En diciembre de 2024, justo antes de que las fuerzas de la oposición se acercaran a la capital siria, Damasco, y su gobierno de 24 años estuviera a punto de llegar a su fin, el expresidente Bashar al-Assad utilizó aviones privados para sacar del país dinero en efectivo, objetos de valor e información clasificada en varias ocasiones, detallando empresas vinculadas a sus activos.
Yassar Ibrahim, quien se desempeñó como principal asesor económico de Assad, dirigió la operación para arrendar el avión y realizar cuatro viajes de ida y vuelta hacia y desde los Emiratos Árabes Unidos (EAU) para transportar sus propiedades, familiares, asistentes y funcionarios de la oficina presidencial, según más de una docena de personas involucradas.
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