Dios Todopoderoso es mi salvador

Que el amor y la misericordia de DIOS estén siempre contigo

Mi hija estuvo al borde de la muerte durante 20 días después de sufrir una hemorragia cerebral

2019-12-19 02:17:28 | Profecías Bíblicas

“Señora, Xiaowei ha sufrido una hemorragia cerebral. Ahora mismo está en el hospital y el médico dice que tienen que operarla inmediatamente...” Cuando recibí una llamada de la amiga de mi hija en Tailandia me quedé conmocionada. Esto explicaba por qué no había podido localizar a mi hija por teléfono en varios días. Mi hija estaba enferma y muy grave. 

En ese momento no sabía qué hacer. Cuando colgué el teléfono, fui rápidamente ante Dios y oré: “¡Dios! Mi hija ha sufrido una hemorragia cerebral en Tailandia y la tienen que operar. Tú sabes que soy pequeña en estatura y no sé qué hacer con esto que me está pasando. Sólo puedo acudir a Ti y confiártelo. La vida y la muerte de mi hija están en Tus manos. Por favor, esclaréceme y guíame mientras confío en Ti.”

Poco después, mi teléfono sonó de nuevo y la amiga de mi hija dijo deprisa: “Señora, Xiaowei está muy grave y quizás no sobreviva a la operación. ¡Debería abrir WeChat para verla por última vez!”

Cuando la oí decir que esa podría ser la última vez que veía a mi hija, me sentí aterrorizada de repente. Sentí como me quedaba sin fuerzas y brotaban lágrimas de mis ojos. Rápidamente abrí WeChat en mi teléfono y vi a mi hija postrada en la cama de un hospital conectada a una máquina de oxígeno. Me quedé estupefacta y me empezó a temblar el cuerpo entero. No paraba de preguntarme: “¿De verdad es esta la última vez que voy a ver a mi hija?”

Alegría y tristeza al ver a mi hija aferrándose a la vida en un país extranjero

Al día siguiente fui a solicitar un pasaporte con mi sobrina. La tarde del 31 de enero subimos a un avión para ir de China a Tailandia. Estaba confusa y oré a Dios en silencio: “¡Dios! Estoy preocupada por mi hija. ¿Ha ido bien su operación? ¿Voy a llegar para ver a mi hija viva? ¡Dios! Estoy muy confusa en estos momentos. Por favor, tranquiliza mi corazón en Tu presencia.”

Después de orar, pensé en estas palabras de Dios: “[...] porque Yo soy vuestro Padre, Yo soy vuestra torre fuerte, Yo soy vuestro refugio, Yo soy vuestro respaldo y, además, Yo soy vuestro Todopoderoso y Yo soy vuestro todo!” ¡Sí! Dios era mi respaldo y mi mayor apoyo. El que mi hija estuviese sana o enferma, viviese o muriese, estaba en manos de Dios. Dios es omnipotente y debería confiar a mi hija a Dios. Poco a poco, mi corazón aterrorizado se calmó. 

Llegamos al hospital en Tailandia por la mañana temprano el 1 de febrero. Mi hija estaba tumbada en la cama sin moverse, tenía los ojos cerrados, su cara estaba amarillenta y delgada, su pelo completamente rasurado, y la herida donde le habían abierto estaba cosida con punto densos. Me dolía en el corazón verla así. Le toqué la mano con la mía, y cuando no reaccionó, me brotaron lágrimas de los ojos. La amiga de mi hija me dijo dulcemente para consolarme: “El médico ha dicho que la operación de Xiaowei ha ido muy bien. Solamente tiene un dolor de cabeza fuerte y no durmió la noche pasada, así que necesita dormir un rato. Usted debería descansar un poco también.” Cuando escuché la buena noticia de que la operación de mi hija había ido bien se alivió la ansiedad de mi corazón. 

Poco más de dos horas más tarde, volví al hospital. Mi hija estaba despierta. Me vio y me dijo con voz débil: “Mamá, ¿qué haces aquí? No estoy soñando, ¿verdad? Mamá, por favor, ayúdame, tengo mucho dolor.” Me acosté al lado de mi hija y le dije con preocupación: “Cariño, las vidas de las personas están en manos de Dios. Acude a Dios y Dios nos ayudará.”

madre e hija enferma

En las revelaciones de las palabras de Dios descubrí que mis intenciones y mi creencia en Dios son incorrectas

Después de eso, miré a mi hija, quien todavía parecía estar sufriendo mucho dolor, y me puse muy triste. Pensé para mí misma: “Sólo tengo una hija. Mi marido y yo creemos en Dios y cumplimos nuestros deberes, y por muchos hermanos y hermanas que tengamos que recibir, siempre estamos contentos de gastarnos y hacer lo que sea necesario, entonces, ¿por qué nos ha pasado un desastre como este? Si le pasa algo a mi hija y muere aquí mi vida no tendrá sentido, así que yo también podría morir aquí.” En el momento en que tuve ese pensamiento, sentí que mi estado no era el correcto. Me di cuenta de que esto era culpar y malinterpretar a Dios, y caer en la trampa de la tentación de Satanás. Fui rápidamente ante Dios y supliqué: “¡Dios! Por favor, guárdame para que mi corazón esté tranquilo ante Ti. Aunque mi hija viva o muera, creo que todo está en Tus manos. Hagas lo que hagas, es justo. Sé que Tus buenas intenciones están detrás de esto, así que pido Tu esclarecimiento y dirección para que pueda entender las lecciones que debo aprender de esto.”

Más tarde, vi estas palabras de Dios: “Esperas que tu fe en Dios no acarree ningún reto o tribulación o la más mínima dificultad. Siempre buscas aquellas cosas que no tienen valor, y no le fijas ningún valor a la vida, poniendo en cambio tus propios pensamientos extravagantes antes que la verdad. ¡Eres tan despreciable! […] Lo que buscas es poder ganar la paz después de creer en Dios, que tus hijos no se enfermen, que tu esposo tenga un buen trabajo, que tu hijo encuentre una buena esposa, que tu hija encuentre un esposo decente, que tu buey y tus caballos aren bien la tierra, que tengas un año de buen clima para tus cosechas. Esto es lo que buscas. Tu búsqueda es sólo para vivir en la comodidad, para que a tu familia no le sucedan accidentes, para que los vientos te pasen de largo, para que el polvillo no toque tu cara, para que las cosechas de tu familia no se inunden, para que no te afecte ningún desastre, para vivir en el abrazo de Dios, para vivir en un nido acogedor. […] ¿No eres una bestia? Yo te doy el camino verdadero sin pedirte nada a cambio, pero no buscas. ¿Eres uno de los que creen en Dios?

Después de leer las palabras de Dios, me di cuenta de lo que había buscado al creer en Dios eran las bendiciones de Dios. Quería utilizar los deberes que cumplía, mi abandono propio y mi dedicación como cosas para intercambiar por las bendiciones de Dios. Esto era intentar negociar con Dios. Normalmente, cuando todo iba bien, mi familia estaba a salvo y mi hija estaba sana y no estaba en peligro, nunca ponía condiciones cuando me gastaba por Dios, y pensaba que tenía amor y obediencia verdaderos hacia Dios. Pero ahora, al ver a mi hija en peligro, tenía miedo de perderla, así que malinterpreté a Dios, culpé a Dios por no mantener a mi hija sana, e incluso pensé que si mi hija moría, yo pondría fin a mi vida también. Hice un juramento de muerte para forzar la mano de Dios. Estaba siendo completamente irracional. Al mismo tiempo, también vi que me faltaba fe y obediencia verdaderas hacia Dios. ¡Si creía en Dios de esta manera, nunca obtendría la aprobación de Dios! Dios nos habla en los últimos días para purificar y cambiar los caracteres satánicos corruptos dentro de nosotros, para permitirnos obedecer y amar a Dios sinceramente, y para finalmente ser completamente salvados por Dios. Pero, aunque creía en Dios, no conocía a Dios, y todavía seguía intentando negociar con Dios. Si Dios no me lo hubiese revelado, nunca me habría dado cuenta de mis opiniones e ideas equivocadas acerca de la creencia en Dios o de mi propio carácter satánico egoísta y despreciable, que habría condenado mi creencia a ser inútil. Cuando reconocí estas cosas, rápidamente hice un juramento en mi corazón para confiar la vida de mi hija a Dios y obedecer las orquestaciones y arreglos de Dios. 

Después de esto, oré a Dios todos los días, y también le enseñé a mi hija a cantar himnos de la palabra de Dios, le hablé sobre la autoridad de Dios al crear todo en los cielos y la tierra, y le hablé acerca del milagro que hizo el Señor Jesús cuando resucitó a Lázaro después de que este hubiera estado muerto durante cuatro días. Mi hija me escuchó en silencio y también aprendió a orar a Dios. Al ver que la enfermedad de mi hija mejoraba cada día, que sus dolores de cabeza desaparecían, que podía hablar con normalidad y que podía comer de nuevo, me puse muy contenta y di gracias a Dios en mi corazón. Tenía la esperanza de que mi hija sobreviviría. 

Cuando el estado de mi hija deteriora los hechos revelan que todavía hago demandas a Dios

Una semana más tarde, el médico vino a quitarle los puntos a mi hija y ella sentía mucho dolor. Inesperadamente, después de quitarle los puntos, mi hija empezó a tener una fiebre que empeoraba cada vez más. Cada vez que la tocaba sentía un calor ardiente. Los médicos le administraron un gotero de 24 horas para bajarle la fiebre, pero su fiebre alta no bajaba. Tenía el cuerpo lleno de marcas rojas, dolor de cabeza y la voz ronca. Decía con voz débil: “No quiero morir aquí, quiero irme a casa. Por favor, llévame a casa.” Finalmente, no tenía ni fuerzas para hablar. 

Dos días antes, había tenido la esperanza de que sobreviviese a su enfermedad. Nunca pensé que su estado empeoraría tan de repente. Ver a mi hija al borde de la muerte, atormentada por el dolor, me provocó una tristeza indescriptible. Estaba muy preocupada de que mi hija no sobreviviese, de que muriese en un país extranjero, y me sentí muy triste. Supliqué constantemente a Dios: “¡Dios! ¡Salva a mi hija! ¡Pongo la vida de mi hija en Tus manos!”

Pero, por mucho que suplicase, la enfermedad de mi hija no mejoraba. En realidad, empeoraba cada vez más. Me volví débil otra vez y malinterpreté y culpé a Dios de nuevo. Si mi hija se moría en un país extranjero, no sabría qué hacer. Oré a Dios en silencio: “¡Dios! Cuando vi que había esperanza de que mi hija sobreviviese, me sentí muy agradecida hacia Ti, pero ahora que su estado ha empeorado de repente, he perdido mi fe en Ti. No reconocí Tu autoridad y poder para gobernar todas las cosas, y no tengo obediencia verdadera. Veo que mi conocimiento anterior de Ti era simplemente un conocimiento de letras y doctrinas memorizadas. Los hechos me han revelado mi verdadera estatura espiritual. ¡Dios! Sólo pido que me des fe y fuerzas...”

El estado de mi hija, en vez de mejorar, siguió empeorando. Los resultados del electrocardiograma son extremadamente inestables, sus signos vitales siguieron deteriorándose y los médicos todavía no habían venido a la sala. Fui a buscar a los médicos, pero no entendían lo que les decía. Estaba tan nerviosa que iba dando alrededor del hospital. Más tarde, me encontré con una enfermera, y traduciendo del chino al tailandés con nuestros teléfonos móviles, pudimos hablar con el médico. El médico dijo que no podía salvar a mi hija y que habían hecho todo lo que podían. La enfermera también preguntó si necesitábamos su ayuda. Entre lágrimas le dije: “Mientras mi hija tenga el aliento de la vida, no nos daremos por vencidos, así que necesitará que la cuiden.” Mientras estaba tumbada, débil e inerte en la cama del hospital, al borde de la muerte, recibiendo goteros todos los días, yo le daba masajes en el cuerpo para estimular la circulación de la sangre. Cuando veía que la vida de mi hija estaba colgando de un hilo, no podía comer, mi estado mental se colapsó y la tristeza y la desesperación se apoderaron de mí. 

Después de dejar atrás completamente mis intenciones incorrectas, ocurrió un milagro

Me di cuenta de que quizás nunca más volvería a escuchar a mi hija llamarme “mamá” y ese pensamiento me dejó profundamente angustiada. Pero, ver el líquido del gotero cayendo gota a gota demostraba que mi hija seguía viva, y todavía podía tener un rayo de esperanza en mi corazón. Todos los días, me secaba las lágrimas de los ojos mientras permanecía en su cabecera y le daba masajes. No me atrevía a dormir por la noche porque tenía miedo de que me dejase en cualquier momento. 

