Seguir a Dios

El amor de Dios es la fortaleza de mi vida

En el tercer día,

2019-12-31 05:03:21 | Palabra de Dios

las palabras de Dios daorigen a la tierra y los mares, y la autoridadn de Dios provoca que el mundo rebose de vida

Leamos seguidamente la primera frase de Génesis 1:9-11: “Y Dios dijo: Que las aguas que están debajo del cielo se junten en un solo lugar, y que aparezca la tierra seca”. ¿Qué cambios ocurrieron después de que Dios dijese simplemente: “Que las aguas que están debajo del cielo se junten en un solo lugar, y que aparezca la tierra seca”? ¿Y qué había en ese espacio lejos de la luz y el firmamento? Está escrito en las Escrituras: “Y Dios llamó a la tierra seca Tierra; y a la unión de las aguas las llamó Mares; y Dios vio que eso era bueno”. Es decir, ahora había tierra y mares en aquel espacio, y fueron separados. La aparición de estas nuevas cosas siguió al mandato de la boca de Dios, “y así sucedió”. ¿Describen las Escrituras a Dios ocupado mientras estaba haciendo esto? ¿Le describen involucrado en una labor física? ¿Cómo hizo Dios, pues, todo esto? ¿Cómo causó Dios que estas nuevas cosas se produjesen? Evidentemente, Él se sirvió de las palabras para lograr todo aquello, para crearlo todo en su totalidad.

En los tres pasajes anteriores hemos conocido la aparición de tres grandes acontecimientos. Los tres aparecieron y se materializaron a través de las palabras de Dios, y por ellas fueron manifestándose uno tras otro ante los ojos de Dios. Por tanto, se ve que “Dios habla, y será cumplido; Él manda, y permanecerá” no son palabras vacías. Esta esencia divina se confirma en el instante en que Él concibe Sus pensamientos, y cuando Él abre Su boca para hablar, Su esencia se refleja plenamente.

Continuemos hasta la frase final de este pasaje: “Y Dios dijo: Que la tierra produzca pasto, que las plantas produzcan semillas y que cada árbol frutal sobre la tierra produzca frutos según su clase, cuya semilla esté dentro de los mismos; y así sucedió”. Mientras Dios estaba hablando, todas estas cosas nacieron siguiendo los pensamientos divinos, y en un instante una variedad de pequeñas formas de vida delicadas sacaban vacilantes la cabeza a través del suelo; antes incluso de haberse sacudido la tierra del cuerpo se saludaban con entusiasmo, asintiendo y sonriéndole al mundo. Daban gracias al Creador por la vida que les había concedido, y anunciaban al mundo que formaban parte de todas las cosas, y que cada una de ellas dedicaría su vida a evidenciar la autoridad del Creador. Cuando Dios pronunció Sus palabras, la tierra se volvió exuberante y verde; todas las clases de hierbas de las que los hombres podrían disfrutar surgieron y brotaron de la tierra; las montañas y las llanuras se poblaron copiosamente de árboles y bosques… Este mundo árido, en el que no había existido rastro alguno de vida, se cubrió con rapidez de abundancia de pasto, hierbas y árboles, y desbordó de vegetación… La fragancia del pasto y el aroma de la tierra se extendieron por el aire, y toda una serie de plantas comenzó a respirar en tándem con la circulación del aire, y se inició el proceso del crecimiento. Al mismo tiempo, gracias a las palabras de Dios y siguiendo Sus pensamientos, todas las plantas iniciaron los ciclos de vida perpetua en los que crecen, florecen, dan fruto, y se multiplican. Empezaron a adherirse a sus respectivas trayectorias vitales, y comenzaron a desempeñar sus respectivos papeles entre todas las cosas… Todas nacieron, y vivían por las palabras del Creador. De Él recibirían provisión incesante y alimentación, y siempre sobrevivirían tenazmente en cada rincón de la tierra para mostrar Su autoridad y Su poder, y siempre mostrarían la fuerza vital que Él les había concedido…

La vida del Creador es extraordinaria, Sus pensamientos son extraordinarios, y Su autoridad es extraordinaria; por tanto, cuando pronunció Sus palabras, el resultado final fue: “y así sucedió”. Claramente, Dios no necesita trabajar con Sus manos cuando actúa; simplemente usa Sus pensamientos para mandar, y Sus palabras para ordenar, y así se logran las cosas. En ese día, Dios reunió las aguas en un lugar, y dejó que apareciese la tierra seca; a continuación hizo que el pasto brotara de la tierra, y allí crecieron las hierbas que daban semillas, y los árboles que llevaban fruto, y Dios los clasificó según su especie, e hizo que cada uno contuviese su propia semilla. Todo esto se realizó de acuerdo con los pensamientos divinos y las órdenes pronunciadas por Dios; y cada cosa apareció, una tras otra, en este nuevo mundo.

