enfrentó a la burla, la calumnia y los juicios del pueblo en ese momento y todo tipo de dificultades, no puso condiciones ni excusas, sino que simplemente obedeció las demandas de Dios: persistir en construir el arca, difundir el evangelio y cumplir la orden de Dios; además, Job, que era conocido por nosotros, pasó toda su vida buscando andar por el camino de temer a Dios y apartar del mal. Aunque se enfrentó a las tentaciones de Satanás una y otra vez, y perdió todas sus propiedades y sus hijos e hijas, e incluso sintió dolores en todo el cuerpo, soportando así un dolor extremo tanto físico como mental, aún elogió el santo nombre de Dios, llevando un testimonio hermoso y resonante para Dios. Por lo tanto, él era un hombre justo y perfecto a los ojos de Dios".
A través de esta comunicación, tenía un objetivo preciso y la forma de ser un hombre justo. Si queremos llegar a ser hombres justos, no deberíamos simplemente tener un buen deseo ni los buenos hechos superficiales, sino que debemos poner la palabra de Dios en práctica, actuar de acuerdo con la palabra de Dios y buscar andar por el camino de temer a Dios y apartar del mal. ¡Gracias a Dios! ¡Llegué a estar seguro de ser un hombre justo!
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
(Traducido del original en inglés al español por Luis Carlos Villegas )

¿Es esta una iglesia donde se adora al Señor Jesús?

2020-04-09 01:53:23 | Películas Evangélicas
¿Es esta una iglesia donde se adora al Señor Jesús?
En 2001, creí en el 
Señor Jesús y me uní al coro de una iglesia. Después, usualmente cantaba himnos y bailaba para alabar a Dios, viviendo alegremente todos los días. 
La "troupe de teatro" de nuestra iglesia
Varios años después, una tarde, mientras ensayábamos, el pastor nos dijo:
—Prepárense cuando volvamos. Mañana iremos a la fiesta de un señor que cumple 90 años.
Al escucharlo, pensé que habría muchas personas que verían nuestra actuación mañana, así que seguramente traeríamos más personas ante el Señor, lo que me hizo sentir muy feliz.
Temprano a la mañana siguiente, llegué a la iglesia, cantando himnos de alabanza a Dios todo el camino. Después de maquillarnos, vestirnos y organizar nuestros accesorios e instrumentos, todos estuvimos listos y motivados. En ese momento, el pastor nos dijo:
—¡Gracias Señor! Hermanos y hermanas, testificaremos del amor del Señor y traeremos más personas ante Él a través de nuestra actuación. Por lo tanto, para que la gente pueda ver la paz y la alegría de los creyentes en el Señor, debemos aplicarnos y enfrentarnos al público con sonrisa.
Todos gritamos: —¡Amén! Luego, más de veinte de nosotros partimos tocando gongs y batería y cantando fuerte y sonoramente.
El anfitrión, entusiasmado, nos condujo a un amplio salón. Después de que el pastor ofreciera sus felicitaciones desde el escenario y nos guiara en la recitación del Padrenuestro, comenzamos nuestra actuación. Después de una serie de actividades, y el anfitrión nos invitó a una fiesta abundante. Durante la comida, hermanos y hermanas propusieron brindis, enviaron deseos y se ofrecieron cigarrillos y bebidas unos a otros. Entretanto, dijeron:
—Normalmente no bebemos, pero tampoco observamos reglas. Hoy es un caso especial. Hagamos una excepción.
Al verlos bebiendo y fumando me sentí bastante incómodo en mi corazón, y pensé: ¿Son así los creyentes en Dios?
Después, cada vez que alguien celebraba bodas o funerales o daba un banquete para estrenar una casa o festejaba un cumpleaños, nos invitaban a actuar. Yo siempre participaba activamente y hacía todo lo posible por actuar. Hasta que un día, una hermana me dijo que el pastor recibía dinero en secreto por cada actuación.
Al escucharla me sentí muy molesto y no pude calmarme, pensando: Nuestro canto y baile son para testificar el nombre del Señor, predicar Su evangelio y obtener Su aprobación, pero no para ganar dinero. Sin embargo, el pastor recibe el dinero por él. Esta actitud, ¿sería aprobada por el Señor? ¿Qué diferencia hay entre el comportamiento del pastor y el de los incrédulos?
Un día, leí estas palabras en 
la Biblia: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:13-16). Estas palabras del Señor me permitieron ver que nosotros, como cristianos, debemos tener corazones piadosos para alabar y adorar al Señor y vivir en la forma requerida por Él. Solo haciendo eso podríamos glorificar Su nombre.
Sin embargo, actuando presuntamente para “creer en el Señor y difundir el
Evangelio”, el pastor guiaba a hermanos y hermanas a asistir a fiestas de bodas de incrédulos, y se beneficiaba económicamente recibiendo dinero en secreto por nuestras acciones. Además, resultó que los hermanos y hermanas se ocupaban de cosas mundanas, siguiendo las tendencias de fumar y beber, y se volvían disolutos y desenfrenados. ¿Cómo podría ser esto la luz y la sal? La Biblia dice: “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4:4).
Ahora obedecíamos las palabras de los pastores y los ancianos para seguir las cosas mundanas. En consecuencia, el coro que alababa a Dios se había convertido en una compañía de teatro que extraía dinero, y la iglesia se había convertido en un grupo social donde llevábamos a cabo nuestro propio negocio. ¿No era maldad lo que hacíamos, y una deshonra para el nombre de Dios?