En medio de mi tormento, recordé las palabras de Dios: “Cuando las personas atraviesan pruebas, es normal que sean débiles, internamente negativas o que carezcan de claridad sobre la voluntad de Dios o sobre la senda en la que practicar. Pero en cualquier caso, como Job, debes tener fe en la obra de Dios, y no negarlo. Aunque Job era débil y maldijo el día de su propio nacimiento, no negó que Jehová le concedió todas las cosas en la vida humana, y que también es Él quien las quita. Independientemente de cómo fue probado, él mantuvo esta creencia. Cualquiera que sea el tipo de refinamiento al que te sometas en tus experiencias de las palabras de Dios, Él exige la fe de las personas. De esta forma, lo que perfecciona es la fe de las personas y sus aspiraciones. Cuando no puedes tocarlo ni verlo, en esas circunstancias se exige tu fe. Se exige la fe de las personas cuando algo no puede verse a simple vista, cuando no puedes abandonar tus propias nociones. Cuando no tienes clara la obra de Dios, lo que se requiere es tu fe y que adoptes una posición firme y que seas testigo”. La dirección que encontré en la palabra de Dios me hizo recordar la tentación de Satanás que sufrió Job cuando lo perdió todo. Job no se quejó. Permaneció en la fe verdadera en Dios y dijo como testimonio: “Jehová dio y Jehová quitó; bendito sea el nombre de Jehová” (Job 1:21), lo que humilló a Satanás. Finalmente, Job obtuvo la aprobación y las bendiciones de Dios, y su fe en Dios fue mayor que nunca. Vi que tenía sentido que Dios le hubiese dado permiso a Satanás para tentarle. El objetivo perfeccionar su fe. De la misma manera, Dios había permitido que mi hija enfermara tan gravemente para averiguar si mi fe en Dios era verdadera y si podía mantenerme firme, testificar por Dios y vencer a Satanás. Cuando entendí la voluntad de Dios, le oré entre lágrimas: “¡Dios! He sido estúpida e ignorante. No he tenido verdadera fe en Ti. La vida de mi hija está en Tus manos, así que te la confío. Ya viva o muera, obedeceré Tus arreglos. Quiero mantenerme firme, dar testimonio y glorificarte.” Después de orar, sentí fe y fuerza en mi corazón. 

Cuando estuve dispuesta a mantenerme firme y testificar por Dios, vi la obra milagrosa de Dios: La fiebre alta de mi hija de repente bajó, su eritema desapareció gradualmente y recobró el conocimiento. Estaba tan emocionada que se me llenaron los ojos de lágrimas, y sentí una gratitud hacia Dios que era imposible expresar con palabras. El médico vino a ver a mi hija y dijo: “Debido a la gravedad de su estado, aunque haya mejorado, no podrá caminar. Tendrá que ir en silla de ruedas.” Después de escuchar al médico, oré en silencio a Dios: “Dios, aunque mi hija se quede en silla de ruedas el resto de su vida, obedeceré Tus arreglos. Creo en que Tú eres un Dios justo y no tengo ninguna queja.” Mi hija me pidió con insistencia que comprase una silla de ruedas, pero yo le dije: “El que estés confinada a una silla de ruedas o paralizada no depende del médico, sino de Dios. Después de todo, Dios gobierna todo lo relacionado con nosotros y debemos confiar en Dios en todo momento. No compraré una silla de ruedas hasta el día que volvamos a casa.”

Otros dos días después vi otro milagro. Mi hija pudo levantarse de la cama y yo estaba tan contenta que no tengo palabras para expresarlo. Vi la autoridad y el poder de Dios en mi hija, que había destrozado la determinación de la ciencia y había reprochado el punto de vista del médico. Como todo lo que hay en el cielo y en la tierra está en manos de Dios, Él tiene la última palabra en todo. Como dice la palabra de Dios: “Dios Todopoderoso, la Cabeza de todas las cosas, ejerce Su poder real desde Su trono. Él gobierna sobre el universo y sobre todas las cosas y nos está guiando en toda la tierra”. A medida que mejoraba su estado día tras día, las enfermeras y los médicos nos dieron el visto bueno y le di gracias a Dios con todo mi corazón. ¡Sabía que todo esto era posible gracias a las obras milagrosas y las bendiciones de Dios!

Cuando mi hija iba a hacer sus ejercicios de rehabilitación, conoció a otra paciente hospitalizada. Cuando ella vio que mi hija podía caminar y ella no, dijo con envidia: “Su hija estaba muy grave hace unos días. ¿Cómo puede estar caminando de repente después de tan poco tiempo?” Le di testimonio de las obras milagrosas de Dios. Fue Dios quien sacó a mi hija del borde de la muerte. Mi hija fue dada de alta del hospital el 19 de febrero y todos los pacientes nos miraron con envidia. No era nada menos que un milagro el que mi hija pudiese escapar del borde de la muerte y recuperarse tan rápidamente. 

Esta experiencia especial me permitió ver que creía en Dios sólo para buscar bendiciones, que intentar negociar con Dios era una idea equivocada, y que al creer de esta manera, nunca podría obtener la aprobación de Dios. Después de esto, poco a poco, abandoné mis intenciones incorrectas en mi creencia en Dios, confié a mi hija a Dios completamente, y decidí no culpar a Dios sin importar si mi hija vivía o moría, fui testigo de un milagro de Dios, y mi hija se recuperó milagrosamente. ¡Verdaderamente experimenté el poder y la autoridad por los que Dios gobierna todas las cosas! ¡De ahora en adelante quiero obedecer las orquestaciones y arreglos del Creador y cumplir los deberes de un ser creado para retribuir a Dios por Su amor!

Recomendación: como buscar a Dios


Un testimonio cristiano impactante: 17 días al borde de la muerte

2019-12-18 23:05:19 | Profecías Bíblicas

Después de aceptar la obra de Dios en los últimos días, aunque asistí a reuniones, mi corazón no estaba a menudo en ellas. En vez de eso, siempre estaba pensando en cómo hacer mucho dinero y vivir mi vida como un líder. Nunca traté la creencia en Dios seriamente. Sólo cuando me encontré a las puertas de la muerte tuve finalmente un despertar.

El poder de Dios

Septiembre es la mejor época para recoger castañas. Para aprovechar al máximo esta oportunidad de ganar dinero, una mañana llevé a mis dos hijos a la montaña para que me ayudaran en esa labor. Una vez en la montaña, subí a un castaño de más de nueve metros de altura y, de pie sobre una rama que colgaba a más de seis metros del suelo, golpeé vigorosamente al árbol con un palo de bambú para hacer que las castañas cayesen al suelo. Después de golpear el árbol durante una hora, de repente oí un chasquido e instantáneamente me di cuenta de que la rama sobre la que estaba parado se había roto. Pensé para mí mismo: Estoy perdido. Hay rocas a ambos lados y estacas de bambú rotas. Ya sea que caiga en las rocas o en las estacas de bambú, moriré... Mientras caía con la rama, me apresuré a pedirle a Dios que me salvara. Caí en un pedazo de tierra sin rocas ni estacas de bambú, pero mi cabeza golpeó la rama que se había roto, y fui golpeado por un estallido de dolor. Me costaba respirar y me sentía sofocado. Mi mano derecha comenzó a hincharse mucho y se entumeció. Lentamente, levanté mi mano y mi pierna izquierda y descubrí que todavía podía moverlas. Todo lo que pude oír en ese momento fue a mis dos hijos llorar y gritar: “¡Papá! Papá se ha caído del árbol...” Al escuchar los lamentos de mis hijos, quise responder, pero no pude emitir ningún sonido. Me apresuré a elevar una oración a Dios: “Oh Dios, ahora me he caído de un árbol y tengo miedo de morir. Me siento muy angustiado y débil. ¡Por favor, dame fe!” Después de orar, pensé en las palabras de Dios¡Dios Todopoderoso es un médico lleno de poder! […] Si aún tienes aunque sea un aliento de vida, Dios no te dejará morir”. Sí, pensé. Dios es un Dios todopoderoso; Él gobierna sobre todas las cosas y controla los destinos de la humanidad. Debo tener fe en Dios, porque mi vida y mi muerte están en Sus manos. Si no es mi hora todavía, entonces Dios no me dejará morir si solo me queda un respiro... Las palabras de Dios me dieron esperanza y valor, y el temor que sentía en mi corazón se aplacó enormemente.

Entonces, mi familia me llevó al Hospital Popular del Condado. Después de examinarme, el médico vio que yo estaba en mal estado y me dijo que me trasladaría al hospital municipal. Aunque no podía hablar, mi mente aún estaba muy clara, y cuando me dijo esto, sentí mucho miedo y seguí clamando a Dios. Más tarde, mi familia me trasladó al hospital municipal. Para entonces, ya eran más de las cinco de la tarde. Después de conocer mi condición, el doctor dijo: “Este paciente fue herido a las diez de la mañana y ya son más de las cinco de la tarde. Está en estado crítico y no podemos tardar más. ¡Rápido, vayan y paguen la tarifa de hospitalización!”

Alrededor de una hora después, llegaron los resultados del examen. El médico los revisó y luego le dijo a mi esposa: “Su marido está en una condición muy crítica. Tiene sangrado en el cerebro, y una vez que la sangre se coagula y bloquea los vasos sanguíneos, podría morir en cualquier momento. También tiene una fisura delgada en las vértebras cervicales derechas, una luxación posterior del cuello y un fragmento de hueso roto en la parte posterior de su cráneo que está presionando un nervio importante. Si este fragmento de hueso se mueve un centímetro hacia abajo, su marido morirá”. El médico le pidió a mi esposa que firmara un formulario y le dijo: “Si quiere que sigamos tratándolo, entonces tendrá que firmar este formulario para demostrar que usted entiende la gravedad de la condición de su esposo...”. Sentí mucho dolor y desesperación cuando le oí decir esto. Si un vaso sanguíneo se bloqueara, entonces mi vida terminaría; nuestras vidas humanas son verdaderamente muy frágiles e insignificantes. Aunque yo estaba mal, si no hubiera sido por la maravillosa protección de Dios ese día, entonces habría muerto allí mismo bajo ese árbol. Al pensar en esto, y con sentimientos de gratitud y autorreproche, le dije una oración a Dios: “¡Oh, Dios! Aunque creo en Ti, no te conozco. Cada vez que asistí a las reuniones, mi corazón no estaba allí, y cada vez que leía Tus palabras, me limitaba a cumplir con las formalidades y les daba una lectura superficial, y en vez de eso solo pensaba en cómo hacer dinero. Hoy caí de un árbol muy alto y no morí, todo por Tu gran protección. No me trataste de acuerdo a mi rebeldía, sino que me salvaste con un corazón misericordioso y perdonador, dándome la oportunidad de arrepentirme. ¡Oh Dios! Me has dado mi vida, y ya sea que viva o muera, la pongo en Tus manos. Deseo someterme a tus arreglos”.

Una vez que fui admitido en el hospital, el médico me insertó un tubo de goteo que me ayudaría a detener el sangrado y a nutrir mi cuerpo al mismo tiempo. Esa primera noche, la sangre que se coagulaba en mi cerebro salió de mi boca, y usé diez rollos de papel higiénico en una sola noche. El día siguiente fue el Día Nacional de China y el médico que me atendía se tomó tres días de vacaciones. Durante estos tres días, la sangre siguió saliendo de mi boca. Al cuarto día, el médico vino de nuevo a examinarme. Las pruebas mostraron que aún tenía sangrado en el cerebro, y él me dijo que yo aún no estaba fuera de peligro. Me examinó otra vez una semana después del accidente. Cuando miró los resultados, sacudió la cabeza y dijo: “Te hemos dado los medicamentos que deberías tomar, pero aún no hemos podido detener el sangrado en tu cerebro. Todavía estás en estado crítico. Los otros médicos que te atienden y yo hemos estado discutiendo tu caso y no hay nada más que podamos hacer por ti. Tu mejor opción es que te transfieran a otro hospital”. Mientras escuchaba lo que el doctor decía, mi esposa no sabía qué hacer para que yo mejorara. Tenía miedo de que me muriera, así que exigió al médico que me operara. El doctor dijo: “Su marido no puede ser operado en este momento. Su cabeza es como una cáscara de huevo rota. Todo lo que podemos hacer es ponerle inyecciones para detener la hemorragia y nutrir su cuerpo. Operarlo sería demasiado peligroso”. Las palabras del doctor vinieron como un rayo desde la nada. Había pasado una semana y aun así yo no estaba fuera de peligro. ¿Podría ser posible que no me curara? ¿Es así como dejaría este mundo? Pero luego pensé en todo lo que había sucedido desde el accidente. Había pasado una semana y los médicos me habían dicho muchas veces que yo estaba en estado crítico y que podía morir en cualquier momento. Y, sin embargo, había llegado hasta aquí y aún no estaba muerto, ¿no había presenciado ya el gran poder de Dios? En ese momento, me di cuenta de la poca fe que tenía en Dios. El hecho de que yo viviera o muriera no dependía de los médicos, sino de Dios. Como dicen las palabras de Dios: “Desde hoy, permitiré que todas las personas empiecen a conocerme a Mí, el único Dios verdadero que lo creó todo, [...] quien controla y dispone todas las cosas, el Rey que está a cargo del reino, Dios mismo, quien dirige el cosmos; más aún, el Dios que controla la vida y la muerte de los seres humanos, quien tiene la llave del Hades”. Sí, pensé. Dios estaba a cargo de mi vida y de mi muerte, y a menos que Dios lo permitiera, no perdería mi vida sin importar el peligro que corriera. En ese momento, mi fe en Dios aumentó un poco. Sin importar lo que pasara, yo quería recurrir a Dios y buscarlo.