Cuando aún no había iniciado Su obra, Dios ya tenía en mente una imagen de lo que pretendía lograr, y cuando Dios emprendió la consecución de estas cosas, momento en el que también abrió Su boca para reproducir el contenido de dicha imagen, empezaron a producirse cambios en todas las cosas gracias a la autoridad y el poder de Dios. Independientemente de cómo lo hiciera, o de cómo ejerciera Su autoridad, todo se logró paso a paso, de acuerdo a Su plan y por Sus palabras; así se produjeron también los cambios entre el cielo y la tierra gracias a las palabras y a la autoridad de Dios. Todas estas modificaciones y apariciones mostraron la autoridad del Creador, lo extraordinario y la grandeza del poder de Su vida. Sus pensamientos no son meras ideas, o una imagen vacía, sino una autoridad poseedora de vitalidad y de una energía excepcional; son el poder que causa el cambio, la recuperación, la renovación y el perecimiento de todas las cosas. Por ello, todas las cosas funcionan a causa de Sus pensamientos, y, al mismo tiempo, se realizan por las palabras de Su boca…

Antes de que aparecieran todas las cosas, hacía mucho que en los pensamientos de Dios se había formado un plan completo, y se había constituido un nuevo mundo. Aunque el tercer día aparecieron toda clase de plantas sobre la tierra, Dios no tenía razones para detener los pasos de Su creación de este mundo; Su intención era seguir pronunciando Sus palabras, llevando a cabo la creación de cada cosa nueva. Él hablaría, emitiría Sus mandatos, ejercería Su autoridad y mostraría Su poder; y preparó todo lo que había planeado a fin de que estuviera dispuesto para todas las cosas y para la humanidad que pretendía crear…

Fuente: Evangelio de la Fuente de la Vida


En el cuarto día nacen las estaciones, los días,

2019-12-31 03:51:38 | Palabra de Dios

y los años la de humanidad, al ejercer Dios una vez más Su autoridad

El Creador usó Sus palabras para cumplir Su plan, y así pasó los tres primeros días de Su plan. Durante ellos, no se ve que Dios estuviera ajetreado ni agotado; por el contrario, pasó tres maravillosos primeros días de Su plan, y logró la gran tarea de la transformación radical del mundo. Ante Sus ojos apareció un mundo totalmente nuevo y, poco a poco, la bella imagen que se había sellado en Sus pensamientos se reveló finalmente en las palabras de Dios. La aparición de cada nueva cosa fue como el nacimiento de un bebé recién nacido, y al Creador le agradó esa imagen que había estado una vez en Sus pensamientos, pero que ahora había cobrado vida. En ese momento, un asomo de satisfacción inundó Su corazón, pero Su plan no había hecho más que comenzar. En un abrir y cerrar de ojos había llegado un nuevo día, ¿cuál era la página siguiente en el plan del Creador? ¿Qué dijo Él? ¿Cómo ejerció Su autoridad? Y, al mismo tiempo, ¿qué nuevas cosas llegaron a este nuevo mundo? Siguiendo la dirección del Creador, nuestra mirada recae en el cuarto día de la creación de todas las cosas por parte de Dios, un día que suponía otro nuevo comienzo. Para el Creador, era indudablemente otro día maravilloso y de máxima importancia para la humanidad de hoy. Era, por supuesto, un día de inestimable valor. ¿En qué era maravilloso, tan importante, y de inestimable valor? Escuchemos primero las palabras pronunciadas por el Creador…

“Y Dios dijo: Que haya luces en el firmamento del cielo para separar el día de la noche; y que sean signos para las estaciones, los días y los años; y que ellas estén en el firmamento del cielo para que den luz a la tierra” (Génesis 1:14-15). Esto fue otro ejercicio de la autoridad de Dios mostrado por las criaturas una vez creada la tierra seca y las plantas dentro de ella. Para Él fue un acto igualmente fácil, porque Él tiene ese poder; Dios es tan bueno como Su palabra, y esta se cumplirá. Dios ordenó que aparecieran luces en el cielo, y estas no solo brillaron en él y sobre la tierra, sino que también sirvieron como señales para el día y la noche, para las estaciones, los días y los años. De esta forma, cuando Dios pronunció Sus palabras, todo acto que Dios deseó realizar se cumplió de acuerdo con el significado divino y de la manera designada por Él.

Las luces del cielo son materia celeste que puede irradiar luz; pueden iluminar el cielo, y alumbrar la tierra y los mares. Giran según el ritmo y la frecuencia ordenados por Dios, y alumbran diferentes períodos de tiempo sobre la tierra; de esta forma, los ciclos de rotación de las luces hacen que se produzca el día y la noche en el este y en el oeste de la tierra. No son tan solo señales para la noche y el día, sino que a través de estos distintos ciclos también se señalan las fiestas y los diversos días especiales de la humanidad. Son el complemento y el acompañamiento perfectos para las cuatro estaciones —primavera, verano, otoño, e invierno— dictadas por Dios, junto a las cuales las luces sirven armoniosamente como marcas regulares y precisas para los términos, los días, y los años lunares de la humanidad. Aunque no fue hasta la aparición de la agricultura cuando la humanidad comenzó a entender y a encontrarse con la separación de los términos, los días y los años lunares causada por las luces que Dios creó, que en realidad son los que el hombre entiende hoy, estos empezaron a producirse hace mucho tiempo, en el cuarto día de la creación de todas las cosas por parte de Dios. Del mismo modo, los ciclos alternos de la primavera, el verano, el otoño y el invierno, experimentados por el hombre, comienzan hace mucho, en el cuarto día de la creación de todas las cosas por parte de Dios. Las luces creadas por Dios le permitieron al hombre diferenciar con regularidad, precisión y claridad entre la noche y el día, contar los días, y seguir con nitidez los términos y los años lunares. (El día de la luna llena era la compleción de un mes, y a partir de ahí el hombre sabía que la iluminación de las luces comenzaba un nuevo ciclo; el día de la media luna era la compleción de una mitad del mes, y le señalaba al hombre que empezaba un nuevo término lunar del cual podía deducirse cuántos días y noches había en un término lunar, cuántos términos lunares había en una estación, y cuántas estaciones había en un año; y todo esto se manifestaba con regularidad.) De este modo, el hombre pudo seguir fácilmente los términos, los días y los años lunares marcados por las rotaciones de las luces. Desde ese momento en adelante, la humanidad y todas las cosas vivieron inconscientemente en medio del ordenado intercambio de la noche y el día, y la alternancia de las estaciones producidas por las rotaciones de las luces. Esta era la importancia de las luces que el Creador creó el cuarto día. De forma parecida, los objetivos y el significado de esta acción Suya seguían siendo inseparables de Su autoridad y Su poder. Y así, las luces creadas por Dios y el valor que pronto traerían al hombre fueron otra obra maestra en el ejercicio de la autoridad del Creador.