No pude evitar pensar en el último período de la era de la Ley. En aquel momento, los fariseos perdieron su reverencia por Dios. Convirtieron el templo en una cueva de ladrones donde la gente vendía ganado, ovejas y palomas, y cambiaban dinero. Por fin, sufrieron la maldición del Señor. Del mismo modo, ahora creemos en el Señor pero no podemos seguir Su camino. ¿Hay alguna diferencia entre la iglesia y el templo al final de la era de la Ley? ¿Podemos ser aprobados por el Señor si continuamos con ese tipo de fe? ¿Nos convertiremos en los malvados de los que habló el Señor Jesús? Tal como dijo una vez: “Y entonces les declararé: ‘Jamás os conocí; apartaos de mi, los que practicais la iniquidad’” (Mateo 7:23). Esto, me llenó de ansiedad.
Domingo de Pasión
Un domingo por la tarde en abril, hermanos y hermanas fueron a la iglesia para asistir a la ceremonia conmemorativa de la Pasión del Señor Jesús. Después de la oración del pastor y el canto de nuestros himnos, nos llevó a leer la Biblia: “Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: ‘Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí’. De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: ‘Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros’” (Lucas 22:19-20). Cada vez que leemos las Escrituras después de una serie de ceremonias, nos conmueve tanto el gran amor del Señor que lloramos amargamente y seguimos orando y clamando por nuestro dulce Salvador Jesús.
Entonces, dos servidores de la iglesia se acercaron a nosotros con un plato en las manos. Había zumo de uva y pan sin levadura en el plato. Pero exigieron que cada uno de nosotros pusiera 20 yuanes en el plato para recibir el zumo y el pan. Si no tuviéramos suficiente dinero, podríamos pedir prestado a conocidos. Como último recurso, podríamos poner 10 yuanes en el plato. Entonces la congregación se transformó en un caos. Algunas personas buscaron a sus conocidos para pedir dinero prestado. La atmósfera piadosa de la gente conmemorando al Señor ante Él desapareció, y en cambio el lugar de reunión fue un desastre. Cuando los dos servidores se acercaron a mí, como yo no tenía dinero conmigo no me permitieron tomar la comida santa y directamente me dejaron de lado.
Esta escena me hizo sentir una tristeza indescriptible en mi corazón: ¿Esto es pensar en el Salvador? Debemos pagar antes de tomar la comida santa, pero esta práctica no pertenece a las enseñanzas del Señor. ¿Cómo puede pasar esto? Realmente no lo podía entender.
En ese momento, los hermanos y hermanas comenzaron una discusión, un hermano dijo:
—Lo que sucedió hoy me hace pensar en las palabras del Señor Jesús: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno” (Mateo 23:25). “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia” (Mateo 23:27). Creo que nuestro pastor es similar a los fariseos desenmascarados por el Señor Jesús. El Señor derramó su sangre por nosotros para salvarnos. ¿Por qué debemos pagar antes de beber la copa del Señor? Esta no es una iglesia donde se adora al Señor Jesús. ¿Acaso no están extorsionando dinero abiertamente? ¿Es la iglesia del Señor?
Una hermana continuó: —¡Correcto! Ahora en nuestra iglesia el pastor recolecta dinero de diferentes maneras. En la pared exterior de la iglesia hay un pedazo de papel rojo grande, en el cual está escrita la cantidad de dinero que donó cada creyente. Como resultado, todos donan más dinero para parecer más respetables, comparándose con los demás. Al mismo tiempo, el pastor aprovecha esta oportunidad para obtener más dinero. El Señor Jesús dijo: “Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mateo 6:3 -4). Está claro que su comportamiento contradice la intención del Señor.
Otro hermano dijo con indignación: —Es mucho más que esto. Escuché que un nuevo pastor sería transferido a nuestra iglesia. Presentó sus demandas de una casa bien decorada, equipada con aire acondicionado, televisión en color y otros muebles. Además, exigió que toda su familia viva en la iglesia. ¿No es tal como dice el Señor Jesús, “[...] porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia” (Mateo 23:27)?
Al escuchar estas palabras quedé muy conmovido: desgraciadamente la iglesia se había convertido en una especie de club social comercial y los pastores utilizan el creer en Dios como su pan y mantequilla. ¿No son ellos los fariseos hipócritas modernos? ¿Es esta la iglesia donde la gente adora al Señor Jesús?
Luego, varios hermanos y hermanas dijeron:
—¡Estas cosas son tan desalentadoras! Me parece que esta no es una iglesia donde se adora al Señor. No hay presencia del Señor en nuestra iglesia. Deberíamos buscar una iglesia con la presencia del Señor.
Dijeron exactamente lo que estaba en mi corazón: ¡Cierto! Debemos buscar una iglesia con la obra del Espíritu Santo.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
(Traducido del original en inglés al español por Carlos Nogués)

Estudios Biblicos - 4 Consejos para ser honesto

2020-04-04 14:21:06 | Películas Evangélicas
La luz del sol de la tarde entraba inclinada a través de la ventana y daba sobre mi frente. Me senté en mi escritorio, bañado por la luz dorada del sol, y mi estado de ánimo era más alegre. En ese momento, deseaba escribir una publicación en un blog y compartir con todos mis abundantes pensamientos de estos días. 
Cuando comencé a creer en el Señor, leí en Mateo 18:3 donde el Señor Jesús dijo: "En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos". La palabra del Señor Jesús nos mostró la manera de entrar en el reino de los cielos; solo siendo una persona honesta, fiel y cordial podemos recibir la bendición del Señor y ser elegido para entrar en el reino celestial. Una vez que entendí la voluntad del Señor, en la vida real, procuraba que de mi boca no saliera con frecuencia ninguna mentira y me esforcé mucho para ser una persona honesta antes los ojos de Dios, pero muchas veces fracasaba y decía mentiras frecuentemente. Poco a poco, perdí la confianza de ser una persona honesta. Afortunadamente, hace tiempo conocí a un hermano en un foro de evangelio, donde nos comunicamos entre nosotros sobre cómo ser una persona honesta. Descubrí que él tenía muchas ideas, y me di cuenta: desde mi punto de vista el modelo para ser una persona honesta es simplemente no decir mentiras. Y también encontré el camino para ser una persona decente. Más tarde, cuando comencé a ser una persona honesta practicando sus palabras, me beneficié mucho. Ahora, me gustaría compartirlo contigo.