Después de eso, me examinaron cada tres días. Cada vez que lo hacían, solo tenía que mover la cabeza un poco y la herida de mi cabeza que acababa de empezar a sangrar se abría y sangraba de nuevo, y yo sentía un dolor tremendo. Ningún analgésico que tomé tuvo efecto. El undécimo día, el médico dijo que yo todavía tenía sangrado en el cerebro y que estaba en una condición muy crítica. Nos pidió de nuevo que me trasladaran a otro hospital lo antes posible.

Mi esposa vio que cada vez que yo hacía el menor movimiento con mi cabeza, comenzaba a sangrar de nuevo y sentía un dolor tremendo. Si me sacudían de camino a otro hospital, entonces ella temía que yo muriera en el camino, y por eso dudaba en acceder a la petición del médico. Me puse muy agitado y sentí que la muerte me llamaba a cada momento cuando ella me habló de sus preocupaciones. También me preocupaba que, como seguía sangrando y no podía ser operado, mi estado empeoraría aún más si me trasladaban al hospital provincial, que estaba tan lejos. Cuanto más lo pensaba, más angustiado me sentía, así que le dije una oración a Dios en mi corazón: “Oh Dios, mi condición es grave en este instante y estoy en constante peligro de morir. Me siento muy dolorido y acorralado. Los médicos de aquí no se atreven a tratarme y han pedido que me trasladen a otro hospital. Oh Dios, me siento muy ansioso y asustado en vista de esta situación. No entiendo Tu voluntad y no sé cómo vivir esta situación. Por favor, dame Tu guía. Quiero actuar de acuerdo a Tu deseo”. Entonces pensé en las palabras de Dios: “La fe es como un puente de un solo tronco: aquellos que se aferran miserablemente a la vida tendrán dificultades para cruzarlo, pero aquellos que están dispuestos a sacrificarse pueden pasar sin preocupación. Si el hombre tiene pensamientos de duda y de temor, es un engaño de Satanás. Él teme que crucemos el puente de la fe para entrar en Dios. Satanás diseña todos los medios posibles para enviarnos sus pensamientos; siempre debemos orar para que la luz que Dios brille sobre nosotros, y siempre debemos confiar en Dios para purificarnos del veneno de Satanás. Siempre debemos practicar en nuestros espíritus el acercarnos a Dios. Debemos permitir que Dios domine todo nuestro ser”. Las palabras de Dios me dieron fe y me di cuenta de que toda mi ansiedad y preocupaciones se debían a las perturbaciones de Satanás. Satanás quería usar mi condición para derribar mi fe, para hacerme vivir en un estado de inquietud y para que yo perdiera mi fe y rechazara a Dios. Todo era un engaño de Satanás. Habían pasado más de diez días desde el accidente y la sangre en mi cerebro seguía saliendo. Pero yo no solo no había muerto, sino que en realidad había estado siempre muy consciente: ¿no era esta la maravillosa obra de Dios? El doctor estaba diciendo ahora que yo todavía estaba en peligro, y esto era una prueba para ver si yo tenía o no verdadera fe en Dios y si confiaba o no verdaderamente en Él. Tenía que evitar caer en la tentación de Satanás, y llegué a estar dispuesto a recurrir a Dios y a buscarlo, y a no perder mi fe en Él. Decidí confiar totalmente mi vida y mi muerte en las manos de Dios y someterme a Su soberanía. Al final, decidimos que no me trasladaran al hospital provincial.

Posteriormente, mi esposa a menudo mojaba una toalla con agua caliente salada y la aplicaba a mi mano derecha lesionada. Poco a poco, los coágulos de sangre en mi mano desaparecieron y el dolor no fue tan intenso. El duodécimo día, mi esposa mojó una toalla y me la puso en la cabeza como una compresa caliente. Había hecho esto durante dos días, los coágulos de sangre en mi cabeza finalmente comenzaron a dispersarse debido al calor, y el dolor en mi cabeza disminuyó lentamente. Esa noche, empecé a sentir un poco de hambre y logré comer un tazón de sopa. No había comido nada, pues había tenido mucho dolor desde que me internaron en el hospital, y ver cómo mejoraba un poco mi condición hizo que mi esposa se sintiera muy feliz. En la mañana del decimotercer día, mi hermano mayor llevó mis escáneres al hospital provincial, se los mostró a cuatro médicos que trabajaban allí y les explicó mi condición. Todos los médicos dijeron: “Llevamos veinte años viendo pacientes y es la primera vez que nos encontramos con un paciente como este. Es un milagro que no haya muerto después de una lesión tan grave en la cabeza. Realmente debe tener a alguien que lo cuide”. Cuando escuché esto, seguí dando gracias a Dios en mi corazón.

Después de estar diecisiete días en el hospital, el médico vio que mi condición ya no era crítica y me pidió que regresara al hospital del condado para recibir tratamiento continuo. Sin embargo, después de que me dieron de alta del hospital, no fui al hospital del condado ni me puse inyecciones nutricionales. Pagué algunos cientos de yuanes por una receta de medicina occidental para llevar a casa y mi esposa me hacía sopa de hueso de cerdo todos los días, y de esta manera, me cuidó hasta recuperar la salud en casa.

Mientras me recuperaba de mis heridas, pensé en un hombre que había estado en la misma sala que yo y que solo tenía cuarenta y tantos años. Cuando estrelló su coche, pudo llamar a su familia y, después de llegar al hospital, se sometió a varias operaciones en su cerebro. Tenía que recibir oxígeno todos los días para poder respirar, y después de eso estaba constantemente en la UCI. Luego había un joven de treinta y tantos años que había estado en la sala junto a la mía. Se había caído y herido los nervios cerebrales. Había sido sometido a una operación fallida en su hospital local y luego trasladado al hospital municipal, pero a pesar de haber sido sometido a dos operaciones sucesivas, murió ocho días después. Yo, en cambio, me había caído de una rama de castaño a más de seis metros del suelo y también me había hecho daño en la cabeza. Mi condición había sido peor que la de ellos y, sin embargo, ahora había salido sano y salvo. Dios realmente me estaba protegiendo. Como dicen las palabras de Dios: “El corazón y el espíritu del hombre están en la mano de Dios y toda la vida del hombre es contemplada a los ojos de Dios. Independientemente de si crees esto o no, cualquiera de todas las cosas, vivas o muertas, cambiarán, se moverán, se renovarán y desaparecerán de acuerdo con los pensamientos de Dios. Así es como Dios gobierna sobre todas las cosas”. Todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, sean vivas o muertas, están bajo el control de Dios y cambian constantemente con el pensamiento de Dios. Pensé que a cada lado de donde yo me había caído había rocas y estacas de bambú. Solo había alrededor de un metro de espacio sin rocas en él y yo había caído exactamente en ese hueco. El médico había dicho que si el fragmento de hueso roto en la parte posterior de mi cráneo se hubiera movido un centímetro más abajo, entonces habría muerto. Después de mi accidente, tuve un sangrado constante en el cerebro y no había podido comer nada. Todos los médicos habían dicho que mis vasos sanguíneos podían bloquearse en cualquier momento y que no había nada más que pudieran hacer por mí. Y sin embargo, contra toda expectativa, yo había sobrevivido milagrosamente. ¿No había sido todo esto debido al gran poder de Dios? En mis experiencias, vi que Dios era muy vívido, real y que estaba a mi lado, vigilándome y protegiéndome constantemente, permitiéndome aferrarme apasionadamente a la vida. Vi que mi vida estaba controlada en las manos de Dios y esto era un hecho que nadie podía negar.

Después, leí estas palabras de Dios: “El requisito primordial de la creencia del hombre en Dios es que tenga un corazón sincero, que se entregue por completo y que obedezca realmente. Lo más difícil para el hombre es entregar toda su vida a cambio de una creencia verdadera, a través de la cual puede obtener toda la verdad y cumplir con su deber como criatura de Dios. Esto es inalcanzable para aquellos que fracasan y lo es incluso más para quienes no pueden encontrar a Cristo. Como el hombre no es bueno para entregarse totalmente a Dios, como no está dispuesto a cumplir con su deber para con el Creador, como ha visto la verdad pero la evita y camina por su propia senda, como siempre busca siguiendo la senda de los que han fracasado y como siempre desafía al cielo, por eso es que él siempre fracasa y cae en las artimañas de Satanás, atrapado en su propia red”. Las palabras de Dios fueron como una espada de dos filos que atravesó mi corazón y me hizo sentir autorreproche y culpa. Como creyente en Dios, uno debe perseguir la verdad, tener fe en Dios y adorar a Dios con un corazón honesto, realizar el deber de un ser creado y estar dispuesto a dedicarse a la obra de Dios, porque solo de esta manera puede uno ganar la alabanza de Dios y alcanzar Su salvación. Aunque yo había creído en Dios, había estado bajo el dominio de la filosofía satánica de que “el dinero es supremo”, y siempre había querido ganar más dinero y vivir como un líder. Había creído que asistir a las reuniones de la iglesia me había quitado tiempo para ganar dinero y nunca me había enfocado en leer las palabras de Dios. Resultó que no solo no gané más dinero, sino que terminé gastando la pequeña cantidad de ahorros que tenía, y si no hubiera sido por la protección de Dios, ya estaría muerto. Finalmente vi que el dinero, la fama y la fortuna eran tan transitorios como una nube en la brisa y que, si uno pierde la vida, sin importar cuánto dinero gane, no sirve para nada; solo creer en Dios, perseguir la verdad, tratar de conocer a Dios, obtener la verdad y vivir por las palabras de Dios es el camino correcto para transitar en la vida. Entonces hice una resolución silenciosa ante Dios de que mi fe en Él sería diferente de como había sido antes. Cada día, me tranquilicé ante Dios y leí Sus palabras, y oré a Dios y confié mi condición en Sus manos. Milagrosamente, después de un mes pude levantarme de la cama y caminar despacio. Más tarde, mi esposa fue conmigo al hospital para otro chequeo y los médicos y enfermeras me miraron sorprendidos. El médico de cabecera les dijo a los otros: “¡Nunca lo hubiera pensado! Creíamos que este hombre tendría muerte cerebral o quedaría paralizado. Y sin embargo, contrariamente a lo que se esperaba, ha podido venir aquí muy pronto y sin ayuda para un nuevo chequeo. Realmente es un milagro...” Al escucharlos hablar de mi caso, supe que todo esto se debía al gran amor de Dios. Dos meses después, pude hacer algunas labores en casa y cumplí con todas las tareas de la iglesia que pude manejar. Entonces, mis hermanos y hermanas de la iglesia encontraron algunas hierbas medicinales para que yo las tomara, y seis meses más tarde me había recuperado completamente y pude hacer trabajos manuales una vez más.

Cada vez que pienso en mi experiencia, me siento en deuda con Dios, y odio aún más a Satanás por usar el dinero, la fama y la fortuna para engañarme y atarme, y para hacerme rechazar a Dios. Mi vida casi se arruina por el daño que causa Satanás. Al mismo tiempo, sentí aún más el amor y la misericordia de Dios por mí, ya que me había salvado de las garras de la muerte. Tomé la resolución de buscar la verdad en serio y nunca más dejar de estar a la altura de los arduos esfuerzos a los que Dios se dedica. Ahora deseo predicar el evangelio con mis hermanos y hermanas para conducir a más personas ante Dios.