En este nuevo mundo en el que la humanidad aún tenía que hacer su aparición, el Creador había preparado “noche y día”, “el firmamento”, “tierra y mares”, “pasto, hierbas y diversos tipos de árboles”, y “las luces, las estaciones, los días y los años” para la nueva vida que pronto Él crearía. La autoridad y el poder del Creador se expresaron en cada nueva cosa que creó, y Sus palabras y logros se produjeron simultáneamente, sin la más mínima discrepancia ni intervalo. La aparición y el nacimiento de todas estas nuevas cosas eran la prueba de la autoridad y el poder del Creador: Él es tan bueno como Su palabra, y esta se cumplirá; y lo que se consuma dura para siempre. Esta realidad nunca ha cambiado: así fue en el pasado, así es hoy, y así será por toda la eternidad. Cuando miráis una vez más esas palabras de las Escrituras, ¿estas os resultan nuevas? ¿Habéis visto un nuevo contenido, y hecho nuevos descubrimientos? Esto es así, porque los hechos del Creador han despertado vuestro corazón, y guiado la dirección de vuestro conocimiento de Su autoridad y poder; han abierto la puerta de vuestro entendimiento del Creador, y Sus hechos y autoridad han concedido vida a estas palabras. Y así, el hombre ha percibido en ellas una expresión real y vívida de la autoridad del Creador, ha presenciado de verdad la supremacía del Creador, y contemplado lo extraordinario de Su autoridad y Su poder.

La autoridad y el poder del Creador producen milagro tras milagro, y Él atrae la atención del hombre; este no puede evitar limitarse a mirar fijamente los asombrosos hechos nacidos del ejercicio de Su autoridad. Su fenomenal poder provoca un deleite tras otro, y el hombre se queda sorprendido y encantado, y grita de admiración, está atónito y vitorea; más aún, el hombre se conmueve visiblemente, y en él se ocasionan respeto, reverencia, y apego. La autoridad y los hechos de Dios tienen un gran impacto sobre el espíritu del hombre, lo purifican, y, además, lo satisfacen. Cada uno de Sus pensamientos, cada una de Sus afirmaciones, y cada revelación de Su autoridad son una obra maestra entre todas las cosas, y una gran tarea sumamente digna del profundo entendimiento y conocimiento de la humanidad creada. Cuando contamos cada criatura nacida de las palabras del Creador, nuestros espíritus son atraídos por la maravilla del poder de Dios, y nos encontramos siguiendo Sus pisadas hasta el siguiente día: el quinto día de la creación de todas las cosas por parte de Dios.

Continuemos leyendo las Escrituras pasaje por pasaje, mientras echamos un vistazo a otros hechos más del Creador.

Fuente: Evangelio de la Fuente de la Vida


En el quinto día,

2019-12-29 22:23:22 | Palabra de Dios

 de formas diversas y variadas la vida manifiesta la autoridad del Creador de diferentes maneras

Las Escrituras declaran: “Y Dios dijo: Que las aguas produzcan las criaturas que se mueven y que tienen vida de manera abundante, y aves que vuelan por encima de la tierra en el firmamento abierto del cielo. Y Dios creó grandes ballenas y cada una de las criaturas que se mueven, las cuales las aguas produjeron de manera abundante según su especie, y cada ave según su especie. Y Dios vio que esto era bueno” (Génesis 1:20-21). Las Escrituras dicen claramente que, en ese día, Dios hizo las criaturas de las aguas y las aves del cielo, es decir, creó los distintos peces y aves, y clasificó a cada uno de ellos según su especie. De esta forma, la tierra, los cielos y las aguas fueron enriquecidos por la creación de Dios…

Pescar en el mar

Conforme Dios pronunció Sus palabras, nueva vida fresca, cada una con una forma diferente, cobró vida al instante en medio de las palabras del Creador. Vinieron al mundo abriéndose paso a empujones para conseguir una posición, saltando, retozando de gozo… Peces de todas las formas y tamaños nadaron por las aguas, crustáceos de todo tipo crecieron de las arenas, criaturas escamosas, con caparazón e invertebradas se desarrollaron a toda prisa en distintas formas, grandes o pequeñas, largas o cortas. Asimismo variadas clases de algas comenzaron a crecer rápidamente, balanceándose con el movimiento de la vida acuática diversa, ondulando, urgiendo a las aguas estancadas, como diciéndoles: ¡Sacude una pierna! ¡Trae a tus amigos! ¡Porque no volverás a estar sola! Desde el momento en que las diversas criaturas vivientes creadas por Dios aparecieron en el agua, cada nueva y fresca vida aportó vitalidad a las aguas que habían estado estáticas durante tanto tiempo, y dieron comienzo a una nueva era… Desde ese instante, se arrellanaron unos contra otros, y mantuvieron la compañía de los demás, sin conferirse distinción sobre ellos. El agua existía para las criaturas que albergaba, alimentando cada vida que residía dentro de su abrazo, y cada una de ella existía a causa del agua, por su alimentación. Cada una confería vida sobre la otra, y al mismo tiempo, cada una daba testimonio del mismo modo de lo milagroso y lo grandioso de la creación del Creador, y del poder insuperable de Su autoridad…