1. Debemos entregar nuestros corazones a Dios y dejar que Dios decida todas las cosas; debemos hacer todo de acuerdo con la verdad y admitir la inspección y prueba de Dios para vivir en la luz.
Dios dice: "Yo Jehová, que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar á cada uno según su camino, según el fruto de sus obras." (Jeremías 17:10)*. El libro de los Proverbios también dice: "Candela de Jehová es el alma del hombre, Que escudriña lo secreto del vientre." (Proverbios 20:27)*. A partir de estos versículos, se puede ver que: Dios es todopoderoso y omnisciente. Su Espíritu lo observa todo. Todos nuestros pensamientos e ideas, así como todos y cada una de nuestras acciones, son vistos por los ojos de Él. Por lo tanto, para llegar a ser una persona honesta, primero debemos entregar nuestros corazones a Dios y permitir que Dios se haga cargo de todo, y aceptemos su observación en todas las cosas. Es decir, debemos abrir nuestros corazones a Dios y poner nuestra verdadera condición de espíritu ante Él, buscando si se ajusta a la verdad o está de acuerdo con Su voluntad. Si está de acuerdo con la verdad, entonces lo ponemos en práctica; si no, debemos orar a Dios y abandonar cualquier cosa incorrecta dentro de nosotros, impidiéndonos ser ordenados o controlados por el pecado, y luego poner nuestros corazones en orden y practicar de acuerdo con los requisitos de Dios. De esta manera, podemos vivir en la luz en todo momento con un corazón generoso. Por ejemplo, cuando nuestros familiares y amigos incrédulos nos instan a ganar dinero y enriquecernos, de alguna manera nos sentiremos tentados y no sabremos qué elegir. En este momento, debemos orar a Dios para que busque si está de acuerdo con la verdad al hacerlo, si no, debemos abandonarlo. El Señor Jesús dijo: "Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas" (Mat 6:24). La palabra del Señor mostró claramente que no podemos servir a Dios y hacer mucho dinero al mismo tiempo, ya que hacer una fortuna no podemos obtener Su salvación. Sólo siguiendo a Dios y sirviéndole podemos lograr que recibamos Su salvación. Esta es la voluntad de Dios. Si entendemos la voluntad de Dios, nos contentaremos con la ropa que tenemos puesta y la comida en nuestro plato, y luego serviremos a Dios con prioridad en nuestra vida y caminar por el verdadero camino de servir a Dios, para que vivamos en la protección y cuidado de Dios y recibir la vida humana real.
Por lo general, cuando oramos, leemos la Biblia, asistimos a reuniones o prestamos servicio, debemos orar a Dios y aceptar Su observación. Practicar de esta manera es beneficioso para nosotros, abandonar la carne, practicar la verdad y ser una persona honesta. Cuando aceptamos la observación de Dios, tendremos fuerza para abandonar la carne y practicar la verdad. A pesar de que tenemos que soportar dificultades carnales, todavía estamos dispuestos a practicar la verdad para satisfacer a Dios. Cuando aceptamos la observación de Dios, no nos atrevemos a actuar de acuerdo con nuestro propio placer o seguir nuestras propias preferencias cuando suceden las cosas, sino que podemos buscar la voluntad de Dios y actuar de acuerdo con Sus requisitos, gradualmente siendo transformados y purificados por Dios; cuando mostramos traiciones o nos engañamos, si practicamos la verdadera aceptación de la inspección de Dios, nos daremos cuenta de que Dios es todopoderoso y lo observa todo; nuestras acciones, pensamientos e ideas todos son claramente supervisados por Él. Entonces, si seguimos nuestra propia voluntad y salvaguardamos nuestro propio interés, nos engañamos a nosotros mismos y también engañamos a Dios, lo cual sólo despierta Su disgusto e incluso le ofende. Habiéndonos dado cuenta de esto, tendremos fuerza para abandonar la carne y practicar la verdad para satisfacer a Dios, y para ser una persona honesta que avergüence a Satanás. Por otro ejemplo, cuando estamos cansados de realizar un servicio y queremos ser considerados con nuestro cuerpo físico o queremos ser perezosos y furtivos, si podemos aceptar la inspección de Dios y vivir delante de Él, nos daremos cuenta de nuestra falacia y astucia es el comportamiento de engañar a Dios, y que engañar a Dios es una ofensa a la aptitud de Dios. Inconscientemente, temeremos a Dios en nuestros corazones y no nos atreveremos a seguir nuestra propia voluntad para hacer algo que lo engañe y ofenda, sino que practicaremos la palabra del Señor para ser una persona honesta y vivir en la verdad.
2. En nuestras oraciones, debemos tener una verdadera comunión con Dios, hablar de corazón a corazón con Dios, y mantener una relación normal con él.
El Señor Jesús nos enseñó: "Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad" (Juan 4:24). Se puede ver que Dios nos ama y lo adoramos con nuestros corazones sinceros. Entonces, debemos ser simples y abrirnos a Dios para hablarle de corazón a corazón. Este es también un aspecto de la práctica en ser una persona honesta.