La protección de Dios: La historia interna de que estuve muy cerca de la muerte

2019-12-17 23:02:24 | Profecías Bíblicas

Inesperadamente casi me convierto en un vegetal

Una mañana, alrededor de las ocho en punto, mi mujer y yo llevamos a nuestra nieta de 7 años a que nos ayudase a recoger leña y transportarla a casa en nuestra carretilla tirada a mano. Llenamos el carro hasta arriba de leña de varios centímetros de grosor, y entonces, alrededor de las diez, mi mujer y yo la estábamos arrastrando a casa cuando nos topamos con una pendiente descendente donde empezamos a empujar el carro hacia atrás para que se moviese despacio. Pero el camino estaba muy inclinado y la carretilla estaba tomando mucha velocidad y empezaba a precipitarse cuesta abajo; mi mujer y yo intentamos detenerla con todas nuestras fuerzas. Tenía tanto miedo que me parecía que el corazón se me iba a salir del pecho al pensar que nuestra nieta estaba todavía en la carretilla. ¡Esperaba con todas mis fuerzas que no se volcase! Si se precipitaba cuesta abajo y se volcaba, estaríamos todos acabados. En medio de esta emergencia, clamé en mi corazón urgentemente: “¡Oh, Dios! Por favor, sálvanos….” La carretilla estaba bajando demasiado deprisa y mi mujer no podía correr tan rápido; se le escapó el mango y tuvo que hacerse a un lado, y yo me quedé atrapado entre los mangos y no me podía escapar. Entonces caí a la fuerza, aplastado debajo de la carretilla y estaba siendo arrastrado con ella. Clamé a Dios urgentemente: “¡Dios, por favor, sálvame! Sálvame….” Mi mujer estaba justo detrás persiguiendo la carretilla mientras gritaba: “Dios, salva a mi marido y a mi nieta….” Fui arrastrado 20 metros antes de que la carretilla se volcase de repente en una pila de leña en una cuneta. Mi nieta fue lanzada al lado de la pila, y afortunadamente esto evitó que cayese en una zanja con agua debajo. Sólo tenía un pequeño rasguño en un lado de la boca que sangraba un poco. Sin embargo, yo había sido arrastrado debajo de la carretilla y aplastado gravemente. Estaba enroscado como una pelota con la cabeza y las piernas juntas. Estaba sufriendo mucho. Quería levantar la cabeza, pero no podía mover el cuello en absoluto, y mi espalda estaba completamente inmovilizada. Sentía un dolor insoportable, tanto que no me podía ni mover.

 

Mi mujer se apresuró a ver cómo estaba nuestra nieta y sólo la escuché llorar y decir: “Abuela, estoy bien, por favor, ve a ver cómo está el abuelo.” Yo dije débilmente: “Siento como si se me hubieran roto todos los huesos del cuerpo. No me encuentro nada bien; intenta moverme la cabeza.” Al ver que todavía podía hablar, mi mujer lloraba mientras me enderezaba la cabeza. Nuestra nieta también vino corriendo, llorando mientras me llamaba, pero yo estaba demasiado débil y tenía demasiado dolor como para responder. Respiraba con dificultad. Estaba orando a Dios en mi corazón: “Oh, Dios, siento un dolor increíble ahora mismo y no voy a poder soportarlo mucho más. No sé cuánto más voy a durar. ¿Voy a morir?” Entonces, pensé en estas palabras de Dios: “Dios Todopoderoso, la Cabeza de todas las cosas, ejerce Su poder real desde Su trono. Él gobierna sobre el universo y sobre todas las cosas y nos está guiando en toda la tierra. Con frecuencia estaremos cerca de Él, […] Si aún tienes aunque sea un aliento de vida, Dios no te dejará morir”. Las palabras de Dios me dieron fe y fuerzas; el universo entero y todas las cosas están al alcance de Su mano, entonces, ¿no está mi vida también en Sus manos? Entonces pude confiar en Dios y tener esperanza desde dentro de mi corazón. Después de esto me llevaron al hospital y vinieron mi hijo y su mujer. El médico les dijo a mis familiares: “El paciente ha sufrido lesiones muy graves. Tiene más de 20 fracturas en las costillas, la columna cervical y la columna lumbar. Se quedará paralizado o se quedará como un vegetal, y hay incluso un riesgo de que muera. Deben estar preparados”.

Esa tarde mi mujer me dijo lo que había dicho el médico. Esto era muy triste, y pensé: “Si de verdad me quedase paralizado o me quedase como un vegetal, ¿no sería esa una vida de sufrimiento únicamente? ¿Seguiría teniendo sentido la vida?” No pude evitar llorar y llorar cuando pensé en esto. En ese momento, sintiendo la desesperación en mi corazón, junto con el dolor en mi cuerpo, pensé que sería mejor estar muerto; mi sufrimiento llegó a un punto crítico. Justo entonces oré a Dios: “Dios, ahora estoy sufriendo mucho dolor. Lo que el médico ha dicho me ha dejado sintiendo mucho miedo. Dios, por favor, guíame para tener fe y valor para afrontar todo esto.” Esa noche mi sufrimiento se cernió sobre mí como una nube oscura y no pude dormir. Entonces, en la noche, pensé en estas palabras de Dios: “De todo lo que acontece en el universo, no hay nada en lo que Yo no tenga la última palabra. ¿Qué existe que no esté en Mis manos?” “¿A quién en toda la humanidad no cuidan los ojos del Todopoderoso? ¿Quién no vive en medio de la predestinación del Todopoderoso? ¿El nacimiento y la muerte de quién vienen de sus propias elecciones? ¿Controla el hombre su propio destino?” Estas palabras de Dios revelan un misterio. El universo entero y todas las cosas están bajo el control de Dios, y nuestras vidas están en manos de Dios. Independientemente de si me quedo paralizado o me convierto en un vegetal, sin importar si vivo o muero, todo está gestionado por Dios. Las palabras de Dios me dieron fe y fuerzas y me dieron algo en lo que apoyarme en mi corazón.

Mientras dormía en la cama del hospital, mi cuerpo entero estaba envuelto en vendas y tenía un gotero en el brazo. No podía moverme para nada. Mi mujer estaba a mi lado, cuidándome día y noche, dándome la medicación y la comida. Cuando veía que lo estaba pasando mal, hacía que yo orase a Dios y confiase en Él; oraba constantemente día tras día. Un día, pensé en las pruebas por las que pasó Job. Perdió mucho ganado y a sus propios hijos, y su cuerpo se quedó cubierto de forúnculos. Se sentó en las cenizas rascándose los forúnculos con un trozo roto de cerámica. Incluso cuando sufrió golpes físicos y psicológicos al mismo tiempo, aun así, no perdió la fe ni rechazó a Dios. Ese fue un testimonio rotundo. Como dice la palabra de Dios: “Lo valioso de Job residía en que siguió pronunciando esas palabras aun siendo tentado, y cuando todo su cuerpo estuvo cubierto de llagas, cuando soportó el mayor tormento […], él creía en su corazón que, independientemente de las tentaciones, o de lo dolorosas que fueran las tribulaciones o el tormento, aunque la muerte tuviera que venir sobre él, no renunciaría a Dios ni rechazaría el camino de temer a Dios y apartarse del mal. Ves, pues, que Dios ocupaba el lugar más importante en su corazón, y que en este sólo estaba Él. Por esto leemos en las Escrituras descripciones suyas como: ‘En todo esto Job no pecó con sus labios’”. Entonces, decidí en mi corazón en silencio que deseaba seguir el ejemplo de Job. Sin importar lo que tuviese que afrontar con mi salud en el futuro, siempre que tuviese aliento que tomar, confiaría en las palabras de Dios en mi vida. Desde entonces, me centré en estar en silencio ante Dios y reflexionar sobre las palabras de Dios todos los días; frecuentemente oraba a Dios acerca de mi estado y se lo confiaba a Él. Estaba dispuesto a apoyarme en Dios y someterme a Su dominio y Sus arreglos.

Dado de alta a los 28 días por milagro

Cuando le confié todo esto a Dios, ocurrió un milagro. Alrededor de las 9 de la mañana del octavo día después del accidente, algunos médicos y enfermeras vinieron para hacer una consulta y me preguntaron: “¿Cómo se encuentra?” Yo contesté: “No siento tanto dolor y ya vuelvo a comer” Ellos pensaron que era bastante extraño, así que un médico dijo: “Señor, nunca imaginamos que se recuperaría tan bien. Hemos tenido pacientes como usted, y ninguno de ellos se ha recuperado, pero su estado ha ido mejorando gradualmente. ¡Es increíble! ¡Basándonos en su estado actual, ninguna de las tres posibilidades que mencionamos antes (parálisis, quedarse como un vegetal o la muerte) tiene probabilidades de ocurrir!” No pude evitar llorar cuando escuché al médico decir esto. Sentí gratitud, culpa y alegría. Oré a Dios de corazón: “Dios, te doy gracias. Eres Tú quien me ha cuidado y protegido. Si no fuera por Tus hechos maravillosos, con mis huesos rotos en 20 sitios, según lo que los médicos dijeron, debería haber quedado paralizado, como un vegetal, o en el peor de los casos, podría haber muerto. Pero nada de eso ha ocurrido. Si no fuese por Tu misericordia, ¿cómo podría ni tan siquiera seguir viviendo? Te doy mis gracias y mi alabanza sinceras; me has dado una segunda oportunidad en la vida. Oh, Dios, te doy gracias y te alabo”.

Después de la oración, pensé en las palabras de Dios: “Cuando las aguas se tragan totalmente al hombre, Yo lo salvo de las aguas estancadas y le doy una oportunidad de tener una nueva vida. Cuando los hombres pierden su confianza para vivir, Yo tiro de ellos desde el filo de la muerte, concediéndoles la valentía para vivir, para que me tomen como el fundamento de su existencia. […] Cuántas veces han visto Mis manos las personas; cuántas veces han visto Mi rostro amable, Mi faz sonriente; [...] Aunque la humanidad nunca me ha conocido, no aprovecho su debilidad para crear problemas innecesarios. Experimentando las dificultades de la humanidad, simpatizo por tanto con la debilidad del hombre”. A partir de estas palabras de Dios, me di cuenta de que la esencia de Dios es amor. Cuando estaba débil y sufriendo, Dios me dio fe y valor, y fue la mano de Dios la que me protegió milagrosamente y así me permitió seguir viviendo. Al recordar cuando la carretilla se volcó, si se hubiese precipitado en la zanja, que era de un metro o así de profunda, quién sabe lo herida que habría resultado mi nieta, y eso podría haber sido mi final. Sin embargo, la carretilla se volcó justo al lado de la leña que un vecino había amontonado, y gracias a que este montón de leña estaba en el camino, mi nieta no fue arrojada en la zanja. Además, yo no fui arrastrado debajo de la carretilla durante mucho tiempo, botando como una pelota; de lo contrario no habría sobrevivido. Fue la mano benévola de Dios la que nos permitió, a mi nieta y a mi, escapar de este encontronazo con la muerte, y me sentí profundamente conmovido en el corazón. También sentí que estaba increíblemente endeudado con Dios. Se me ocurrió que nunca me había tomado en serio mi fe, que pensaba que siempre que tuviese a Dios en mi corazón, eso era suficiente. Había pensado que ir a reuniones me quitaría tiempo para trabajar y ganar dinero, así que casi nunca iba. Hermanos y hermanas compartieron conmigo muchas veces, instándome a no darle mucha importancia al dinero, a que debería estar satisfecho con tener comida en la mesa y ropa que llevar, y a que me centrase en la fe y en buscar la verdad. Sin embargo, no escuché lo que tenían que decir. Yo seguí haciendo las cosas a mi manera e intentando ganar más dinero. Pero, cuando estaba en peligro crítico, Dios no me trató como merecía por mi comportamiento rebelde, sino que me protegió y me permitió librarme de una buena. Era imposible que pudiese estar suficientemente agradecido por el amor de Dios por mí. Esto también me hizo darme cuenta de que, cuando me enfrento a una calamidad, el dinero no puede salvarme nunca; sólo Dios puede salvarme.