Como el mar ya no estaba en silencio, la vida empezó también a llenar los cielos. Una por una, aves grandes y pequeñas volaron hacia el cielo desde la tierra. A diferencia de las criaturas del mar, tenían alas y plumas que cubrían sus figuras finas y elegantes. Agitaban sus alas, desplegando con orgullo y altivez su espléndido manto de plumas y las funciones y habilidades especiales que el Creador les había concedido. Se elevaban libremente, y se desplazaban con habilidad entre el cielo y la tierra, sobre praderas y bosques… Eran las preferidas del aire, las favoritas de todas las cosas. Pronto se convertirían en el vínculo entre el cielo y la tierra, y transmitirían los mensajes a todas las cosas… Cantaban, bajaban gozosamente en picado, traían vítores, risa, y vitalidad a este mundo una vez vacío… Usaban su canto claro, melodioso, las palabras de sus corazones, para alabar al Creador por la vida concedida. Danzaban alegremente para exhibir la perfección y lo milagroso de la creación del Creador, y dedicarían toda su vida a dar testimonio de la autoridad del Creador a través de la vida especial que Él les había concedido…

Independientemente de que estuvieran en el agua o en los cielos, por el mandato del Creador, esta plétora de cosas vivientes existía en las diferentes configuraciones de la vida, y por el mandato del Creador, se reunían según su respectiva especie y ninguna criatura podía alterar esta ley, esta norma. Nunca se atrevían a ir más allá de los límites establecidos para ellas por el Creador, ni eran capaces de hacerlo. Tal como Él lo ordenó, vivían, se multiplicaban y se ceñían estrictamente al curso vital y a las leyes que Él estableció para ellas; vivían conscientemente por Sus mandatos no orales y los edictos y preceptos celestiales que Él les dio, desde entonces hasta hoy. Conversaban con el Creador en su propia forma especial, y llegaron a apreciar Su sentido y a obedecer Sus mandatos. Ninguna de ellas transgredió jamás la autoridad del Creador, y Su soberanía y dominio sobre ellas se ejercía dentro de Sus pensamientos; no se emitieron palabras, sino que la autoridad que era exclusiva del Creador controlaba en silencio todas las cosas que no poseían la función del lenguaje, y que diferían de la humanidad. El ejercicio de Su autoridad de este modo especial obligaba al hombre a obtener un nuevo conocimiento, y a hacer una nueva interpretación de Su autoridad única. Aquí debo deciros que, en este nuevo día, el ejercicio de la autoridad del Creador demostraba una vez más Su singularidad.

A continuación, echemos un vistazo a la última frase de este pasaje de las escrituras: “Y Dios vio que esto era bueno”. ¿Cómo entendéis esta frase? En esta frase se ven las emociones de Dios. Vio nacer y permanecer por Sus palabras todo aquello que había creado, y vio cómo empezaba a cambiar gradualmente. En ese tiempo, ¿estaba Dios satisfecho con las diversas cosas que había hecho mediante Sus palabras, y los diversos actos que había logrado? La respuesta es “Dios vio que esto era bueno”. ¿Qué veis aquí? ¿Qué representa que “Dios vio que esto era bueno”? ¿Qué simboliza? Significa que Dios tenía el poder y la sabiduría para cumplir aquello que Él había planeado y prescrito, para conseguir los objetivos que Él había establecido cumplir. Cuando Dios hubo completado cada tarea, ¿sintió

 de formas diversas y variadas la vida manifiesta la autoridad del Creador de diferentes maneras

arrepentimiento? La respuesta sigue siendo “Dios vio que esto era bueno”. En otras palabras, no solo no sintió arrepentimiento, sino que quedó satisfecho. ¿Qué quiere decir que no sintió arrepentimiento? Significa que el plan de Dios es perfecto, que Su poder y Su sabiduría son perfectos, y que solo por Su autoridad puede cumplirse tal perfección. Cuando el hombre lleva a cabo una tarea, ¿puede él, como Dios, ver que es bueno? ¿Puede todo lo que el hombre hace lograr la perfección? ¿Puede el hombre completar algo de una vez por todas, para toda la eternidad? Del mismo modo que el hombre dice: “nada es perfecto, solo mejor”, nada de lo que el hombre hace puede alcanzar la perfección. Cuando Dios vio que todo lo que había hecho y logrado era bueno, todo lo que Él hizo quedó establecido por Sus palabras, es decir, cuando “Dios vio que esto era bueno”, todo lo que Él había hecho adoptó una forma permanente, fue clasificado de acuerdo a un tipo, y se le dio una posición, un propósito y una función fijos, de una vez y por toda la eternidad. Más aún, su papel entre todas las cosas y el viaje que estas deben emprender durante la gestión de todo por parte de Dios, ya habían sido ordenados por Él, y eran inmutables. Esta fue la ley celestial que el Creador dio a todas las cosas.