Entonces, ¿cómo debemos ponerlo en práctica? En primer lugar, debemos orar a Dios y hacer un voto delante de Él, "oh, Dios, soy una persona que vive en pecado. A menudo digo mentiras hoy te juro por ti, si vuelvo a decir mentiras, puedes disciplinarme e incluso castigarme. Comienzo a ser una persona honesta de acuerdo con Tu corazón, y confiar en Ti y rendirle culto sinceramente". Después de jurar, podemos comenzar a practicar en nuestras oraciones: Decir la verdad y que las palabras de nuestros corazones; hable lo que esté pensando, ore a Dios por cualquier dificultad que tengamos y pida Su ayuda sinceramente. Esta es la oración verdadera, que se basa tu vida real y sin ningún disfraz falso.
El Señor Jesús también nos advirtió, "Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes que vosotros le pidáis" (Mateo 6:7-8). De la palabra del Señor Jesús, podemos aprender que el Señor Jesús llamó a aquellos que dicen palabras vacías y repetidas en oraciones que son gentiles. Él no está satisfecho con ellos. Entonces, si no tenemos más palabras para decir en nuestras oraciones, entonces no deberíamos hablar falsedades o decir tonterías por hacer largas las oraciones. Nuestra oración a Dios no consiste en componer un artículo, y además, a Dios no le importa cuántas palabras hay en nuestras oraciones, pero le importa si nuestras palabras son honestas o provienen de nuestros corazones. Éste es el punto clave. Dios más odia nuestras oraciones falsas y engañosas. Las palabras no salen de nuestros corazones, todo pertenece a mentiras, palabras falsas y las palabras que engañen a Dios. Todos aquellos que actúan superficialmente hacia Dios y engañan a Dios con oraciones falsas, son unos hipócritas. Entonces, sólo cuando le rezamos a Dios con palabras sinceras o palabras honestas de nuestros corazones, nuestras oraciones pueden ser respondidas por Dios y podemos mantener una relación normal con Dios.
3. Debemos asegurarnos de que hablamos sin mentiras e impurezas, que no guardamos ninguna astucia o engaño en nuestros corazones, simplemente nos presentamos desnudos y tenemos relaciones interpersonales normales con los demás.
El Señor Jesús dijo: "Antes bien, sea vuestro hablar: 'Sí, sí' o 'No, no'; y lo que es más de esto, procede del mal" (Mateo 5:37). La esencia de Dios es fiel y santa. Por lo tanto, también debemos basar nuestras palabras en hechos, diciéndoles como son, en lugar de ir contra la conciencia para hablar.
Para resolver el problema de decir mentiras, primero debemos resolver el problema de nuestras intenciones. La boca es la puerta del corazón. Gran parte del tiempo, decimos mentiras bajo el reinado de intenciones incorrectas, con la esperanza de mantener nuestra vanidad, fama y estado social en nuestro beneficio personal. Si hablamos con intenciones u objetivos correctos, aceptaremos la observación de Dios y hablaremos con verdadras palabras en nuestros corazones. Por ejemplo, recientemente no hemos difundido el evangelio ni hemos dado fruto debido a nuestros asuntos carnales, sin embargo, cuando los hermanos y hermanas nos preguntaron al respecto, nos negamos a decirles la verdad por temor a que nos culpen por no hacer ningún y así sentirnos avergonzados. Entonces, para no ser menospreciados por ellos, hablamos de una manera que va en contra de nuestra conciencia para engañarlos, diciendo que habíamos difundido el evangelio pero que simplemente no habíamos obtenidos frutos. En realidad, en esa ocasión, primero debemos acercarnos a Dios y orarle: "Oh, Dios, he sido corrompido por Satanás demasiado profundamente. A menudo digo mentiras para salvar mi reputación. Después de estas palabras, me siento incómodo y temo que los hermanos y hermanas pidan más detalles, y que una vez que lo descubran, me echarán la culpa y me lo reprocharan. Dios, te imploro que aumentes mi fe y valor, permitiéndome abandonar mi carne, practicar la verdad y ser considerado con Tu voluntad. No importa cómo me vean, estoy dispuesto a ser una persona honesta para satisfacerte, no mantener más mis convicciones". Después de la oración, tendremos confianza para decir la verdad. Aunque a veces todavía nos sentimos avergonzados y no nos atrevemos a decir la verdad, sin embargo, mientras recemos a Dios y estemos dispuestos a practicar y ser una persona honesta, Dios nos ayudará a ponerlo en práctica. Si podemos hacer esto con frecuencia, tendremos una relación normal con otras personas.
4. Debemos actuar con principios y en conformidad con la verdad, actuar de manera justa y honorable, y ser una persona honrada.
Para ser una persona honesta, debemos actuar con principios, no seguir nuestra propia voluntad para hacer las cosas o confiar en la filosofía de Satanás o la disposición satánica para vivir. Todas las cosas que hacemos deben basarse en el fundamento de la palabra de Dios. Y no importa lo que hagamos, debemos practicar la verdad y proteger los intereses de la iglesia. No debemos hacer nada que dañe los intereses de la iglesia, ni hacer nada que no sea beneficioso para las vidas de los hermanos y hermanas. Debemos llevar todo lo que hacemos ante Dios y ser una persona honrada, justa y honesta.
Por ejemplo, a veces, cuando las acciones de los hermanos y hermanas afectan nuestros intereses, queremos atacarlos con la filosofía de Satanás: "diente por diente, ojo por ojo". En este momento, debemos callarnos antes Dios, ora a Él y medita sobre lo que Dios dice acerca de la verdad sobre cómo establecer relaciones interpersonales normales. Cuando nos damos cuenta de que Dios nos exige que nos amemos unos a otros y amemos a los demás como a nosotros mismos y tratemos a los hermanos con un corazón de amar a Dios, y luego abandonemos nuestra carne y practiquemos según la palabra de Dios, nos sentiremos seguros y alegres. Por otro ejemplo, cuando descubrimos que los colaboradores de la iglesia tienen celosas disputas entre ellos, o roban ofrendas o hacen algo perjudicial para el beneficio de la iglesia, no debemos hacer la vista gorda a estas cosas, ni actuar como el que no tiene nada que ver con nosotros, ni debe regirse por el estatus y la fama, sino que debemos apoyarnos resueltamente del lado de Dios y salvaguardar los intereses de la iglesia. Sólo de esta manera podemos convertirnos en una persona honesta que actúa con principios.