El noveno día después del accidente, el médico me quitó todas las vendas y el dolor era más leve cada día. A las 9 de la mañana del vigésimo día, más de diez médicos y enfermeras vinieron a verme, y uno de los médicos dijo: “Está mucho más animado y tiene mucho mejor aspecto también. Es un verdadero milagro que haya podido recuperarse tan rápidamente y tan bien, y que haya podido sobrevivir después de unas lesionas tan graves. Puede ser dado de alta en cualquier momento. Vuelva a casa y recupérese bien.” Sin embargo, mis hijos insistieron en que debía quedarme en el hospital más tiempo, así que me quedé ocho días más, y entonces, 28 días después de haber sido ingresado, empecé el trámite para el alta. Poco después de haber vuelto a casa, algunos hermanos y hermanas vinieron a verme. Compartieron la palabra sobre la verdad conmigo y me pidieron que leyese las palabras de Dios más para establecer una relación correcta con Dios, para orar a Dios y confiar en Dios en todas las cosas, y para practicar mi fe verdaderamente. Di gracias por el amor de Dios porque esta palabra de mis hermanos y hermanas me permitió entender mejor el amor y misericordia de Dios. Desde entonces, me recuperé en casa y también asistí a reuniones; empecé a vivir una vida normal en la iglesia

Un día leí estas palabras de Dios: “Y después está la mayoría de las personas, que encuentra sustento espiritual en Dios”. “Si las personas siguen aferrándose a tales formas de creencia, ¿cuál será la consecuencia para ellas? Con este tipo de creencia, ¿son capaces de acercarse aún más al cumplimiento de las exigencias de Dios? Todo lo contrario; debido a sus conceptos y fantasías, las personas se alejarán todavía más del camino de Dios, porque la dirección que buscan es la opuesta a la que Él requiere de ellas. […] ¡Sólo ganarás creencia en Dios si la enfocas como la cosa más grande de tu vida, más importante que la comida, la ropa o cualquier otra cosa!” Lo que estas palabras de Dios revelaban me dejó con un sentimiento de vergüenza y culpa; era exactamente el tipo de persona expuesto en las palabras de Dios. Estaba tratando la fe en Dios como algo para satisfacer mis propias necesidades espirituales, así que, cuando tenía una necesidad buscaba a Dios, pero cuando no tenía ninguna necesidad, simplemente dejaba a Dios a un lado, lo daba por sentado, como el mismo aire que respiro. Este tipo de perspectiva de fe no era una creencia en un Dios práctico, sino una creencia en un Dios vago. Básicamente, nunca podría haber obtenido la verdad con ese tipo de fe. Esta experiencia transformó verdaderamente mi perspectiva incorrecta de la fe que había tenido durante años; ya no consideré mi fe en Dios como algo para recibir apoyo espiritual y ya no estaba atado por el dinero. Estuve dispuesto a seguir las instrucciones de Dios y a tratar mi fe como la cosa más importante en mi vida a partir de entonces, tomando más tiempo para leer las palabras de Dios, practicar mi fe y buscar la verdad. Siempre que tenga comida en la mesa y ropa para vestirme estoy satisfecho. Ahora incluso puedo caminar, y cuando los vecinos me ven, todos dicen cosas como “Estabas tan malherido, nunca imaginé que saldrías de esta. ¡El Hombre Viejo en el Cielo te ha ayudado mucho!” Algunas personas dijeron también que era extremadamente afortunado, pero en el fondo sabía que era Dios que me estaba protegiendo y permitiéndome seguir viviendo. Esta es la única razón por la que estoy aquí hoy.



¿Es la Biblia inspirada por Dios? ¿Cuál es la verdad?

2019-12-16 21:04:36 | Profecías Bíblicas

Hablando de la Biblia, cada uno de nosotros muestra un gran respeto por ella. Durante miles de años, ningún otro libro puede ocupar su lugar sagrado en los corazones de nosotros, los cristianos. Desde que comenzamos a creer en el Señor, los pastores y los ancianos siempre nos han dicho: "La Biblia es el único estándar para nuestra creencia y nuestra vida, y cada palabra en la Biblia está inspirada por Dios, sin ningún error". Después, yo vi que 2 Timoteo 3:16 dice: "Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia". Entonces, creí aún más el dicho "La Biblia está dada por la inspiración de Dios".

Sin embargo, el otro día, cuando navegué en el chat grupal, encontré a un hermano que publicó: "¿El punto de vista 'La Biblia está dada por la inspiración de Dios' de acuerdo con los hechos? ¿Está basado en las palabras de Dios? Estoy dispuesto a conversar con ustedes". Me atrajo de inmediato este post, y pensé para mí: ¿Es el punto de vista: "La Biblia está dada por la inspiración de Dios" no es cierto? ¿Cómo es esto posible? Inmediatamente publiqué un mensaje en el grupo, buscando esta pregunta. Pronto, respondió a mi publicación, y su respuesta fue la siguiente:

"¡Hola! En cuanto a ‘¿Toda la Escritura es dada por inspiración de Dios?’, Tengo tal entendimiento: Primero, tenemos que saber cuál es el trasfondo cuando Pablo dijo: ‘Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia’ (2 Timoteo 3:16). De acuerdo con los hechos históricos, podemos ver que cuando Pablo escribió cartas a la iglesia de Timoteo, solo existía el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento no había sido compilado en un libro, y solo se guardaban docenas de cartas en las iglesias. Así que la palabra de Pablo se refiere al Antiguo Testamento, porque los israelitas solo consideraban el Antiguo Testamento como la Biblia. El Nuevo Testamento surgió después de 300 de Cristo. En ese momento, los líderes de esas iglesias se reunieron. Pensaban que los últimos días estaban cerca, y debían recoger las palabras del Señor Jesús y las cartas de los apóstoles, recopilarlas en un libro, como el Antiguo Testamento, y repartirlo entre todas las iglesias. Entonces recogieron las cartas escritas por los discípulos y apóstoles del Señor Jesús. Finalmente, a través del estudio y la confirmación, seleccionaron 27 letras como el canon del Nuevo Testamento, y posteriormente las combinaron con el Antiguo Testamento para convertirse en el contenido completo de la Biblia. Así es como nacieron el Antiguo y el Nuevo Testamento".

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Después de leer la conclusión del hermano, pensé que tenía sentido. Nunca había tenido en cuenta el contexto de la palabra de Pablo e incluso consideré que toda la Biblia fue inspirada por Dios, como consecuencia de lo cual presté gran atención a todas las palabras en el Nuevo Testamento y las consideré como las palabras de Dios. No fue hasta entonces que me di cuenta de que "Toda la escritura se da por inspiración de Dios", dijo Pablo al referirse al Antiguo Testamento. Mientras meditaba, él había enviado otro pasaje:

"Además, incluso si es el Antiguo Testamento, no podemos decir que todo está inspirado por Dios. Al buscar en la Biblia, podemos ver que solo lo que Jehová instruyó a los profetas que dijera, y lo que se les pidió a los profetas que transmitieran, son las palabras de Dios. Además, Dios nunca dijo que toda la Biblia fue dada por inspiración de Él, no había tal palabra en los Profetas, el Señor nunca dijo esto, y los apóstoles nunca dijeron que sus cartas y testimonios provenían de la inspiración de Dios, y mucho menos se atrevían a decir que fueron palabras de Dios, éste es el hecho. Sin embargo, más tarde, todos los creyentes en Dios creen que el Antiguo y el Nuevo Testamento, aunque escritos por hombres, fueron dados por inspiración de Dios. Entonces, reflexionemos: ¿este conocimiento es real?

"De hecho no es real, porque no tiene la confirmación de las palabras de Dios, y mucho menos hay una base fáctica", respondí rápidamente. Posteriormente, él me respondió:

"'Toda la Escritura se da por inspiración de Dios' y 'Todas las palabras en la Biblia son todas las palabras de Dios' son nuestras opiniones humanas. Jesucristo dijo: ‘Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;’ (Juan 5:39). De las palabras del Señor, podemos ver que la Biblia es un testimonio de Dios y un registro de la obra de Dios, y dicho así es práctico. Cada paso de la obra de Dios va acompañado de la guerra entre Dios y las fuerzas malvadas de Satanás, y los registros en la Biblia se basan en la obra de Dios, así que no solo hay palabras de Dios en la Biblia, sino también las palabras de varias personas y de Satanás, que es un hecho que nadie puede negar. En la Biblia, aparte de la palabra de Jehová Dios y del Señor Jesús y las palabras que Dios reveló a los profetas, la mayoría del resto se puede categorizar como registros históricos y experiencias del hombre. Por lo tanto, el dicho 'Toda la Biblia se da por inspiración de Dios y todas las palabras de Dios' no es real. Si los humanos podemos exaltar a Dios y tener corazones reverentes a Dios, entonces nos será imposible tomar las palabras del hombre en la Biblia como las de Dios, y mucho menos considerar a las personas usadas por Dios como iguales de Dios. De lo contrario, ¿no es blasfemo para Dios?

A través de su comunicación, lo entendí más claramente en mi corazón. De hecho, independientemente del Antiguo Testamento o del Nuevo Testamento, la mayoría de los contenidos son ciertamente registros de la obra de Dios. En ellos están contenidas algunas palabras de Dios, que son solo una parte muy pequeña. En el resto de las palabras, algunas son las declaraciones de los eventos, algunas son palabras del hombre, algunas son de Satanás, etc. Si consideramos todas estas palabras como las palabras de Dios, ¿no son conceptos confusos o una comprensión absurda? Nosotros, los hombres, somos parte de la creación, ¿cómo podríamos compararnos con Dios? La naturaleza de este problema es tan grave... Al meditar, recibí de él otro pasaje de palabras, y esto me permitió comprender más claramente la gravedad de aferrarme a estas nociones.

Él dijo: "Si insistimos en que las palabras de los hombres son las de Dios, ¿qué consecuencia vendrá de tal acción? En realidad, todos podemos ver: todo el mundo religioso considera las palabras del hombre como las palabras de Dios. Como resultado, al dar sermones, comunicar o testificar, están citando las palabras del hombre cada vez más frecuentemente, pero las palabras de Dios cada vez son menos. Las palabras del hombre se ajustan a nuestras nociones e imaginaciones, por lo que todos preferimos aceptar y citar las palabras del hombre. Como resultado, todas las palabras de Dios han sido anuladas involuntariamente. ¿No es esta una manera de traicionar o resistir a Dios? ¿No es esta una manera de estar en enemistad con Dios? ¿No nos caemos por el malvado plan de Satanás? La naturaleza de este problema es tan grave. Jesucristo dijo: ‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí’ (Juan 14:6). De esto sabemos que las palabras de Dios son la verdad y la vida, y ¿qué hay del hombre? Obedecer las palabras de Dios nos permite entrar al reino de los cielos y obtener la vida eterna. ¿Podemos tener la vida eterna al aferrarnos a las palabras del hombre? Si abandonamos las palabras de Dios, ¿no significa que abandonamos la oportunidad de entrar en el reino de los cielos y ganar la vida eterna?"

Después de ver su respuesta, me sentí sorprendido: nunca pensé que fuera tan grave aferrarme a esta noción. Reflexionando cuidadosamente, descubrí que efectivamente era un hecho. Debido a que creemos que todas las palabras en la Biblia están dadas por inspiración de Dios, creemos que debemos tener en cuenta cada palabra de la Biblia y, naturalmente, prestar poca atención a las palabras de Dios cuando leemos la Biblia. Además, las palabras de Dios son más profundas, por lo que debemos pagar un precio mayor para practicarlas; mientras que las palabras del hombre son fáciles de entender y practicar, y están en línea con nuestras nociones, entonces, naturalmente, elegimos aferrarnos a las palabras del hombre. Tal como dijo Jesucristo: "No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7:21). Mientras Pablo decía, "que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación" (Romanos 10:9-10). Entonces, de acuerdo con las palabras del Señor Jesús, solo siguiendo el camino de Dios podemos entrar al reino de los cielos y tener vida eterna, lo cual requiere que paguemos un gran precio y suframos mucho. Si bien, según las palabras de Pablo, podemos entrar en el reino de los cielos confiando únicamente en la gracia del Señor y no necesitamos pagar ningún precio. Naturalmente, elegimos aferrarnos a las palabras de Pablo, dejando de lado las palabras del Señor Jesús. No nos enfocamos en buscar la voluntad de Dios ni en cómo practicar los requisitos del Señor en nuestra vida. Ahora piénselo: el Señor es el Rey del reino de los cielos, y si no creemos en Dios basándonos en los requisitos del Señor Jesús, ¿podemos ser aprobados por Dios? Cuando llegue el momento de juzgar a los humanos con Sus palabras, de separar al hombre según su especie y de recompensar a los buenos y castigar a los malvados, descubriremos que a lo que nos aferramos no son las palabras de Dios, Sus requisitos de nosotros los humanos, y luego lloraremos, crujiremos los dientes y golpearemos nuestros pechos. Es tan terrible incluso pensar en esto.

En ese momento, no pude evitar suspirar de emoción: la comunión del hermano está bien fundada, y me hace tener un poco de discernimiento sobre las palabras "Toda la Escritura es inspirada por Dios". Ahora entendí que debía centrarme en las palabras de Dios cuando leo las Escrituras. Solo las palabras de Dios son la verdad, el camino y la vida, y son el único estándar para que entremos en el reino de los cielos. Incluso si con la inspiración y la iluminación del Espíritu Santo, conforme a la verdad y la voluntad de Dios, las palabras del hombre no pueden ser tratadas como las palabras de Dios y la verdad. Si solo nos enfocamos en escuchar las palabras del hombre pero no en practicar las palabras de Dios, somos propensos a caminar por nuestros propios caminos, e incluso podemos traicionar y resistir a Dios. Parece que necesito comunicar con aquellos que entienden la verdad si me encuentro en problemas que no entiendo...