“Dios vio que esto era bueno”, estas palabras simples, subestimadas, tan a menudo ignoradas, son las palabras de la ley y el edicto celestiales que Dios dio a todas las criaturas. Son otra materialización de la autoridad del Creador, una más práctica y más profunda. A través de Sus palabras, el Creador no solo fue capaz de obtener todo lo establecido para ser obtenido, y de conseguir todo lo establecido para ser conseguido, sino que también pudo controlar con Sus manos todo lo que Él había creado, y gobernar todas las cosas que Él había hecho bajo Su autoridad; además, todo fue sistemático y regular. Todas las cosas también vivían y morían por Su palabra; más aún, por Su autoridad existían en medio de la ley que Él había establecido, ¡y nadie estaba exento! Esta ley comenzó en el mismo instante que “Dios vio que esto era bueno”, ¡y existirá, continuará, y funcionará por el plan de gestión de Dios justo hasta el día en que el Creador la derogue! Su autoridad única no solo se puso de manifiesto en Su capacidad de crear todas las cosas y ordenar que todas vieran la luz, sino también en Su capacidad de gobernar y tener soberanía sobre la totalidad de ellas; de conceder vida y vitalidad sobre todas las cosas, y, además, en Su capacidad de hacer que, de una vez y por toda la eternidad, todo lo que Él creara en Su plan apareciera y existiera en el mundo que Él creó, de una forma perfecta, en una estructura de vida perfecta y con un papel perfecto. Así también se manifestó en el modo en que los pensamientos del Creador no estaban sujetos a ninguna restricción ni limitados por el tiempo, el espacio, o la geografía. Como Su autoridad, la identidad única del Creador permanecerá inmutable desde la eternidad hasta la eternidad. ¡Su autoridad será siempre una representación y un símbolo de Su identidad única, y ambas existirán por siempre una al lado de la otra!

Recomendación: La segunda venida de cristo 

Fuente: Evangelio de la Fuente de la Vida 


¿Cómo vendrá el Señor Jesus? ¡La revelación del último misterio!

2019-12-29 06:47:26 | Palabra de Dios

Ahora estamos en el final de los últimos días, las profecías sobre el regreso del Señor se han cumplido básicamente, es el momento crucial para recibir el regreso del Señor. Pues ¿en qué forma regresará Él? Trás de leer lo que dice la Biblia: "Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo" (Hechos 1:11). Algunos creyentes dicen que el Señor ascendió al cielo con un cuerpo espiritual después de Su resurrección, entonces descendería también con ese cuerpo espiritual cuando regrese. Pero si estudiamos la Biblia con cuidado, nos daremos cuenta de que hay muchas profecías sobre Su venida secreta a excepción de las de la pública. Por ejemplo: “He aquí, vengo como ladrón” (Apocalipsis 16:15). “Pero a medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo” (Mateo 25:6). “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).
La palabra del Señor es la verdad, Sus profecías serán realizadas con seguridad. Pues ¿cómo aparecerá y obrará cuando vuelva? ¿Qué debemos hacer para ser capaz de recibir Su regreso? Esta transmisión te revelará estos misterios.

1 Vídeo de himnos de la palabra de Dios: Deberías conocer a Dios a través de Su obra
2 Diálogo cómico: Cómo viene el Señor exactamente
3 Escena de película evangélica: ¿Cómo se le aparecerá el Señor al hombre cuando regrese?
4 Escena de película evangélica: ¿Tiene alguna base bíblica el regreso del Señor por medio de la encarnación?
5 Vídeo de himnos de la palabra de Dios: Dios encarnado trae a la humanidad a una época nueva
6 Escena de película evangélica: Entonces es así cómo el Señor regresa
7 Escena de película evangélica: ¿Conoces el misterio de la aparición de Dios?

Scripture quotations taken from www.LBLA.com .Copyright by The Lockman Foundation. 


Humilde búsqueda en la biblia

2019-12-28 07:39:42 | Palabra de Dios

La palabra del Señor es la verdad y la fuente de la vida del hombre. Podemos obtener beneficios de la palabra de Dios . Cuando se trata de la segunda venida de Jesucristo muchos cristianos están llenos de expectativas e imaginación, ¿Entonces Él expresará las palabras cuando regrese? La Biblia dice, “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” ¿Y qué significa? ¿Cómo debemos dar la bienvenida a Su regreso? Mirando al cielo, o ¿Buscando en humildad la voz de Dios? Leamos los siguientes versículos de las profecías acerca de que el Señor expresará las palabras cuando regrese y esperamos sinceramente que usted pueda encontrar la respuesta al leer estos versículos

Humilde búsqueda, Apocalipsis 2:17

1.Y el que oyere mis palabras, y no las creyere, yo no le juzgo; porque no he venido á juzgar al mundo, sino á salvar al mundo. (Juan 12:47)

2.El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. (Juan 12:48)

3.Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar. Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará á toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir. (Juan 16:12-13)

4.El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias. Al que venciere, daré á comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. (Apocalipsis 2:17)

5.He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis 3:20)

Recomendación:

Las vírgenes prudentes pueden reconocer la voz de Dios

¿Cómo debemos vigilar y esperar el regreso del Señor Jesús?

 


Versículos de santidad – Sin santidad nadie verá al Señor

2019-12-26 00:35:42 | Palabra de Dios

Hebreos 12:14

“Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” (1 Pedro 1:16) Este versículo nos enseña que siendo cristianos , debemos tratar de librarnos de nuestra corrupción y estar purificados para ver al Señor, porque el Señor es santo. Los siguientes versículos tratan de la santidad y nos ayudarán a entender mejor la voluntad de Dios.

Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda conversación: (1 Pedro 1:15)

Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. (1 Pedro 1:16)

Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor: (Hebreos 12:14)

Respondió Jesús, y díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver El reino de Dios. (Juan 3:3)

<style type="text/css"></style>

No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez. (Juan 3:7)

Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad. (Juan 17:17)

Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos partes serán taladas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella. (Zacarías 13:8)

Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y probarélos como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío: y él dirá: Jehová es mi Dios. (Zacarías 13:9)

Pues que yo soy Jehová vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo: así que no ensuciéis vuestras personas con ningún reptil que anduviere arrastrando sobre la tierra. (Levítico 11:44)

Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para seros por Dios: seréis pues santos, porque yo soy santo. (Levítico 11:45)

Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo. (1 Tesalonicenses 5:23)

Y en sus bocas no ha sido hallado engaño; porque ellos son sin mácula delante del trono de Dios. (Apocalipsis 14:5)

Y le fué dado que se vista de lino fino, limpio y brillante: porque el lino fino son las justificaciones de los santos. (Apocalipsis 19:8)

Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad. (Apocalipsis 22:14)


Versos de la Biblia para la fe en los tiempos difíciles

2019-12-26 00:03:06 | Palabra de Dios

Las palabras del Señor Jesús nos hacen darnos cuenta de la preciosidad de la fe. Nuestra vida no es una rosa, Dios arreglará muchos ambientes para refinarnos y dejarnos crecer y fortalecernos. Pero debido a nuestra poca fe, muchas veces nos encontramos con la frustración, paramos nuestro progreso hacia adelante, siendo negativos y retrocediendo, e incluso nos entregamos a la desesperación. Las palabras del Señor Jesús nos hacen saber que la fe puede vencer todas las dificultades. Dios atesora la fe del hombre. No importa qué tipo de ambientes nos ocurran, debemos creer que Dios está con nosotros, siempre nos ayudará cuando necesitemos ayuda. Esperamos que los siguientes versículos puedan ayudar a los hermanos y hermanas a tener la fe en Dios en tiempos difíciles.

“Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creiste te sea hecho. Y su mozo fué sano en el mismo momento” (Mateo 8:13).

“Y he aquí le trajeron un paralítico, echado en una cama: y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Confía, hijo; tus pecados te son perdonados” (Mateo 9:2).

“Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres. Y fué sana su hija desde aquella hora” (Mateo 15:28).

“Y respondiendo Jesús les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera: mas si á este monte dijereis: Quítate y échate en la mar, será hecho” (Mateo 21:21).

“Y Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo es posible” (Marcos 9:23).

“Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa”(Santiago 1:3-4).

“Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?”(Santiago 2:14)

“Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma”(Santiago 2:17).

“Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras: muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”(Santiago 2:18).

“¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fué perfecta por las obras?”(Santiago 2:22)

“Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta”(Santiago 2:26).

“Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados”(Santiago 5:15).

“Para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo fuera manifestado:”(1 Pedro 1:7)

“Que por él creéis á Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios”(1 Pedro 1:21).

“El que lleva en cautividad, va en cautividad: el que á cuchillo matare, es necesario que á cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos”(Apocalipsis 13:10).

Versos de la Biblia para la fe en los tiempos difíciles

¿Te gustan estos versículos sobre tema de la fe y fuerza? Haga clic en la esquina inferior derecha de la pantalla para compartirnos sus ganancias y sentimientos. Si desea saber más sobre el tema de las Escrituras, no dudes en contactarnos. ¡Que nos ayudemos unos a otros en el amor del Señor!

Recomendación: La verdad de Dios

<style type="text/css"></style>

 