Si practicamos de acuerdo con estas cuatro formas anteriores, viviremos la semejanza de un hombre honesto con pureza y belleza, y luego entrar en el reino celestial no será difícil.
Este es un regalo especial que el Señor me da. Sigo practicando así todos los días y realmente obtengo algunos buenos resultados: mis mentiras son cada vez menores. Me siento mucho más seguro y tranquilo que antes. ¡Gracias a Dios!
Unless otherwise stated, scripture quotations on this website are taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
Nota al pie:
*. Scripture quotations taken from RVA
Recomendación:  Cómo orar a Dios

Lo que no sabes detrás del primer mandato de Dios para la humanidad

2020-04-04 14:10:08 | Películas Evangélicas
Está registrado en la Biblia: "Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás; Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás." (Génesis 2:15-17)*. Desde el principio, en cuanto a estos versículos, simplemente me había dado cuenta de que después de haber sido creados por Dios, Adán y Eva fueron puestos en el Jardín del Edén, disfrutando de todas las riquezas que Dios otorgó. Pero mientras tanto, Jehová Dios les dijo lo que podían hacer y lo que no podían hacer, y que la consecuencia fue la muerte si se rebelaban en contra de las palabras de Dios. Entonces ellos debieron seguir las palabras de Dios. Mientras escuchaban las palabras de Dios y obedecieran su requerimiento, tendrían derecho a vivir libremente en el Jardín del Edén. Mi comprensión acerca de estos versículos fue solo en esto.
No fue hasta que leí algunas palabras en un libro espiritual que, sorprendentemente, descubrí que, en realidad, detrás de estos versículos están las buenas intenciones de Dios que nunca había descubierto. El libro dice: "¿Habéis sacado algo de estos versículos? ¿Cómo os hace sentir esta parte de las escrituras? [...] Se puede decir que este es el primer mandato que Dios le dio al hombre desde que lo creó. ¿Qué conlleva este mandato? La voluntad de Dios, pero también Su preocupación por la humanidad. Este es el primer mandato de Dios, y también la primera vez que Él se preocupa por el hombre. Es decir, Dios ha tenido una responsabilidad con el hombre desde el momento en que lo creó. ¿Cuál es Su responsabilidad? Proteger al hombre, cuidar de él. Espera que éste pueda confiar en Sus palabras y obedecerlas. Es, asimismo, la primera expectativa que Dios tiene del hombre, y con ella le indica lo siguiente: 'De cada árbol del jardín puedes comer libremente, pero no debes comer del árbol del conocimiento del bien y el mal porque el día que comas de él, definitivamente morirás'. Estas simples palabras representan la voluntad de Dios. También revelan que Su corazón ya ha comenzado a mostrar preocupación por el hombre. […] Por eso le dio Dios ese mandato, dejando muy claro lo que podía hacer, y también lo que no debía hacer".
Después de leer estas palabras, supe que estas palabras de mando que Dios nos dio a la humanidad son breves, están llenas de preocupación, misericordia y compasión de Dios por nosotros, y aún más el amor y las expectativas profundas de Dios por nosotros. Dios sabía que Adán y Eva, desde el principio de la creación, no tenían la capacidad de discernir el bien del mal y no sabían cómo protegerse. También sabía que Satanás deambula por el hombre en todo momento, con la intención de corromper y devorar a la humanidad que ama, y que seducirá y engañará al hombre para que se separe de Él en cualquier momento. Hace mucho tiempo, Dios conoce todas estas cosas como la palma de su mano. Como Dios creó al hombre, tiene que proteger y cuidar al hombre. Él no está dispuesto a ver a la humanidad que Él creó con sus propias manos abusadas por Satanás, y mucho menos ver a la humanidad caer en la trampa de Satanás después de ser corrompida por ella. Así que Dios ordenó y advirtió a Adán y Eva que no comieran del árbol del conocimiento del bien y del mal y también les dijo claramente la consecuencia de comerlo, con la esperanza de que pudieran creer y obedecer lo que Él dijo. Cuando el hombre es capaz de seguir y creer en las palabras de Dios, y aferrándose firmemente a ellas en el momento en que Satanás lleva a cabo las artimañas, Satanás fracasará en su intento y humillado se irá, nunca más podrá volver a hacerlo. Invadir y corromper a la humanidad que fue creada por Dios. Entonces el hombre siempre vivirá una vida despreocupada y feliz en el Jardín del Edén, con la protección y las bendiciones de Dios...
En este punto, entendí lo importante que son las palabras de Dios para nosotros. Cada palabra que Dios habla es una expresión de Su protección y cuidado para nosotros. Mientras sigamos Sus palabras y actuemos de acuerdo con ellas, podremos atacar los planes de Satanás con contundencia, resistir las tentaciones de Satanás y vivir delante de Dios. Ahora son los últimos días. Viendo el mundo de hoy, ha sido corrompido por Satanás, y la oscuridad y el mal están en todas partes. Muchas de las tentaciones y disturbios de Satanás recaen sobre cada uno de los cristianos en nuestra vida real. Mientras vaga por nuestro lado, tentándonos a hacer cosas violando la verdad mediante el uso de todo tipo de personas, asuntos y cosas. Su propósito es alejarnos y abandonar las palabras de Dios para que nuestra relación con Dios pueda cortarse. Por ejemplo, cada vez que las personas nos seducen para fumar, beber en exceso, cometer adulterio, volverse codiciosos, decir mentiras, asesinar, aferrarse al mundo o seguir tendencias sociales, si no somos capaces de recordar las enseñanzas de Dios y practicar Sus palabras, entonces con un poco de descuido, podemos caer en la trampa de Satanás, ser reducidos a ser cautivos de Satanás, convertirnos en una marca de vergüenza para Dios, y hundirnos en la oscuridad.