 

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.


¿Cómo tomó forma la Biblia? ¿Qué tipo de libro es exactamente la Biblia?

2019-12-13 23:35:18 | Profecías Bíblicas

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La respuesta de la palabra de Dios:

Las cosas registradas en el Antiguo Testamento son la obra de Jehová en Israel, y lo registrado en el Nuevo es la obra de Jesús durante la Era de la Gracia; documentan la obra realizada por Dios en dos eras distintas. El Antiguo Testamento documenta la obra de Dios durante la Era de la Ley, y por tanto el Antiguo Testamento es un libro histórico, mientras el Nuevo es el producto de la Era de la Gracia. Cuando comenzó la nueva obra, estos libros quedaron obsoletos; por tanto, el Nuevo Testamento también es un libro histórico. Por supuesto, no es tan sistemático como el Antiguo ni registra tantas cosas.

de ‘Relativo a la Biblia (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”

En tiempos antiguos, antes de la Era de la Gracia, las personas leían la Biblia, pero en esa época sólo estaba el Antiguo Testamento; el Nuevo no existía. Como estaba el Antiguo Testamento de la Biblia, las personas empezaron a leer las santas Escrituras. Una vez que Jehová dejó de dirigirlo, Moisés escribió Génesis, Éxodo, y Deuteronomio… Recordó la obra de Jehová en ese momento, y la escribió. La Biblia es un libro de historia. Por supuesto, también contiene algunas de las predicciones de los profetas, y por supuesto, estas no son historia en absoluto. La Biblia incluye varias partes; no sólo hay profecía, o sólo la obra de Jehová, o las epístolas paulinas. Debes saber cuántas partes incluye; el Antiguo Testamento lo forman Génesis, Éxodo…, y también los libros de profecía que se escribieron. Finalmente, el Antiguo Testamento termina con el libro de Malaquías. Registra la obra de la Era de la Ley del Antiguo Testamento, dirigida por Jehová; desde Génesis hasta el libro de Malaquías, es un relato exhaustivo de toda la obra de la Era de la Ley. Es decir, el Antiguo Testamento registra todo lo experimentado por las personas que fueron guiadas por Jehová en la Era de la Ley. Durante la Era de la Ley del Antiguo Testamento, el gran número de profetas levantados por Jehová hablaron profecía en Su nombre, dieron instrucciones a diversas tribus y naciones, y predijeron la obra que Jehová haría. Este había dado el Espíritu de profecía a todas estas personas que había levantado: eran capaces de ver Sus visiones, oír Su voz; por tanto, estaban inspiradas por Él y escribían profecía. La obra que hacían era la expresión de la voz de Jehová, era la obra de profecía que hacían en Su nombre, y Su obra en ese momento era simplemente guiar a las personas usando el Espíritu; Él no se hizo carne, y las personas no vieron nada en Su rostro. Por tanto, levantó muchos profetas para hacer Su obra, y les dio oráculos que transmitieron a cada tribu y clan de Israel. Su obra era hablar profecía, y algunos de ellos escribieron las instrucciones de Jehová para mostrarlas a otros. Él levantó a estas personas para hablar profecía, predecir la obra del futuro o la que aún debía hacerse durante ese tiempo, de forma que las personas pudieran ver las maravillas y la sabiduría de Jehová. Estos libros de profecía eran bastante diferentes de los demás libros de la Biblia; eran palabras habladas o escritas por aquellos a los que se había dado el Espíritu de profecía; por aquellos que habían obtenido de Jehová las visiones o la voz. Aparte de los libros de profecía, todo lo demás en el Antiguo Testamento son registros hechos por personas después de que Jehová hubiera terminado Su obra. Estos libros no pueden reemplazar a las predicciones habladas por los profetas levantados por Jehová, del mismo modo que Génesis y Éxodo no pueden compararse con el libro de Isaías y el de Daniel. Las profecías se hablaron antes de que la obra se hubiera llevado a cabo; los otros libros, entretanto, se escribieron después de que hubiera terminado, que era lo que las personas eran capaces de hacer. Los profetas de esa época fueron inspirados por Jehová y hablaron algo de profecía, muchas palabras, y profetizaron las cosas de la Era de la Gracia, así como la destrucción del mundo en los últimos días: la obra que Jehová planeó hacer. Los libros restantes registran, todos, la obra realizada por Jehová en Israel. Por tanto, cuando lees la Biblia, estás leyendo principalmente acerca de lo que Él hizo en Israel; el Antiguo Testamento de la Biblia registra principalmente la obra de Jehová de guiar a Israel, Su uso de Moisés para llevar a los israelitas fuera de Egipto, quien los liberó de los grilletes de Faraón, y los llevó al desierto, tras lo cual entraron en Canaán y todo lo siguiente fue su vida allí. Todo lo demás son relatos de la obra de Jehová a lo largo y ancho de Israel. Todo lo registrado en el Antiguo Testamento es la obra de Jehová en Israel, la obra que Él llevó a cabo en la tierra en la que hizo a Adán y Eva. Desde el momento en que Dios comenzó oficialmente a guiar a las personas sobre la tierra después de Noé, todo lo registrado en el Antiguo Testamento es la obra de Israel. ¿Y por qué no se registra ninguna obra más allá de Israel? Porque esa tierra es la cuna de la humanidad. En el principio, no había otros países además de Israel, y Jehová no obró en ningún otro lugar. De esta forma, lo que se registra en la Biblia es puramente la obra en Israel en ese momento. Las palabras habladas por los profetas, por Isaías, Daniel, Jeremías, y Ezequiel… sus palabras predicen Su otra obra sobre la tierra, la obra de Jehová Dios mismo. Todo esto venía de Dios, era la obra del Espíritu Santo, y aparte de estos libros de los profetas, todo lo demás es un relato de las experiencias de la obra de Jehová por parte de las personas en ese momento.

de ‘Relativo a la Biblia (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”

¿Qué tipo de libro es la Biblia? El antiguo pacto es la obra de Dios durante la Era de la Ley. El Antiguo Testamento de la Biblia registra toda la obra de Jehová durante dicha era y Su obra de creación. Todo él registra la obra realizada por Jehová, y acaba finalmente los relatos de la misma con el libro de Malaquías. El Antiguo Testamento registra dos partes de la obra realizada por Dios: una es la obra de la creación, y la otra es el decreto de la ley. Ambas fueron realizadas por Jehová. La Era de la Ley representa la obra de Dios bajo el nombre de Jehová. Es la totalidad de la obra realizada principalmente bajo el nombre de Jehová. Así pues, el Antiguo Testamento registra la obra de Jehová, y el Nuevo la de Jesús, llevada a cabo principalmente bajo este nombre. La mayor parte del sentido del nombre de Jesús y de la obra que Él hizo se registra en el Nuevo Testamento. En el tiempo del Antiguo Testamento, Jehová edificó el templo y el altar en Israel, guió la vida de los israelitas sobre la tierra, demostrando que eran Su pueblo escogido, el primer grupo de personas que seleccionó en la tierra y que estaban conformes a Su propio corazón, el primer grupo de personas que Él guió personalmente; es decir, las doce tribus de Israel fueron los primeros escogidos de Jehová, y por tanto Dios siempre obró en ellos, justo hasta el momento en que concluyó la obra de Jehová de la Era de la Ley. La segunda etapa de obra fue la de la Era de la Gracia del Nuevo Testamento, y se llevó a cabo en medio de la tribu de Judá, una de las doce de Israel. Que el ámbito de la obra fuera menor se debe a que Jesús era Dios hecho carne. Jesús sólo obró a lo largo y ancho de la tierra de Judea, y sólo hizo tres años y medio de obra; por tanto, lo que se registra en el Nuevo Testamento está lejos de poder superar la cantidad de obra registrado en el Antiguo. La obra de Jesús, en la Era de la Gracia, se registra principalmente en los Cuatro Evangelios. La senda por la que transitaron las personas de la Era de la Gracia era la de los cambios más superficiales en su carácter vital, la mayor parte de la cual queda recopilada en las epístolas.

de ‘Relativo a la Biblia (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”

En aquella época, Él había hecho mucha obra incomprensible para Sus discípulos, sin proveer explicación alguna. Después de que se marchó Él, los discípulos comenzaron a predicar y obrar en todas partes; a causa de esa etapa de la obra, comenzaron a escribir las epístolas y los libros del evangelio. Los correspondientes al Nuevo Testamento se escribieron entre veinte y treinta años después de la crucifixión de Jesús. Antes, el pueblo de Israel sólo leía el Antiguo Testamento. Es decir, en la Era de la Gracia las personas leían el Antiguo Testamento. El Nuevo sólo apareció durante la Era de la Gracia. No existía cuando Jesús obraba; las personas registraron Su obra después de que resucitara y ascendiera. Sólo entonces se materializaron los Cuatro Evangelios y, además de estos, las epístolas de Pablo y Pedro, así como el libro de Apocalipsis. Sólo más de trescientos años después de que Jesús ascendiera al cielo, cuando generaciones posteriores recopilaron sus registros, se hizo realidad el Nuevo Testamento. Sólo después de que esta obra hubiera acabado se hizo realidad el Nuevo Testamento; no había existido previamente. Dios había hecho toda esa obra, el apóstol Pablo había hecho toda esa obra y, más tarde, las epístolas de Pablo y Pedro fueron combinadas, y la mayor visión registrada por Juan en la isla de Patmos fue colocada al final porque profetizaba la obra de los últimos días. Fueron arreglos hechos enteramente por generaciones posteriores, y son diferentes de las declaraciones de hoy. […] Puede decirse que lo que registraron fue acorde con su nivel de educación y calibre humano, que fueron las experiencias de los hombres, que cada uno tuvo sus propios medios de recopilar y conocer, y que cada registro era diferente. Por tanto, ¡si adoras la Biblia como si fuera Dios eres extremadamente ignorante y estúpido!

de ‘Relativo a la Biblia (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”


Mis ideas ya no limitan el género de Dios

2019-11-28 22:20:07 | Profecías Bíblicas

Nací en una familia cristiana, y desde que era joven, recuerdo haber oído a mi abuela decir: “Debemos almacenar aceite, porque el Señor está a punto de volver, y cuando lo haga, nos recibirá en el reino de los cielos”. A partir de ese momento, comencé a esperar que el Señor regresara y nos recibiera, pero incluso cuando mi abuela falleció, el Señor no había regresado todavía.

En una reunión, un compañero de la iglesia, el Hermano Chen, dijo que conocía a alguien que daba muy buenos sermones, y nos invitó a su casa para escucharlo. Cuando nos enteramos de la noticia, la docena aproximada de hermanos y hermanas presentes aceptaron la invitación con entusiasmo. Al llegar a su casa, el Hermano Chen nos presentó al Hermano Li. El hermano Li había creído en el Señor durante muchos años y sus sermones eran realmente muy buenos. Usó ejemplos de la Biblia para hablar con nosotros sobre el regreso del Señor y el significado del nombre de Dios. Todos sentimos que se trataba de ideas totalmente nuevas, y cada uno de nosotros las escuchamos atentamente. Finalmente, el Hermano Li nos dijo: “El Señor ya ha regresado, y hace la obra del juicio y la purificación del hombre bajo el nombre de Dios Todopoderoso”. Al escuchar esto, casi nos volvimos locos de alegría. Estábamos muy emocionados, y algunos hermanos y hermanas dijeron con lágrimas de regocijo: “El Señor ha vuelto de verdad. Finalmente le he esperado...”. No podría describir mi propio estado de ánimo: Mi abuela había esperado toda su vida el regreso del Señor hasta el día en que ella falleció, pero ahora, en mi propia vida, el regreso del Señor se había hecho realidad. ¡Yo era realmente bendecida! Estaba decidida a apreciar esta oportunidad tan increíblemente escasa.

En el período que siguió, todos los días leí insaciablemente mi libro de la palabra de Dios. La palabra de Dios revelaba muchos misterios, y sentí que esta era la voz del Señor Jesús. Solo Dios podía revelar la corrupción de la humanidad, y sólo Dios podía desvelar los misterios del destino de la humanidad. Me sentí encantada de tener la fortuna de seguir los pasos del Cordero.

Pero unos pocos días después, mi hermana mayor vino repentinamente a mi casa y me dijo: “Xiaomai, cuando nuestro pastor supo que estábamos investigando el Relámpago Oriental, dijo muchas cosas para condenarlo. Señaló, ‘Se afirma claramente en 1 Corintios 11:3 que, “Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios”. Las mujeres son el origen de la corrupción humana y no pueden tener poder. Cuando el Señor Jesús vino, lo hizo como un varón, así que cuando regrese, debe hacerlo como un varón. ¡No puede hacerlo como una mujer!’”