Las muchas malinterpretaciones de las personas sobre Job

2019-12-24 07:04:13 | Palabra de Dios

Las dificultades sufridas por Job no fueron obra de ángeles enviados por Dios ni las provocó Su propia mano, sino que fue Satanás, el enemigo de Dios, quien las causó personalmente. En consecuencia, fueron de un nivel profundo. Sin embargo, Job demostró en ese momento y sin reservas, el conocimiento cotidiano de Dios que había en su corazón, los principios de sus acciones de cada día, y su actitud hacia Dios, y esta es la verdad. Si Job no hubiera sido tentado, si Dios no le hubiera puesto pruebas, cuando él dijo: “ dio y Jehová quitó; bendito sea el nombre de Jehová”, dirías que era un hipócrita; Dios le había dado muchos bienes, y por supuesto que bendecía el nombre de Jehová. Si antes de verse sometido a las pruebas Job hubiera dicho: “¿Recibiremos de la mano de Dios todas las cosas buenas y no recibiremos la maldad?”, dirías que estaba exagerando, y que no renegaría del nombre de Dios ya que Su mano lo bendecía con frecuencia. Si Dios hubiera traído el desastre sobre él, sin duda habría renegado de Su nombre. Sin embargo, cuando se vio en circunstancias que nadie desea ni quiere ver, ni que le sobrevengan, que las personas temerían sufrir, circunstancias que ni siquiera Dios soportaría ver, Job seguía siendo capaz de aferrarse a su integridad: “Jehová dio y Jehová quitó; bendito sea el nombre de Jehová” y “¿Recibiremos de la mano de Dios todas las cosas buenas y no recibiremos la maldad?”. Frente a la conducta de Job en ese tiempo, aquellos a quienes les gusta proferir palabras altisonantes, así como letras y doctrinas, se quedan sin habla. La integridad a la que Job se aferró condena a quienes solo ensalzan el nombre de Dios en su discurso, pero nunca han aceptado Sus pruebas, y su testimonio juzga a los que nunca han creído que el hombre fuera capaz de agarrarse firmemente al camino de Dios. Ante su comportamiento durante estas pruebas y las palabras que pronunció, algunos se sentirán confusos, envidiosos, tendrán dudas e incluso parecerán poco interesadas, encogiendo la nariz ante el testimonio de Job, porque no solo ven el tormento que cayó sobre Job durante las pruebas y leen las palabras que habló, sino que ven también que traiciona la “debilidad” humana cuando caen sobre él las pruebas. Esta “debilidad” que ellos consideran la supuesta imperfección en la perfección de Job, la mancha en un hombre perfecto a ojos de Dios. Es decir, se cree que quienes son perfectos son intachables, sin mácula o mancha, que no tienen debilidades ni conocimiento del dolor, que nunca se sienten infelices ni desalentados, que no sienten odio ni tienen un comportamiento exterior extremo; como consecuencia, la gran mayoría de las personas no creen que Job fuera verdaderamente perfecto. No aprueban gran parte de su comportamiento durante sus pruebas. Por ejemplo, cuando Job perdió sus propiedades y a sus hijos, no rompió a llorar, como se podría imaginar. Su “falta de decoro” induce a pensar que era frío, porque no lloraba por su familia ni la amaba. Esta es la mala impresión que Job produce en las personas. Consideran que, después de aquello, su comportamiento fue incluso más desconcertante: algunos han interpretado “rasgó su ropa” como una falta de respeto a Dios, y creen erróneamente que “se afeitó la cabeza” significa blasfemia y oposición a Dios por parte de Job. Aparte de sus palabras “Jehová dio y Jehová quitó; bendito sea el nombre de Jehová”, las personas no disciernen en Job la justicia alabada por Dios, y por tanto la valoración que la mayoría de ellos hace de él no es más que incomprensión, malinterpretación, duda, condenación y aprobación tan solo en la teoría. Ninguno de ellos es capaz de entender de verdad ni apreciar las palabras de Jehová Dios respecto a que Job era un hombre perfecto y recto, que temía a Dios y se apartaba del mal.

las personas,Job

En base a su impresión anterior de Job, las personas tienen más dudas de su justicia, porque sus acciones y su conducta registradas en las escrituras no fueron tan trascendentalmente conmovedoras como ellas habrían imaginado. No solo no llevó a cabo hecho grandioso alguno, sino que también tomó un tiesto para rascarse mientras estaba sentado entre las cenizas. Este acto también asombra a las personas y las hace dudar —y hasta negar— la justicia de Job, porque mientras se rascaba no oraba a Dios ni se comprometía con Él; tampoco se le veía secarse las lágrimas de dolor. En este momento, las personas solo ven las debilidades de Job y nada más, y así, incluso cuando le oyen decir: “¿Recibiremos de la mano de Dios todas las cosas buenas y no recibiremos la maldad?”, no se conmueven en absoluto, están indecisos y son incapaces de discernir la justicia de Job a partir de sus palabras. La impresión básica que produce en las personas durante el tormento de sus pruebas es que no era rastrero ni arrogante. Ya no ven la historia subyacente a su comportamiento, que se desarrollaba en las profundidades de su corazón ni tampoco el temor de Dios que había en este, ni su observancia del principio del camino de apartarse del mal. Su ecuanimidad hace que las personas piensen que su perfección y rectitud no fueran sino palabras vacías, que su temor de Dios era simplemente un rumor; entretanto, la “debilidad” que revelaba externamente deja una profunda impresión en ellas, dándoles una “nueva perspectiva” y hasta un “nuevo entendimiento” del hombre que Dios define como perfecto y recto. Esa “nueva perspectiva” y ese “nuevo entendimiento” se demostraron cuando Job abrió su boca y maldijo el día en que nació.

Aunque el nivel de tormento que sufrió es inimaginable e incomprensible para cualquier hombre, Job no pronunció palabras de herejía, sino que tan solo alivió el dolor de su cuerpo por sus propios medios. Como se registra en las Escrituras, él dijo: “Que muera el día cuando nací y la noche en que se dijo: Que se conciba un niño” (Job 3:3). Es posible que estas palabras no le hayan parecido importantes a nadie, o tal vez haya quien sí les ha prestado atención. En vuestra opinión, ¿significan que Job se opuso a Dios? ¿Son una queja contra Él? Sé que muchos de vosotros tenéis ciertas ideas respecto a estas palabras que Job pronunció y creéis que si era perfecto y recto no debería haber mostrado debilidad o pesar algunos, y que más bien debería haber afrontado con positividad cualquier ataque de Satanás, e incluso haber sonreído frente a sus tentaciones. No debería haber tenido la más mínima reacción a ninguno de los tormentos que Satanás provocó en su carne ni haber traicionado ninguna de las emociones de su corazón. Hasta tendría que haberle pedido a Dios que endureciese aún más estas pruebas. Es lo que debería demostrar y poseer alguien que se mantiene firme, teme realmente a Dios y se aparta del mal. En medio de este tormento extremo, Job maldijo el día de su nacimiento. No se quejó de Dios, y mucho menos tuvo la intención de oponerse a Él. Esto es mucho más fácil de decir que de hacer, porque desde la antigüedad hasta ahora, nadie ha experimentado nunca las tentaciones de Job ni ha sufrido lo que cayó sobre él. ¿Y por qué no se ha visto nadie más sometido al mismo tipo de tentación que Job? Porque, tal como Dios lo ve, nadie es capaz de soportar esa responsabilidad o comisión; nadie podría hacerlo como Job y, además, aparte de maldecir el día de su nacimiento, nadie podría no renegar del nombre de Jehová Dios y seguir bendiciéndole como hizo él cuando ese tormento cayó sobre él. ¿Podría hacerlo alguien? Cuando afirmamos esto respecto a Job, ¿estamos elogiando su comportamiento? Él era un hombre justo, capaz de dar semejante testimonio de Dios, y de hacer que Satanás huyera con las manos en la cabeza, de manera que nunca más volviera a presentarse ante Dios para acusarlo; ¿qué hay de malo, pues en elogiarlo? ¿No será que tenéis estándares más elevados que los de Dios? ¿Acaso actuaríais mejor que Job cuando las pruebas vinieran sobre vosotros? Dios alabó a Job; ¿qué podríais tener que objetar?