Tomarme por ejemplo. A menudo me encuentro las tentaciones y disturbios de Satanás en mi vida diaria. Los amigos que me rodean siempre me incitan a ir a KTV y bares para entretenerme y luchar por la fama y la fortuna, etc. Gracias a Dios por su protección. Es la guía de las palabras de Dios lo que me aleja de las tentaciones de Satanás una y otra vez con un corazón que teme a Dios y aparte del mal, de modo que no he seguido las malas tendencias sociales como los incrédulos, y me he vuelto depravado y devorado por Satán. Desde mi propia experiencia, me he dado cuenta de que en esta época perversa, si queremos evitar ser corrompidos y devorados por Satanás, a menudo debemos leer las palabras de Dios, recordarlas en todo momento. Además, debemos prestar atención a buscar la voluntad de Dios en cada asunto que nos atañe y luego actuar según las palabras de Dios. Así como Salmos 119:105 dice: "Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino". Solo de esta manera no dejamos a Satanás ninguna oportunidad para tentarnos y corrompernos, y solo entonces podemos alejarnos de la perturbación de Satanás, ser protegidos por Dios y vivir bajo la bendición de Dios.
Gracias a Dios por Su guía. Al leer Sus palabras, supe la importancia de ellas y vi que hay intenciones y esperanzas sinceras de Dios en cada una de Sus palabras. ¡En los días siguientes, estoy dispuesto a leer Sus palabras todos los días, convirtiéndolas en el fundamento de mi existencia y la guía en mi camino de creer en Dios!
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Nota al pie:
*. Scripture quotations taken from RVA
Recomendación:  Como buscar a Dios

4 elementos cruciales sobre cómo leer la Biblia

2020-04-03 00:36:30 | Películas Evangélicas
4 elementos cruciales sobre cómo leer la Biblia
Algunas personas dicen que la Biblia es el mayor regalo que Dios nos ha dado, por lo que debemos valorarlo y leerlo cuidadosamente; algunas personas dicen que leer la Biblia les da confianza y paciencia; algunas personas dicen que leer la Biblia les hace comprender que deben confiar en Dios y depender de Él; algunas personas dicen que si quieres ser llevado al reino de los cielos, debes leer la Biblia todos los días… Independientemente de si estas opiniones son correctas o incorrectas, estamos seguros que leer la Biblia es obligatorio todos los días, leer la Biblia es tan importante para los cristianos. Ya que leer la Biblia es muy importante, ¿alguna vez hemos pensado, cómo deberíamos leerlo o qué elementos debemos comprender para que nuestra lectura de la Biblia sea más beneficiosa para nuestras vidas? Tal vez en opinión de muchas personas, siempre y cuando continúen leyéndolo a una hora determinada todos los días, sus vidas ganarán algo bueno y beneficios; otros eligen leer el Apocalipsis, pensando que sólo al leer y estudiar los misterios del trabajo de Dios pueden crecer y obtener beneficios para sus vidas. En una palabra, todos tienen sus propios medios de práctica. Entonces, ¿cuáles son las cosas más cruciales que debemos comprender para que nuestra lectura sea de corazón para Señor? 
Los siguientes cuatro elementos te ayudarán a lograr grandes resultados en la lectura de la Biblia
1.Leemos las palabras de Dios al leer la Biblia
La Biblia entera está constituida de dos partes: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Cada una de las partes tiene las palabras de Dios y las palabras del hombre. Debemos saber que en toda la Biblia, sólo las palabras de Jehová Dios, las palabras de Dios transmitidas por los profetas, las palabras del Señor Jesús, las palabras del Espíritu Santo y las palabras que Dios reveló a Juan en el Apocalipsis vienen directamente de Dios, y son las palabras de Dios. Además de estas, las biografías del hombre y las cartas de los apóstoles son todas palabras del hombre. Ellos sólo representan sus experiencias personales y puntos de vista, no son las palabras de Dios, y además no se puede decir que sean la palabra de Dios. ¿Cómo podemos distinguir entre las palabras de Dios y las palabras del hombre?. En la Biblia, las palabras de Dios están claramente expresadas. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento las palabras de Jehová Dios están marcadas "Jehová Dios dijo", "así dijo el SEÑOR" o "el SEÑOR habló"; mientras que las palabras de Dios transmitidas por los profetas están marcadas "así dijo el SEÑOR" o "así dijo el SEÑOR de los ejércitos"; y las palabras del Señor Jesús en el Nuevo Testamento están marcadas "Jesús dijo". Si captamos este punto, podemos diferenciar con precisión entre las palabras del hombre y las palabras de Dios.
El Señor Jesús dijo: "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí" (Juan 14:6). Se puede ver que sólo la palabra de Dios es la verdad y puede ser la vida de nosotros los humanos. Cuando leemos la Biblia, debemos concentrarnos en leer y reflexionar más la palabra de Dios, para recibir Su iluminación. Sólo de esta manera podemos obtener una gran edificación y beneficios en la vida. Además, podemos ver que en el Apocalipsis hay muchas profecías que dicen: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias". Además, Dios nos pidió que pudiéramos escuchar Su voz como la del Espíritu Santo. Estos muestran que cuando el Señor Jesús venga en los últimos días, Él hablará y pronunciará Sus palabras. Si queremos obtener la vida y la aprobación del Señor, tenemos que prestar atención y escuchar las palabra nuevas del Señor que ha regresado. Sólo entonces podemos encontrarnos con el Señor e ir con Él.