Después de que mi hermana se fue, tomé la Biblia con dudas en mi mente, busqué 1 Corintios 11:3, y lo leí varias veces. De hecho, decía, “la cabeza de la mujer es el hombre”. Mi corazón no podía dejar de estar en conflicto: Según la idea de que “la cabeza de la mujer es el hombre,” el Señor Jesús vino como un varón, así que cuando Dios regrese, también debe hacerlo como un varón. ¿Por qué ahora hay testimonio de que Dios ha venido como una mujer? Pero, por otro lado, cuando escuché sus sermones, sentí que los hermanos y hermanas de La Iglesia de Dios Todopoderoso hablaban muy bien, y mi corazón se sintió iluminado después de escucharlos. Al leer las palabras de Dios Todopoderoso, sentí que tenían autoridad, y que parecían ser la voz de Dios. Si este es el verdadero camino, pero yo me niego a escuchar y desperdicio la oportunidad de ser salvo, ¿entonces qué? Me sentía miserable al pensar en estas cosas, y no tenía apetito. Por las noches, me acostaba en la cama y daba vueltas sin poder dormir. Entonces me levanté de la cama, me arrodillé en el suelo y clamé al Señor: “Señor, estoy muy confundido. ¿No dice la Biblia, ‘la cabeza de la mujer es el hombre’? No entiendo por qué el Señor regresaría en forma de mujer. Señor, no quiero perder la oportunidad de recibirte. Si esta es Tu obra, por favor oriéntame, guíame y ayúdame a entender. Deseo seguirte”. Después de orar, mi corazón se sintió mucho más seguro y tranquilo, y me di cuenta de que aún tenía que preguntarles a los hermanos y hermanas de La Iglesia de Dios Todopoderoso sobre este asunto.

En efecto, el Señor escuchó mi oración. Un día después, la hermana Liu, de La Iglesia de Dios Todopoderoso, vino a mi casa, y cuando le hablé de mi confusión, me pidió que sacara el libro de las palabras de Dios. Luego se dirigió a este pasaje de las palabras de Dios Todopoderoso: “Cuando se dijo en el pasado que el hombre era la cabeza de la mujer, se dijo con respecto a Adán y a Eva, a quienes la serpiente había engañado, y no al hombre y a la mujer creados por Jehová en el principio. […] Jehová dijo a la mujer: ‘Tu deseo será para tu marido y él tendrá autoridad sobre ti’. Esto sólo se dijo para que la humanidad (es decir, tanto el hombre como la mujer) pudiera vivir una vida normal bajo el dominio de Jehová, para que su vida tuviera una estructura y no perdiera el orden. Por tanto, Jehová hizo normas apropiadas para delimitar cómo deberían actuar el hombre y la mujer, pero estas sólo se referían a toda la creación que vivía sobre la tierra y no a la carne encarnada de Dios. ¿Cómo podría ser Dios lo mismo que Su creación? Sus palabras sólo iban dirigidas a la humanidad de Su creación; eran normas establecidas para el hombre y la mujer con el fin de que la humanidad pudiera vivir una vida normal. En el principio, cuando Jehová creó a la humanidad, hizo tanto al varón como a la mujer; por tanto, Su carne encarnada también se diferenció entre varón o mujer. Él no decidió Su obra en base a las palabras que habló a Adán y a Eva. Las dos veces que se hizo carne se determinaron totalmente en línea con Su pensamiento cuando creó por primera vez a la humanidad. Es decir, Él completó la obra de Sus dos encarnaciones en base al varón y a la mujer que no habían sido corrompidos. […] Cuando Jehová se hizo carne dos veces, el género de Su carne estaba relacionado con el varón y la mujer que no habían sido engañados por la serpiente. En dos ocasiones Él se hizo carne conforme a aquel varón y a aquella hembra no seducidos por la serpiente. No pienses que la masculinidad de Jesús era la misma que la del Adán engañado por la serpiente. Jesús no tiene ninguna relación con él y son dos varones de diferentes naturalezas. ¿Seguro que la masculinidad de Jesús no demuestra que Él sólo es la cabeza de todas las mujeres, pero no de todos los hombres? ¿No es Él el Rey de todos los judíos (incluidos hombres y mujeres)? Él es Dios mismo, no sólo la cabeza de la mujer, sino del hombre también. Él es el Señor de todas las criaturas y la cabeza de todas ellas. ¿Cómo podrías determinar que la masculinidad de Jesús es el símbolo de la cabeza de la mujer? ¿No es esto blasfemia?”

Cuando terminamos de leer, ella dijo: “En el pasado, no entendíamos el verdadero significado de ‘la cabeza de la mujer es el hombre’, pero hoy, Dios Todopoderoso nos ha revelado este misterio. La verdad es que este fue un requisito que Dios nos puso a nosotros después de la corrupción de la humanidad por parte de Satanás. Fue para hacer que las personas sean obedientes y vivan vidas obedientes en la tierra. No era un requisito para la humanidad no corrompida. Más aún, no debemos cambiar los requisitos de Dios para la humanidad corrupta y hacer de ellos nuestros requisitos para Él. Si nos guiamos por nuestras nociones y creemos que ‘la cabeza de la mujer es el hombre’, entonces el Dios encarnado debe estar en un cuerpo masculino, nunca en un cuerpo femenino, ¿podemos decir entonces que el Señor Jesús es simplemente la cabeza de las mujeres, pero no la de los hombres? ¿No es eso blasfemar a Dios? El Señor Jesús es la cabeza de todos los seres creados, tanto hombres como mujeres, y todos deben adorarle. Y en realidad, las dos veces que Dios ha venido en la carne encarnada, tanto masculina como femenina, ha estado en concordancia con el patrón de las personas cuando Él las creó por primera vez. Él ha venido en formas masculinas y femeninas incorruptas para completar la obra de Sus dos encarnaciones. No podemos aplicar al Dios encarnado las palabras pronunciadas por Dios a Adán y Eva después de que fueron tentados por la serpiente. ¡Esto sería blasfemar a Dios, y ofender el carácter de Dios!”

Las palabras de la hermana fueron un despertar repentino para mí. Le dije: “Entonces, el versículo bíblico ‘la cabeza de la mujer es el hombre’ fue dirigido a la humanidad después de que fuera corrompida por Satanás, y no a la humanidad original e incorrupta. Dios hace esta exigencia a la humanidad corrompida para que podamos vivir mejor en la tierra, por lo cual debemos acatarla. Cuando aplicamos la idea de que ‘la cabeza de la mujer es el hombre’ al Dios encarnado, ¡verdaderamente estamos siendo ignorantes! Dios es el Señor de la Creación, la cabeza de todas las personas, así que si decimos que Él es simplemente la cabeza de las mujeres, ¡esto es una blasfemia contra Dios! Verdaderamente somos ignorantes y ciegos cuando no entendemos la verdad. ¡Blasfemamos a Dios y ni siquiera nos damos cuenta!

Entonces, la hermana Liu dijo: “Si Dios no nos hubiera revelado estos misterios, todos delimitaríamos a Dios basados en nuestras propias nociones. Génesis 1:27 dice: ‘Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó’. Dios creó al hombre y a la mujer a Su propia imagen, pero si definimos a Dios como hombre, ¿cómo explicamos esta oración? Dios es en realidad un Espíritu, sin distinción de género, y solo adquiere uno cuando se encarna en la carne para hacer la obra de la salvación de la humanidad. Cuando Su obra de salvar a la humanidad está completa, su carne encarnada también se va, y ya no tiene un género. ¿No es ridículo que tratemos de definir el género de Dios? Xiaomai, leamos un pasaje más y lo entenderás”.

Tomé el libro de la palabra de Dios y leí: “Cada etapa de la obra realizada por Dios tiene un sentido real. Cuando Jesús llegó, era varón, y en este momento es mujer. A partir de esto, puedes ver que Dios creó al varón y a la mujer para Su obra y que con Él no hay distinción de género. Cuando Su Espíritu llega, Él puede adoptar cualquier carne a voluntad y esta lo representa. Sea varón o mujer, ambos representan a Dios mientras sean Su carne encarnada. Si Jesús hubiera aparecido como una mujer cuando vino, en otras palabras, si el Espíritu Santo hubiera concebido una niña, no un niño, esa etapa de la obra se habría completado de todas formas. Igualmente, si un varón tuviera que completar esta etapa de la obra, la misma se completaría también. La obra llevada a cabo en ambas etapas es significativa; ninguna de las dos obras se repite ni ellas entran en conflicto entre sí. En el momento de Su obra, a Jesús se le llamaba el único Hijo, lo que indica género masculino. ¿Por qué no se menciona, entonces, al único Hijo en esta etapa? Esto se debe a que las necesidades de la obra han exigido un cambio de género diferente al de Jesús. Con Dios no hay distinción de género. Su obra se realiza como Él desea y no está sujeta a ninguna restricción; es particularmente libre, pero cada etapa tiene un significado práctico. Dios se hizo carne dos veces, y sobra decir que Su encarnación en los últimos días es la última vez. Él ha venido a revelar todos Sus hechos”.

La hermana Liu dijo: “A partir de la palabra de Dios, podemos ver que ya sea que la carne encarnada de Dios es masculina o femenina es significativo y está determinado en función de las necesidades de la obra de Dios. La primera vez que Dios se encarnó, obró como hombre, y esta vez obra como mujer, lo que nos permite ver que Dios creó a los hombres y a las mujeres como parte de Su plan de gestión y, a través de esto, Dios completa el significado original de crear tanto a hombres como a mujeres. El Señor Jesús obró como hombre, y si esta vez también hubiera venido a obrar como hombre, habríamos definido para siempre a Dios como hombre. Habríamos pensado que Él era solo el Dios de los hombres, y no de las mujeres. En los últimos días, Dios se ha encarnado como mujer para eliminar nuestra comprensión parcial y falaz de Dios, y para hacernos entender que Él no es solo el Dios de los hombres, sino también de las mujeres. Él es el Dios de todos los seres creados, y salva tanto a los hombres como a las mujeres. ¡El significado de que Dios se encarne como mujer es realmente maravilloso! Además, debemos entender que no importa si Dios viene encarnado como hombre o mujer, el cuerpo es simplemente la carne que lleva el Espíritu de Dios, y Aquel que está obrando es Dios mismo. Así como cuando el Señor Jesús obró, curó la enfermedad, expulsó a los demonios, resucitó a Lázaro que había muerto cuatro días antes, calmó los vientos y el mar y maldijo a la higuera. Todas estas fueron obras de una naturaleza divina hechas por el Dios encarnado. De manera similar, aunque Dios es una mujer en este cuerpo, Su esencia es la de Dios mismo, y Él también hace el trabajo divino. Él expresa la verdad, revela todos los misterios en la Biblia, como el misterio del plan de gestión de seis mil años de Dios para la humanidad, el misterio de la encarnación, el misterio de los nombres de Dios y el misterio de la Biblia, y revela el final de cada tipo de personas. También revela el hecho verdadero de nuestra corrupción por Satanás, y al mismo tiempo señala el camino para que podamos escapar de nuestra corrupción, ser purificados y entrar en el reino de los cielos. A través de la obra de juicio de Dios, llegamos a comprender que Dios no solo es misericordioso y amoroso, sino que también es justo, majestuoso e iracundo. Obtenemos una comprensión más amplia del carácter de Dios, y ya no lo delimitamos. ¡Esto es algo que solo el Dios encarnado puede hacer!”

Después de leer las palabras de Dios y de escuchar la enseñanza de mi hermana, mi corazón se sintió iluminado de repente. Así es, Dios es un Espíritu. Dios no tiene división de género, excepto cuando viene a la tierra encarnado para salvar a la gente. Independientemente de si el Dios encarnado es un hombre o una mujer, la esencia de Dios no cambia, todo se deriva del mismo Dios, una carne santa llevada por el Espíritu de Dios, Una que puede expresar la verdad y hacer la obra de salvar a la humanidad. Solo Dios puede revelar estos misterios, y solo Dios puede explicar con tanta minucia la verdad del género de la carne encarnada. Ahora, las nociones en mi corazón finalmente se resolvieron. Pensé en cómo en los últimos días había estado atado a mis propias nociones, creía que el Dios encarnado era un hombre y dudaba del regreso de Dios, lo que me hacía perder casi la oportunidad de recibir al Señor. ¡Realmente yo era demasiado ignorante!