Fuente: Evangelio de la Fuente de la Vida


Versículos bíblicos | Cómo distinguir el verdadero Cristo y falsos Cristos

2019-12-24 00:03:41 | Palabra de Dios

Versículos bíblicos | Cómo distinguir el verdadero Cristo y falsos Cristos

Como todos sabemos, si queremos dar la bienvenida a la aparición de Jesús en los últimos días, tenemos que resguardar en cualquier momento y tener cuidado con los falsos Cristos y los falsos profetas, porque por un lado, en ese momento aparecerán los falsos Cristos y realizarán las señales y maravillas para engañarnos; por otro lado, debemos escuchar la voz de Dios con un corazón de humilde búsqueda, entonces podremos discernir verdaderamente al verdadero Cristo de los falsos. Aquí seleccionamos siete versículos de la Biblia acerca de cómo distinguir al verdadero Cristo, de los falsos, y esperamos que te puedan dar beneficios.

<style type="text/css"></style>

 

<style type="text/css"></style>

 Jesucristo dijo: “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun á los escogidos” (Mateo 24:24). ¿Cuál es el verdadero significado de estas palabras? ¿Cómo debemos resguardarnos para poder discernir a los falsos Cristos y a los falsos profetas? ¿Cómo podemos ser capaces de buscar humildemente la aparición de Jesucristo? Lee cinco claves para ser pobre en Espíritu y para resolver tus dudas.

“Entonces, si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, ó allí, no creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun á los escogidos” (Mateo 24:23-24).
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:27).
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias. Al que venciere, daré á comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios” (Apocalipsis 2:7).
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias. Al que venciere, daré á comer del maná escondido, y le daré una edpirecita blanca, y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe” (Apocalipsis 2:17).

“He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).
“Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3).
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán hartos” (Mateo 5:6).
“Bienaventurados los de limpio corazón: porque ellos verán á Dios” (Mateo 5:8).

Leer más sobre Cómo distinguir el verdadero Cristo y falsos Cristos:

¿Sabe usted cómo discernir al verdadero Cristo, de los falsos?

Esperando (II) – La virgen prudente sabe distinguir entre el verdadero Cristo y los falsos Cristos


¿Cuál fue la intención de Dios detrás de este asunto?

2019-12-23 04:28:19 | Palabra de Dios

Personaje biblico abraham

Los que se familiarizan con la Biblia  saben que cuando Abraham tenía 100 años, Dios le dio un hijo, era Isaac. Pero, Dios pidió que Abraham ofreciera a su único hijo Isaac como un holocausto, aunque Abraham no entendió la voluntad de Dios, estuvo dispuesto a ofrecérselo, cuando Abraham tomó el cuchillo para matar a su hijo, Dios envió al ángel para detenerlo a tiempo. Entonces, ¿cuál fue la intención de Dios detrás de este asunto?

Un libro dice: “Cuando Abraham extendió su mano, y tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo, ¿vio Dios sus acciones? Sí; las vio. Todo el proceso —desde el principio, cuando Dios le pidió a Abraham que sacrificara a Isaac, hasta el momento en que el hombre alzó el cuchillo para matar a su hijo— le mostró a Dios el corazón de Abraham, e independientemente de su insensatez, su ignorancia y su malinterpretación anteriores de Dios, en aquel momento su corazón era sincero, honesto; de verdad le iba a devolver a Isaac a Dios, ese hijo que Él le había dado. Dios vio obediencia en él, esa misma obediencia que Él deseaba. […] Aunque sólo era una prueba y un examen, Dios se sintió satisfecho, percibió el amor del hombre por Él, y se sintió confortado por este como nunca antes. En el momento en que Abraham levantó su cuchillo para matar a Isaac, ¿lo detuvo Dios? Dios no permitió que Abraham ofreciese a Isaac, sencillamente porque no tenía intención de tomar su vida. Así pues, detuvo a Abraham justo a tiempo. Para Dios, la obediencia de Abraham ya había pasado la prueba; lo que hizo fue suficiente, y Él ya había visto el resultado de lo que pretendía hacer. ¿Fue este resultado satisfactorio para Dios? Puede decirse que lo fue, que fue lo que Dios quería, y lo que anhelaba ver. ¿Es esto cierto? Aunque, en diferentes contextos, Dios usa diferentes formas de probar a cada persona; en Abraham comprobó lo que quería ver: que su corazón era sincero, y su obediencia incondicional, y este ‘incondicional’ era precisamente lo que Dios deseaba”.

Recomendación: La segunda venida de cristo

Fuente: Evangelio de la Fuente de la Vida