2. Prestar atención a orar y buscar la voluntad de Dios al leer la Biblia
La palabra de Dios es la verdad y es muy profunda; esto no es algo que podamos obtener después de leerlo sólo una vez y entender algunos significados literales. Entonces, cuando leemos la Biblia, debemos orar, reflexionar y buscar en nuestros corazones para que podamos entender la verdad y la voluntad de Dios. Así como las profecías del Antiguo Testamento dicen: "Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel" (Isaías 7:14). "Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros" (Isaías 9:6). "Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel" (Miqueas 5:2). Las profecías de la Biblia son todas de Dios y no podemos explicarlas según nuestra propia voluntad en lo más mínimo. Pero, en aquel entonces, los fariseos lo entendían literalmente confiando en su propio pensamiento y pensaban que el que vendría había nacido de una virgen y se llamaba el Mesías. Tendría un poder extraordinario y los salvaría del gobierno romano. Pero cuando las profecías se hicieron realidad, porque el hecho no era según sus concepciones: Dios no usó el nombre Mesías sino el de Jesús; el Señor Jesús tenía madre y padre, que no parecía que no había nacido de una virgen y no tuvo poder, sino que se encontró con la persecución del gobierno romano y la burla y la calumnia de los fariseos. Los fariseos entendieron las profecías de Dios literalmente y, como resultado, no conocían ni aceptaban al Mesías que había venido. Finalmente, clavaron al Señor Jesús en la cruz que era inocente, lo que provocó la disposición de Dios y trajo la pérdida de la nación a toda la nación de Israel. De estas lecciones históricas, podemos ver que al leer las palabras de Dios en la Biblia, no podemos entenderlas ni explicarlas en términos literales; de lo contrario, será muy fácil para nosotros resistir a Dios y arruinar nuestras propias vidas. Así como 2 Corintios 3:6 dice: "porque la letra mata, pero el Espíritu da vida". La palabra de Dios es extremadamente profunda. Especialmente cuando leemos las profecías de Dios en la Biblia, aún más necesitamos orar a Dios y buscar Su voluntad, y si no podemos entenderlo, debemos mantener un corazón reverente y esperar la iluminación de Dios. De esta manera, podemos ser protegidos y nuestras vidas pueden ser beneficiadas; además, no seremos quienes resistamos y juzguemos a Dios y Su obra.
3. Examinar las demandas de Dios al leer la Biblia y practicar según las palabras de Dios
Hay muchas demandas de Dios en la Biblia: algunas están relacionadas con el hombre de cómo ora y adora a Dios; algunos nos enseñan que tipo de hombre está en la de las intenciones del Señor. Pero cualquier cosa que Dios nos pida, si podemos aceptarla y practicarla con precisión, entonces seguramente obtendremos edificación y beneficios en la vida.
Por ejemplo, el Señor Jesús dijo: "En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos" (Mateo 18:3). De las palabras del Señor, podemos ver que Dios requiere que seamos personas honestas porque sólo siendo personas honestas podemos entrar al reino de los cielos. Muchas personas piensan que mientras cumplan con sus reglas y no mientan en ningún momento, se convertirán en personas honestas. Que las mentiras no pueden salir de la boca es el primer comportamiento para ser una persona honesta. Pero a veces incluso si nuestras bocas no dicen mentiras, nuestros corazones aún pueden engañar a Dios, estamos mintiendo desde nuestros corazones. Entonces, ¿es un hombre como éste, una persona honesta? Ser una persona honesta también necesita ser un hombre que no tenga ninguna mentira dentro de su corazón. Este es la segunda pauta para ser un hombre honesto. Entonces, ¿si cuando hablas no mientes y no tiene ninguna mentira dentro de su corazón son los comportamientos para ser un hombre honesto? En nuestras experiencias, todavía podemos sentir que cuando nosotros oramos ante Dios, no abrimos nuestros corazones, somos seres disfrazados y mentirosos. Esta vez, tenemos un poco más de comprensión: ser honesto también está relacionado con abrir nuestros corazones a Dios. De esto podemos saber que para ser un hombre honesto no es tan simple como imaginamos. Requiere que busquemos y profundicemos incesantemente en nuestras experiencias y alcancemos gradualmente un conocimiento preciso de los requisitos de Dios para las personas honestas. Así es como podemos convertirnos verdaderamente en personas honestas a los ojos de Dios y obtener las bendiciones de Dios.
Déjame dar otro ejemplo. En Mateo 22:37-39, el Señor Jesús dijo: "Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazon, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el grande y el primer mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amaras a tu projimo como a ti mismo". El Señor requiere que le amemos a Dios con todo nuestro corazón, con todas nuestras almas y con todas nuestras mentes. ¿Cómo debemos practicar para cumplir con las peticiones de Dios? Muchas personas dependen del entusiasmo para trabajar y sacrifican todo por el Señor y pueden soportar muchas dificultades y pagar mucho precio, por lo que piensan que han logrado amar al Señor con todos sus corazones, almas y mentes. En realidad, el Señor no sólo requiere que trabajemos, corramos y suframos mucho por Él, sino que también nos exige que no tengamos intenciones e impurezas mientras trabajamos y andamos por ahí, que estemos listos y dispuestos, y que no tengamos quejas, no importa cuánto lo hagamos. Has sufrido y pagado, para hacer todo por el bien de practicar la verdad y seguir la voluntad de Dios, y aferrarte a las comisiones del Señor, gastar para Él y ser fiel hasta el final sin importar cuántas pruebas y exigencias aguantemos. A las personas como esta se les puede considerar como personas que practican la verdad y esas personas realmente cumplen con las peticiones de Dios de amarlo con todos sus corazones, almas y mentes. Si sólo podemos trabajar, sufrir, gastar y pagar mucho precio para el Señor, pero no podemos renunciar a nuestros propósitos e intenciones personales, que son para obtener bendiciones e ir al cielo para satisfacer nuestros propios deseos, o si simplemente hacemos algún trabajo al cumplir con la doctrina y el siguiente procedimiento, entonces no se puede decir que practiquemos la verdad, mucho menos que amemos a Dios y sigamos la voluntad de Dios.