Yo estaba muy emocionada por esto. Me arrodillé y oré a Dios llorando: “¡Dios todopoderoso! Estaba equivocada, y deseo confesar mis pecados y arrepentirme. Un simple ser creado como yo quería delimitar Tu género. ¡Esto fue una blasfemia contra Ti! Gracias por hacer que la hermana Liu venga a mi casa y hable conmigo sobre Tus palabras, y me permita por lo tanto apartarme de mis nociones. Deseo recurrir a Ti, aceptar Tu obra en los últimos días y seguir Tus pasos. ¡Amén!” Después de eso, participé activamente en los esfuerzos para difundir el evangelio, para que más hermanos y hermanas que creen sinceramente en Dios puedan escuchar Su voz y regresar a Su presencia.

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

 
 

Citas biblicas sobre el amor de Dios

2019-11-19 02:16:38 | Profecías Bíblicas

De estos versículos, Podemos ver que no importa lo que hagamos, debemos ser absorbidos en este, amando a Dios es aún más. El versículo registra: “Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” Si amamos al mundo, estamos obligados a ser atraídos por el mundo y no tenemos tiempos para adorar y servir a Dios, entonces no somos las personas que amamos a Dios, porque Dios requiere el amor puro e indiviso de la gente en Él. Leamos los siguientes versículos bíblicos acerca de amar a Dios y crecer juntos en Cristo.

"Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y á tu prójimo como á ti mismo." (Lucas 10:27)

"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él."(1 Juan 2:15)

"El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquél es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré á él."(Juan 14:21)

"Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón."(Mateo 6:24)

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Recomendación: La bendición de Dios

 

Versículos bíblicos sobre la encarnación – El misterio de la encarnación

2019-11-19 02:09:36 | Profecías Bíblicas

La verdad sobre la encarnación es una verdad importante para que conozcamos a Dios. Hace 2000 años, con el fin de redimir a nosotros los humano, Jesucristo vino a la tierra para realizar Su obra y estuvo dispuesto a ser crucificado por nosotros, de lo cual podemos ver que el amor de Dios por nosotros es demasiado grande. Seleccionamos algunos versículos de la Biblia sobre la encarnación para ayudarnos a conocer más sobre el misterio de la encarnación.

En estos versículos, muchas de las profecías del regreso de Jesús mencionan “la venida del hijo del Hombre” y “ser rechazados de esta generación”, “El Hijo del Hombre” se refiera a Dios encarnado”; “ser rechazado de esta generación” significa que Él tendrá que soportar mucho sufrimiento, Entonces, ¿volverá Jesús a través de la encarnación? Ver más sobre El misterio de la encarnación para sean respondidas sus preguntas:El misterio de la piedad (III) – El misterio de la encarnación de Dios

"EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1).

"Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad" (Juan 1:14).

"Porque como el relámpago, relampagueando desde una parte de debajo del cielo, resplandece hasta la otra debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día" (Lucas 17:24).

"Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito á la ley" (Gálatas 4:4).

"En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo es venido en carne es de Dios" (1 Juan 4:2).

"Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios"(Lucas 1:35).

"Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y parirá hijo, y llamará su nombre Emmanuel" (Isaías 7:14).

"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro: y llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz"(Isaías 9:6).

"A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz: y á sus ovejas llama por nombre, y las saca." (Juan 10:3).

"Jesús le dice: ¿Tanto tiempo ha que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que está en mí, él hace las obras" (Juan 14:9-10).

"Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos á nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén" (Mateo 6:9-13).

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versículos de la biblia sobre el matrimonio

2019-11-16 16:25:36 | Profecías Bíblicas

Versículos bíblicos para fortalecer su matrimonio; todos esperan tener un matrimonio feliz. Pero debido a diferentes estilos de vida, intereses, personalidades y puntos de vista o algunos asuntos familiares insignificantes, los conflictos aparecen y los cónyuges pueden incluso sospechar y pelear entre sí, lo que pondría a su familia en guerra y a su matrimonio en un callejón sin salida. Entonces, ¿qué podemos hacer para manejar nuestro matrimonio? Aquí me gustaría compartir con ustedes 23 versículos bíblicos para ayudarlos a tratar correctamente su matrimonio y vivir una vida pacífica con su cónyuge.

Reconocer que el matrimonio está predestinado por el Creador

Marcos 10:8 y los dos seran una sola carne; por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne.

Colosenses 3:18 Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.

¿Quién será nuestro cónyuge? Esto no puede ser decidido por nosotros mismos, sino que es controlado y predestinado por el Creador. Así como dice la palabra de Dios: “Un matrimonio no es el producto de las familias de ambos miembros, las circunstancias en las que crecieron, sus aspectos, sus edades, sus cualidades, sus talentos ni cualquier otro factor; más bien, surge de una misión compartida y un destino relacionado. Este es el origen del matrimonio, un producto del destino humano orquestado y organizado por el Creador”. El matrimonio que Dios arregla para nosotros es el mejor y más adecuado. Por lo tanto, un esposo y una esposa deben entender, respetar y cuidarse mutuamente, obedecer la soberanía y los arreglos de Dios, llevar las obligaciones y responsabilidades del otro en el matrimonio juntos y cumplir la misión que Dios nos ha confiado con una sola mente. Esta es la voluntad de Dios. A continuación, se muestran algunos versículos bíblicos que debemos entender.

Perdonar y guiar a otros a la senda de creer y adorar a Dios

Mateo 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros.

Lucas 5:32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

Después de que fuéramos corrompidos por Satanás, a menudo revelamos el carácter satánico corrupto, egoísta y despreciable y no podemos llevarnos bien con nuestro cónyuge, lo que daña nuestro matrimonio. Solo Dios puede salvarnos de el carácter corrupto y satánico. Por lo tanto, debemos guiar a nuestro cónyuge para creer y adorar a Dios. Cuando revelemos corrupciones, podemos orar a Dios para arrepentirnos con nuestro cónyuge, perdonar y renunciar a los errores de nuestro cónyuge, de acuerdo con las exigencias de Dios. Solo así podemos tener un matrimonio feliz.

Ser leal en el matrimonio

Génesis 2:24 Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

1 Pedro 3:7 Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.

1 Corintios 7:2 No obstante, por razón de las inmoralidades, que cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.

Hebreos 13:4 Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios.

En esta sociedad materialista y centrada en el dinero, debido a la influencia de las malas tendencias, los esposos que tienen relaciones fuera del matrimonio, las mujeres jóvenes que se divierten con los ricos, los hombres que mantienen a las amantes, y más aún se han convertido en un fenómeno social general. La lealtad de los cónyuges al matrimonio enfrenta un desafío extremo. En tal ambiente, ¿cómo podemos ser leales al matrimonio? Primero, debemos ver a través del matrimonio que está predestinado por Dios. Ser desleal al matrimonio es una forma maligna de comportamiento que viola los principios morales y es odiado por Dios. Además, “como el cielo vigila lo que haces”. Así que debemos tener un corazón temeroso de Dios, aceptar la observación de Dios en todo, orar más a Dios por Su protección y practicar para vivir a menudo delante de Dios. Sólo así podremos vencer a Satanás y dar testimonio al encontrarse con las tentaciones de Satanás.

Dejar a un lado las sospechas

Amós 3:3  ¿Andan dos hombres juntos si no se han puesto de acuerdo?

Salmos 85:10 La misericordia y la verdad se han encontrado, la justicia y la paz se han besado.

1 Juan 3:18 Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

1 Pedro 3:8 En conclusión, sed todos de un mismo sentir, compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde;

Sin el verdadero amor, los cónyuges sospecharán y se protegerán entre sí, y no podrán ser una sola mente, lo que hará que los cónyuges se distancien entre ellos e incluso llevarán su matrimonio hacia el final. En realidad, sospechar de otros a menudo no es la semejanza que una persona normal debe tener, pero una persona de mente estrecha y engañosa lo hace. Esas personas viven una vida muy miserable. A Dios le gustan las personas honestas que no sospechan de otras. Así que necesitamos ser honestos en el matrimonio. Al encontrar algunas cosas que no podemos ver o entender, debemos orar y buscar más a Dios y suplicarle que nos guíe. Al mismo tiempo, debemos abrir nuestro corazón y hablar con la verdad en nuestro corazón a nuestro cónyuge para comprendernos mutuamente. De esa manera, las sospechas no lastimaran el afecto matrimonial.

Los esposos deben mostrar consideración y respeto entre sí cuando hallan conflictos

Lucas 6:41 ¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?

1 Juan 4:7 Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.

Mateo 11:29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas.

Efesios 4:29 No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.

Efesios 5:33 En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.

Los conflictos son inevitables en la vida matrimonial. Culpar y quejarse uno del otro no va a resolver ningún problema. Los esposos cristianos no sólo pueden mirar las deficiencias del otro, sino que deben reflexionar sobre nosotros mismos según las exigencias de Dios, aprender a comprender, mostrar consideración y respeto el uno por el otro. De esta manera los cónyuges pueden amarse mutuamente en lugar de dañar la relación.

Apoyarse uno al otro en tiempos de debilidad

versiculos para matrimonios

Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; haréle ayuda idónea para él.

Eclesiastés 4:9-12 Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor remuneración por su trabajo. Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante! Además, si dos se acuestan juntos se mantienen calientes, pero uno solo ¿cómo se calentará? Y si alguien puede prevalecer contra el que está solo, dos lo resistirán. Un cordel de tres hilos no se rompe fácilmente.

Proverbios 18:22 El que halló esposa halló el bien, Y alcanzó la benevolencia de Jehová.

Efesios 4:2 con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor,

En nuestra vida cotidiana, algunas cosas malas pasan y nos hacen débiles y negativos. En este momento, los cónyuges deben ayudarse y alentarse mutuamente y confiar en Dios para superar estas dificultades juntos, para que podamos librarnos pronto de la negatividad y de la debilidad. Esto es amarse y respetarse mutuamente y es la semejanza que los cristianos deben tener.

Confía en Dios en todo momento

Zacarías 4:6 Entonces respondió y hablóme, diciendo: Esta es palabra de Jehová á Zorobabel, en que se dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Josué 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres.

La Biblia indica: “Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). En este mundo oscuro y malvado, los peligros y las tentaciones vienen sobre nosotros en cualquier momento. Sin el cuidado y la protección de Dios, seremos fácilmente devorados por Satanás. Así que, dondequiera y cuando sea, debemos confiar en Dios y a menudo vivir en presencia de Dios. Sólo por ser cuidados y protegidos por Dios podemos distanciarnos de las diversas tentaciones de Satanás. Que los versículos bíblicos a continuación nos recuerden: Dios está a nuestro lado y es nuestra ayuda siempre presente.

(Traducido del original en inglés al español por Xinia Arias Quirós)

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profecías de la Biblia sobre la marca de la Bestia

2019-11-07 17:29:53 | Profecías Bíblicas

profecías de la Biblia sobre la marca de la Bestia

Esta es la profecía de la Biblia sobre la marca de la Bestia, que nos ayudará a entender las exigencias de Dios, a cuidar los pasos que damos y a evitar el castigo.

Versículos de la Biblia:

1. Y le fué dado que diese espíritu á la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hable; y hará que cualesquiera que no adoraren la imagen de la bestia sean muertos. Y hacía que á todos, á los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, ó en sus frentes: Y que ninguno pudiese comprar ó vender, sino el que tuviera la señal, ó el nombre de la bestia, ó el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia; porque es el número de hombre: y el número de ella, seiscientos sesenta y seis. (Apocalipsis 13:15-18)

2. Y el tercer ángel los siguió, diciendo en alta voz: Si alguno adora á la bestia y á su imagen, y toma la señal en su frente, ó en su mano, Este también beberá del vino de la ira de Dios, el cual está echado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles, y delante del Cordero: Y el humo del tormento de ellos sube para siempre jamás. Y los que adoran á la bestia y á su imagen, no tienen reposo día ni noche, ni cualquiera que tomare la señal de su nombre. (Apocalipsis 14:9-11)

3. Y vi así como un mar de vidrio mezclado con fuego; y los que habían alcanzado la victoria de la bestia, y de su imagen, y de su señal, y del número de su nombre, estar sobre el mar de vidrio, teniendo las arpas de Dios. (Apocalipsis 15:2)

4. Y fué el primero, y derramó su copa sobre la tierra; y vino una plaga mala y dañosa sobre los hombres que tenían la señal de la bestia, y sobre los que adoraban su imagen. (Apocalipsis 16:2)

5. Y la bestia fué presa, y con ella el falso profeta que había hecho las señales delante de ella, con las cuales había engañado á los que tomaron la señal de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego ardiendo en azufre. (Apocalipsis 19:20)

6. Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fué dado juicio; y vi las almas de los degollados por el testimonio de Jesús, y por la palabra de Dios, y que no habían adorado la bestia, ni á su imagen, y que no recibieron la señal en sus frentes, ni en sus manos, y vivieron y reinaron con Cristo mil años. (Apocalipsis 20:4)

Apocalipsis 14:11

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