Los requisitos del Señor para nosotros es la verdad que debemos practicar. Pero el significado interno de la verdad es muy profundo, lo que requiere que lo meditemos más, confiando en Dios, y que lo experimentemos continuamente en profundidad. De esta manera, finalmente podemos cumplir con los requisitos de Dios y convertirnos en el hombre que está línea con la voluntad de Dios.
4.Prestar atención a conocer el carácter de Dios y lo que Dios tiene de Sus palabras al leer la Biblia
Cuando se trata de comprender la disposición de Dios, muchas personas pensarán que el Señor Jesús es un Dios misericordioso y amoroso, así como en Mateo 18:12-14, el Señor Jesús dijo: "¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se ha descarriado, ¿no deja las noventa y nueve en los montes, y va en busca de la descarriada? Y si sucede que la halla, en verdad os digo que se regocija más por ésta que por las noventa y nueve que no se han descarriado. Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos que se pierda uno de estos pequeñitos". De la parábola del Señor, podemos ver que el Señor usó ovejas como una comparación para los creyentes que realmente lo siguen. El Señor sabía profundamente que antes de que comprendamos y obtengamos la verdad, nuestros logros son muy pequeños y es muy fácil para nosotros caminar por el camino equivocado y caer en todo tipo de tentaciones de Satanás, como la fama y la fortuna, el dinero, el estatus social, placer y demás. Cuando estamos atados a estas cosas y caemos en las redes de Satanás, Dios se sentirá dolido por esto. Pero debido a la disposición misericordiosa y amorosa de Dios, Él nos dará oportunidades. Mientras podamos encontrar nuestro camino de regreso de descarriarnos y arrepentirnos sinceramente ante Dios, Él mostrará misericordia por nuestra infantilidad y hará la vista gorda a nuestra ignorancia y rebeldía, haciéndonos sentir verdaderamente el amor y la salvación de Dios. La disposición de Dios está llena de su amor y cuidado por la humanidad, por lo que todos pensamos que la disposición de Dios es sólo misericordia y amor.
Sin embargo, en la Biblia podemos ver otro aspecto de la disposición de Dios. Al igual que en Mateo 23:13-15, el Señor Jesús maldijo a los fariseos: "Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas, aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones; por eso recibiréis mayor condenación.¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para hacer un prosélito, y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno dos veces más que vosotros". Los fariseos estaban profundamente versados en la Biblia pero no entendían el verdadero significado de los versículos. No entendieron ni obtuvieron la verdad de los versículos, mucho menos desarrollaron un corazón de reverencia por Dios. Cuando el Señor Jesús vino a hacer Su obra, no buscaron ni investigaron la obra del Señor; en cambio, ellos condenaron injustamente al Señor Jesús y dijeron que el Señor Jesús estaba expulsando a los demonios por el príncipe de los demonios, y etiquetaron la obra del Señor Jesús, llena de la autoridad y el poder de Dios, como una locura. Cometieron el pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo y ofendieron seriamente la disposición de Dios. Además, también incitaron y engañaron a los creyentes a resistir y condenar al Señor Jesús, haciendo que los fieles pierdan la salvación del Señor. El Señor Jesús denunció a los fariseos con los "Siete Aflicciones" debido a su mal comportamiento, que muestra plenamente la santidad de Dios y la disposición justa que no se puede ofender.
De la manera en que el Señor Jesús trató a diferentes personas, podemos ver que Dios muestra misericordia y bondad a las personas que verdaderamente creen en Él y lo siguen, y no definen Su trabajo de acuerdo con sus propias ideas e imaginaciones; sin embargo, Dios muestra Su disposición majestuosa, iracunda y justa que no puede ofenderse a las personas malvadas y anticristos que resisten, se rebelan contra Él, condenan su obra confiando en sus conceptos imaginarios y se oponen deliberadamente a Él. Entonces, para comprender la disposición de Dios y alcanzar el verdadero conocimiento de Dios, debemos investigar en muchos aspectos y no podemos medir o definir el trabajo y la disposición de Dios en base a un pasaje o varios pasajes de las Escrituras. Si definimos la disposición de Dios sólo de acuerdo con un pasaje de las Escrituras, no sólo no podremos alcanzar el verdadero conocimiento de la disposición de Dios, sino que repetiremos los mismos errores de los fariseos y nos convertiremos en el hombre que resiste a Dios y Dios detesta, rechaza y elimina.
Si queremos que nuestra lectura de la Biblia esté en consonancia con las intenciones del Señor y sea muy beneficiosa para nuestra vida, comprender los cuatro elementos anteriores es de la mayor importancia para nosotros. Si leemos la Biblia siguiendo nuestra propia voluntad y de acuerdo con nuestras preferencias personales, imaginaciones y nociones, entonces será muy difícil para nosotros obtener la verdad y ser bendecidos por Dios. Sólo si captamos estos elementos clave en nuestra lectura de la Biblia podemos crecer y obtener beneficios en la vida.
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